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JUST STAY por Sakurako

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Notas del capitulo:

Hola. 

Disfruten el capítulo. 

Capítulo No. 8

 

Pasaba del medio día cuando el timbre del teléfono le despertó. Abrió los ojos lentamente y se giró aún un poco amodorrado. Estiró la mano intentando sentir el cuerpo de su amante. Pero no encontró nada. Se levantó enseguida, un poco asustado, más cuando notó que no había nadie más en la habitación.

Gackt sintió que su corazón daba un vuelco cuando tampoco vio la ropa de Tetsuya, o las maletas…

-¡Tetsuya!- gritó mientras bajaba las escaleras casi corriendo.

-Que escandaloso eres, Gacchan…

Le riñó desde el balcón donde estaba sentado en una de las bancas de madera que estaban dispuestas ahí, normalmente, para tomar el té.

-¿Pero qué haces ahí?- le preguntó más tranquilo, recuperando el color y mirando a su amante con todo el cariño que sentía. Tetsuya se veía hermoso en esa bata azul, y el cabello mojado le daba un toque inocente… que junto con esa mirada clara y esa sonrisilla…

Gackt tuvo que cerrar los ojos para intentar controlarse, la visión comenzaba a “despertar” ciertas sensaciones…

-Sabes, el amanecer aquí en Okinawa es asombroso…- respondió el bajista muy emocionado.

-¿Amanecer? Tetsu, pero si es casi la una de la tarde…- al fin se atrevió a acercarse y sentarse a su lado. Tetsuya le miró con reproche y el cantante se acercó para besarlo ligeramente en los labios. Un beso de buenos días… o tardes…

-Cuando me desperté apenas comenzaba a amanecer, tú seguías dormido así que decidí venir a aquí para apreciarlo mejor…- otro ligero beso. –Cuando volví a la recamara seguías durmiendo así volví a bajar por una taza de café y al notar que aún no despertabas entré a la ducha…- lo había dicho todo con cierta burla. –Duermes como una roca, Camui…

Le sonrió divertido, a manera de disculpa. Luego un brillo malicioso destelló en sus ojos. –Es tu culpa…- lo tomó de la cintura y lo acercó para besarlo. –Eres insaciable…- otro beso mientras colaba sus manos por debajo de la bata.

Las cosas comenzaban a ponerse interesantes cuando el teléfono volvió a sonar.

-Había olvidado ese estúpido teléfono…- dijo desganado, molesto por tener qué separarse de Tetsuya.

-Te prepararé el baño…

 

*******

 

Y en un abrir y cerrar de ojos, llegó el domingo. Habían perdido la noción del tiempo. Bueno, la verdad es que es algo difícil notar el pasar de las horas si te la pasas metido en la habitación, metido en la cama… o en el sofá… o en el baño…. O… bueno, ustedes me entienden, ¿cierto?

Esta vez fue el sonido insistente del timbre lo que los despertó. Gackt, entre abrió los ojos e intentó ver la hora en el reloj que estaba en la mesita de noche; siente y quince de la mañana.

-¡¿A quién demonios se le ocurre molestar a esta hora?!- gruñó el alto cantante.

Gackt se desperezó, se levantó de la cama y comenzó a vestirse lentamente. Tetsuya, que despertó gracias a las maldiciones de su amante, lo miraba con una leve sonrisa ladeada. Le gustaba la espalda ancha de ese hombre. No podía dejar de mirarlo, mejor dicho, de admirarlo; la forma en que los músculos se contraían con cada movimiento… ese pensamiento hizo que se sonrojara, pues le había traído ciertos recuerdos, había revivido ciertas sensaciones.

-Sigue durmiendo…- le pidió, luego se volvió y besó ligeramente los labios de Tetsuya. El bajista simplemente le sonrió en respuesta, se reacomodó boca abajo y cerró los ojos.

Gackt bajó las escaleras un poco harto, el timbre no dejaba de sonar y ya comenzaba a fastidiarlo. Y al abrir la puerta sus ojos casi se desorbitaron.

-¡¿Chicos?!

-Ya comenzaba a preocuparme. Si tardas un poco más, juro que llamo a la ambulancia- le recibió el violinista del otro lado de la puerta.

-Por lo que veo te olvidaste por completo de nosotros, ¿verdad?- le siguió Chacha.

-No… yo… se suponía que nos verías hasta el domingo…

-¿De qué semana?- preguntó sorprendido el violinista. Lo miró largamente esperando la carcajada del cantante, pero nada. –Gackt, hoy es domingo…

-ahh…

-¿De verdad piensas dejarnos aquí afuera?- se escuchó la voz de Ju-ken, interrumpiéndole.

-No, pasen, por favor pónganse cómodos.

-¿Y se puede saber dónde está tu noviecito?- preguntó Yuu con voz juguetona.

-Él está… bueno, él sigue arriba, voy… ahora vuelvo.- Gackt subió los escalones casi corriendo, de dos en dos. Sí, había olvidado por completo a sus compañeros.

-¿Tetchan?- preguntó. Pero Tetsu ya no estaba en la cama. –Tetsu…- volvió a llamarlo y entonces escuchó la regadera. Se dirigió al baño. –Tetsu,- escuchó un “sí” como única respuesta y entonces siguió. –Los chicos llegaron. Date prisa.

-¿Qué chicos?- preguntó con verdadero desconcierto.

-Es domingo, cariño…- respondió juguetón. –Llegaron los de Job…

-Por Dios, lo había olvidado…- Dijo más para sí mismo. Y no lo notó pero Gackt asintió como diciendo “yo también”.  –De acuerdo, ahora bajo…- respondió sin mucho ánimo.

 

Luego de un rato, mientras bajaba las escaleras, escuchó un gran alboroto desde la cocina. Tetsuya suspiró profundamente y entonces entró a la habitación. Todos se quedaron en silenció al notar su presencia. Eso lo puso un poco nervioso.

-Buenos días a todos.- saludó lo más normal que pudo.

-Buenas noches, Ogawa…- se burló Yuu.

-Lo siento me quedé dormido…

-No tienes por qué darles explicaciones, Tetsu.- Intervino Gackt poniéndose al lado del bajista. –Vamos, voy a presentártelos…- le dio un ligero empujón para que se adentrara por completo a la cocina y comenzó a nombrarlos. –Él es Chachamaru, Masa, Ren, Minami, Yuu y, creo que ya conoces a Ju-Ken…- presentó señalando a cada uno.

-Sí, ya tenía el gusto…- dijo luego de saludarlos a todos con una reverencia.

-¿Cuánto tiempo Ogawa?- saludó el bajista también de Vamps. Tetsuya devolvió el saludo con un gesto.

-Bueno, si me disculpan, tengo que hacer una llamada…- anunció el anfitrión y salió de allí, celular en mano.

En cuanto Gackt salió de la cocina, repentinamente todos se quedaron en silencio. Un largo e incómodo silencio. Tetsuya se sentía extraño entre toda esa gente, el hecho de estar consciente de que ellos estaban al tanto de su relación, lo hacía sentir tan… expuesto. Odiaba esa sensación.

-Y… ¿cómo está el clima en Okinawa últimamente?- por alguna extraña razón, fue la única pregunta que se le ocurrió a Yuu para poder acabar con ese incómodo silencio.

-Pues… bien, supongo...- respondió Tetsuya un poco intimidado. –No hemos salido mucho así que… no estoy seguro…

Todos le lanzaron miradas pícaras, pero nadie se atrevió a decir absolutamente nada. De haber estado Gackt presente seguro habrían hecho un montón de bromas y comentarios impropios, pero… no. Y otra vez el silencio.

-Bueno, ya está todo listo.- se escuchó la alegre voz de Gackt que venía de regreso aún con el teléfono en mano. -Iremos a la playa… y…- su voz fue acallándose lentamente al notar las caras tensas en la cocina. -¿Ocurre algo malo?

-Nada, no pasa nada. Pero dinos, ¿Rentaste algún barco? ¿Algunos juegos acuáticos?- preguntó feliz el violinista.

-Lo más importante,- intervino Chacha -¿Qué comeremos?

Todos estallaron en carcajadas.

-Ya tengo todo dispuesto, saldremos en un par de horas, así que tienen algo de tiempo para descansar, escoger sus habitaciones o hacer lo que quieran…- al escucharlo, Chacha y Masa se encaminaron pero no llegaron a cruzar la puerta, pues la voz de Gackt los detuvo. –¡Menos eso que están pensando, Chachamaru...!

Y otra vez, todos estallaron en tremendas carcajadas al ver el inusual rostro sonrojado de Chachamaru.

-Idiota…

Tetsuya observaba en silencio todo lo que se desarrollaba entre ellos; sin poder evitar sentirse algo fuera de lugar. Y Camui pudo notarlo, y se acercó a él y le susurró un “¿estás bien?” a lo que él respondió con una sonrisa y un ligero asentimiento.

 

*******

 

Luego de un rato y de que cada uno escogiera su habitación. Se prepararon para salir.

Tetsuya estaba un poco asombrado de que Chacamaru y Masa mostraran su relación tan abiertamente. Pues a estos no parecía molestarles la presencia del bajista cuando entre broma y broma escogieron una habitación para los dos y terminaron celebrando con un apasionado beso.  Y qué decir de Ju-Ken y Yuu, que también decidieron compartir la habitación, aunque dejaron el beso para otro momento, cuando nadie estuviera viéndoles.

Todo esto era nuevo para el bajista. A Tetsuya siempre le habían enseñado que las relaciones entre hombre no debían ser… ¿cómo decirlo?... tan obvias; y se sentía un poco cohibido por el ambiente.

 

-¿Está todo bien?

Tetsuya observaba fijamente a la pareja que jugueteaba en el agua. Tan perdido estaba en sus pensamientos que no notó cuando Gackt se acercó hasta él y se sentó a su lado, en la arena. El cantante realmente estaba preocupado.

-Sí…

-¿Seguro? Has estado muy callado…

-Simplemente estoy pensando…- seguía sin mirarle.

-¿Y se puede saber en qué piensas?- preguntó y Tetsu simplemente se encogió de hombros. –Ah, ya sé… estás recordando todo lo que te hice la otra noche, ¿cierto?

Tetsuya se volvió enseguida, asombrado, asustado o apenado, no estaba muy seguro, ¿lo había dicho en voz alta? Pero casi inmediatamente el gesto tomó un toque malévolo. Uno que Gackt no le conocía.

-En realidad pensaba en todo lo que YO te haré en cuanto volvamos…- apareció un ligero destello en los ojos, uno que impresionó a su pareja. –No te gustaría, Satoru… probar mi amor…- susurró sensualmente.

Por un segundo el cantante se quedó frío. Luego le sonrió maliciosamente y asintió. –Lo espero con ansias.- respondió, y ambos estallaron en carcajadas, pero al segundo Gackt se tornó serio. –Ya enserio, ¿qué te ocurre?

-No es nada, de verdad…

Gackt no insistió, después de todo, ya estaba acostumbrándose a las peculiaridades de Tetsuya. Así era el bajista después de todo; temeroso y callado. Sabía cuánto le gustaba guardarse las cosas para sí mismo. Y él respetaba su espacio. Así que se quedó en silencio, simplemente haciéndole compañía.

-¡Vamos, Camui, el agua está deliciosa!- se escuchó la voz aguda de Ren desde dentro del agua. Pero Gackt simplemente negó con un gesto.

-Ve con ellos…- le instó el bajista con una ligera sonrisilla.

-No me gusta mucho el agua, si puedo evitarla, lo hago.

-¿Enserio? ¿Por qué?- inquirió sorprendido. Gackt asintió con sinceridad.

-En una ocasión caí al mar y casi me ahogo, Nana me contó que estuve varios días en coma.

-¿Enserio? No lo sabía…

-Bueno no es algo que me guste contarle a las personas…

-¿´Qué pasó después?

-Bueno, luego de eso tuve algunos lapsos de inconciencia, así que me internaron en un psiquiátrico… así que por un tiempo realmente odié el agua…

-Gacchan, ¿puedo hacerte una pregunta?

-¿Otra?- respondió juguetón. Tetsu simplemente le lanzó una mirada retadora. –Claro, las que quieras…

-Dijiste que querías mostrarme tu hogar, yo supuse que también conocería a tu familia y….

-Ya los conoces, son ellos, ellos son mi familia…- Tetsu susurró un “¿Qué?” lleno de asombro y Gackt no pudo sino volver a sonreírle. –No tengo más familia, Tetsu…- se sinceró.

-¿Y tus padres? No me dirás que eres hijo natural, ¿cierto?

-No, claro que no. No me gusta mucho hablar sobre ellos, pero si tú quieres puedo contarte sobre mí pasado…- Tetsu asintió apenas perceptiblemente. -¿Por dónde empiezo?... Nana es lo único que queda de mi infancia. Mis padres se separaron cuando yo era muy pequeño, mi madre era… bueno no era exactamente lo que se dice una madre muy dedicada. Aunque mis hermanos tuvieron mejor suerte que yo…

-¿Tienes hermanos?

-Una hermana mayor y un hermano menor. Ellos fueron a vivir con mi padre… Yo me quedé con mi madre ya que siempre he sido una persona muy débil; de niño me enfermaba frecuentemente y a mi padre no le gusta mucho lidiar con eso… ¿qué más puedo contarte acerca de mí?

-No sabía nada de esto….

-Pocas personas lo saben. Yuu es el único que conoce mi pasado… bueno, y ahora tú…- agregó al notar el rostro de decepción en su pareja al momento de escuchar el en nombre de “Yuu”. –Y me gustaría conocer también el tuyo…

-Qué puedo decirte. Ya puedes imaginarte mi infancia… yo también tengo dos hermanas. Ahora las dos están casadas y son muy felices… y como primogénito siempre hubo cierta presión, ciertas expectativas… ya sabes…

Se pasaron la tarde hablando, conociéndose más profundamente. Y para cuando se dieron cuenta la noche había caído. Hicieron una fogata, cantaron un montón de canciones, asaron bombones, contaron chistes pícaros, bebieron mucha cereza y sobre todo, rieron mucho.

Y así, el fin de semana terminó. Pero Tetsuya estaba realmente feliz, más de lo que era capaz de mostrar.

Todos estaban tan felices, disfrutando del ambiente, la compañía y tan concentrados en sí mismos que ninguno se dio cuenta de flashazos del otro lado de la playa. Nadie notó la sombra extraña que los había seguido casi todo el día. 

 

Notas finales:

No veo a los de Job llevándose muy bien con Tetsuya, no sé realmente por qué. Espero les haya gustado el capítulo.

Continuará...


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