Kakashi respiró profundo, las manos le temblaban levemente cuando abrió el sobre de color blanco. Dio un respiro profundo, nunca antes se había sentido tan nervioso en su vida; además que el estrés que había sentido a lo largo de la semana había sido horrible. Sus colegas lo habían notado aunque nadie había dicho mucho al respecto puesto que nadie sentía una verdadera confianza a ese grado para inmiscuirse en su vida y cuestionar un poco de ella. Claro está que Gai era un punto aparte, básicamente había recibido todo un cuestionamiento acerca de su personalidad esos días; Hatake aceptaba que había sido un poco borde y seco al decirle a Maito que no debía preocuparse. Tal vez después podría darle una disculpa aunque Gai no era precisamente una persona que guardara rencor o se tomara algo como eso muy a pecho.
Decidió dejar de darle rodeos a todo eso y saco la hoja de papel que venía inmaculadamente cerrada en el sobre. La desdobló con manos algo sudadas y leyó el contenido de esta como cuando devoraba uno de sus libros favoritos. Fue casi como un golpe en el estómago, abrió la boca intentando adentrar aire en sus pulmones y por primera vez en su vida, la bufanda junto al cubre bocas que acostumbraba llevar le provocaron una sensación asfixiante. Se quitó las prendas con algo de frustración y paso una mano por su cabello desordenándolo-. Es mío- anunció algo ido a su padre quien se encontraba cargando al bebé que se encontraba dormitando cómodamente en los brazos de su abuelo.
Sakumo lo sabía desde el momento que lo vio en esa cesta en la sala de su hijo, cada facción, cada minúsculo gesto que realizaba era una especie de película vieja, una donde se veía a sí mismo cargando con brazos inexpertos a Kakashi cuando era un recién nacido. Ciertamente siempre lo supo, pero no había dicho nada para no alterar más a su hijo. No eran las mejores circunstancias, pero le agradaba saber que tenía un nieto, era ese mismo calorcito agradable que lo había empujado a salir adelante cuando su esposa había muerto al dar a luz a Kakashi. El mayor se acercó a Kakashi quien estaba sentado en uno de los sofás de su sala y se sentó a su lado, el pequeño bebé que todavía no tenía algún nombre bostezo en un gesto tierno, lo suficiente para llamar la atención del ahora confirmado padre-. Sabes que te apoyaré con esto, espero que elijas lo correcto-Sakumo tenía cierto temor en su corazón, no quería que su hijo diera al bebé en adopción, pero sabía que era una posible opción. Si ese fuera a ser el caso, él estaría más que dispuesto en criarlo aunque esa no era la solución.
Kakashi miró las mejillas sonrojadas del bebé que tenía un pequeño hilo de saliva resbalando por su barbilla provocado por el bostezo. Era una pequeña cosita en los brazos de su padre, con el rostro algo arrugado y el ceño algo fruncido intentando encontrar una posición algo cómoda para dormir. Se mordió la mejilla interna y suspiro rendido, no podía abandonarlo por muchas razones; primera, era una persona de principios a pesar de todo y dejarlo en algún lugar como si fuera un objeto desechable se le hacía impensable, segunda, sabía que su padre no lo permitiría y tercera, él mismo había ocasionado todo eso, debía hacerse cargo de todo.
-Tendré que amueblar una de las habitaciones para él-porque sí, era un él.
Sakumo le sonrió levemente a su hijo-. Puedo encargarme de eso, tengo algo de experiencia al respecto aunque en lo que salgo deberás cuidar al bebé-dijo con suavidad. No quería asustarlo, pero era necesario, el que empezara a convivir con su hijo era imprescindible ya que todo ese tiempo él se había hecho cargo de cuidar al pequeño bebé cosa que en realidad no era un problema porque no trabajaba.
Kakashi asintió levemente-. Está bien-sabía que esos días se había hecho el desentendido respecto al infante y sabía que había sido bastante abusivo de su parte, pero no había tenido la menor idea de cómo tratar el tema.
-En ese caso iré ahora mismo a buscar lo necesario para una estadía permanente del pequeño. Intenta cargarlo-aconsejó con suavidad mientras lo acomodaba en los brazos de su hijo quien parecía algo reticente al cargar al pequeño, pero no podía culparlo. Al principio se tiene mucho miedo de no hacerlo bien y terminar lastimándolo-. Sostén su cabeza con un brazo, todavía es muy pequeño así que debes hacerlo.
Kakashi se sintió algo estúpido cargando al bebé, todavía era algo incómodo pensar acerca del niño como su hijo. Tenía un nudo en el estómago, pero aun así asintió ante las palabras de Sakumo-. Está bien, si sucede algo te llamaré-agradecía que fuera sábado y no tuviera que ir a trabajar.
-Intentaré no tardar tanto-Sakumo se fue después de esas palabras y Kakashi se quedó observando al niño que dormía plácidamente en sus brazos.
Según las palabras del propio Sakumo el bebé era bastante pacífico y casi no lloraba a menos de que fuera algo necesario como al tener hambre o necesitar un cambio. Lo observó por bastante rato sin saber que hacer o si se podía mover, no sabía si eso pudo incomodar al bebé, pero el pequeño abrió los ojos algo adormilado revelando los ojos de tonalidad oscura como los suyos. Este pareció observarlo con curiosidad aunque seguía teniendo esa mirada adormilada, no sabía muy bien si eso en realidad era algo que había heredado de él o solo producto del haber despertado-. Hola, supongo que soy tu papá-le dijo con cierta dificultad. Sabía que durante el primer mes era necesario hacer sentir al bebé querido y darle ciertos estímulos.
Tal vez él también lo había sabido y por eso había estado comprando revistas sobre bebés más por la inquietud de no sentirse capaz de poder salir adelante y no querer aprovecharse de su propio padre. Acercó su dedo algo vacilante a la mejilla del bebé y la acarició con suavidad, sus ojos se abrieron algo sorprendidos cuando este busco con sus manitas el sostener su mano para después darle una sonrisa dulce. Tragó algo de saliva al sentirse sobrecogido por la emoción-. Eres bastante listo al parecer, eso lo debiste heredar de mí-murmuró dejando que el bebé sostuviera su dedo índice.
Antes de darse cuenta Kakashi se encontraba relajado y con una sonrisa suave en los labios. Suspiró un poco poniéndose de pie al escuchar una especie de llanto que quería empezar en su hijo, después de asegurarse que no fuera un cambio de pañal, cosa para la que todavía no estaba preparado, se dirigió a la cocina mientras cargaba al niño en la canasta para bebé portátil que había comprado hace unos días.
Busco en la alacena la fórmula para alimentar al niño, puso a calentar el agua por unos cinco minutos, la introdujo en el biberón y después la metió al refrigerador por unos minutos para que se enfriara-. Tranquilo, bebé, dentro de un rato estará la comida-le informo mientras rozaba con suavidad una diminuta mano; sin embargo el bebé empezó a llorar con fuerza. Kakashi suspiró tomando al infante entre sus manos empezando a mecerlo con suavidad esperando que se calmara un poco, el llanto mermo un poco, pero seguía llorando contra su hombre que se iba humedeciendo. Algo atareado saco el biberón y le hecho la fórmula en polvo y la agito. Puso su muñeca y dejo caer unas gotas sobre está para comprobar la temperatura del biberón. Asintió conforme y se dirigió a la sala para poder alimentar al bebé con mayor facilidad. Suspiró aliviado al ver como el pequeño empezaba a tomar del biberón.
Agradecía haber leído esas revistas y observar a su padre cuando alimentaba al niño. Limpio con algo de cuidado algunos rastros de lágrimas-. Eres bastante llorón, ¿eh?, aunque eres un bebé así que no te culpo, yo conocí a alguien que era un llorón sin remedio-mencionó con suavidad observando como el niño comía con hambre-. Y eso me da esperanzas contigo porque al final, a ese llorón lo termine amando mucho aunque al final él me termino odiando mucho también. Espero que no pase contigo…-sonrió con algo de amargura-. Ahora que lo pienso no tienes nombre, ¿qué tal Haru? Después de todo apareciste justo cuando la primavera está a punto de comenzar, eso me recuerda que también conocí a Obito en primavera-mencionó quitándole el biberón de la boca al estar vacío. Apoyo al pequeño contra su hombro para hacerlo eructar con pequeñas palmaditas-. Hatake Haru suena bien, ¿no crees?-casi al instante Haru eructo regurgitando en el proceso sobre su hombro. Kakashi ni siquiera entendió el porqué, pero una risa suave abandono sus labios-. Esa es una crítica bastante dura, pero soy tu padre así que ya después cuando hables tal vez te quejes de tu nombre, pero ahora no es el momento.
Sakumo prefirió quedarse en donde estaba, al parecer Kakashi podría lidiar con eso. Se sentía orgulloso. Sonrió con suavidad al ver la imagen de su hijo cargando a su nieto.