Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El precio de mi deseo por Mokona negra

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:


No se que estaba pensando…


Advertencias: Incesto. Violación. 


Advertencia 2: Vea la primera advertencia para que no diga que no se lo advertí.
Nota: los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor.


La habitación de Arthur estaba a oscuras. El insomnio le atacaba de nuevo y es que, cada vez que cerraba los ojos podía escuchar a alguien llamarle.
-De nuevo…
Levantándose de la cama, se dirigió a la ventana. Afuera era frio y al tocar la superficie lisa de los cristales que le separaban del exterior, su calor empañaba el alrededor de sus dedos.
-De nuevo esta llamándome. Esta desesperado, lleno de rabia…quiere poseerme sin importar que…
Arthur observó su reflejo en el espejo y entrecerrando los ojos, contempló sus nuevas extremidades que se alzaban a la vista de nadie, oscuras como la noche, como las pupilas de ese demonio enfurecido, y con un escalofrió recorrerle la espina dorsal, recargó su frente en el cristal. Su aliento empañó gran parte de la superficie cuando suspiró y recordando el motivo por el que estaba ahí.
Le había costado alrededor de una semana acostumbrarse a un cuerpo humano, a las sensaciones que las bolsas de carne podían experimentar y asimilado todos los recuerdos de Arthur.
Sonrió levemente recordando que ahora eran sus recuerdos. Él era Arthur.
Alejándose de la ventana, salió de su habitación dirigiéndose a la cocina, quería tomar un poco de té. La casa estuvo a oscuras hasta que Arthur llegó a la cocina encendiendo solo el foquito del traga humo de la estufa. Y tratando de no hacer ruido preparó su infusión al ritmo del “tictac” de las manecillas del reloj de la cocina. Era curioso que por las noches el sonido del segundero resonara en casi toda la casa mientras que en el día era opacado por cualquier otra cosa.
Arthur encendió la mecha de la estufa sin ayuda de una chispa externa, solo pensó en que quería fuego y lo obtuvo. La llama apareció de la nada de un rojo brillante, pero luego al dejarla reposar en la mecha, esta se volvió azul.
La llama bailó un momento ante los ojos esmeraldas de Arthur produciéndole escozor. Encogiendo los hombros, se volvió a la alacena para escoger que tipo de té tomaría, olvidando la flama.
“Tic tac, tic tac”
El agua estaba lista, las hojas de té verde reposaban y la bebida caliente de Arthur le esperaba por fin.
El aroma delicado le llegó a las narices y pudo sentir que algo tan simple como eso le relajaba. -un poco de miel.-Se dijo y fue hacia las gavetas altas para buscar el frasco.-Umh.-El ojiverde se estiró para abrir la alacena, identificando el tarro trasparente con la dorada miel. Se estiró un poco mas y la yema de sus dedos rozaron el frasco empujándolo hacia dentro.-Mal-maldición…uuugh…
-Enano.- Arthur sintió el pecho de Allistor empujándole cuando el pelirrojo bajo el frasco con miel.
-Gracias y no soy enano.-Repuso Arthur arrebatándole la miel a su hermano.-¿Qué haces despierto?
-Tenía trabajo que hacer y baje por café.
-Puedo preparártelo.-Dijo Arthur moviéndose antes de que Allistor aceptara.
Sin contradecirlo, All aceptó sentándose en uno de los banquitos altos de la barra de la cocina, pensaba en sus asuntos y tambien en…
-Arthur…
-¿Qué pasa?
-¿Cómo te has sentido estos últimos días?
-Mm.-Arthur supo desde el inicio a donde iba orientada esa pregunta. Retrasando la respuesta fingió meditarlo un poco mientras preparaba la cafetera.-Bien, por decirlo de alguna manera. Es como si hubiera despertado de un sueño…no se como decirlo sin escucharme tan estúpido.
Resonó un chasquido y una llama azulada nació del encendedor de Allistor que había sacado un cigarrillo.
-Sí, te escuchas como un estúpido.
-Sigh. Te lo dije.
-Pero me alegra…que te sientas bien.-Agregó Allistor tomando una bocanada larga de humo del pitillo encendido.
Arthur apretó los labios y miró con un poco de pena el frasco de miel. No agregó nada más y Allistor no volvió a preguntar otra cosa. Entonces mientras la cafetera gorgoteaba vapor y el aroma tostado del café y el tabaco se mezclaban, el ojiverde trató de abrir el frasco. Sus manos resbalaron un poco. Era vergonzoso, no podía abrirlo.
<< Tal vez si golpeó un poco la tapa >>
-Dios.-Se escuchó un rechinido del banco alto recorrerse cuando Allistor se levantó dejando el cigarrillo en la orilla de la barra.-Dame eso.-Ordenó acercándose a su hermano.-Para ser un hombre eres un enclenque debilucho.
-No soy un enclenque y no te pedí ayuda.-Renegó Arthur sin soltar el frasco.
-Solo dámelo.
-Yo puedo.-Insistió Arthur forcejeando con su hermano.
-No seas un…
“Plop” la tapa de la miel salió volando cuando Allistor loa tomó. La miel, aunque espesa llegó lo suficientemente lejos como para llenar las manos de Arthur.
-Agh, bien hecho. -Gruñó Arthur.
-Sigh, eso fue por tu culpa.
-Que más da, no importa.-Se resignó Arthur pensando que esto era todo lo opuesto a relajarse para reconciliar el sueño. Con hilillos de miel entre los dedos Arthur miró de reojo a su hermano y sintiendo como una burbuja de emoción se reventaba en su interior, decidió que ahora podría jugar un poco, tal ves eso, le relajaría.- Además es algo que se va con facilidad.
Dijo lamiendo la miel de sus dedos como si se tratara de una paleta de dulce. Su lengua en realidad solo estaba jugueteando, haciendo como si su hermano no le estuviera viendo con atención. Con intenciones dudosas, creaba hebras de saliva que unían la punta de su lengua con su dedo medio, solo para introducirlo de nuevo en su boca mientras succionaba lento.
Estaba convocando el deseo de Allistor. Un pecado de lujuria.
<< No puedo creer que esto este funcionando >> Pensaba Arthur cuando al final, con un gruñidito bajo, despertó al pelirrojo de una especie de transe al aclararse la garganta. El antiguó Arthur tal vez hubiera logrado el mismo efecto en All sin darse cuenta, pero ser consiente de lo que podía lograr con su hermano, le divertía morbosamente.
-Hermano.-Arthur sonrió con inocencia acercándose al pelirrojo.-Tambien te cayó un poco de miel.
-¿Miel?
Entonces sin vergüenza, sin pensar en lo que podía llegar a suceder y liberando a conciencia las feromonas de la lujuria, la parte demoniaca de Arthur estiró el cuello y lamió miel inexistente del cuerpo de su hermano.
-¿Qué estas...?-Allistor lo tomó de los hombros para alejarlo fingiendo enfado, pero en realidad no sabía que pensar.-¿Qué no sabes que existen las servilletas?
Arthur parpadeó un par de veces y rio bajo.
-Lo siento. Pensaba en lo dulce que es y me pareció un desperdicio.-Decía tomando el frasco y hundiendo la punta de su dedo índice en la miel.-Toma, prueba un poco All. Te gustara.-Dijo sosteniendo su sonrisa.
-No gracias.
-Vamos. Es solo miel.-Insistió Arthur llevando a el pelirrojo al limite de su paciencia cuando el ojiverde estuvo a punto de tocar su boca.
-¡Basta de juegos Arthur!-Bufó el pelirrojo apartando con brusquedad a su hermano, perdiendo el equilibrio el menor cayó y el frasco con miel rodó cuando se le resbaló de las manos gracias a la saliva que aún tenía en ellas.
-Ugh…eres un idiota hermano.-Se quejó Arthur desde el suelo.-Solo bromeaba y ahora si estoy todo pegajoso.-Gruñó Arthur tratando de sacarse la pegajosa miel de su camisa para dormir, logrando solo que la tela la absorbiera más y sintiera el desagradable dulce pegándosele en el pecho.
-Yo no tengo la culpa-Se excusaba el pelirrojo llevando una rodilla al suelo para ayudar a Arthur.
-Si claro, supongo que cuando bromeó tu parte es tirarme al suelo.
-¡Cállate de una…! ¿Ahora que demonios haces?
-¿Qué no es obvio? -Rodó los ojos Arthur al tiempo que desabotonaba sus pijamas.-No quiero que la ropa se me pegue, es desagradable.
-¡No hagas eso!
-¿¡Eh?! ¿Por qué?
-¡Solo levántate! -Decía Allistor tratando de evitar que Arthur se quitara la pijama.
- ¡Déjame en paz! -Comenzó Arthur a pelear con Allistor. Los dos forcejearon un rato hasta que Arthur se dio por vencido.-¡Maldita sea! ¡Esta bien!
Arthur , cansado por pelear con su hermano olvido por completo el café y Allistor su cigarrillo que se había consumido hasta el filtro. Los dos tenían respiraciones agitadas y no sabían muy bien como habían terminado de esa forma sugestiva. Allistor encima de Arthur.
-Tu ganas.-Jaló aire Arthur mirando a su hermano que estaba encima de él. Su rostro estaba colorado.-All…ya puedes quitarte de encima…¿Hermano?
“glup” la burbuja que contenía el pecado de la lujuria se había reventado dentro de Allistor.
Era una buena vista para el pelirrojo. Podía ver como parte de la piel expuesta de Arthur brillaba por la miel al pelear. La idea de averiguar si su piel clara compartía el sabor dulce de la miel le golpeó de pronto.
-Arthur…
¿Qué era esta sensación que le hacía acelerar el corazón? ¿Qué inquietaba su ser y confundía su mente? Eso…era la tentación seduciéndole, era el pecado que se posaba con alas invisibles sobre un velo sobre sus ojos.
No estaba pensando, no veía a Arthur, el solo…podía percibir un aroma que le hacía agua la boca, sus pupilas no veían a un desastroso y tonto hermano pequeño en el suelo bajo su caderas, si no un cuerpo cálido que le llamaba.
<<No, no esta bien…>> Cerró los ojos sintiéndose mal. <<Yo no debo… >>
-¿Allistor?- Arthur le llamó con una voz diferente. Aterciopelada y melodiosa. Una voz, que le hiso olvidar su conciencia. -¿Ahora si quieres un poco de miel?
Era una broma, Arthur bromeaba a provocarle y estúpidamente Allistor…él cayó.
-Allistor…
Su voz, le llamaba y All solo acudió a su llamado ¿Eso era tan malo?
Era extraño, como tocar algodón de azúcar y que este se desintegrara al tacto, un sueño nublado que comenzaba aclararse. Podía saborearlo, era suave y la miel dorada era su sabor sin duda. Pero, estaba seguro que esa dulzura no le empalagaría, solo le causaría sed y la única forma de apagarla, era bebiendo su néctar cristalino ¿Dónde se encontraba tal néctar? ¿Aquí?
-Agh…
La boca de Allistor besó el lóbulo de la oreja de su hermano.
-Ah…
No, era en otro lugar. Tal vez en su cuello.
-Espera hermano ¿Qué estas haciendo?
El pelirrojo sintió las manos de Arthur interponerse. Esto le molesto. Le tomó de las manos y lo inmovilizó con sus piernas mientras el seguía buscando como detener su sed.
-No.
Allistor recorría el pecho desnudo de su hermano probando aquí y haya hasta que el aliento pausado de Arthur llamó su atención. Su boca, ahí había humedad, tal vez si le probaba entonces podría calmar esta sed acosadora.
-Mngh…-Un beso agresivo.-Allistor.-Otro beso.-Para…
Su lengua tocando a su contraría. Tibia, deliciosa. Si, así por fin calmaría la urgencia de beber.
-¡Agh!
Allistor se retiró cuando repentinamente un dolor fugaz fue acompañada de una mordida de Arthur.
-Dije que pararas.-Arthur le miró con ojos cristalinos y mejillas encendidas, pensaba que se había excedido al haber mordido a su hermano con fuerza, pero este no le estaba escuchando aunque…eso solo era parte del juego, uno en el que Arthur tomaba el rol de ser alguien indefenso. No lo era.-Dije que par-…
Una mano enfadada tomó el cuello de Arthur y sus labios fueron tomados con violencia por su hermano. Tenía un sabor a hierro y tabaco, fuertes como él mismo.
-Mnh…agh...-Allistor se aparto después de un instante dejando que Arthur respirara.
-Tu…tu tienes la culpa de esto.-Siseó Allistor apoyando su entrepierna caliente en la de Arthur.
-Yo…
“tictac” resonó el segundero del reloj marcando eternidades de mentiras cuando los hermanos Kirkland se sostuvieron la mirada. Allistor estaba ebrio por tomar la saliva de su hermano.
Internamente Arthur sonrió maliciosamente al notar que en efecto, sus poderes de demonio surtían efecto de inmediato en un pobre humano que se dejaba llevar por el deseo de lo prohibido.
Fingiendo escapar, Arthur intentó levantarse al darse vuelta, pero fue atrapado por Allistor que le rasgo la camisa, dejando al descubierto su espalda brillante por un leve sudor. Olía tan bien y parecía muy tersa.
-¡No! ¡Her-hermano!
-Arthur…
Incluso la voz del pelirrojo había cambiado por estar bajo el hechizo de Arthur cuando le llamó y comenzó a desnudarle. Los pantalones para dormir del ojiverde salieron con facilidad y un redondo trasero fue tomado por las manos de Allistor que le acariciaron. Era tan suave como había creído que era.
-Me preguntaste que si quería miel hace poco ¿No?
Mirando sobre su hombro Arthur aguantó gritar cuando sintió como la piel con lentitud caía sobre su cuerpo.
-Déjame probarla ahora.
-Aagh. HA…
Allistor acercó su cuerpo, mordiendo su espalda y lamiendo la miel buscó el miembro de Arthur.
-Estas duro hermanito.
-uhg…
“Tic tac”
Arthur no quería hacer ningún sonido, pero Allistor al darse cuenta de esto, mordía o apretaba los muslos del ojiverde para arrancar sus gruñidos.
-Hermano.-Suplicó Arthur cuando Allistor le colocó una mano en medio de su espalda obligándole a pegar el pecho a la loza fria de la cocina mientras se desabotonaba el pantalón para dejar su miembro erecto al aire.
-Tratare de ser gentil.-Dijo Allistor rosando el ano de Arthur con su miembro mientras sus manos acariciaban sus caderas.
-A-aah…no…esp-
Solo escuchando encantadores gemidos de su hermanito, Allistor dejó caer saliva en el agujero de Arthur y mojó sus dedos. Sus cuerpos estaban pegajosos y excitados.
-Tranquilo.
-¡HA!
Gritó Arthur cuando sintió como los dedos de Allistor entraban en su estrecho ano, abriéndose paso con movimientos lentos. Un beso sorpresivo en su muslo le demostró que su hermano no pensaba detenerse, entonces, Arthur volvió a intentar huir con piernas temblorosas, pero su hermano no iba a permitírselo y tomando sus caderas, empujó su miembro dentro de su ano.
-Te dije que estuvieras tranquilo.-Susurró Allistor cuando Arthur gritó. Aun estaba estrecho pero el pelirrojo no agentaba más. Le tomó del cabello y jaló al mismo tiempo que su otra mano masajeaba el miembro de Arthur.-Quieres huir, te quejas, pero tu tambien estas mojado hermanito.-Gruñía Allistor sintiendo como el liquido preseminal le mojaba la punta del miembro y hacia resbalar sus dedos a lo largo de este.
-AA-All…
-¿Quieres mas de mi? ¿Eh? -Preguntó el pelirrojo empujando con más fuerza dentro de Arthur. Su interior, mojado, apretado y blando era delicioso. Los movimientos de Allistor comenzaron a ser de un vaivén lento.-Dime Arthur ¿Aun piensas que fue bueno provocarme? ¿Te gusta?
-Aah…no, basta, duele…hermano…
-¿Duele? ¿De verdad? Pero mira tu cuerpo, reacciona al dolor ¿acaso eres un maldito pervertido masoquista?
Empujó “tic tac” envistió “Tic tac” Allistor tomó el cuerpo de Arthur hasta que esa sed se convirtió en gula y lujuria por su hermano menor.
<<Aaah~ bien, suficiente para ti hermanito >>
Escondiendo su rostro malicioso, Arthur actuó.
-Hermano, hermano…-Le llamó Arthur.
Allistor embelesado dejó de moverse para que Arthur le diera la cara. Deseaba ver su rostro al venirse y besarle.
-Arthur.-Suspiró embistiéndole de nuevo al tenerlo frente a él. Allistor cerró los ojos y dejó que las sacudidas de placer le nublaran la vista y con su aliento golpeando el rostro de su hermano, un chorro caliente dentro de Arthur surgió llenándole al llegar al clímax.
“tic tac”
-Hermano…
Arthur le llamó una vez más y retirando el velo que había puesto sobre los ojos de su hermano, le dejó ver lo que había echo.
Allistor contempló lagrimas en los ojos rojos y hundidos de su hermano. Su pecho compartía el mismo rojizo que algunas partes de su cuerpo maltratado por la fricción . Había marcas de rasguños en su brazos y caderas y marcas de mordidas en sus hombros y cuello. Su labio inferior estaba hinchado y su iris…el esmeralda de sus orbes reflejaron lo destrozado que estaba.
Los aromas del café y cigarrillo, la dulce miel, todo mezclado con el sudor de Arthur, sus lagrimas saladas y la sutil esencia a semen que estaba sobre su vientre y que salía de su ano palpitante por el dolor de ser penetrado. Despertó por completo al pelirrojo. Golpeándole de lleno el echo que había realizado sin pensar.
-¿Qué me has hecho?
La boca de Allistor se seco, no podía respirar.
-¿¡Qué me hiciste hermano!?
Demando una respuesta Arthur, era claro, solo lo preguntaba por hacerle razonar a su sangre, que esto…no estaba bien. Después de todo, le había violado.
-Yo…-Se tambaleó Allistor sin comprender completamente que había hecho. Al tratar de tomar la recompostura, sus pensamientos giraron en un torbellino y sintió que iba vomitar.-Yo…
“Crack” golpeó el frasco que estaba cerca de el y lo destrozó con la mano derecha al golpearlo con fuerza. Pedazos de cristal volaron y la sangre salpicó el suelo.
<< ¿Qué hice? ¿Por qué? …yo…yo >>
Con la mano sangrante y con rostro sombrío, dejó a Arthur en la cocina y salió de casa sin atreverse a verle.
“tic tac”
Arthur miró el techo un momento en completo silencio, luego, sonrió y con la soledad acompañándole, rio a carcajadas.
-¡Estúpido hermano! ¡Debió de ver su cara! .-Rio de nuevo. -¡Fue grandioso!
Levantándose de la losa. Suspiró sosteniéndose el estomago después de tanto reír.
-Dios. No sabia que los humanos podían ser tan entretenidos. Dios…ahh, bueno, ahora que eh despejado mi mente, pensemos ¿Cómo debería torturar a cierto demonio? Quiero que sea algo divertido como esto…
Como si no hubiera pasado nada, Arthur tomó una cuchara de un cajón, se inclinó al tarro destrozado en el suelo manchado de sangre y tomando un poco de miel rojiza, la mezcló con su té.
“tictac”
Dándole un sorbito, hizo una mueca de disgusto.
-Se ha enfriado.

Notas finales:


No, no me volví loca…creo…eerh, tal vez me pase, no sé, ustedes opinen. El echo de que Arthur haya engañado a su hermano vilmente fue porque estaba harto de que le viera como un pedazo de carne (su demonio), así que simplemente se dejó tomar y luego le restregó en la cara a su sangre de la grave falta que había cometido. ¿Retorcido? No sé, pero, ¿Qué esperaban de un demonio resentido? XD 
Y ahora dejen que se encuentre con Alfufu XD -risa maléfica-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).