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El precio de mi deseo por Mokona negra

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Notas del capitulo:


Hola! Ya llegamos a los últimos capítulos de este fic, solo me queda agradecer a todos los que resistieron y siguieron leyendo y comentaron de esta confusa y rara historia XD 

Nota: Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor.

 

La noche era irreal para Arthur, pero el dolor de sus músculos le recordaban que esto era muy, muy real.
-Agh…
-Vamos, no es tan malo.-Decía Alfred con una sonrisa burlona en el rostro.
Estaba disfrutando ver como Arthur trataba de esconder su vergüenza mientras se vestía con su ropa de nuevo (ya secas gracias a las flamas de Alfred)
-Solo cierra tu bocaza.-Gruñó el ojiverde cuando notaba una marca violácea cerca de su cintura <<¿¡Como demonios llego eso ahí!? >> y otro en su muslo << ¿¡Tambien aquí!? >>
-Si fue tan malo, déjame hacértelo de nuevo y cambiare tu opinión.
-¡Dije que te callaras! -Gritó Arthur lanzándole uno de sus zapatos al demonio que no se molesto en moverse para esquivarlo. Arthur había fallado.-N-no puedo creer lo que paso…de-debería estar buscando a Allistor.-Decía entre dientes.
-Ya te dije que él esta bien.-Suspiró molesto el demonio.
-No lo creeré hasta que lo vea…además…-Hizo una pausa tomando aire.-Necesito hablar contigo de muchas cosas.-Decía sintiendo el estomago revuelto.-Yo quiero saber…mas de ti…-Masculló en voz baja.
-Podemos hablar mientras follamos.
-¡Vístete de una maldita vez!
Arthur estaba fluctuante con lo que sentía por el demonio, sus sentimientos se arremolinaban en su pecho y amenazaban en salir en un estallido, pero por ahora, solo quería encontrar su otro zapato para lanzárselo al rostro engreído de Alfred.
-¿Matt?
Pero eso tendría que esperar ya que Arthur se dio cuenta de que un chico de cabellos rubios y muy parecido a Alfred había aparecido con un fulgor amatista entre los dos. Alfred dio un paso hacia él y con pequeñas llamas azules que le devolvieron sus ropas intactas se apresuró a interrogarlo con mirada severa.
-Lo siento hermano…
Fue lo primero que soltó. Arthur miró con horror que todo su cuerpo estaba lleno de cortes frescos, profundos que borboteaban sangre oscura, entonces se dio cuenta de que su espalda solo una ala colgaba, mal herida y manchada de mugre y sangre.
-¿Qué ha sucedido? -Preguntó Alfred con una sombra en el rostro.
Matthew desvió sus ojos a Arthur. El ojiverde se sintió amenazado por aquella mirada e inconsciente retrocedió.
-Pelee con un Ángel guerrero llamado Alice. Ese ángel es quien lo hizo. Todo.-Dicho esto Matthew suspiró y doliente, tosió un poco de sangre.-Lo siento, pero solo pude poner a salvo a Francis…Se ha llevado al humano…
Alfred gruñó ante la noticia.
-E-Espera…¿Allistor? -Comprendió Arthur sintiendo como el alma se le venia a los pies.-¿Mi hermano? ¿Dónde? ¿¡Dónde esta?! .-Gritó desesperado.
-Aaawgh…y-yo…necesito descansar.-Suspiró Matthew y dejó que la gravedad hiciera su trabajo.-Tengo sueño.
-Tsk…
Los ojos de Arthur contemplaron un momento a Matthew luego saltaron preocupados a Alfred y este, leyendo su expresión de angustia comprendió lo que pensaba.
-Iré por tu estúpido hermano.-Decía con un mohín de desagrado y resignación.-Además…
Las alas del demonio volvieron a aparecer, las llamas azules que le obedecían cubrieron sus garras que crecían peligrosas y cubrieron sus cuernos oscuros.
-Esto tiene que acabar.
-Alfred…
-Por fin…jugare con las entrañas de quien te daño…-Siseó.
<< ¿Me daño? >> Arthur sintió el impulso de detener a Alfred, pero el fuego que controlaba cubrió por completo su cuerpo que seguía revelando poco a poco el verdadero aspecto de Alfred que le detuvo.
-Ah y no te preocupes por Matthew, esas heridas no lograran matarle.-Sonrió sin importarle en realidad.
Dicho eso, aleteó levantando vuelo y su llama desapareció en el basto firmamento.
“…Un ángel guerrero llamado Alice…”
-¿ángel?
Arthur trató de pensar con calma las cosas pero no podía. Era mucha la i formación que le abrumaba. Necesitaba una guía para poner en orden esas ideas que corrían alborotadas, sueltas en su cabeza.
-Hermano…
Sin decir palabra de lo preocupado que estaba, miró al demonio que se encontraba cerca de él, herido. Despacio cubrió su ojo, dejando ver a su orbe la verdadera imagen de ese demonio. En seguida notó sus cuernos blancos, eran diferentes a los de Alfred al igual que su cabello, sus alas, su iris; pero sus facciones eran tan parecidas que sin pensarlo mucho, el ojiverde olvido su temor acercándose a su lado y colocándose de rodillas. Alfred había dicho que no moriría…pero Arthur no podía evitar preocuparse a pesar que no le conocía.
-Perdona…me gustaría ayudar pero, parece ser que no soy capaz…
El frio del bosquecillo donde se encontraban, había escalado un nuevo nivel. Arthur comenzaba a temblar después de haber sido despojado del calor de Alfred. Intentando olvidar sus pequeños temblores, apartó un mechón ensangrentado del rostro del demonio.
-¿Cómo un ángel puede hacer algo como esto? Es terrible.
-Esto no es nada.-Aseguró Matthew sin abrir los ojos.
-¿E-estas despierto? -Preguntó Arthur encogiéndose del susto.
-Si. Y no tienes por que temerme, no pienso lastimarte.
Un poco mas tranquilo, el ojiverde buscó entre sus ropas un pañuelo, para por lo menos limpiar su rostro. Con sumo cuidado, comenzó a quitar las salpicaduras de sangre que el demonio durmiente tenia en el rostro, frotando con suavidad. Arthur estaba cada vez más convencido que este demonio era idéntico a Alfred. Al pensarlo, un escalofrió recorrió su cuello y espalda.
<< ¿Y si le hacen daño? >>
Arthur se congeló. Nunca se había detenido a pensar que Alfred podía salir lastimado. Él, solo confiaba en la fuerza del demonio.
-E-ese ángel.-Se atrevió a hablar Arthur.-¿Es muy fuerte?
Preguntó Arthur inseguro de que el demonio volviera a responder, pero lo hizo.
-Si.
Apretando los labios y con un golpecito que hizo acelerarle un poco el corazón, Arthur tomó la cabeza del demonio y acomodando sus piernas bajo ella decidió tratar de obtener información.
-¿Co-Como te llamas?
-Soy pereza…Matthew…-Suspiró.
-Matthew…s-sabes ¿Por qué ese ángel se llevó a mi hermano?
No hubo una respuesta inmediata, primero, Matt giró un poco la cabeza para acomodarse mejor.
-Es solo un juego.
-¿Un juego?
-Si…el ángel, solo esta jugando con Alfred…Solo quiere molestarle, quiero que sufra…
Arthur se encorvó pensando en esas palabras.
-¿Por qué el ángel hace eso? ¿No se supone que ellos son buenos? ¿Por que…?-Sus preguntas cesaron al darse cuenta de algo…-¿Por qué me daño?
Cerrando los ojos, Arthur recordó su infancia perdida. Aquellas memorias que imitaban a las pesadillas le hicieron doler de nuevo la cabeza. La impotencia del momento le estaba asfixiando de la nada.
-Creo…que lo sabes…
Abriendo los ojos, el amatista del iris de Matt le atravesó como una flecha inmovilizándole.
-¿Q-que dices?
El cuerpo de Arthur se sintió terriblemente cansado cuando esos orbes le miraron, incluso su corazón que se había acelerado pareció afectado y se calmó. Su cuerpo se relajó y el deseo de no hacer nada le invadió.
-Lo siento, creo que te eh afectado.-Decía Matthew con voz baja.-Pero esta bien…no soy como lujuria que te hará estallar en frenesí o como ira que te hará actuar con un impulso de idiotez. Esta bien…-Se dijo para sí.
-Yo…-Arthur trató de hablar, pero el simple echo de pensar en eso era demasiado trabajo.
-Arthur…preguntaste porque ese ángel te hizo daño…ahora que mi hermano no esta y estas tan cerca de mi como para contemplar tu alma…tengo una idea.
<< ¿El puede ver mi alma? >>
-Puedo, como puedo leer tus pensamientos…Alfred tambien puede hacer eso, pero…como el se siente tan atraído a ti, decidió que no lo haria. Pensó que era mejor darte cierta privacidad. Aunque resulte gracioso ya que siempre te vigila.
<< ¿Siempre? >>
Matthew asintió con un leve movimiento.
-Hace poco, note en mi hermano aquello que sentía por ti. Yo no lo podía creer, pero…tal parece que mi hermano se enamoro de ti desde que eras un niño…incluso, antes de que pudieras verle…es por eso que entró a los reinos de luz, por eso, es todo esto…
<< ¿De que hablas? >>
Matthew con movimientos perezosos se levantó con fastidio de las piernas de Arthur. A continuación imitó la pose del ojiverde y colocándose de rodillas frente a él, tomó su cabeza y le miró directamente a los ojos. Arthur estaba luchando consigo mismo, sabía que debía de alejarse de Matt pero su cuerpo estaba en desacuerdo, no quería moverse, no deseaba hacer algún otro movimiento que implicara gastar energías, por eso, lo único que pudo hacer Arthur fue devolver una mirada perezosa de reproche al demonio.
-Lo siento…tomare un poco de ti para irme. Necesito ver a Francis y por eso, utilizare un pequeño truco que me enseño para recuperar energías suficientes. Si no lo hago, me quedare aquí por lo menos cien años sin hacer nada. Odio tener que usar mis energías para sanar.
-E-espe-…
Matthew lamió sus labios humedeciéndolos, luego lentamente, se acercó a los de Arthur y le besó.
Dentro del vientre de Arthur, un borboteo caliente surgía, eran como sentir mariposas en el estomago, pero la sensación era mas intensa cuando Matthew se apartaban un poco de Arthur y respiraba su aliento. Era un beso de movimientos lentos, sutiles y robados. La única forma en que Arthur podía rechazarle era no moverse, dejar que el rose travieso de la punta de la lengua de la pereza terminara.
Matthew se tomaba su tiempo, como si devorara un pequeño postre y no deseara terminarlo.
-Phew…
Arthur se tambaleo un poco cuando el demonio por fin terminó.
-Ya me siento un poco mejor.
La ala perdida del demonio había sido regenerada, extendiéndolas perezosamente y luego cayendo adormecidas tras la espalda de Matt, sus ojos entrecerrados buscaron el rostro de Arthur que se sentía aún atontado.
-Gracias. Eres muy amable.
<< Como si hubiera tenido opción >> Gruñó el ojiverde llevándose una mano a la frente. Quería detener la sensación de mareo.
-Tienes razón.-Decía Matt extendiendo de nuevo sus alas.- Bueno, no te preocupes, te sentirás mejor en poco...
-E-espera… ¿Acaso no te preocupa Alfred? -Preguntó Arthur tomando del brazo al demonio en un impulso cuando creyó que desaparecería tal como Al.
-Me preocupa. Pero...no quiero meterme en esto ya más…sera un fastidio si regreso haya.-Hablaba con voz baja.-Alfred seguro me “aprovechara” para eliminar al ángel y tendré que esforzarme como hace unos momentos. No me importa si me usan siempre y cuando no tenga que gastar energías.
-¿Como puedes decir eso? ¿Acaso estas huyendo?
Matthew calculó las palabras de Arthur.
-Estos conflictos son un problema. Es hora que esos dos se enfrenten. Mi hermano no debió enamorarse de ti en primer lugar.-Matt sonrió gentilmente cuando notó como Arthur reaccionaba a esas palabras.-Arthur…ya te lo dije, Alfred comenzó a asecharte hace tanto que decidió era hora que le notaras. Por eso, el se atrevió a cruzar paraísos en busca de un ángel que estuviera ligado a ti, uno que fuera puro y preciado. Un que le sirviera.
-¿De que hablas?
-El don que tienes es por Alfred, si él no hubiera deseado con locura que lo notaras, no hubiera ido al reino de luz y no hubiera masacrado a un ángel para obtener de el lo que necesitaba.-Leyendo los vertiginosos pensamientos de Arthur, Matt señaló su ojo.-Eso, es la joya de un ángel, una que solo puedes encontrar al arrancarle las alas, eso que te permite ver lo que los humanos no pueden ver esta implantado en tu ojo.
-N-no…espera…¿Cómo?
Ladeando un poco la cabeza, Matthew siguió leyendo sus tortuosos pensamientos.
-Exacto…Arthur…eso que te niegas a escuchar dentro de tu cabeza, es exactamente lo que esta ocurriendo…
Arthur cerró los puños con fuerza, sus dientes chasqueaban y simplemente se rompió al obtener la información que tanto deseaba.
-¿Quieres decir que…por el egoísmo de ese demonio yo…?
Cayendo de rodillas Arthur recordó como sufrió. El dulce aroma de postres en su habitación, los temblores de su pequeño cuerpo golpeado, el dolor de sentirse usado, ultrajado, todo eso era porque se estaban vengando de Alfred, todo eso era por que él había echo algo atroz y…
-Ah…a-ah ¡Hahahahaha!
Perdiendo la cordura, Arthur comenzó a reír ante el demonio al darse cuenta que solo era parte de un “ojo por ojo, diente por diente”
<< Solo soy una muñeca de juegos >>
Aspirando profundamente el aire frio, hinchó sus pulmones que se expandían con ardor.
-Matthew…tomaste mi energía…¿Podrías tomar otro poco para hacerme un favor?
Llamas purpuras aparecieron cuando Matt leyó lo que pensaba Arthur. Tal como el ojiverde, por una parte, estaba cansado de los enredos y juegos de su hermano.
-Bien…si esto termina y me dejan en paz. Lo hare.
-Gracias.
Matthew le extendió la mano a Arthur que le miraba taciturno. Sus orbes esmeraldas ya no brillaban como antes, tal vez, era por las llamas del demonio, o porque había sido envenenado por pereza o…solo, solo porque esas lagrimas opacaban su luz natural. Al demonio de cornamenta blanca no le importaba mucho. Cuando Arthur se puso de pie dejó que lo ultimo que miraran sus orbes nublados fuera el rostro de Matt que le tomaba con una mano de la barbilla, levantando su mentón y arrebatándole de nuevo su vitalidad a través de sus labios mojados.
Tan cerca, Arthur creyó que besaba a Alfred. Cerrando los ojos, disfrutó de las mariposas en el estomago, se deleitó con el hiel que recorría su boca adormecida y le desgarraba la garganta al pasar a su interior.
Estaba tan cansado de esas sensaciones…Cansado de todo…
<< Ah…ya recuerdo…este dolor, esto que me carcome desde el interior es tan parecido a lo que sentí cuando era un niño…ya veo…es por eso…por eso que desee olvidar >>
Pensó Arthur rodeado de cálidas llamas purpuras.
<< ¿Qué hare cuando enfrente al que amo? >>

-Esto es pura mierda.
Escupió Allistor fumando su tercer cigarrillo en menos de diez minutos. Golpeaba el suelo con el pie enfurruñado ante la mirada azul marino de aquel que le había puesto nervioso y de mal humor.-¿Enserio crees que me treguare toda tu mierda de ángeles y demonios que siguen a Arthur?
Una risita hizo que Allistor chisteara de nuevo con enfado. Emily, balanceándose desde encima de una estatua cercenada casi por la mitad de un santo o un ángel le escuchaba.
-Ya te lo dije, tu hermanito es especial por la habilidad que posee, mucho., por eso, ese demonio llamado Alfred esta interesado en él y…bueno siendo tú su hermano, seguro cree que tambien le servirás.
Allistor gruño de nuevo molesto por todo este cuento irreal de que era parte. Peinó sus cabellos rojos repasando mentalmente la historia del presunto ángel que tenía frente a él.
<< Arthur >> El pelirrojo no recordaba bien la ultima vez que había visto a su hermano. Recordaba que el idiota lo había empapado, enfadado, lo había llevado a dentro y luego…esa sensación extraña y cálida, le impulso a…
-Ya te mostré mis alas.-Emily sacó de sus pensamientos al mayor de los Kirkland.-No se porque te cuesta tanto creer en mis palabras.
Lanzando el cigarrillo al suelo, All contempló al ángel con un dolor de cabeza que le hacía desear golpearla por alguna razón.
-Según dices, Arthur fue raptado por demonios…-Decía Allistor repasando de nuevo la historia de Emily de manera simple.-Porque el bicho raro puede ver espíritus y esas estupideces.-Decía All y Emily asentía de vez en cuando.-Por eso, tres de ellos interrumpieron en nuestro hogar con la intención de llevarnos pero luego, apareciste y lo evitaste…a medias…-Dijo esto ultimo lanzando una mirada asesina.-Además…dices que ese demonio engaña a Arthur diciéndole que…le ama. Que solo se esta divirtiendo con él para luego ¿Qué?
Emily esbozó una radiante sonrisa sin intimidarse ni un poco ante la hostilidad de Allistor.
-Ya, ya, no debes porque preocuparte. Cuando tú cumplías con el papel de bella durmiente descubrí que Arthur estaba bien. Me deshice de dos de esas ratas aladas y estoy segura que pronto , el cabecilla, vendrá a buscarte para llevarte tambien.
-¿Soy un cepo?
-¡Hahaha! ¡Eres muy perspicaz!
El pelirrojo no confiaba en la rubia, ni en sus palabras.
-No me interesa sus asuntos, yo solo quiero que Arthur…

Una ráfaga de viento hizo que All prestara atención de nuevo al ángel. Emily sonreía de forma agresiva mientras sus alas se alzaban con brillo dorado.
-¿Qué demonios?
-Exacto.
El pelirrojo alzó la vista a la copula sin vitrales que estaba sobre sus cabezas. Un hombre flotaba en lo alto descendiendo un poco. Allistor tardo un momento de entender que no era un hombre solamente. Largas garras parecían ser consumidas por fuego azul brillante que danzaba de igual forma sobre anchos cuernos enroscados, una cola con pinta amenazadora como la cabeza de una serpiente que ansiaba morder a quien se le acercara se agitaba y ojos negros como su ropa y cabellos resaltaban una mirada aguileña que buscaba una presa para devorar.
<<¿Qué es esto? >>
La hostilidad flotaba campante en cada rincón oscuro de las ruinas esta noche. El silencio se apodero incluso de Allistor que se limitó a observar con cuidado lo que tenía frente a sus narices.
Un demonio peligroso con una sonrisa distorsionada y orbes obscuros que observaban al ángel de cabellos claros y alas de oro que parecía confiado esperaba el primer movimiento. Dos seres que no deberían estar en el mismo espacio estaban por confortarse.
-¿Tu eres el emplumado que Matt a mencionado?
-Oh, tu hermanito a dado el mensaje.-Ensanchó la sonrisa Emily cuando un segundo par de alas doradas comenzaron a desplegarse.-Que bien, pensé que había revuelto demasiado sus ideas al sacudir su cabeza como un…
El choque metálico hizo que Allistor pusiera alerta todos sus sentidos.
<< ¿Qué fue eso? >>
Entonces se percato de que la cola del demonio se había alargado como un látigo golpeando una ala oportuna que había echo de escudo del ángel.
-Tsk…
Emily le respondió y la cola retrocedió como la serpiente que aparentaba ser.
-Sabes…ahora estoy realmente excitado. Deseo con desesperación escuchar tus gritos.-Siseaba Alfred con una bruma gris saliendo por su boca de afilados colmillos.-Pero debo calmarme…un poco, si me emociono demasiado tal vez aplaste tu cráneo sin querer y por accidente podría dejar embarrados tus sesos en el suelo. No quiero que esto termine tan pronto…
-Allistor.-Habló despacio Emily sin despegar la vista del demonio.-Es mejor que salgas de aquí, si ese veneno que brota de su boca llega a ti…eso, no sería para nada bueno ¿Entiendes?
-¡Ooh! Si, lo olvidaba…ese humano viene conmigo.
Esas palabras sacudieron el cuerpo de Allistor.
¿Entonces era cierto? Ese demonio tenía a Arthur y ahora lo buscaba a él.
-¡¿Qué has hecho con Arthur?! -Gritó de inmediato Allistor con la adrenalina y la rabia haciendo temblar sus puños.
-Que no eh hecho con él…-Murmuró Alfred en una broma privada.
-Maldición…ese demonio…
-Allistor vete…-Repitió Emily ocultando su rostro.-Yo tengo asuntos que atender.
-¿Mm? Espera un segundo…-Intervino Al.
-¿No me digas que ya me recuerdas?
-¡Ja! Con que solo se trataba de ese ángel de creación.-Alfred se encogía de hombros mientras fingía cansancio. No sabía que los soldados de di…
“zoom” un silbido agudo chilló cuando Emily atacó a Alfred de la nada con plumas afiladas que salieron disparadas directo al demonio como cuchillas, pero la cola rápida de Al atrapó las plumas tragándolas como una ave mal aventurada.
-¿Eso es todo lo…¡Agh!-Gritó Alfred casi al mismo tiempo que un sonido hueco resonó dentro de las deterioradas paredes.
Allistor abrió por completo los ojos cuando vio que al demonio descendía al suelo precipitándose y cayendo de lleno al polvoroso suelo.
-Sigh…falle.
Emily seguía apuntándole al demonio con un arma dorada que se veía demasiado grande en su pequeña mano. La boquilla del arma seguía escupiendo humo por haber disparado.
<< ¿De donde demonios sacó esa arma de fuego? >> Esto se estaba poniendo mal, Allistor debía salir de ahí y dejar que esas dos cosas se volaran los sesos.
-Ey demonio…no te atrevas a hablar de mi ángel.-Gruñó Emily con voz áspera.
-Hehehe…- Alfred se levantó del suelo. Sacudiéndose el polvo reía bajo, aún con una ala destrozada.-¡Hahaha!-El rostro desencajado del demonio reflejaba un tipo de locura extraña, una que dejaba ver que se estaba divirtiendo con este enfrentamiento.-¡Te diré algo de ese ángel! Cuando lo vi, me pareció una verdadera lastima tener que desplumarlo…
-Calla…
-¡Ese hermoso cabello largo enredado en mis garras cuando apreté su cuello! ¡Su boca tan abierta cuando intentaba respirar! ¡Todo era tan erótico que me puse duro! ¡Hahaha!
-¡Cierra la boca! -Chilló Emily haciendo aparecer de la nada una segunda arma de fuego y disparando.
El sonido fue más lento que Alfred ya que él ya estaba frente el rostro sorprendido del ángel cuando está disparó. Había esquivado el disparo.
-Sabes.-Susurró el demonio con voz dulce y aterciopelada.-Disfrute tanto ultrajando su cuerpo y manchando a ese ángel…sus gemidos hicieron que me corriera más de una vez cuando la viole y luego solo la mate.
-Ah…ya veo…-Alfred notó que Emily solo sonrió victoriosa por alguna razón, Alfred, no entendía porque no estaba furiosa por su provocación, no entendió que cada palabra que había dicho era simplemente parte de su plan.-Yo…tratare de disfrutar esto al igual que tú lo hiciste…
-¡Arthur!
<< ¿Arthur? >>
Distraído por un fulgor momentáneo de color purpura Alfred contemplo al ojiverde parado ahí, destrozado, sus ojos hinchados estaban rojos y alguien le sujetaba. Allistor lo había tomado antes de que en un impulso, su hermano menor se lanzara contra Al sin entender lo que ocurría. Arthur solo había visto al aparecer, gracias a Matthew, a un ángel siendo atacado, a un Alfred diciendo esas cosas tan horribles.
-Tsk…
Lo extraño, fue que Emily no le disparó, si no que con un movimiento rápido de sus alas, se lastimó las muñecas a propósito.
-¡Haag! -Gritó echándose hacia atrás soltando sus pesadas pistolas.
-¡Basta Alfred! -Gritó Arthur desesperado al ver como caía en la trampa.
<<Maldito ángel >>
-¡suéltame hermano!
-¿¡Eres idiota?! ¡Es maldito demonio es peligroso!
Decía Allistor sujetando con fuerza a su hermano menor.
-¡Noo! ¡Él no…!
-¡Allistor llévate de aquí a Arthur!-Ordenó Emily.
-Sigh, no es necesario que lo digas.-Dijo entre dientes el pelirrojo tomando a Arthur y arrastrándole.
-Eso no…
Los hermanos kirkland se helaron cuando el demonio apareció delante de ellos impidiéndoles el paso.
-¡Aléjate maldito engendro!-Rugió Allistor cubriendo a su hermano tras su espalda.
-Espera All…él…
-Estoy arto…
Alfred simplemente no lo pensó. Observar como de nuevo tocaban a su Arthur y amenazaban en apartarlo de su lado le nublaba la mente. Y con un simple movimiento de su ala sana golpeó a Allistor decidido a deshacerse de él.
Era por eso que Emily sonreía victoriosa, había manchado al demonio con su sangre haciendo que perdiera el control de si mismo. Alfred, no se había dado cuenta de nada.
-¡NO!
Todo había pasado tan rápido, incluso para el demonio que vio el cuerpo lastimado de Arthur en el suelo.
-¡Arthur!-Gritó Allistor con angustia.
-Aah…que mal. Has herido a ese pobre humano. -Emily se había movido cuando Alfred había estado distraído. El arma que usaba le apuntaba a la cabeza y un “clic” que amenazaba en ser disparada le hizo sentirse victoriosa.-Deberías ser más cuidadoso.
-Tu estas jugando conmigo…
-Tal y como hiciste con Alice. Hare que sufras como yo cuando me la arrebataste.
-¿Crees que estos jueguitos me hacen sufrir? Son solo un fastidio maldita perra, un dolor de culo.
-¿Al…?
La voz baja de Arthur llamó de nuevo la atención del demonio.
-¿Es enserio? ¿Te preocupas tanto por ese humano? -Masculló Emily.-Según tus palabras te da igual, pero…tu cuerpo, esos movimientos sutiles que lo ponen en evidencia…puedo verlo.-Dijo tocando la cabeza del demonio con el arma.-Puedo ver que juegas a amarle y solo te importa poseerle. Eres un maldito gusano que no sabe que es amar. Solo eres egoísta, posesivo y…no te importa realmente hacerle daño.
-Te equivocas…tu lo heriste hace tiempo…
-¿Y que hiciste tu? ¿Eh? Dejarlo en paz? No…decidiste resquebrajar su alma y mezclar sus pensamientos. Le hiciste creer que estaba seguro contigo mientras que solo le hacías más y más daño. Si conocieras es verdadero amor, te darías cuenta que no es lo que tu dices sentir.
-Arthur es mío…
-¡Eres un enfermo sádico y maldito mal nacido! -Gritó Emily.
-Él…sera mío y…tu, ni su hermano ni nadie me lo quitara…no me importa que tenga que destrozar su alma, borrar de nuevo sus recuerdos…¡No importa!
“Bam”
El arma escupió hierro y fuego pero la bala de Emily no alcanzó ni un cabello del demonio que las llamas azules le consumían así como a sus balas con un fulgor que lastimaba la vista. Emily disparó de nuevo pero no paso nada. El veneno de Alfred surgía de su boca y su rostro desfigurado por la furia que le cegaba estaba en su limite.
-Si el precio de mi deseo es convertir a Arthur en un cascaron vacío o manchar por completo su alma por amarle toda la eternidad…que así sea…

Notas finales:


Aclaro que…mmm mejor no aclaro para que sea sorpresa XD 
¿Y bien? ¿Que les pareció? ¿Esta muuuuy confuso? (eso es lo que me preocupa) ¿eh enredado esto más que una sopa instantánea? (perdón tengo hambre) bueno, espero sus comentarios y ver que les pareció. Saben que soy gustosa de leerlos lalalala~ (Se va a buscar algo que comer) 
Saludos! ^3^


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