Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sentimientos Paralelos por Betvel

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello~

Aqui de nuevo actualizando.

Paso rápido por que el internet viene y va, ya llevo mucho tiempo intentando que esto suba :C

Saluditos para La Patata Mutante xD y para Anyoschi que se tomaron la molestia de dejarme un review~ :D ¡Gracias enormes y un abrazo! 

En fin... Segimos~

¿Aquello había sido un sueño? Después de todo, estaba medio dormido. Tal vez vi mal o escuche mal quizás había malinterpretado todo. Sin embargo ahí estaba, recargado en la puerta de mi habitación sin poder hacer nada más que sentirme dolido. Lagrimas resbalaban por mi rostro, no podía contenerlas, me traicionaban y emanaban de mis ojos por si solas.

No podía dejar de pensar en tus palabras: yo… me enamore de Near 
¡Era imposible malinterpretar eso!

- ¡No puedo creerlo! ¡Aun no puedo creerlo! – me deje caer hasta quedar sentado en el suelo.

Habíamos estado tan bien ¿Como sucedió esto? ¿Cuándo? Si bien, durante algún tiempo te sentí distante, hasta hace unas horas parecías el mismo de siempre.

Me negaba a creerlo, sin embargo verte de esa forma con Near… ¡Demonios! ahí estaba de nuevo, recordándolo todo. Cada palabra, cada rose entre tus manos y las suyas, aquel beso

El llanto que parecía aplacarse resurgió de nuevo ¡Malditas lagrimas traidoras! Resbalaban de mis mejillas con ímpetu, era imposible detenerlas Dentro de mi sentía rabia, dolor, tantas cosas ¿Cuál era la razón de mentir? ¿no pudiste simplemente decirme la verdad? ¿Por qué tenias que lastimarme así? Necesitaba preguntarte tantas cosas, pero no tenia deseos de verte, quería golpearte y al mismo tiempo abrazarte.

Me rendí por fin y me levante del suelo, asegure la puerta y me tumbe en la cama, sentía los ojos cansados y los cerré mientras visualizaba tu rostro en mi mente, sonriéndome como solías hacer cuando estábamos juntos. Sentí mi cuerpo pesado y el sueño apoderándose de mí

- ¡Matt! – escuche tu voz y mis ojos se abrieron. - ¿Estas bien?
- ¿Qué haces aquí? – recordaba haber asegurado la puerta.
- ¿Qué? Pues es mi habitación.
- ¿Tu habitación? – Mire alrededor comprobando que, efectivamente era tu habitación - ¿Qué estoy haciendo aquí?
- ¿Durmiendo? – me mirabas confundido – estabas llorando mientras dormías ¿Tuviste pesadillas? – te incorporaste y te sentaste a la orilla de la cama.
- Pesadillas… - conteste sentándome – de verdad fue una… horrible pesadilla – me abrace a ti dispuesto a no soltarte nunca si fuera posible 
- ¿Tan terrible fue la pesadilla? – preguntaste al notar que te abrazaba de manera posesiva.
- No te imaginas cuanto.

Me separe de ti y contemple tu rostro preocupado, me sentía tan aliviado de tenerte junto a mi. Nuestra atención se dirigió hacia la puerta al escuchar que alguien llamaba. Tranquilamente me levante de la cama y abrí la puerta, mi sangre se helo cuando me encontré con Near.

¿Near estaba tocando a tu puerta?
- Bu… Buenas tardes Matt – decía un Near sonrojado con la cabeza baja, dirigiéndome miradas tímidas.
- Ah… Near ¿Qué deseas?
- ¡Near! – pronunciaste muy feliz mientras te dirigías a donde nos encontrábamos.
- ¿Qué haces aquí? Te dije que yo iría a tu habitación
- Perdón… es que – los labios de Near fueron callados por un beso tuyo.
- ¿¡Mello que estas haciendo!? – ¿Acaso era esa otra pesadilla? No, no podía ser, de verdad aquello estaba pasando.

De pronto todo se torno gris a mi alrededor, te observe muy lejano, como una sombra…

- Yo… me enamore de Near – te escuche decir mientras te desvanecías a lo lejos.

Caí sobre mis rodillas, ya no podía distinguirte entre la oscuridad que me rodeaba, estaba solo.

- ¡No! ¡No te vayas! – desperté en el instante en que pronuncie aquellas palabras.

Mis ojos estaban húmedos, abrace mis rodillas y esas lágrimas de nuevo traicionándome. Mire a mi alrededor y sentí soledad. De no ser por la luz que se colaba de la ventana toda seria oscuridad. Dibuje con la mirada la silueta de cada cosa que se encontraba en la habitación, observando con detenimiento la puerta.

Voltee hacia el reloj tratando de averiguar la hora inútilmente pues la oscuridad me lo impedía. Limpie mis lagrimas, deje la cama y salí de la habitación. Recorrí a paso lento los pasillos, hacia un poco de frio, pero ¿Qué más daba? Baje las escaleras y de pronto cruzo por mi cabeza la idea de salir. Camine un poco mas, hacia la puerta que daba al patio trasero, intentando abrirla sin éxito alguno.

Suspire. Si me detenía a pensarlo, era lógico que estuviera cerrada, aun así luche por tratar de que se abriera, no me importaba si todo mundo despertaba con el ruido.

- ¿No te das cuenta que esta cerrada? - escuche una voz tras de mi – además no creo que sea la manera adecuada de abrir una puerta.

Voltee de inmediato, encontrándome con la silueta de un chico, que realmente no alcance a distinguir bien en ese momento.

- Voy a abrir esta puerta aunque tenga que tumbarla – conteste volviendo jalar la puerta violentamente.
- ¡Oye oye! ¡Tranquilo! Vas a despertar a todos si sigues haciendo ruido.
- ¡No me importa!

El chico se acerco hasta mí y tomo mi mano mirándome con expresión tranquila tratando de calmarme.

- Calma… ¿Para que quieres salir con tanta insistencia?
- Eso es asunto mío – conteste apartando mi mano.
- ¿Quieres huir?
- ¡Claro que no!
- Entonces creo que no hay problema – pude distinguir una sonrisa amable en su rostro.

El chico metió una mano dentro de sus bolsillos sacando una gran cantidad de llaves, lo mire extrañado mientras se acercaba a la puerta Metió la llave y en un dos por tres, la puerta estaba abierta.

- ¿Tienes una llave para abrir la puerta?
- Sip – me miro invitándome a salir.

La luz de afuera me ayudo a distinguirlo un poco mas, su cabello era negro pero podría jurar que se veía azul cuando la luz del exterior caía sobre su cabeza, su piel era clara y sus ojos azules, no pude notar su rostro por completo, puesto que traía puesta una bufanda que le cubría casi media cara Lo había visto antes, o al menos tenia la impresión de haberlo hecho.

Camine hacia el exterior y observe todo lo que había alrededor, nunca había estado ahí de noche, era tan tranquilo, tan silencioso. La luna iluminaba todo y le daba un aspecto realmente relajante.

- Es muy tranquilo de noche ¿no? – decía el chico acercándose a donde me encontraba
- Si
- ¿Nunca habías salido de noche?
- No
- Lo suponía, por lo general todos duermen de noche.
- ¿Tu no lo haces? – pregunte extrañado
- No – comenzó a avanzar y lo seguí por inercia. 
- Oye, ¿puedo preguntarte algo?
- Claro
- ¿Cómo es que tenias la llave de esa puerta?
- ¡Ah! Bueno es que la tome prestada de la oficina de Roger y le saque una copia – pronuncio con calma. 

¿Quién era ese chico? Empezaba a intrigarme.

- ¿Ahora yo quiero preguntarte algo, puedo?- asentí -¿Por que querías salir con tanta desesperación?
- Tenia pesadillas y necesitaba despejar mi mente – me detuve lentamente y me senté en el suelo
- ¡Oh! – pronuncio mientras se sentaba a mi lado – Tus pesadillas… ¿eran tan horribles? – decía mirándome.

Recordé entonces ese sueño y todo lo que había pasado, por un momento me había olvidado de todo, baje la cabeza, evitando su mirada. 
- Realmente no era… una pesadilla 
- ¿Entonces por que lloras?

Lagrimas, sin darme cuenta comenzaron a caer por mis mejillas, humedeciéndolas. No era posible que estuviera llorando frente a un extraño. De pronto sentí su mano sobre mi rostro.

- Lo siento, no debí preguntar – decía limpiando mis mejillas con sus manos
- No importa – respondí apartándolo

Abrace mis rodillas y escondí mi rostro, no podía detener el llanto. Trataba de llorar en silencio, me daba vergüenza de mi mismo, sentía tanto coraje.

De pronto pude percibir unas manos rodeándome y levante mi rostro

- Los abrazos son una medicina para el llanto – decía sonriéndome de manera amable.

¿Cómo podía un completo extraño tratarme así?

De cualquier forma no tuve el valor de rechazar su gesto, y repentinamente el llanto cesó.

- ¿Vez como tenia razón? – decía mientras se separaba de mi.
- Gracias – fue lo único que se me ocurrió pronunciar en ese momento 
- No, gracias a ti – me miro sonriente

No comprendía sus palabras, ¿Qué favor se supone que le había hecho para que estuviera dándome las gracias?

- ¿Por qué me lo agradeces?
- Normalmente los demás no hablan conmigo y si lo hacen es por conveniencia. 
- ¿No tienes amigos? 
- No 
“Una persona tan amable como el ¿no tiene amigos?” 
- soy Matt – le extendí mi mano
- jajaja yo se quien eres – respondió mi saludo – soy Jiro
- ¿Sabes quien soy?
- ¡Claro! Eres el tercero en la línea de sucesión ¿Cómo no saberlo?
- Si, supongo que tienes razón – dije soltando su mano – a mi me parece haberte visto antes.
- Es posible, siempre ando vagando por ahí.
- ¡Espera ya recuerdo! Tu golpeaste a Mello una vez.
- ¡Ah, eso! – decía rascándose la cabeza – pues si me provocan puedo ser peligroso.
- Jajaja

Y ahí estaba yo, riendo como si nada. La compañía de Jiro realmente había sido buena, me sentía relajado mientras conversaba con el, reímos y hablamos de las cosas que nos gustaban, ahora tenia un amigo mas y me sentía contento. Así podría compensar la soledad que sentiría de ahora en adelante… Sin ti

- ¿No crees que debemos irnos ya? – le sugerí al notar que comenzaba a hacerse mas claro el paisaje.
- Si, ya pronto será hora de levantarse.
- Y no dormimos nada.
- Para mi da igual ¿Tu estarás bien?
- Si, por que no pienso ir a clases.
- Oye, no se que te haya pasado pero no deberías dejar que te afecte tanto – se levanto y empezó a caminar – nos vemos después.

¿No dejar que me afecte tanto? ¿Cómo puedo hacer eso? Me levante y camine hacia la entrada. Ir a clases seria una pésima idea, solo pensar en verte… no, definitivamente seria mala idea.

Subí las escaleras y al llegar a mi habitación, ahí estabas, parado frente a mi puerta con gesto de arrepentimiento. Me quede petrificado, no sabia si correr hacia ti o huir. Me miraste y comenzaste a acercarte a hacia donde estaba.

- Matt – contuve el aliento al escuchar tu voz.

De nuevo sentí que mis ojos se derramaban, me di la vuelta y comencé a correr. No quería verte, justo por esto. Sentí coraje de nuevo. ¿Qué pretendías? Si querías dañarme, ya lo habías hecho ¿Ahora que buscabas de mí?

Dolía, en verdad que dolía.

Notas finales:

¡Gracias por leer!~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).