Esperaba de nuevo junto a las escaleras, se estaba haciendo tarde y me estaba desesperando ¿Qué podrías estar haciendo que fuera más importante que verme?
¡Necesitaba que bajaras y rápido!
- ¡Hey Mello! – Escuche a Matt llamándome – ¡ya vámonos! Nos están esperando.
No podía, no podía irme, necesitaba que vinieras. Dirigí la mirada escaleras arriba, definitivamente tendría que ir a buscarte.
- Deberías irte… yo iré a buscarlo – escuche una voz detrás de mí, voltee de inmediato.
- Jiro- le observe con molestia mientras él me miraba sonriendo – no necesito tu ayuda- conteste dando la vuelta y comenzando a subir las escaleras.
- ¡Mello!- gritaste desde arriba, tratando de bajar lo más rápido que podías.
- ¡Near! ¿Dónde estabas?
- Lo… siento – decías acercándote a mí y tratando de recuperar el aliento – es que… me pidieron ayuda y…
- ¡Después le explicas Near! El partido casi comienza.
Matt se acerco a mí y jalo de mi brazo arrastrándome hacia la salida.
- Vamos Near – decía Jiro ofreciéndote su mano
-¡Ah! ¡Suéltame Matt! – grite deteniéndome al instante.
¡No podía permitirlo!, ese chico Jiro era una completa molestia para mi, tratando siempre de llamar tu atención y parecer amable con todos, realmente me irritaba. Regrese hacia ti y jale tu brazo.
- ¡El va conmigo!
Tome tu mano y comenzamos a caminar hacia la salida, mientras Jiro me observaba con una mirada retadora. Así tenía que ser, ese chico debía aprender quien era el que tenía el control.
Pasamos de largo dejando a Matt atrás, quien solamente se quedo parado observando cómo nos alejábamos. Le ignore, como muchas otras veces, ya era casi una costumbre.
Aunque decía haber comprendido las cosas no se daba por vencido y en ocasiones trataba de demostrarme que seguía queriéndome o trataba convenientemente de quedarse a solas conmigo. Me molestaba, su insistencia me cansaba en ocasiones, pero no quería alejarlo para no lastimarlo.
Aun me pregunto si no le dolía escuchar lo mismo una y otra vez, oír decir a la persona que quieres que ya todo ha terminado no debe ser algo placentero. Pero él se lo buscaba ¿Qué más podía hacer yo?
Aparte de todo estaba ese chico tan molesto, Jiro. Solo pensar en su nombre me provocaba malestar, no sé ni cuando, ni como Matt comenzó a hacer amistad con ese chico, simplemente de buenas a primeras apareció junto a él alegando que era su nuevo amigo. A pesar de dar la impresión de ser inofensivo tenía una gran fuerza, pero obviamente yo no iba a dejarme intimidar por alguien como él.
Se le notaba a leguas que le gustabas, siempre halagándote y tratando de quedar bien contigo, o incluso defendiéndote, y eso si que no iba a permitirlo, ¡Esa labor era mía! Si alguien iba a cuidar de ti, ese era yo.
- ¿Estas molesto?
Te escuche hablar, sin embargo no respondí, claramente sabia que interpretarías la respuesta con mi silencio Era cierto, estaba sumamente molesto, en primer lugar por tu retraso y después por…
- ¡Oigan esperen! – gritaba Matt a lo lejos corriendo para alcanzarnos.
- Matt, no corras – le objetaba Jiro tomando su mano.
- Mello ¿No deberíamos esperarlos? – me cuestionaste.
- Al único que estaba esperando era a ti Near, no tengo por qué esperar a nadie más.
- Pero ellos también estaban esperando contigo.
- Es problema de ellos.
Seguí mi camino sin detenerme, incluso comencé a caminar más rápido. Llegamos a la salida y en el patio los chicos gruñeron inmediatamente por el retraso.
- ¡Ya era hora!
- Creímos que ya no vendrían.
- ¡Estábamos a punto de comenzar!
- ¿Dónde está Matt?
Molestos, hacían reclamos por la tardanza mientras los ignoraba y caminaba contigo hacia un lado de la cancha improvisada que habían armado.
Me tumbe en el pasto, tú te limitaste a sentarte a un lado de mi, cruce mis brazos debajo de mi cabeza y cerré los ojos, respirando profundo, tratando de calmar mi enojo, que últimamente me invadía muy seguido. Aunque era común en mí enojarme y perder los estribos, estaba haciendo un esfuerzo enorme por contenerme.
Sentí de pronto tu mano sobre mi cabeza, acariciando mi cabello, apartándolo de mi frente, abrí los ojos y enseguida encontré tu rostro, observándome con una leve sonrisa, tome tu mano entrecruzando mis dedos con los tuyos y te atraje hacia mí, me incorpore un poco para poder acomodarte entre mis brazos
Sin poner ninguna resistencia me abrazaste, mientras acariciaba tu cabello, sin duda ese era un gran método para enfriar mi cabeza, lo sabías bien, realmente te habías convertido en mi punto débil.
- ¿Sigues enojado? – Te escuche preguntar
- Ya no - una pequeña risita escapo de tus labios al escucharme decir aquello
- ¿Llevabas mucho tiempo esperando?
- Si, mucho
- Lo siento
- ¿Qué hacías que te tardaste tanto?
- Un chico me pidió ayuda
- Supongo que era algo demasiado importante para dejarme esperando
- Tal vez
- ¿Qué? – descolocado, te separe un poco de mi para observarte
- jajaja – comenzaste a reír pero en seguida cubriste tu boca tratando de apaciguar la risa - ¡Es una pequeña broma! lo siento
- Near ¿Dónde le vez lo gracioso? – Refute molesto
- Aquí está la parte graciosa – llevaste tu dedo índice hacia mi seño fruncido y lo deslizaste por toda mi nariz – me gusta cuando te pones celoso – acariciaste mi labio inferior con el dedo pulgar y sonreíste tranquilamente.
Aquel gesto no me lo esperaban, mucho menos esas palabras, me quede inmóvil un rato analizándolo todo.
¿Celoso yo? No, yo no estaba celoso, solo no me gustaba que se acercaran tanto a ti, pensándolo bien, a eso era a lo que llamaban celos ¿Acaso estaba mal querer tenerte solo para mí? Si, definitivamente eran celos, pero evidentemente yo no los admitiría.
Recargaste tu cuerpo contra mi pecho, mirándome fijamente, yo también te observe, acaricie tu mejilla y me sonreíste. Pocas veces teníamos oportunidad de estar de esa forma, por alguna razón había algo que nos interrumpía siempre en nuestros ratos a solas, y la mayoría del tiempo se trataba de Matt y otras tantas veces por ese mocoso infernal que iba siempre a su lado.
Acerque mi rostro al tuyo, por instinto entreabriste la boca y cerraste los ojos esperando un beso de mi parte, sonreí maliciosamente, era placentero hacerte sufrir de esa manera. Abriste los ojos de nuevo al no sentir mis labios sobre los tuyos.
- Eh... ¿No ibas a… ?
- Es tu castigo por hacerme esperar
- ¡¡Mello!!
- Tú te lo buscaste
Tu cara pintaba un gracioso gesto de indignación, reí silenciosamente, esos momentos en los que estábamos juntos realmente eran agradables, poco a poco estaba conociendo facetas tuyas que nunca había visto. Te observe un momento, estaba contento de estar así contigo. Suspire y me recargue hacia atrás con los brazos, mire hacia los demás chicos que esperaban en la entrada la llegada triunfal de Matt y compañía
- Creo que Matt está tardando a propósito – te comente.
- ¿Qué razones tendría para hacer eso?
- Pues, hacerse el interesante
- Tal vez lo hace porque no le esperaste
- Yo no tengo ninguna obligación con Matt
- Pero es nuestro amigo
- Cuando le conviene – dije para mi mismo casi en un susurro, me observaste con gesto de duda -no importa – moví la cabeza negativamente para que ignoraras el comentario- bueno, a propósito o no, nos da tiempo de estar un poco mas así – sonreíste y acariciaste mi mejilla -¿No estabas enojado?
- Ya no, pero si lo vuelves a hacer te voy a golpear.
- Tú no sabes golpear Near
- Pero practicando se aprende – me observaste con gesto serio.
- ¿De verdad me golpearías? – acerque mi rostro al tuyo.
- ¿Volverás a negarme un beso? – acercaste tu cara acortando más aun la distancia entre nosotros.
Podía sentir tu respiración sobre mis labios, ambos estábamos observándonos a los ojos mutuamente, tenias una mirada desafiante y yo no podía resistirme más, acerque mis labios a los tuyos lentamente haciendo primero un leve contacto, te acercaste aun mas a mi permitiéndome aprisionarte entre mis brazos de nuevo, acariciaba tu cabello mientras te besaba una y otra vez.
- Ejem… - y de nuevo esa maldita voz que tanto detestaba – Mello ¿no venias a jugar? ya te están esperando – me observaba Jiro con esa expresión “sonriente” tan estúpida que siempre tenía.
Nos separamos inmediatamente, tú te sonrojaste y yo quería golpearlo, siempre era lo mismo, ¿Qué no tenía nada entretenido que hacer más que interrumpirnos?
- ¡Voy a ir hasta que yo quiera! – le observe retadoramente
- ¡¡Mello!! – gritaban Matt y los demás desde la cancha.
- Deberías ir – decías incorporándote y separándote un poco más de mi – te esperare aquí.
Sabía que si me iba te dejaría a merced de ese tonto, así que lo pensé mucho para levantarme del lugar, los chicos en la cancha seguían gritando y haciendo señas para que me diera prisa. Me levante y sacudí mis pantalones llenos de pasto, tome tu mano y te lleve conmigo cerca de la cancha.
- Espérame aquí, seguro no tardo – solté tu mano y asentiste.
Me acerque a los demás mientras seguían haciendo reclamos a Matt y organizando los equipos, te observaba a lo lejos, Jiro se acercaba lentamente hacia dónde estabas, de nuevo comenzaba a sentirme molesto porque él estuviera cerca de ti, si te ponía una mano encima, esta vez seguro lo estrangularía.