Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sentimientos Paralelos por Betvel

[Reviews - 35]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqui de nuevo con otro capítulo más. Lamento la espera para los que siguen esta historia, intentaré estar al pendiente de actualizar cada semana u.u

 

¿Qué se creía ese bastardo? ¿Pensaba que podía tomarse las libertades que quisiera contigo? ¡Eso si que no! El ya debía saber que no iba a permitírselo, y no me importaba si tenía que hacérselo saber por las malas.

El idiota no dejaba de mirarme, quien diría que esa estúpida expresión de siempre podría transformarse de un momento a otro ¡Que patético se veía! El balón lo había golpeado haciéndole sangrar la nariz y la bufanda que siempre llevaba estaba manchada, al igual que su ropa ¿Acaso su rostro era tan delicado como el de una señorita? ¡Tonto!

Los chicos alrededor gritaban que me metería en problemas, ¿Realmente creían que me importaba eso? Ese individuo te estaba poniendo las manos encima y no me iba a quedar sin hacer nada, me las pagaría muy caro.

- ¡Le rompiste la nariz! – grito uno de los chicos que se encontraban ahí.

Idiotas ¿Creen que no me había dado cuenta ya de eso? ¿Me tomaban por estúpido? Mire al chico de forma indiferente mientras me acercaba aun más hacia donde estaba el tonto, que seguía mirándome con su cara torpe.

- Así que fuiste tú, ¿Por qué no me extraña? – ladró el idiota aun tirado en el suelo.
- Si, fui yo, y si tuviera el balón en mis manos en este momento lo haría de nuevo.

En ese instante se puso en pie de golpe, provocando que todos se hicieran hacia atrás y también que Matt cayera al suelo.

- Sabes a la perfección que si me buscas me encuentras Mello - amenazó.
- ¿Y crees que te tengo miedo?
- Deberías

¿Debería? ¿Qué estaba diciendo el bastardo? Realmente no sabía lo que le esperaba, si se hubiera quedado calladito tal vez hubiera reconsiderado la idea de darle una paliza, pero ahora si no había marcha atrás.

- Oigan tranquilos, no comiencen a pelear otra vez – se escuchaba decir a los demás chicos.

Imposible, el vaso ya estaba derramado, y la suerte de Jiro había sido echada, ahora si no me iba a detener hasta que lo viera tirado en el piso llorando sangre y clamándome piedad.

Reí para mis adentros, imaginándome a Jiro acorralado y sin salida, pidiendo perdón y nombrándome su dios. Sentí de pronto que alguien jalaba mi manga, voltee de reojo y entonces te vi.

- Mello – negabas con la cabeza como pidiéndome que me detuviera 
- Hazte para atrás Near – fue lo único que pude decirte y te hice a un lado con cuidado de no lastimarte.

Sé que no te gustaba verme de esa forma y que las discusiones y peleas no eran de tu agrado, realmente lo lamentaba pero ya no podía echarme para atrás, quien se metiera en mi camino iba a saber realmente quien era yo.

- Deberías hacerle caso a Near si no quieres salir lastimado – se acerco un paso hacia mí.
- Y tú deberías aprender a mantener la boca cerrada.

Corrí hasta él y le aseste un puñetazo en la cara, haciéndole retroceder, se sobo la mejilla y avanzo hacia mi golpeando mi estómago, sacándome el aire. Golpe bajo, pero no sería suficiente con eso.

De una patada lo alejé de nuevo, pero alcanzó a sostener mi pierna jalando de ella y provocando que cayera, luego tiró de mi playera golpeando mi cara, halé la bufanda por detrás, casi ahorcándolo, haciendo que me soltara, tosió tratando de recuperar el aire mientras me miraba desafiante, aún no se cansaba, a gritos pedía más.

Me acerqué y apreté su brazo pero logro zafarse y en cambio me tomo por el cabello. Enfurecí, agarre su mano y encaje mis uñas obligándolo a soltarme, observaba las marcas mientras me lanzaba hacia él. Nuevamente atacó mi estomago mientras pisoteaba mis pies, y asestaba un golpe dirigido hacia mi rostro provocando que mi labio sangrara, caí al suelo de nueva cuenta ¡No era posible! ¡Ese estúpido no iba a ganarme! Me puse en pie mientras limpiaba la sangre de mi boca, le sostuve de las muñecas azotándolo boca abajo contra el piso, doblé su brazo fuertemente haciendo que este cerrara los ojos, retorciéndose de dolor ¡La victoria era mía!

Le solté creyendo que no se levantaría del suelo, pero me sostuvo del pie, provocando que cayera hincado.

- ¿Creíste que habías ganado? – sonrío cínicamente.

Se puso de pie y trato de patearme pero le empuje, levantándome del suelo jale de su bufanda pero esta se desenredó y el tonto trastabillo, llegue a pensar que caería de espaldas, pero se sostuvo en pie, me acerque hasta él y lo levante por el cuello de su playera.

- ¡Basta! ¡Ya basta! – se puso en medio Matt.
- Quítate Matt, no quiero golpearte también a ti
- ¡Ya fue suficiente Mello!

Siempre había ocasiones en las que Matt me hacía perder la paciencia. Comenzó a jalar de mi brazo mientras el otro idiota me empujó obligándome a soltarle ¡Demonios! Un último golpe le hubiera al menos dejado en el suelo. Y además, ¿Era mi imaginación o el pelirrojo le estaba defendiendo?
“¡Tsk! ¡No puede ser!”
Trataba de convencerme que no era así pero mis ojos veían otra cosa ¿Desde cuándo Matt sentía apego hacia personas tan estúpidas? “¡Reverenda tontería!” No podía creerlo.

Pero después de todo ¿A mí que me importaba? Si quería desperdiciar su tiempo con personas inútiles no era mi problema, ya no, era total y completamente el suyo. Mejor para mi, así podía alejar al tonto ese de nosotros.

Mire a los alrededores, todos los chicos seguían ahí, murmurando y viéndonos con cara de preocupación.

Jiro tenía un ojo hinchado sangraba, de la boca, la nariz y se sostenía el brazo mientras trataba de pararse derecho. Por mi parte tenia golpes en todos lados, el labio roto y sentía un inmenso dolor en el estomago y las costillas

Apreté los puños por mera frustración y entonces me di cuenta que aun sostenía su asquerosa bufanda, la lance lejos mientras Matt me veía un tanto enojado, realmente no me importo así que me di la vuelta y me aleje de ahí, encontrándome contigo y tu mirada, con una combinación entre preocupación y molestia.

- Terminó, vámonos de aquí.

Tome tu mano y te lleve conmigo de regreso a dentro, caminando a paso firme y rápido, evitando detenernos en cualquier pasillo o toparnos con los demás. Lo que menos quería en ese momento era ser descubierto por Roger.

Obviamente sabía lo que me esperaba después de aquello, pero en ese momento no iba a aceptar ningún castigo, seguía sintiéndome frustrado y molesto, tal vez después iría yo mismo, por mi propia cuenta a por mí sanción.

Nos detuvimos en la enfermería, tome un poco de alcohol, algodón y varias otras cosas que en realidad no sabía para que servían pero llevaba prisa así que no tenía tiempo en detenerme a averiguar para que era cada uno. Metí todo en una bolsa que encontré ahí mismo y seguí mi camino, llevándote conmigo

Hasta ese momento no habías dicho ni una sola palabra, solo caminabas a prisa siguiéndome el paso, no me extrañaba que estuvieras enojado, pero no podía detenerme a hablar contigo por ahí, tenía que llegar a mi habitación.

- Espera – me detuve de golpe.

Te detuviste también, observándome fijamente. Debíamos cambiar de rumbo, si Roger se enteraba de lo sucedido, el primer lugar al que irían a buscarme seria mi habitación. 
Te mire fijamente – cambio de planes – dije mientras comenzaba a caminar de nuevo.

Realmente ese tonto si me había propinado unos buenos golpes, sentía los estragos de la pelea mientras nos dirigíamos a tu alcoba, por momentos aminoraba la velocidad, pero no podían detenerme, me distraía pensando que ese dolor no era nada, que había pasado por peores.

Comencé a divisar la puerta de tu cuarto y aceleré el paso para llegar rápido, por suerte no nos habíamos topado con nadie en el pasillo. Abrí la puerta y te empujé hacia adentro mientras entraba y le echaba seguro.

Me senté en el suelo recargándome en la cama y dejé las cosas a un lado, mientras me observabas aun de pie junto a la puerta.

- Agh – me quejé llevándome las manos hacia un costado.

¡No podía ser que me hubiera pegado tan fuerte! Pasé mi lengua por mi labio inferior sintiendo el sabor metálico de la sangre Te acercaste hacia mí, tomaste un poco de alcohol y algodón y lo pusiste sobre mi mejilla.

- ¡Ah! ¡Duele! – ni siquiera había notado la herida en mi mejilla.
- Imagino que lo hace.

Estabas molesto, lo sabía. Tus ojos no me miraban directamente, solo te concentrabas en limpiar las heridas, tu mano se dirigió hacia mi boca, tus ojos la siguieron, observando detenidamente, hacías presión con el algodón, mientras empezaba a notar un poco de rubor en tus mejillas, entonces me di cuenta, estabas a mi merced y no había nadie a nuestro alrededor.

Entreabrí un poco mis labios, curioso de ver tu reacción, te sonrojaste y volteaste la cara dejando lo que tenias a un lado y haciendo ademán de levantarte.

- Near – te tome del brazo – se que estas molesto, pero no me ignores.
- No estoy ignorándote – decías mientras enredabas un mechón de cabello entre tus dedos.
- Y ahora también mientes – tomaba tu rostro acariciando tu mejilla.
- Eres demasiado impulsivo Mello, mira como te han dejado – me mirabas con preocupación – además Jiro también. 
- ¡No me hables de el ahora! ¡No hagas que me enfade contigo! – te interrumpí.
- ¡Claro! tu si puedes enfadarte conmigo ¿Verdad?
- ¡Basta Near!
- ¡No Mello escúchame!
- ¡¡Te digo que ya Near!! – grité - ¿Qué querías que hiciera? ¡Tenía que ponerle un alto!
- ¿Acaso quieres que te maten? ¿No vas a estar satisfecho hasta que ambos se lastimen gravemente?
- Near, debes comprender que ¡También hay límites! Y él se está pasando del límite ¡No voy a dejar que sienta que puede pisotearme, porque no lo voy a permitir!
Suspirabas – pero Mello, esto no puede seguir así ¡Mira como acabaste! Siempre estas peleándote con él y terminan golpeados y castigados – me veías a los ojos con expresión seria – dime ¿Te gusta estar así todo el tiempo?

Respire profundo, no quería enojarme, no contigo. Tu mirada seguía clavada fijamente en la mía.

- Todo el tiempo ha sido así para mi, y lo sabes
- Pero no quiero que esto siga como está, no me gusta - bajaste la mirada - ¿Cómo crees que me siento cada vez que haces esto?
- Lo sé Near 
- Claro que no lo sabes
- ¡Ya! Tratare de no hacerlo
- ¡No se trata de que lo digas para hacerme callar!
Suspire – Está bien, está bien, lo siento, procurare controlarme ¡Pero si él me provoca!
- Eso significa que no vas a intentar nada
- Near, sé que no se puede cambiar fácilmente, pero si estoy diciendo que voy a tratar entonces ¡Créeme!
Me miraste serio por un momento – bien, voy a creer en tus palabras ¡Pero si mientes!
- No miento – pose mi mano sobre tu mejilla, correspondiste el gesto acariciándola.
- No me decepciones por favor
- No lo haré

Reíste cálidamente y te recargaste en mi pecho, mientras te envolvía con mis brazos y me llenaba de tu aroma. Inclusive me habías hecho olvidar el dolor de los golpes, eras como un analgésico muy efectivo

- Near 
- ¿Mh? – pronunciaste aun sin moverte de tu lugar.
- ¿Sabías que las heridas se curan más rápido con besos?

Tus mejillas se tornaron color carmesí, sonreíste tímidamente y te acercaste despacio hacia mi rostro, besando mi mejilla y después, depositando un tímido beso en mi boca. No pude resistirme, te acerque más hacia mí mientras nuestros labios se unían una y otra vez en un juego que parecía no detenerse. Te separaste un poco recargando tus manos sobre mi torso.

- ¡Auch! duele – te aparte un poco
- ¿Te duele? - Jalaste mi playera hacia arriba - ¡wow! Es un gran moretón – seguiste subiéndola – si que tiene fuerza ¿eh? – oprimías la marca con tu dedo.
- ¡Hey Near! ¡Duele! No hagas eso
- Son muchas marcas – volteabas la vista hacia mi - ¿Me ayudas? – decías tirando de la playera.

Me quede mirándote por un momento, ¿Estabas pidiendo que me la quitara? 
Seguías mirándome de forma insistente, sonreí para mi mismo mientras me sacaba la prenda y la dejaba tirada por un lado.

Observaste con detenimiento, tus manos se dirigieron a mi cuello, acariciando con tu dedo y dibujando un caminito hasta mi vientre Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo ¿Qué estabas haciendo Near? A ese paso...

- Las heridas, se curan con besos ¿Cierto?

¿Planeabas que perdiera la razón? Te acercaste hasta mi cuello y comenzaste el recorrido con tus caricias, yo solo observaba tus movimientos detenidamente ¡Estaba volviéndome loco!

Te separe de mí dirigiéndome a tu boca. Un beso profundo hizo que te aferraras fuertemente a mi espalda Instintivamente empecé a desabotonar tu camisa mientras nuestros labios seguían unidos.

Te recosté en el suelo sacándote por fin la blanca prenda llenándote de mis caricias mientras escuchaba aquellos pequeños sonidos que emitías, embelesándome de ti, dejándome llevar por mis impulsos una vez más, estaba decidido, esa noche no iba a dejarte escapar.

Notas finales:

Gracias por leer~ :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).