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Era solo una broma por Yusei156

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Notas del capitulo:

Se que lo había subido más temprano pero me di cuenta que había un error de mi primer borrador y bueno....se fue.

Ahora si, espero les guste. Muchas gracias a todas sus criticas y comentarios todos seran tomados en consideración.

 

Atte: Yusei.

No sabía cómo explicarle a los demás lo que había ocurrido esa mañana. Al despertar escucho un montón de risas entre las chicas de Slytherin mientras preguntaban y gritaban quién sabe qué tantas cosas. Severus salió de su habitación ya formalmente vestido con el uniforme de su casa, al ver cómo de repente todo el mundo se le había quedado viendo dudo un poco hasta que vio a su rubio amigo.

 

-Debes ver esto-sentenció Malfoy mientras guiaba consigo a su amigo hasta la mesa de centro de la sala común. Allí cubriendo casi la mitad de la mesa se encontraba un gran ramo de rosas rojas, lirios y laureles con una nota que decía: para Snivellus.

 

Su rostro se tornó sombrío, no quería ni podía dar explicaciones a nadie, además para que esa cosa llegara allí alguien debió de haber ayudado al pulgoso para meter tremenda monstruosidad a la sala. No importaba cómo lo viera eso era sin duda humillante. Se las pagaría por ello.

 

-¿Las envía el saco de pulgas?-pregunto el rubio mientras miraba las flores en la mesa, pensando en cómo deshacerse de ellas.

 

-Eso creo-contestó mientras seguía su camino rumbo a la biblioteca, si había un lugar tranquilo donde pudiera pensar sería allí. Ese no era momento ni lugar para recordar lo que recién había acontecido, no pensó cuando volvió a besar a Black mucho menos cuando le retó a demostrar su amor no debía de importarle lo que sintiera ese remedo de perro o eso es lo que él creía pues tanto años haciéndole la vida imposible no se olvidaban de la noche a la mañana o en ese caso en un mes.

 

En su camino a la biblioteca golpeo levemente el hombro de Remus Lupin se espantó levemente al ver su rostro pero contrario a como hubiese reaccionado antes este se disculpó y siguió sin camino. Atónito el castaño decidió buscar respuestas con la única persona que podía dárselas en ese momento, no creía que fuese mera coincidencia que la misma mañana que Sirius se mostraba algo preocupado Severus fuera “amable” algo estaba mal con esos dos.

 

Se dirigió rumbo a las mazmorras de Slytherin esperando encontrar allí cerca a Malfoy y que este le diera respuestas, como se suponía que serían amigos era momento de intentar acercar más su relación y qué mejor que hablando de amigos en común.

 

-Hola Lucius, oye acabo de ver a Severus y se ve algo extraño ¿sabes qué le pasa?-preguntó algo nervioso al no ver la sonrisa que el rubio usualmente le dedicaba.

 

-Hablemos en un lugar más privado-le dijo mientras comenzaba a moverse rumbo a la torre Este de la escuela, donde se encontraban antiguas habitaciones abandonadas, Lupin pronto se puso nervioso al darse cuenta de que era más difícil estar tranquilamente con el “enemigo” de lo que él esperaba.

 

Al llegar a una gran habitación el rubio abrió la puerta e invitó al Licántropo a entrar, una vez dentro prendió las velas con un movimiento de su varita, eso sorprendió nuevamente al castaño mientras veía la fina habitación que poseía una cama, dos sillones, varios muebles repletos de libros y un hermoso ventanal. No sabía si su compañía lo hacía a propósito pero nuevamente se le erizo la piel al ver como el rubio sellaba la habitación con un encantamiento.

 

-Este lugar lo encontramos hace un par de años, yo mismo me encargue de la decoración para que pudiéramos irnos y relajarnos en un buen ambiente-le dijo analizando el rostro de duda que poseía su nuevo amigo-normalmente es Severus el que está aquí, claro cuando se escondía de ti y tus idiotas amigos…-suspiro un poco al ver la mueca que tenía Lupin-bueno, no tan idiotas-rectifico.

 

-Vamos, ya dejamos de molestar a Severus y quiero que las cosas sigan así, por eso decidimos acercarnos más a ustedes-le contestó mientras sonreía ligeramente, esperaba que este le creyera su no muy pequeña mentira.

 

-Podrías decirme ¿Por qué tremendo cambio?-preguntó insistente mientras se le acercaba peligrosamente. Era extraño pero le gustaba intimidar al castaño de ese modo.

 

-Pues…-no sabía qué decir, así que pensó que lo más simple sería echarle la culpa a Sirius, ya que en algún momento “saldría” con Severus-Lo que pasa es que alguien de nosotros está enamorado de alguno de ustedes-le dijo bastante seguro, no quería levantar ni la más mínima sospecha.

 

-Se puede saber quién es ese alguien-dijo con tono de pregunta seductora, sonrió levemente y sus ojos grises se iluminaron. No dejo que le respondiera y prosiguió a unir sus labios, hubo oposición por parte de su compañía pero eso poco le importó y prosiguió besándolo mientras le acariciaba el cabello y comenzaba a delinear las curvas de su cuerpo delicadamente con sus manos.

 

Lupin contrario a Lucius se sentía desubicado, no estaba seguro de lo que haría en ese momento se quedó sin reaccionar, se encontraba bajo las caricias de Lucius en la cama finamente acomodado.  Sintió como las suaves caricias del mayor se adentraba en su ropa, poco a poco iba dejándose tocar, hasta el momento la poca resistencia que oponía le sorprendía a sí mismo pero no sabia que hacer.

 

-Si no quieres deberías decírmelo-le susurró al oído mientras comenzaba a lamerle el lóbulo y sus caricias iban ahora dirigidas a su rostro y cuello. Él Licántropo sintió como la temperatura se elevaba en su cuerpo cuando nuevamente los labios del rubio chocaban contra los suyos, sorpresivamente se sentía bien y se perdía en oleadas placer, no quería creerlo era raro.

 

-No quiero…-susurro cuando volvieron a separar sus labios, pero lamentablemente su susurro sonó como una súplica. Lupin se maldijo por dentro. Solo logró que el rubio comenzará a quitarse la ropa de la parte superior de su cuerpo mientras movía su cadera en la zona delicada del castaño. Este no sabía qué hacer, no podía apartar la mirada de los bien formados pectorales de su presente compañía.

 

Al darse cuenta de la mirada que Lupin tenía sobre su cuerpo sonrió con satisfacción, era evidente que se iba a interesar en alguien tan apuesto e inteligente como lo era el mismísimo Lucius Malfoy. Pero el estar en ese colchón acostado a punto de tener sexo con un mestizo le hizo sentir diferente a lo de siempre, no estaba seguro de si eso era lo correcto, podia ser por los prejuicios de sangre pura que tenía consigo.

 

-Lucius-le dijo con un tono firme, al fin había podido escaparse de las manos de su captor aprovechando que este estaba distraído. Ahora iba explicarle la situación era obvio que no se iba a dejar-Es Sirius quien está enamorado de Severus-le dijo mientras quitaba de encima al rubio y se acomodaba la ropa.

 

-Ya veo…-no podía describir la decepción que apareció en su rostro al oír esas palabras, sin embargo también tuvo una ligera sensación de alivio como si el dejar a su presa escapar le ayudará a superar algún que otro temor, temor a estarse enamorando de alguien que simplemente no le merecía.

 

-Me voy, hablamos luego-como pudo quitó el encantamiento de la habitación y salió precipitadamente al comedor. Aún era temprano y no había desayunado nada, además debía de advertirle a su amigo que Malfoy sabía de sus “sentimientos” por Severus así que debía de apurarse a ello.

 

La noche anterior no habían tenido los usuales informes de misión como lo llevaban haciendo desde que se puso en marcha el plan para la broma, era raro de canuto no quisiera contarles sobre sus avances, quizá no estaban siendo tan buenos como él lo esperaba y se sentiria algo abatido y derrotado, o al menos eso fue lo que pensó el castaño mientras corría al comedor.

 

Una vez allí encontró a su trío de amigos sentados juntos mientras estaban comiendo, no le sorprendió mucho que no le esperaran pues el en su lugar habría hecho lo mismo, sobre todo si su bestia interna pedía más y más comida. Estaba a punto de abrir la boca para advertirle a Sirius la situación con el rubio cuando vio entrar a un enfurecido Snape, el cual se veía algo sudado, algo inusual en él. Antes de poder hacer movimiento alguno este jalo a Sirius y se lo llevó del comedor, dejando más de una boca abierta.

 

-¿Creen que deberíamos seguirlos?-preguntó James mientras trataba de recuperarse de la impresión. Esperaba que esa reacción fuese algo bueno pues así más pronto terminarían con la broma hacia Snivellus y su mejor amigo quedaria libre de la tortura que era verle y tratarle bien todos los días.

 

Probablemente el más sorprendido era Sirius Black el cual estaba a centímetros de Severus mientras este le jalaba entre pasillos, ya había sido suficiente con entrar de ese modo tan precipitado al comedor y no quería armar más escandalos.

 

-¿Cómo te atreviste a poner ese ramo de flores en mi casa?-le preguntaba sumamente enojado, era ridículo que esa fuese su manera de demostrar su enamoramiento pues estaba más que claro que no se trataba del gusto hacia una chica, no lo iba a conquistar como lo hacía con todas las que se hubiera metido antes.

 

-¿Perdón?-contestó sin entender muy bien el porqué estaba tan enojado su víctima, eran solo flores y el las había dejado afuera de la casa pues, por obvias razones no podía entrar allí.

 

-Lo que oíste, no soy una de tus aventuras para que intentes conquistarme como a todas esas niñas bobas con las que has salido, soy un hombre. Que te quede claro-le dijo mientras soltaba su agarre de las ropas del Gryffindor. Haberle gritado le había sentado muy bien y ahora ya se sentía mucho más tranquilo.

 

-Vamos Sev, se que no eres una chica-le dijo mientras sonreía y le guiñaba un ojo-es solo que…-”piensa tonto, piensa” se dijo así mismo mientras que en fracción de segundo ya tenía como completar la oración-cuando ví esas flores en automático pensé en ti-”salvado” se dijo a sí mismo, negando que parte de ello era cierto. Pero es que el color rojo le combinaba bien a snivellus o al menos eso es lo que pensó cuando le vió a los ojos.

 

El pelinegro no supo qué decir, supuso que eso era un halago, uno flojo y recién pensado pero sabía que no podía pedir mucho del pulgoso. “No es como si yo quisiera que el me corteje” pensó ya más tranquilo, no tenía mucho sentido su enojo si lo veías desde ese punto de vista. Se relajo un poco y se dispuso a ir nuevamente al comedor pero en esta ocasión solo, no podía evitarlo le había buscado por todo el castillo y aún no había comido nada.

 

Black le miró con sus ojos grises mientras este se alejaba de allí, bien pudo haber dejado todo así como estaba y las cosas no iban a cambiar entre ellos dos; pero mientras más le veía alejarse más ganas le daban de seguirle corriendo quizá fuese su instinto canino o era porque empezaba a gustarle su compañía. Tardó un minuto en comenzar a seguirle cosa que el otro se dio cuenta y acelero el paso aunque eso no sirvio de mucho.

 

-¿Por qué me sigues saco de pulgas?-le pregunto algo irritado, quería dejar de pensar en él, en las flores, en ese mes que llevaban compartiendo momentos en la biblioteca; simplemente le hacían sentir extraño.

 

-Recuerda que tu me sacaste del comedor-le dijo en son de reproche para que este le permitiera seguir en su compañía, apenas había notado cuánto se habían alejado en el momento en que Snivellus decidió sacarlo de allí-Además me debes una recompensa-sentenció mientras agarraba a su amigo del brazo y lo posicionaba frente a él.

 

-¿Recompensa?-repitió levemente entre asombrado y dudoso, realmente no creía que entre Black y él hubiese ese tipo de confianza para exigir de tal manera. Analizando la situación y el silencio que ambos poseían se dio cuenta de cuál era el tipo de recompensa que esperaba su compañía.

 

-Un beso-contestó en un susurro mientras aproximaba sus labios a los contrarios, por alguna extraña razón tenía un gran deseo por ese beso, pero quería que fuese lento y suave. Por un momento quiso que el tiempo se detuviera cuando por fin sus labios se rozaron tímidamente pero poco le duró el gusto ya que se escuchaban las voces de algunas personas aproximándose, al oír esto Severus alejó abruptamente a Black de él y salió corriendo al comedor.

 

Enojado con quien sea que se haya atrevido a ir por ese pasillo en ese momento entró hecho una furia nuevamente al comedor, solo para encontrar a sus amigos platicando animadamente y a su ahora “futura conquista” platicando con Lucius mientras se veía comenzaba a comer. No estaba nada contento y no sabía si era solo por la interrupción o por ver cómo es que su cervatillo sonreía plenamente frente a otras personas, pero no frente a él, se sentía como un cazador oxidado.

 

-¿Por qué traes esa cara? ¿No ha habido avance?-le preguntó James mientras seguía comiendo el estofado de pato que habían servido esa mañana, le parecía extraño el ver entrar a Severus enojado nuevamente y aun peor a su mejor amigo aun más enojado en comparación.

 

-No hay avance-mintió con un tono que podía helar la sangre a cualquiera, notó la reacción de asombro por parte del resto de los merodeadores. Sin embargo eso era mentira, si había avanzado y más de lo que había esperado, pero parecía como si el destino quisiera que no enamorara a Severus y por un momento pensó que eso sería mejor. No quería verle con el corazón destrozado por su culpa o eso creía.

 
Notas finales:

Nuevamente la siguiente actualización sera entre semana o hasta el proximo sabado. 

¡Tengan una buena semana! ¡Nos leemos pronto!


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