—¡Tío Jonghyun! —Sun Hee gritó en el momento en que Kyuhyun abrió la puerta.
—Ahí está nuestra princesa —el vocalista principal se agachó para abrazarla, sonriéndole ampliamente—. ¡Estás más grande que antes!
—¡Tío Minho, tío Taemin! –Hyun Su corrió al rapero principal, teniendo en sus manos uno de los tantos balones que ahora tenía—. ¡Mira!
Minho y Taemin miraron el balón que les enseñaba, siendo Minho el más entusiasta y feliz acerca de ello, por el balón y por el hecho de que se mostraba tan emocionado de verlo.
—¿Qué? ¿No hay amor para mí? —Changmin se quejó desde la puerta.
—¡Tío Changmin! —Los gemelos gritaron, corrieron hacia él y jalándole de los brazos para hacerlo sonreír.
—Sentimos haber venido tan de pronto —Jinki se rascó la cabeza, mirando a Siwon que se había quedado parado cerca de la puerta.
—No hay problema, ellos siempre están felices de verlos —Siwon sonrió, dejándolos pasar y cerrando la puerta detrás de ellos.
—Estoy seguro que Changmin los obligó a que lo trajeran, ¿verdad? —Kyuhyun se rio al notar la mirada asesina de su amigo.
—No nos forzó, no literalmente, pero dijo que quería venir y que nosotros teníamos que hacerlo también. —Kibum contestó, alzándose de hombros.
—Y como pronto empezaremos el tour fuera de Corea, queríamos ver a nuestros pequeños ángeles —Minho sonrió mientras recogía en sus brazos a Sun Hee, haciéndola reír.
Kyuhyun sonrió al ver a Sun Hee divirtiéndose tanto en los brazos de Minho y a Hyun Su corriendo detrás de Changmin, aún ahora que tenían tres años, sentía que no podía decir que tanto adoraba y agradecía que sus amigos fueran parte de esta familia.
—¿Desayunaron? —Siwon preguntó mientras caminaba hacia la cocina.
—No… —Jinki admitió, desviando la mirada con lo que parecía ser vergüenza.
—Está bien, siempre tenemos comida en casa por ellos —Kyuhyun dijo, poniéndose de pie y caminando hacia la cocina mientras Siwon se movía a poner la mesa. No mentía, a Hyun Su le encantaba comer a diferentes tiempos aunque fuera solamente fruta.
Los gemelos corrieron a sus lugares cuando vieron a Kyuhyun regresar con unos platos, tomando sus lugares y dejando que por fin los otros pudieran sentarse también.
—Enserio que no puedo creer que ya tengan tres años —Changmin comentó mientras empezaba a comer el omelette que le habían dado—. Se siente como si hubiera sido ayer cuando los trajeron.
—Lo sé, han crecido tanto, estoy orgulloso de ellos —Siwon sonrió con esa sonrisa que estaba tan llena de orgullo paternal que Kyuhyun había aprendido a adorar desde que la vio por primera vez.
—Lo estamos —Kyuhyun sonrió, mirando a Sun Hee que comía felizmente—. Por cierto, te voy a patear, Minho.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Ahora qué hice yo? —El aludido obviamente se quejó, mirando a su amigo.
—¡Hyun Su está obsesionado con el futbol! Incluso si Sun Hee no quiere jugar con él, no le importa y se pone a jugar solo —explicó, mirando a la mesa donde había existido un jarrón que ahora estaba roto como prueba.
—Él sabe lo que es mejor —Minho se rio, golpeando a Taemin levemente con su codo y haciendo que se riera.
El desayuno continuó con normalidad, los más grandes hablando de cosas normales hasta que Hyun Su levantó la mirada de su plato y miró a Jinki—. ¿Qué es un tour mundial? —Preguntó.
—Una serie de conciertos en diferentes países, —el líder explicó, aún tenía esa aura de nerviosismo rodeándolo cuando estaba con ellos, pero por lo menos era menos que cuando eran bebés.
—¿Y por qué?
—Porque somos cantantes y a la gente le gusta vernos en el escenario.
—¿Por qué?
—Supongo que somos buenos.
—No, no, somos buenos porque yo estoy en el grupo —Kibum sonrió desde el otro lado de la mesa.
—Claro que sí… —Taemin murmuró, recibiendo una patada por debajo de la mesa de parte del Kibum.
—¿Pero por qué se llama mundial? —Hyun Su al parecer no prestó menor atención a los quejidos de Taemin después de la patada o la mirada asesina que Minho le enviaba a Kibum, él permaneció mirando a Jinki.
—Porque estaremos viajando a otros lados, otros continentes —La verdad es que ni siquiera sabía si el niño comprendía el concepto de continentes y que había cinco, pero estaban empezando a marearlos tantos “por qué”.
—¿Y quiénes quieren verlos?
—Nuestros fans, SHINee World.
—¿Por qué se llaman así?
—Hyun Su, cielo, deja que tu tío se termine su desayuno —Kyuhyun intervino, su hijo estaba entrando en esa fase donde quería cuestionar todo lo que escuchaba y también sabía que Jinki solo quería comer.
—¡Pero quiero saber! —Su hijo era, sin duda alguna, la persona más adorable cuando se quejaba y lo miraba con esos ojos, pero él ya se había hecho fuerte a eso.
—Si terminas y lo dejas terminar, puedes preguntarles después —le envió una sonrisa de disculpa al otro quien solamente pudo sonreír un poco, preparándose para otra interminable ronda de preguntas.
Cuando todos habían terminado Sun Hee tomó de la mano a Kibum y Changmin y los jaló hacia su cuarto, gritando algo de que quería enseñarles la nueva ropa que le habían comprado.
—Ese es un vestido muy lindo, Hee, apuesto a que te vez hermosa con él —Kibum comentó mientras miraba el vestido que la niña le había pasado.
—Se ve hermosa en todo lo que se ponga —Changmin asintió, tomando una de las muñecas que tenía en la cama y examinando la ropa que traía puesta—. ¿Quisieras un vestido como este?
—¡Sí! —La niña obviamente gritó emocionada, brincando en su lugar.
—Y yo te compraré una tiara que haga juego con el, con luces y brillantes —Kibum se apresuró a decir, queriendo hacerla más feliz que el otro.
—Yo te compraré otra muñeca.
—Yo la casa de muñecas.
—¿Podrían dejar de sobre consentir a mi hija? —Kyuhyun dijo desde la puerta, había ido al cuarto cuando escuchó las voces de los otros y las expresiones de emoción de su hija, quería detenerlos pero seguían diciendo cada vez más cosas.
Mientras tanto Hyun Su estaba soltando una pregunta tras otra al líder de SHINee, la verdad eran tantas que Jinki no estaba seguro de que sabía lo que decía, ¿él había sido igual con sus padres? Esperaba que no.
—Hyunnie, ¿quieres jugar con nosotros? —Minho sugirió aunque estaba muerto de la risa por lo que le estaba pasando al líder junto con Taemin.
—¿Futbol? —El niño preguntó mientras lo miraba.
—¿Qué más podría ser?
—¡Vamos! —Y con eso el niño corrió a su cuarto para buscar la pelota con la que solía jugar afuera.
—No sabía que podía hablar tanto… —Jinki suspiró, recargando la espalda por fin en el sillón.
—Los niños pueden ser más inteligentes que nosotros, por eso los amo —Minho se rio, jalando a Taemin de momento—. ¡Por eso adoro a mi Minnie!
—¡Que no soy un niño! —El menor se quejó, tratando de zafarse sin mucho éxito.
Para su buena suerte el niño regresó con la pelota entre sus brazos y se acercó a ellos—. ¡Vamos a jugar!
Jonghyun observó a los tres salir al patio antes de ponerse a jugar, se preguntaba por qué Kibum tardaba tanto, después de todo estaba celoso que Kibum y Changmin estuvieran tanto tiempo con la niña, él quería estar con ella.
—¿No han pensado en adoptar? —Siwon preguntó de momento, haciéndolo brincar en el sillón—. Han estado juntos incluso antes de que Kyuhyun y yo empezáramos a andar.
—Oh, no, realmente no hemos discutido eso… a los dos nos encantan los niños, pero, bueno, no hemos hablado de adoptar o casarnos —estaba seguro de que Kibum lo quería tanto como él a él, pero aún tenía miedo de hacer las cosas bien y arruinar la relación.
—Escribes canciones muy bellas, tu grupo está muy bien, pienso que podrías proponerte en cualquier momento.
—Ah, gracias… puede que siga tu consejo, ya tengo un anillo, de echo.
—¿Por qué no sabía nada de esto yo? —Jinki preguntó, mirando de manera acusadora a Jonghyun quien solo se rio de manera nerviosa.
—P-Perdón, hyung.
—Papá Won, —Siwon desvió la mirada de esos dos cuando escuchó a su hija—. Quiero enseñarle mi colección de flores a mis tíos.
—Enséñasela, estoy seguro de que les encantará —le sonrió.
—¡Vamos! —Sun Hee tomó la mano de Jinki y Jonghyun antes de empezar a caminar a su cuarto otra vez.
—¿Dónde está Kibum, Hee? —Jonghyun preguntó, lo único que había escuchado es que estaba con ella.
—Hablando de mis regalos con el tío Changmin y papá Kyu.
—Oh Kibum…
—La verdad es que patea mejor que yo… —Taemin murmuró cuando la pelota le pasó entre las piernas.
—Es una futura estrella —Minho se rio, viendo al niño correr detrás de la pelota.
—Oh estoy seguro de que a su padre le encantaría oír eso.
Un par de patadas más y la pelota acabó entre los arbustos de la esquina, Hyun Su estaba por ir por ella cuando se detuvo y regresó corriendo a esconderse detrás de las piernas de Minho, pegando la cabeza a ellas.
—¿Qué pasa, Hyun? —Taemin preguntó, agachándose para quedar a su altura y poniéndole la mano en su hombro.
—Hay un monstruo ahí, no quiero ir —susurró, escondiéndose aún más.
—No hay monstruos ahí, no tengas miedo —intentó calmarlo, pero entendía que los niños de esa edad no distinguían completamente la realidad de la fantasía.
—Sí hay, se comió una pelota que el tío Donghae me dio.
Minho no estaba muy seguro de qué hacer, darle la razón era perjudicial porque crecería con la idea que era real, pero decirle que no podía hacer que su relación se viera afectada y él no quería que pasara eso—. Iré por ella, a los monstruos no les gustan los raperos como yo.
—¡Pero tío! —El niño dijo, estirando los brazos hacia él—. Tengo otra pelota, no vayas.
Cuando parecía que estaba por romper en llanto, Minho suspiró y lo recogió en sus brazos, caminando de vuelta a la casa.
—¿Qué pasó? —Kyuhyun obviamente preguntó alarmado cuando vio las lágrimas en los ojos de su hijo, pateando a Changmin para después caminar hacia ellos.
—Dijo que hay un monstruo en el jardín, creo que deberías hablar con él.
Kyuhyun suspiró, oh los monstruos habían empezado a ser un problema un par de semanas atrás cuando una rata brincó los asustó—. Lo haré, no te preocupes.
—Debo decir que esa es la colección de flores más grande que he visto en mi vida —Jonghyun sonrió mientras que él y Jinki traían de las manos a Sun Hee.
—Ni sabía que había tantas flores —Jinki se rió.
—Ama recoger todas las flores que ve diferentes —Siwon sacudió la cabeza, recordando esa vez en que la niña regresó cubierta de lodo del jardín con flores en las manos.
Su casa ciertamente se transformaba en un salón de fiestas cuando alguien aparte de ellos dos visitaba, o al menos Kyuhyun lo veía así, pero la verdad es que le encantaba, adoraba ver la sonrisa en la cara de sus bebés y escucharlos reír, lo atesoraba todo en su corazón.
La personalidad infantil de Changmin, la hiperactividad de Minho, la timidez de Jinki, la eterna pelea de Kibum con el primero por ver quién daba más, la adoración de Jonghyun por todo lo que hacía Sun Hee y la neutralidad de Taemin, adoraba todo ello y sabía que su vida no sería igual sin ellos.
—Les aseguro que están más cansados que después de un concierto —Kyuhyun se burló mientras recogían sus cosas.
—De hecho sí lo estoy… —Taemin se quejó, sobándose los brazos—. Están mucho más grandes que antes.
—Y solo pasaron un día con ellos, ahora imagínense diario y todo el año—Kyuhyun rio—, la verdad es que lo vale.
—Ese es mi Kyu. —Siwon dijo con orgullo, dándole un beso en la mejilla.
—Gracias por aceptarnos hoy, —Jinki sonrió—. Me divertí contestando las preguntas de Hyun Su.
Kyuhyun asintió mientras abría la puerta para ellos—. Por cierto, hablaba enserio con eso de no más juguetes para Sun Hee, ¿me escucharon?
Changmin solo lo miró feo mientras se sobaba el trasero que aún le dolía por la patada mientras que Kibum solo se alzaba de hombros.
—Te odio.
—Que malo.
—Gracias por el consejo… quizá tenga buenas noticias pronto —Jonghyun le susurró a Siwon cuando Kibum había salido.
—Estaremos esperando.
Fue hasta que todos se habían ido que Kyuhyun se animó a preguntar.
—Digamos que hoy hice el papel de cupido.
—Cupido era un ángel, no un caballo.
—Puedo sentir tu odio con cada palabra, Kyuhyun…