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Una familia recién formada. por LunaArlert

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El día de cumpleaños de los gemelos se había convertido en casi un ritual para Siwon y Kyuhyun; ese día se despertaban a las cinco de la mañana sin hacer algún ruido que hiciera que Sun Hee, la de sueño ligero, se despertara. Caminaban a la cocina y empezaban a cocinar lo que cada uno amaba más, pasta para Hyun Su y carne bien cocida para Sun Hee.


Cuando el sol empezaba a salir, la mesa tenía una buena variedad de platillos mientras que de la cocina aún venía el aroma de pastel horneándose.


Siwon se encargaba de que todas las cosas se encontraran bien acomodadas y la decoración estuviese bien puesta, que la consola de videojuegos estuviera en su lugar frente a la televisión con los juegos que Sun Hee adoraba y que en el jardín estuviera la portería y la pelota para que Hyun Su pudiera jugar con sus tíos cuando llegaran, siendo el padre consentidor que era, adoraba que sus bebés tuvieran todo lo que quisieran aunque de bebés ya no tenían nada pues tenían cinco años ya.


Kyuhyun, por otro lado, estaba a cargo de que su casa estuviera lista para recibir a la bola de gente que irrumpía en ella en cuanto el reloj marcaba las diez. Adoraba que los otros fueran parte de su familia, pero debía de admitir que entre ellos y los niños casi destruían la casa, entre el futbol de Minho, los juegos de Heechul con Sun Hee y los juegos entre Changmin y los demás, eran una bomba.


—Hyunnie, despierta, —Siwon dijo suavemente mientras agitaba el hombre de su hijo levemente.


—Cinco minutos más por favor, —se quejó, volteándose para el otro lado.


—¿Seguro que quieres dormir más? —Preguntó, sonriendo ante su ternura.


—Por favor... —murmuró, pegando la cara más a su almohada.


—Que mal, creí que querrías jugar con tus nuevos juguetes.


Los ojos del menor se abrieron casi de inmediato, sus pequeñas manos impulsando su cuerpo hacia arriba para poder brincar en la cama, mirando a su padre a los ojos—. ¿Juguetes nuevos?


—Así es, ¿recuerdas qué día es hoy?


—¡Mi cumpleaños! —Gritó con emoción, brincando a sus brazos y haciendo agradecer a Siwon que era fuerte.


—¿Y? —Preguntó, picándole la mejilla levemente.


—El cumpleaños de Sun Hee también —hizo un leve pichero, parecía que las peleas entre esos dos no iban a terminar pronto—.¡Vamos, papá Won!


Siwon adoraba la hiperactividad de Hyun Su, lo entretenía mucho y era más fácil de manejar que la obsesión de Sun Hee por los videojuegos, esa niña le recordaba tanto a Kyuhyun que a veces daba miedo.


Kyuhyun caminó hacia el cuarto de su hija, encontrándola sentada en la cama jugando con sus juguetes, no iba a negar que la niña le recordaba en muchas cosas a él mismo, pero la energía y fuerza la tenía igual a Siwon.


—Sun Hee, —la llamó, capturando la atención de su niña, haciéndole que lo mirar con esos grandes ojos que tenía—. ¿Qué estás haciendo despierta? Hoy podías dormir hasta más tarde.


—¡No puedo dormir! Estoy emocionada —soltó una risilla, extendiendo los brazos hacia él.


—¿Por qué? No encuentro una razón. —Kyuhyun sonrió, sentándose a lado de ella.


—¿No te acuerdas? —Hizo un puchero—Papá Won dice que es un día especial.


—Para Siwon todos los días son especiales, vamos cielo, dime más de este día y tal vez me acuerde —continuó, mirándola atentamente.


—¡Es nuestro cumpleaños! —Se quejó, volteándose para darle la espalda—. No me quieres, papá.


—Tienes razón, no te quiero —Kyuhyun se rio, acercándose a ella—. ¡Te amo mi cumpleañera! —Dijo, jalándola a sus brazos y haciéndole cosquillas para que se riera.


—¡Eres muy malo papá Kyu! —Gritó mientras se reía, intentando zafarse de su agarre.


—Obviamente sé por qué este día es especial, cielo, tú y tu hermano lo son todo para mí —dijo una vez se detuvo, plantándole un beso en la mejilla—. Ahora vamos a arreglarte para hoy.


—Te quiero papá —Le sonrió, dándole un beso en la mejilla.


El día continua siendo especial cuando todos los demás de Super Junior llegaban a la casa, llenando la sala con trece cajas y bolsas de regalos para ellos y la casa de gritos y exclamaciones emocionadas con la música que le gustaba a los gemelos, todo se incrementaba cuando los de SHINee llegaban junto con Changmin y en algunas ocasiones, Yunho, a tal punto que a veces parecía que la casa explotaría.


Sun Hee era experta para los videojuegos, podía vencer a Taemin, Yesung y hasta Kangin con facilidad y Kyuhyun no podía sentirse más orgullos de tener una hija como ella. Hyung Su, por su lado, era muy bueno en todo lo que involucraba los deportes y actividades físicas como también lo era para los libros, el niño tenía la ventaja de ser más pequeño que Minho y todos los demás y eso lo hacía escabullirse fácilmente y tomar la pelota, Siwon sentía que su hijo era especial por tener esas dos habilidades.


Recibir los comentarios de Hyun Su y Sun Hee diciendo que amaron la comida era todo lo que querían, incluso a ambos no podría importarles si alguien de sus amigos decía que no les había gustado, s a ellos les gustaba, no había más que pedir. Nadie era capaz de borrar sus sonrisas cada que tomaban un bocado, o cuando abrían sus regalos y brincaban por todos lados antes de acabar abrazando a quien les dio el regalo.


Los dos sentían que adoptarlos había sido lo mejor que les había pasado después de casarse.


El momento del pastel siempre era una nueva experiencia cada año, cuando los gemelos tenían un año a penas y les daban una cucharada o dos, cuando tuvieron tres una rebanada delgada, pero ahora que ya eran más grandes ya no era tan fácil negarles una rebanada más grande pues tampoco comían dulces todo los días y eso significaba tenerlos corriendo por todos lados por un largo rato.


Lo bueno es que tenían a todos los demás para ayudarlos a gastar esa energía.


—¡Me compraste un nuevo juego! —Sun Hee brincó a los brazos de Siwon, casi colgándose de su cuello—. ¡Y es el que quería! ¿Cómo supiste que lo quería tanto?


—Porque puedo leer tu mente, —Siwon se rio, mirando a la emocionada niña en sus brazos—. Incluso sé qué estás pensando ahora mismo.


—¿Enserio? —Le preguntó con los ojos bien abiertos—. ¿Qué estoy pensando ahora?


—Veamos —Siwon la miró a los ojos, como si realmente estuviera pensando detenidamente—. Estás pensando que me quieres mucho.


—¡Es verdad! —Brincó con una larga sonrisa—. ¡Papá Won sabe leer la mente!


—No sé cómo es que Siwon y Kyuhyun están vivos, yo no estoy hecho para tanta ternura —Kangin gruñó.


—¡Me compraste la pelota que quería, papá! —Hyun Su miró entre su regalo y su padre—. ¿Por qué?


—¿Cómo que por qué? Eres mi bebé, quiero que siempre seas feliz —Kyuhyun rio, picándole la mejilla levemente.


—Pero dijiste que no te gustaba el futbol —dijo, mirando de reojo a Minho.


—Eso no importa, si tú estás feliz, yo también lo estoy—. Kyuhyun le sonrió—, además, no vas a escoger eso como tu carrera solo por un regalo.


—Eres el mejor papá Kyu. —El niño le sonrió, abrazándolo fuertemente.


—Quién iba a decir que Kyuhyun podía ser tan lindo —Sungmin se rio, ignorando la mirada fúrica que Kyuhyun le echaba por arriba de la cabeza de su hijo.


Era hasta que el reloj marcaba las siete de la noche que las cosas empezaban a desacelerarse levemente, Hyun Su y Sun Hee mostraban los primeros signos de cansancio después de la azúcar y preferían irse a sentar en el sillón y se ponían a jugar videojuegos por el resto de la tarde.


—Están tan grandes, todavía me acuerdo cuando salía corriendo de ellos —Jinki rio mientras miraba a los dos.


—Sí, muchas cosas han cambiado y todo para bien, —Kyuhyun sonrió, viendo cómo Hyun Su luchaba por mantener los ojos abiertos y Sun Hee se estaba tallando los suyos.


—Estoy muy orgulloso de ustedes, lo hicieron perfectamente bien. —Leeteuk dijo con una sonrisa.


—Es obvio que íbamos a hacerlo bien, son nuestros hijos —Kyuhyun sonrió, mirando a Hyun Su Y Sun Hee que finalmente estaban quedándose dormidos.


—Cinco años pasaron volando, ¿cómo es que el tiempo pasa tan jodidamente rápido? —Heechul gruñó mientras los miraba también.


—Tú estás viejo.


—Tú no eres exactamente un adolescente, mocoso.


—Mejor vamos a llevarlos a dormir antes de que se pongan a pelear, —Siwon dijo mientras se ponía de pie, jalando a su esposo que seguía diciéndole de cosas a Heechul.


Siwon sonrió mientras levantaba a Hyun Su en sus brazos y el niño le abrazó el cuello, cerrando los ojos y recargando la cabeza en su pecho; el mayor recordaba cuando los habían traído y cómo le había puesto nervioso el pensar que se le podía caer, en aquel entonces todo su cuerpo cabía entre sus brazos y ahora solo podía darle apoyo a su espalda y trasero mientras el resto de su cuerpo se apoyaba en la parte superior de su propio cuerpo.


Eran niños grandes, física y mentalmente.


Esperando por Kyuhyun quien estaba levantando a la niña en sus brazos, escuchó la suave risa de sus amigos cuando ella decía que no tenía sueño y podía seguir jugando.


—Espero que hayas disfrutado tu día, Hyun —Siwon susurró mientras abría la cama y depositaba a su hijo con cuidado después de haberle cambiado la ropa y lavado los dientes.


—¡Lo hice! Amo a papá Won y papá Kyu —susurró, abrazando la tortuga cerca de su almohada.


—Y nosotros te amamos a ti, bebé, feliz cumpleaños. —Siwon dijo suavemente, dándole un beso en la frente y saliendo de la habitación.


Después de que Kyuhyun hizo lo mismo con Sun Hee y se aseguró que dormía plácidamente, caminó a la habitación de Hyun Su para asegurarse de que estaba bien mientras que Siwon iba a la de Sun Hee, terminando así la rutina del día y regresando a sus amigos que seguían en la mesa.


—Estuvieron muy felices hoy, estoy feliz de que al fin pudimos conseguirles una nueva tortuga de peluche. —Ryeowook dijo mientras bostezaba


—Al fin dejaran de pelearse por la otra. —Kyuhyun sonrió, mirando a las cajas y bolsas vacías en el piso.


—Gracias Kyu por dejarnos ser parte de su vida —Leeteuk dijo suavemente, rascándose la cabeza.


—Sí, es decir, gracias a ustedes por querer serlo —Contestó, rascándose la cabeza y riendo suavemente.


—Juro que ver a Kyuhyun comportándose así es raro —Kangin resopló, parándose para buscar sus cosas.


—Creo que nos vamos, mañana nos vamos a Japón —Minho dijo mientras batallaba para levantar a Taemin que ya se estaba quedando dormido también.


—Cierto, de vuelta al mundo —Changmin se quejó, enterrando la cara en el hombro de Yunho.


—Ya deberías de haberte acostumbrado, Min —Yunho rio mientras le palmeaba la cabeza.


—Igual me canso.


—Gracias por el gran día, lo disfruté tanto como ellos —Sungmin dijo mientras se estiraba.


—Gracias por los regalos, amaron cada uno de ellos —Siwon agregó mientras empezaban a caminar hacia la puerta.


—Sabía que ese vestido tenía que ser de Sun Hee cuando lo vi —Kibum dijo, palmeándole la mejilla a Jonghyun para terminar de despertarlo.


—Sí, lo tardado fue escoger los zapatos, bolsa y accesorios perfectos que combinaran —Jonghyun susurró, manteniendo un ojo cerrado.


—De hecho combinó con la chamarra que Mimi y yo compramos —Henry dijo con satisfacción, jalándole el brazo a su pareja que sonrió y asintió.


—Ahora váyanse a dormir y vuelvan hasta el próximo año —Kyuhyun dijo, empujándolos fuera de la casa—. Gracias por venir.


Una vez solo Kyuhyun y Siwon se movieron por la casa recogiendo la mayor parte del desastre, tirando la basura y dejando los platos en el fregadero mientras se preguntaban dónde es que todas las cosas nuevas cabrían, los gemelos recibían más ropa de la que ellos usaban durante un comeback.


Era increíble.


—¿Lo puedes creer, Won? —Kyuhyun preguntó mientras miraba al techo de su habitación—. Cinco años y todo se siente tan normal, estábamos tan asustados los primeros días y míranos ahora, no me imagino la vida sin ellos.


—Me siento igual, cielo —Siwon sonrió, metiéndose a la cama a su lado y abrazándole la cintura—. Todo era difícil antes, hasta respirar, pero ahora todo está y seguirá estando bien.


—Creo que lo hemos hecho bien, —Kyuhyun sonrió, pegando la cara a su pecho y cerrando los ojos—. Están felices, saludables y eso es lo mejor.


—Lo están, gracias de nuevo Kyu por haber aceptado —susurró, besándole la frente.


—Gracias a ti, Won, por... todo —Kyuhyun susurró, el cansancio y la suave respiración de Siwon haciéndole quedarse dormido casi inmediatamente.


—Oh mi bebé, incluso después de tantos años me encanta escucharte decir cosas tan lindas —rio levemente, mirándolo dormir por varios minutos antes de quedarse dormido de igual forma.


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