Esa tarde iba caminado tranquilamente con mi mejor amigo Kibum hacia la casa que compartíamos pues había regresado de su fin de semana “loco” en Busan, con él nos contábamos todo, no existía filtro, Key como le gustaba que lo llamaran sus amigo apenas nos vimos me empezó a relatar que había asistido a un bar en el cual vio según él al hombre más sexi que había visto hasta el momento, me lo describió completo, era un joven alto musculo pero no grotesco, moreno con pelo oscuro, y unos grandes ojos llamativos, me contó las tremendas ganas que tenia de tirárselo, pero frustrado dijo que apareció una mujerzuela como él la llamó y se lo arrebató, a lo que yo me reí.
-Tae en serio esa tetona con un diminuto vestido me quito al chico más sensual del bar, y me dejó con las ganas inmensas de poder recorrerlo y – en ese momento lo corte no quería tanto detalle de sus pensamientos lujuriosos-.
-Key ya comprendí te lo querías coger a toda costa – le dije sin mirarlo sabiendo la cara de enfado que tendría-.
-Gracias amigo por comprenderme –dijo en un tono melodramático-.
-Ya perdón, no es para tanto, deberías volver el otro fin se semana también, quien sabe y te encuentras a tu hombre sexi –le dije guiñándole un ojo-
- Jajajaja ni que lo digas, ya había pensado en volver, de que me lo tiro me lo tiro –dijo el muy sin vergüenza-.
Y a si se pasó mi mejor amigo la tarde contándome las cosas que quería hacerle al misterioso que pronto vería según él, traumándome de paso, si cuando se obsesiona con algo o alguien nadie lo para hasta que lo consigue o tiene, yo como buen amigo intentaba cambiar el tema a otro pero volvíamos a hablar de lo mismo hasta que se le fue pasando un poco
-Y Taemin ya decidiste que vas a estudiar, ya a fin de año te tienes que inscribir a algo –dijo preocupado-.
-Sabes que no me gusta tocar ese tema, me enoja –lo mire frunciendo el seño-.
-De nuevo peleaste con tu papá.
-Sí – respondí seco-.
-No entiendo porque es tan terco con el tema.
-En eso nos parecemos –Sonreí triste-.
-¿Aun quiere que estudies medicina como él?
-Sí, y va terminar logrando que lo estudie – resoplé frustrado-.
-¿Pero al menos te gusta un poco esa carrera?
-No me desagrada del todo, pero tú sabes que prefiero las artes, la danza lo es todo para mí, pero tengo miedo de que él arruine todo, con tal que haga lo que quiere –solté unas cuantas lágrimas, mi amigo me abrazó, siempre es igual cuando pienso en lo que sucederá con mi futuro-.
-Pues es un imbécil de primera por hacerle esto a su hijo menor, eres un bebé te debería dejar tranquilo, eres muy joven aun.
-No lo entiendo sabes, siendo un adolescente con 16 años, el otro año voy a comenzar la universidad, junto a viejos como tú – le dije bromeando para cambiar su cara-.
-Muy gracioso, ¿viejo yo?, ¡pff!, perfectamente paso por tu hermano menor –dijo con sus aires de diva como siempre-.
-Sí lo que tú digas.
-Me impreciona que a tu edad te obligue a ir a la universidad, aun no se como logróque te aceptaran.
-Oye se te olvida que soy un niño muy inteligente - dije en tono de niño pequeño, inflado mis mejillas- además el dinero hace maravillas key.
Entre broma y broma mi mejor amigo se pasó la tarde consolándome como ya lo había hecho en otras ocasiones en las que hablamos de esto y yo terminada como la mierda porque mi padre no lograba comprender que yo no era como él y que no tenía que hacer con migo lo que no logro con el suertudo de mi hermano.
Y pues la tarde se me pasó exageradamente rápida y llego la noche, cené lentamente y me despedí de mi mejor amigo para ir a mi habitación e intentar descansar un poco ya que mañana tenía clases y no podía faltar si ya quedaba poco para salir a mis merecidas vacaciones.
Ya iba como en mi tercer sueño cuando unas extrañas imágenes se empezaron a formar en mi mente me veía a mi mismo sentado enfrente a un hermoso lago con mi espalda apoyada en un gran árbol, el paisaje era hermoso, el pasto tan verde como nunca lo había visto, una brisa relajante desordenaba mi cabello rubio, sentía que los problemas que rondaban mi cabeza ya no existían, se esfumaban con el exquisito viento de esa atardecer, me sentía relajado y mi cara lo reflejaba, estaba tan tranquilo con mis ojos cerrados, hasta que sentí una dulce voz llamándome, no los abrí alarmado ni mucho menos, era como si conociera a esa persona de toda la vida, como si fuéramos más que solo conocidos o amigos, él o la persona desconocida se sentó a mi lado, no podía distinguir si era hombre o mujer, era como si una sombra o algo borroso se posara sobre su silueta y no me dejara distinguir bien, estuvimos un buen rato conversando no se dé que, hasta que de la nada me besó, sentí que fue el mejor beso de mi vida, poco a poco me fue acostando en el pasto hasta quedar completamente encima mío, sentí como se elevaba la temperatura de mi cuerpo, sus manos se colaron por mi ropa, sentí un cosquilleo cuando comenzó a acariciar mis tetillas mientras que al mismo tiempo succionaba mi cuello, a paso lento esta persona comenzó a bajar mi pantalón liberando mi miembro más que despierto, no lo pensó dos veces y se lo metió a su boca manteniendo un ritmo calmado que se iba tornando más rápido y brusco, no pasaron muchos segundos y yo ya me había corrido en su boca, nunca nadie había hecho esto con mi cuerpo, nadie había pasado de los besos con migo, me siento una persona fácil pero a la vez complacida, no sabía mucho que debía hacer pero tenía la sensación de querer más del desconocido, terminada su acción quise hacer lo mismo, pero al querer tocar su cuerpo desperté de un susto, Kibum me llamaba de la cocina para que me levantara, estaba agitado , mi corazón latía como loco, al levantar mi sabana, entre mis piernas se apreciaba una erección matutina poco común en mi, llevaba tiempo sin despertar con una, ese día extrañamente me sentía feliz, no sabía porque, del sueño poco recordaba una vez despierto, pero de esa noche todas las demás cambiaron.