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Cuando Regreses por near23996

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Notas del fanfic:

El mundo de "Los juegos del Hambre" no me pertenece, sino que es propiedad de Suzanne Collins.

Notas del capitulo:

Espero que les guste y nos vemos abajo :)

   “El día de la cosecha… nunca fue un día al que yo le temiese, después de todo esa es una de las ventajas de vivir en los distritos de donde salen los llamados -Tributos profesionales- para participar en los Juegos del Hambre. ¿A qué me refiero con esto? Simple; Los tributos profesionales estudian en una academia donde los entrenan especialmente para este acontecimiento durante toda su vida y se ofrecen como voluntarios cuando están preparados para ir a los juegos, ganar, llenarse de gloria, fama y riquezas, y ampliar el número de vencedores en el distrito. El punto es que no importa si eres cosechado, si no eres un profesional no vas a ir a los juegos si vives en los distritos 1,2 y 4.

 

   Mi nombre es Marvel Sapphire, nací en el Distrito 1, pero actualmente el Distrito 2 es mi hogar. Mi familia somos solamente mis padres y yo, ellos no querían más hijos, algo comprensible considerando el trabajo de mi padre… y el hecho de que mi madre le teme demasiado a la cosecha no ayuda mucho a cambiar esa decisión (Uno de sus temores infundados diría yo).

    A pesar que la interacción entre los Distritos y sus pobladores está restringida, a mi familia se le concedió el -Beneficio- de mudarnos ya que mi padre pasaría a trabajar a la alcaldía del Distrito 2 en lugar de la del Distrito 1, como asistente del alcalde. Un trabajo elegante sin duda, algo aburrido para mi gusto y nos había costado el tener que recomenzar en un lugar muy diferente al que vivíamos, pero si mis padres consideraban que era lo mejor no me quedaba más alternativa que fingir mi mejor sonrisa,  tragarme mis protestas y adaptarme a este enorme Distrito.

 

   Hoy es el día de la cosecha para los 74° Juegos del Hambre y, a pesar de que nunca le tuve miedo es este día, hay algo dentro de mí que me dice que corra, que me oculte del mundo, que escape porque algo muy malo va a pasar...”

 

  

   Las hordas de gente poblaban las calles, la mayoría emocionados y preguntándose cómo serían los valientes y heroicos tributos que participarían de esta edición de los Juegos del Hambre. Vista desde el cielo, la ciudad podría confundirse con un hormiguero cuyas obreras se dirigen a un mismo lugar: La plaza frente al Edificio de Justicia del Distrito 2, con todas las pantallas instaladas listas para captar el gran momento. Subiendo las escalinatas se había instalado un gran escenario con al menos dos docenas de sillas sobre el, destinadas para que ocupen sus lugares el alcalde, su familia y asistentes, los vencedores de las ediciones pasadas y el acompañante del distrito; Lucius Alucard, frente al micrófono. Lucius, un hombre de mediana edad que resalta entre todos los nombrados y presentes por la suntuosidad de su apariencia y su acento capitolino, ojos como esmeraldas con pequeñas incrustaciones de esa gema sobre las cejas y pómulos, cabello castaño peinado en una alta cresta inclinada un poco hacia la izquierda, piel pálida y azulada, y luciendo siempre trajes brillantes y llamativos de tonalidades azules, celestes o turquesas, siguiendo las modas del Capitolio.

   ¿Quiénes serían este año los voluntarios? No es costumbre en el Distrito 2 que vayan tributos sin preparación previa para los juegos. En los Distritos en los que el hambre y la opresión no son moneda corriente, “Los Juegos del Hambre” son una oportunidad de volverse famoso y asquerosamente rico ¿El precio? Sobrevivir ante los otros 23 tributos y llevarte la vida de alguno de ellos por delante si se presenta la oportunidad.

   Marvel iba acompañado por su madre, Rubí, a la plaza. No es que el chico fuese un antisocial ni nada por el estilo ya que la mayoría de los jóvenes iban en grupos y conversando entre ellos por el camino, pero él se había mudado hace poco tiempo del Distrito 1 y sinceramente no se sentía muy cómodo con sus compañeros de clase ya que no tenía la confianza suficiente aún con ninguno de ellos.

-No tienes por qué asustarte, yo voy a estar atrás entre las calles cercanas, cerca de las pantallas… y además las probabilidades están de tu lado- La temblorosa voz y la sonrisa nerviosa de Rubí no eran muy convincentes, pero Marvel intentaba mantener la tranquilidad, aún al lado de su temerosa madre.

-Mamá, no voy a salir cosechado…- Dijo en tono firme –…Y en caso de que suceda, seguramente algún tributo profesional va a ofrecerse como voluntario por mi-

-¡¿Y si nadie se ofrece?!- Ahora estaba histérica.

-¡Mama!- Marvel la tomó de la mano rápidamente intentando calmarla, pronto iba a armar una escena como cada año y esta vez no quería llamar mucho la atención, no solo por las personas que los observaban, sino también por el alarmante número de Agentes de la Paz que había en los alrededores. – No va a pasar, nada malo va a pasar ¿Si?- Su madre asintió levemente y ambos continuaron su camino con normalidad, pero algo dentro del chico se había instalado desde esta mañana, algo que quería ocultar de la vista de su preocupada madre; el miedo que le provocaba la cosecha desde que se habían mudado a este Distrito, la sensación de peligro inminente ahora que se acercaba a la plaza y la idea que se cruzaba por su cabeza a cada paso que daba de que lo alejen de su familia para ser llevado al Capitolio, no eran señales de que esta situación que se estaba presentando frente a sus narices estuviera dentro de su control.

 

-¿Trajiste tu amuleto?- Habían caminado varias calles en silencio hasta que Rubí decidió volver a hablar ahora con la voz más calmada.

-No me lo olvidaría por nada en este mundo- Sonrió señalando el prendedor circular de plata con la forma de un lobo aullando en el centro que lucía en la solapa de su camisa. El lobo plateado en lugar de un ojo tenía la incrustación de un pequeño zafiro siendo ese el símbolo de su familia. Era un objeto preciado para Marvel, su padre se lo había regalado cuando nació y lo llevaba en cada cosecha desde los 12 años para que le traiga buena suerte y, hasta ahora, nunca le había fallado. Con sus 16 años su nombre estaría unas 5 veces en la urna de los varones ya que nunca en su vida tuvo la necesidad de pedir una Tesela. Por más que este año no hubiese voluntarios las probabilidades estaban de su lado considerando la cantidad de personas que hay en el Distrito… pero aún teniendo en cuenta sus ventajas Marvel se sentía demasiado inseguro y con esas persistentes ganas de escapar del lugar, pero era lo suficientemente listo para no hacerlo, primero para no quedar en ridículo frente a la población del distrito 2 y segundo para no ganarse una reprimenda mortal por parte de los Agentes de la Paz.

   Ya estaban llegando a la enorme plaza frente al edificio de justicia, el lugar era inmenso, el área era más grande que un estadio, pero aún así había que ubicar algunos niños en las calles cercanas para que no colapsen los cordones de seguridad y haya espacio para todos los presentes. Rubí se había quedado junto a una pantalla cercana al edificio más alto de la zona, de todas formas no sería difícil encontrarla luego, en este Distrito eran muy llamativos los largos rizos rojos de la mujer. Marvel se unió a la multitud en la parte céntrica de la plaza, que es el lugar que ocupan los de su edad, luego de que los Agentes de la paz confirmaran su identidad. Se sorprendió al ver que su padre desde el escenario lo había reconocido entre todo el gentío ya que estaba sonriendo en su dirección.

   Pronto todo comenzaría, el guardián aún no iniciaba con su discurso y se notaba que en la parte más cercana a las escalinatas  sobraba espacio: Los profesionales no habían llegado para ocupar su lugar.

   Suenan unas trompetas por los altavoces y automáticamente después de eso se abren dos cortinas metálicas de los costados del Edificio de Justicia, saliendo por el lugar dos grupos de chicos a paso redoblado y prolijo. Por la izquierda salían las chicas, vistiendo uniformemente vestidos negros hasta las rodillas, por la derecha los chicos luciendo camisa y pantalones negros. Sin duda eran los tributos profesionales, de lejos se notaba su preparación superior y sus ejercitados cuerpos. Marvel había quedado boquiabierto al ver a los profesionales ocupar sus lugares “¿Con qué así luce el ejercito de asesinos en el 2?” pensaba. La entrada de los tributos en su Distrito natal difería mucho con la marcha militar que acababa de presenciar.

   Ya estaban todos, Lucius se acerco al micrófono y rompió la tensión con su jovial y alegre saludo.

-¡Bienvenidos! Bienvenidos amigos míos. Les deseo… ¡Felices Juegos del Hambre! y recuerden: Que las probabilidades estén siempre de su lado- Cada palabra que decía con tanta celebración era como un insulto hacía la vida de todos los niños que mueren cada año, pero muy pocos además de Marvel notaban eso con la rabia correspondiente.  -¡Pero!- Hizo una pausa – Antes de continuar con la ceremonia, vamos a escuchar con mucha atención el discurso del señor alcalde- Aplausos y luego el alcalde comenzó con el mismo discurso de todos los años, narrando como nació Panem y la rebelión que llevo a la guerra entre los distritos y el Capitolio, trayendo como consecuencias la destrucción del Distrito 13 y los Juegos del Hambre, finalizando con el conocido “Tratado de la traición”.

   Una vez acabado el discurso se hizo una leve pausa y nuevamente Lucius Alucard tomo su lugar al micrófono.

-¡Bien! Ahora sabremos quienes serán los valientes jovencitos, hombre y mujer, que tendrán el honor de representar a el Distrito 2 en estos septuagésimo cuartos Juegos del Hambre…- Cada vez que hablaba hacía extrañas gesticulaciones con sus manos, como si no pudiese controlarlas -… Primero las damas, igual que siempre- Lucius se acerco la urna en la que estaban los nombres de las chicas, tomo una papeleta completamente al azar y la alzo ante la vista de todos de forma triunfal. Se acerco al micrófono, extendió el papel y con voz fuerte y clara pronunció el nombre – Mayrana Spike…-

-¡Yo me ofrezco como tributo! – No hubo tiempo para que la cosechada se presentara y tomase su lugar, una tributo profesional gritó y alzó su mano para cumplir como voluntaria. Sus compañeras la miraban con una mezcla de sorpresa y rabia mientras ella era escoltada por los Agentes de la Paz hacía el guardián del Distrito. La chica no era muy alta, pero con su vestido se le notaban algunos de sus músculos: pequeños y bien definidos. Miraba hacia adelante segura con sus ojos castaños, el pelo negro atado en una prolija coleta se movía con gracia, se veía muy hermosa pero no por eso sería menos letal ¿Verdad? Uno de los vencedores se puso de píe en cuanto la reconoció y, al parecer, una lagrima se escapaba por su ojo izquierdo. Ese tipo se le hacía extrañamente familiar a Marvel…

   Lucius la recibió poniéndola a su lado izquierdo, siempre manteniendo su desquiciada y feliz sonrisa.

-¡Maravillosa! Realmente maravillosa nuestra voluntaria, dime ¿Cuál es tu nombre?-

-Clove…- Respondió con sequedad la chica.

-¿Tienes algún apellido?- Alucard debería de estar acostumbrado, pero de todas formas era parte de su formalidad preguntar, los tributos profesionales nunca dicen sus apellidos, al menos no hasta ganar los juegos.

-Solo dime Clove- La frialdad de la respuesta hizo reír a muchos de los presentes, quizás Lucius no les caía del todo bien…

-¡Muy bien! Clove, vamos a conocer quién será tu compañero de Distrito- Se acerco rápidamente a la urna de los varones.

   Para Marvel cada paso que daba el acompañante era un latido en su cerebro abatido por los nervios. Su respiración se aceleraba, tenía que calmarse, miro hacia donde estaba su padre, aún seguía con la vista fija en su dirección… eso lo tranquilizaba un poco, ojalá pudiese localizar a su madre y huir con ella. Pero debía esperar hasta el final, no podía flaquear en este momento; las probabilidades de su lado, la mano de Alucard sacando la papeleta, la sensación de peligro inminente, el vencedor con ojos llorosos, la chica voluntaria, sus padres sonriendo para atenuar el terror, la voz de Alucard pronunciando: -Marvel Sapphire- Y el mundo, simplemente, se detiene ante su mirada.    

 

Notas finales:

Espero sus reviews con comentarios y criticas constructivas!!! Nos vemos en el siguiente cap. :)


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