Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando Regreses por near23996

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Segundo capítulo! El fic no va a ser muy largo, ya tengo escrito hasta la mitad así que voy a subir lo que tengo, y el proximo fin de semana (si todo sale bien) subo el final!!

Espero les este gustando y nos vemos abajo :)

   El lobo plateado de ojos azules le parecía llorar por el brillo del sol reflejado en el zafiro. Marvel también quería llorar, pero la sorpresa fue tan grande que ahora se sentía en shock, mirando hacia adelante y con los labios juntos y rectos, sin ninguna expresión. Su padre lo seguía observando desde el escenario, pero ahora había miedo en sus ojos. “Bueno, bueno… tranquilo…” Pensó para sí mismo “… Ahora viene el voluntario y todo va a estar bien, va a estar muy bien…” Lucius se veía algo impaciente, al parecer no había voluntario y eso significaba que debía subir el tributo original.

-¿Dónde está nuestro valeroso tributo masculino?-

   Los profesionales conversaban entre ellos como demandándose algo, uno que sobresalía entre el resto por su estatura les hacía gestos de que se callen y que esperen. Marvel se sintió atrapado pero debía tomar su lugar… era el momento. Se abrió paso entre la multitud en dirección al pasillo que separaba a los chicos de las chicas, donde estaban los Agentes de la Paz listos para escoltar a los tributos. Con la mirada gacha y a paso lento, él, un chico delgado y larguirucho, con rastros de la infancia en su rostro, brillosos ojos verdes y pelo castaño corto. Él, Marvel Sapphire sería el tributo masculino del distrito 2. No hay lagrimas que se noten en su padre, pero si un dolor enorme en su persona. El grito de dolor de Rubí se escucha lejano pero no por eso menos expresivo, mitigado por sus manos y ahora comenzando a llorar sin consuelo.

   Ya había llegado con los Agentes de la Paz, miro hacia el escenario, cerca de su padre estaba el vencedor lloroso, miraba hacia él boquiabierto… ahora se acordaba de quién era, el último vencedor que tuvo el Distrito 2: Morgan Black. Joven en comparación con los otros vencedores, lo recordaba porque en el Capitolio lo vitoreaban gritándole “Esfinge del Distrito 2”, se volvió loco poco después de los juegos “¿Qué le habrá pasado en su mente?” Extremadamente delgado y la oscuridad de su atuendo acentuaba su blanquecina piel “¿Qué le habrán hecho los juegos, por qué ahora no parece más que un simple esqueleto?” Marvel miró con algo de lastima al vencedor, prefería morir en la arena antes de quedar tan loco y lucir tan enfermo.

   Morgan aparto la mirada de el chico que iría directo a su muerte (No habían muchas posibilidades para él, el nivel de Clove era muy superior al suyo y ni quería imaginar el de los otros profesionales) para clavar sus ojos en el chico rubio y alto que se interpuso en medio del camino hacia el escenario, ahora había horror en su semblante.

  Marvel levantó la cabeza cuando los agentes se detuvieron en seco, delante suyo había un chico que daba algo de miedo, un chico monstruoso.

   Los ojos azules del chico monstruoso lo analizaban como si fuese una criatura extraña. Una simple media sonrisa cargada de lo que pudiera ser satisfacción o picardía le provoco un sobresalto a Marvel. Dos Agentes de la Paz se adelantaron para sacar del medio del camino al chico rubio, pero antes de que llegaran a él, levanto una de sus manos manteniendo su sonrisa.

-Yo me ofrezco como Tributo- Su atuendo negro lo delataba como un profesional, ahora se aclaraban algunas cosas.

   El voluntario subió por sí mismo al escenario y se puso del lado derecho de Lucius Alucard. Marvel aún seguía rodeado por los agentes, dentro de él la sensación de peligro y terror no se iban, lejos de eso, ahora que había visto al chico monstruoso todas sus emociones actuales se intensificaban. Quería gritar, los nervios lo estaban matando y no comprendía el por qué.

-¡Bueno! Te has hecho rogar pero al fin te apareciste, dime ¿Cómo te llamas?- Lucius debía continuar con su trabajo, pero antes de que la ceremonia pudiese seguir su curso, un grito desgarrador proveniente de Morgan hizo que todos fijaran su atención en él. Se llevo la mano izquierda a sus labios, tembloroso, como si fuese a romperse en mil pedazos. Clove y el chico voluntario mostraban emociones contradictorias al ver al vencedor en completo estado de desequilibrio.

-No…- Era lo único que balbuceaba. Enobaria, otra vencedora que estaba cerca de Morgan, lo tomó por los hombros y se lo llevo lejos del escenario. A todo esto, Marvel seguía con su dilema contradictorio, no podía permitir que ese chico se vaya a los juegos en su lugar… si muriese no se lo podría perdonar nunca, no podría vivir consigo mismo sabiendo que por su culpa alguien ah muerto. Tenía que haber una forma de revertir los hechos, ¿Pero cómo?

-Las cosas se pusieron intensas ¿Verdad? Si que ha sido una cosecha interesante…- Lucius estaba realmente emocionado, era un increíble espectáculo para él que la cosecha del Distrito fuese tan sorpresiva y dramática en cierto punto. -… Ahora, para ir finalizando, dime ¿Cuál es tu nombre?- El show debía continuar.

- Cato- Con voz grave, masculina y sin sentimiento alguno, reveló su nombre ante todos los presentes. –Solo Cato…- Fulmino con la mirada al guardián antes de que le pregunte por su apellido.

-¡Excelente! Y, como es costumbre, ambos tributos deben darse la mano- Los chicos se estrechan las manos compartiendo una sonrisa cómplice. –Damas y Caballeros, un aplauso para los tributos del Distrito 2: ¡Cato y Clove!-

   Aplausos, los aplausos nublaban la razón de Marvel, la cosecha no debía finalizarse así nada más según él, quizás ahora comprendía un poquito al vencedor loco.

  Los Agentes de la paz lo sueltan, su padre baja rápidamente y lo abraza. La vorágine, los aplausos, los vitoreos para los tributos, todo parecía una escena descarada en una pesadilla. Rubí tardo un poco en llegar a donde estaba su familia pero al ver a su hijo tapándose los oídos y cerrando los ojos con fuerza comenzó a preocuparse.

-Marvel, ¡Marvel!- Intentaba hacerlo reaccionar acunando sus mejillas. -¡Silk haz algo!-

Silk, el padre de Marvel, le aparto las manos de los oídos y lo obligó a mirarlo tomándolo por los hombros, sumamente asustado.

 -¡Marvel! ¡Mírame! ¿Qué te pasa?- El chico reacciono, vio a su alrededor a las personas moviéndose todos en diferentes direcciones y al escenario ahora vacio, Cato y Clove ya no estaban ahí.

-Él no puede ir- Inquirió con urgencia. -¡Él no debe tomar mi lugar!-

-Hijo…- Sus padres no comprendían mucho su reacción, pero si lo traumática que debió haber sido toda la situación, había estado demasiado cerca de Los Juegos del Hambre. –Ya todo va a pasar hijo…-

-No va a pasar, ¡Ese chico no puede morir por mí, no es justo!- Ahora Marvel estaba llorando, postrado ante la injusticia de las circunstancias.

-Para eso fueron entrenados- Explica su padre. –No te sientas mal por él… lo más probable es que vuelva a salvo y victorioso- Sonrió al final.

-Quiero entrar a verlo- A los tributos se les permite despedirse de sus familiares y allegados antes de partir en el tren hacia el Capitolio. Sabía que si lo intentaba su padre podía hacerlo entrar a ver al joven que le acababa de salvar la vida, le debía mucho y quizás nunca se lo pueda pagar. Silk intercambio una mirada con Rubí, como si estuviese pidiéndole permiso, no podían negarse al pedido de su hijo, no si querían cerrar este horrible capitulo en su vida…

 

   Una oficina grande y lujosa, esa era la habitación en la que se encontraba Cato esperando a que lo reúnan en el tren con sus mentores y con Clove. Desde el ventanal de la oficina podía ver como ese chico por el que se había ofrecido como Tributo era abrazado por dos individuos que parecían ser sus padres.

-Al menos lo quieren…- Dejo su comentario perderse en la soledad de la habitación mientras se cruzaba de brazos y cerraba los ojos con frustración.

   Sus propios padres nunca le habían demostrado cariño ni alegría por sus logros… hasta hoy. A pesar de que la despedida fue rápida y poco emotiva, ciertamente estaban felices porque su hijo iría al Capitolio y cuando regresara (Si lo lograba) sería millonario y famoso. Cato no era idiota, no quería a sus padres y sabia que ellos tampoco a él, pero si amaban el dinero, esa fue la única razón por la que lo enviaron a la academia de tributos profesionales; no tenía importancia para ellos su vida y si arriesgándolo en los juegos del hambre podían ganar algo, que así sea.

“Idiotas, ni crean que van a poner sus manos en mi fortuna si llego a ganar” Pensaba.

-Lo lamento mucho… No sabes cuánto…- La voz quebrada de Morgan lo hizo voltear sacándolo de sus pensamientos.

-No tienes por qué…- Contesto intentando no sonar severo.

-Clove sabía que no era su turno, no entiendo por qué se ofreció como voluntaria… lo que menos deseaba era que ustedes fueran juntos…-

-Ella es consciente de sus acciones, sabe perfectamente lo que hizo. No sé por qué… pero confío en su razonamiento-

-Bien…- Termino con un hilo de voz. Le provocaba mucha tristeza ver a sus compañeros y alumnos tomar juntos este viaje mortal. –Acabo de verla y regañarla- Sonrió débilmente.

 -Las cosas son como deben ser…- Es a la idea que se aferraba Cato todas las noches para no tomar una cuchilla y rebanarse el cuello o el de sus padres -… Y solo nosotros las podemos cambiar- Se acerco a Morgan despacio. –No fue tu culpa- Puso una de sus grandes manos en el hombro del vencedor, podía sentir con su tacto a través de la tela lo mucho que se le notaban los huesos.

-Si lo fue…-

   Pasaron algunos minutos, aún debían esperar el tren, Cato seguía con Morgan en la habitación, pero ahora estaban sentados en un cómodo sillón de terciopelo rojo mirando a la nada, pensando.

-Un momento…- Inquirió Cato frunciendo el entrecejo con curiosidad. -… ¿No deberías estar con los otros mentores esperando el tren?-

-¡Sí!, pero… en realidad yo no voy a ir al Capitolio…-

-¿Qué estás diciéndome?- El valor abandonaba su cuerpo y su entereza flaqueaba ante el miedo de que su amigo no esté en el Capitolio para ayudarlo.

-Mírame Cato… no podría conseguir nada en estas condiciones.-

-¡Esas son idioteces! ¡TE NECESITAMOS ALLA!-

- ¡No puedo!- Morgan no podía ocultarle la verdad.- No seré capaz de elegir entre tú y Clove cuando llegue el momento… No quiero hacerlo. Perdón-

-Ya podrías dejar de disculparte…- Estaba enojado. Era cierto que lo necesitaban como mentor y también lo era que tomar la decisión de elegir entre uno de ellos para que los patrocinadores los ayuden al final, sería muy cruel, más aún cuando lo que está en juego son sus vidas. Pero en realidad no podría confiar en muchas personas, y con Morgan lejos del juego no se sentía completamente seguro. -…  ¿Quiénes irán como mentores?-

-Lyme y Brutus. Los conoces, ellos también te entrenaron, puedes confiar en que harán un buen trabajo desde afuera de la arena-

-Da igual- Bufó.

   Morgan bajo la mirada y le dio un abrazo a Cato que no fue correspondido, estaba muy triste y era obvio que el otro ya no quería su compañía.

-No olvides no mostrar sentimientos, así evitaras que te haga daño después- Sin decir más se fue por la puerta justo cuando un Agente de la Paz ingresaba para comunicarle que su tiempo había acabado.

-…Si logro salir, sino ¿Qué otro daño podría hacerme?- Miró hacía donde había salido Morgan y dijo esa frase más para sí mismo que para ser escuchada. Ahora estaba convencido de que no tendría más visitas hasta que llegara el tren… No podía estar más equivocado. El chico por el cual se había ofrecido como voluntario acababa de entrar en la oficina junto con un Agente de la Paz.

-Un minuto- El agente dio su indicación y prosiguió a dejar a ambos a solas.

 

 

Notas finales:

Morgan es un personaje de mi creación que va a ayudar mucho a los protagonistas, ya lo verán!! Espero les agrade :)

Nos vemos pronto!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).