Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cómo evitar que se roben a tu Seme por MikaShier

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Lo… Lo que sucede es que te adelantaste en los pasos, solo íbamos en el tres… y… ¡Saltaste hasta el veinticinco!

 

Naoko miraba a Rin con algo de, había que admitir, desesperación. Se encontraban en el departamento de este último, junto a Sousuke y Kisumi, el pelirrojo estaba hundido en su cama. Hacía mucho que no se sentía tan perdido.

 

La primera vez que se había sentido así, fue cuando chocó con ese muro, cuando sintió que quizá no servía para nadar. Siempre se resumía a lo mismo, vencer a Haruka. Y siempre resultaba igual, Haru siempre iba a ganarle.

 

Y por eso estaba tan estancado, completamente enamorado de ese idiota que solo estiraba la mano y lo conseguía todo. Y por eso sentía que se derrumbaba. Pero, contra todo pronóstico –Rin sabía que lo consideraban un llorón-, no había lágrimas surcando por sus mejillas. Solo se abrazaba a su almohada favorita, hundido en todo y nada.

 

— ¿Veinticinco pasos no es demasiado? —cuestionó Kisumi, cruzando una pierna sobre otra y acomodándose en el sofá— Aunque tratándose de Haru… Cincuenta pasos sería lo correcto.

 

—Cincuenta y dos, quizá —corroboró Sousuke, sentándose a un lado del cuerpo de Rin.

 

— ¿Están tratando de animarme o solo se burlan? —Rin ladeó un poco la cabeza, para poder ver el rostro de su mejor amigo, quien se encogió de hombros.

 

—Rin, no puedes deprimirte por algo así, yo ya te lo expliqué.

 

—No me estoy rindiendo, es solo que… No voy a seguir con esto de los pasos, quizá todo salga mejor si lo hago… Algo más natural —Naoko rodó los ojos y se sentó a un lado de Kisumi.

 

—Ya era hora. Me daba un poco de pena decirlo, pero, para ser sincero… Lo de las reglas es demasiado… Estúpido, no eres un niñito intentando gustarle a la niña que te gusta, ¿cierto?

 

—Si no conoces toda la historia, no hables —cortó Kisumi, luego acomodó las piernas en el regazo contrario. Naoko suspiró.

 

—En realidad, creo que tiene razón. Cuando supe lo que Haru hacía me pareció muy estúpido… Pero también es… Estrategia.

 

Sousuke suspiró en cuanto Rin comenzó a explicar los puntos buenos y malos de lo que estaban haciendo y el porqué debían dejarlo.

 

A decir verdad, ya todo estaba careciendo de sentido y, en teoría, no quedaba más por hacer.

 

Si el dolor era más que el amor, para Haruka, entonces no había forma de cambiarlo. Tendrían que actuar de otra manera y, lamentablemente, Rin debía estar solo en eso.

 

No le iba a seguir resolviendo la vida cuando apenas y podía con la suya…

 

Ahora que lo mencionaba, tenía un novio molesto en alguna parte de Tokio y lo mejor era que Rin se resolviera solo y él estuviese con Makoto. Ambos tenían algo que arreglar. Solos.

 

No planeaba seguir de la misma manera, como un perrito meneándole la cola a su persona favorita cuando su dueño era otro… Vale, que Sousuke estaba pensando en muchas tonterías, él no era ningún perro y Makoto no era su dueño, aunque su persona favorita sí era Rin.

 

De cualquier manera, el punto era que ahora Rin debía pelear por sí mismo en todos los sentidos, sin ayuda de nadie. Tal y como las personas normales hacían. ¿Podían darle consejos? Sí, ¿podían apoyarlo? ¡Por supuesto! Pero no más el planear por él.

 

Y al parecer Rin tenía la misma idea. Abandonaba la pelea en conjunto. Eran él y Haru, nadie más. Una relación era de dos y, aunque agradecía el apoyo, era hora de caminar a tientas. Haruka era un camino oscuro que él debía descifrar. Su camino.

 

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

 

Makoto estaba en completa soledad, leyendo un libro dentro de su apartamento en su cómodo y no tan cálido sofá. No sabía exactamente que debía sentir, llevaba dos días sin saber nada de Sousuke, y, aunque lo entendía, no lo justificaba.

 

Había sido la primera vez que veía a Sousuke llorar y por más mal que sonase, le había gustado. El que confiase en él, que se abriera.

 

Pero Sousuke había sido como una de esas plantas del océano, que se cerraba en cuanto hacías algún movimiento. ¿O quizá eran animales? Makoto no lo sabía y de todas formas no era relevante en la situación. No le había gustado que huyera. ¿Quién se creía para dejarlo de esa manera después de haberlo abrazado toda la noche?

 

Fuese como fuese, se encontraba solo  en ese instante. Hasta que tres suaves golpes irrumpieron el silencio.

 

Makoto se quitó los lentes  y cerró el libro, dejándolo en la mesita con las gafas sobre él. Caminó a paso lento en dirección a la puerta, quitándole el cerrojo y la cadenita antes de abrir.

 

Observó los ojos azules de Haruka, mirando con fingida indiferencia hacia otra parte. Evitó sorprenderse y se hizo a un lado, en silencio, dejándolo pasar.

 

— ¿Y Aki-chan? —cuestionó el castaño, el otro se encogió de hombros, restándole importancia.

 

— ¿No está Sousuke contigo?

 

—Se está quedando en lo de un amigo, es todo lo que sé. No me ha llamado ni nada.

 

—Pensé que Sousuke había conseguido un apartamento pequeño antes de venir a Tokio.

 

—Lo tiene, pero está evitándome a mí —se encogió de hombros, cerrando la puerta—. No va a estar en donde yo pueda buscarlo… De hecho, me pregunto si ha ido a su apartamento al menos una vez…

 

Haruka se sintió un completo mal amigo. Él no era el único con problemas, el único afectado por Rin y las estupideces que le rodeaban. Qué problemático. ¿Cómo podía amar a alguien así?

 

Quizá era un masoquista, pero Makoto lo sería el doble. Rin como mínimo le correspondía y lo amaba, únicamente a él. Pero ese castaño… Sousuke no le correspondía y él… Sonreía, incluso aunque le doliera.

 

Y por eso era su mejor amigo, porque su comprensión lo abarcaba todo, sin importar nada. Perdonaba, escuchaba, entendía. Yazaki jamás podría superar todo lo que Makoto era. Nadie lo podía superar.

 

Quizá hubiese sido mejor enamorarse de él, sería más sencillo, porque se entendían por completo. Con Rin, todo era… nuevo. A veces estaba enojado, a veces estaba muy feliz. A veces lloraba, a veces reía. A veces todo era competencia, luego todo era amistad. No aclaraba sus sentimientos, solo actuaba porque pensar le restaba mucho tiempo.

 

Rin no se rendía…

 

— ¿Qué haces aquí? —cuestionó, entonces, el castaño. Haru se sentó en el sofá y miró a su amigo— Solo de visita, ¿no?

 

—Puedo irme, si te molesta.

 

A Makoto jamás le molestaría la presencia de Haru, a pesar de cualquier inconveniente que se pudiese presentar. Fueron amigos al principio y lo serían hasta el final, no importaba si a veces, Haruka dudaba.

 

— ¿Quieres comer algo? Creo que tengo algo de caballa, la pondré a descongelar…

 

—No tengo hambre... ¿Cómo te va en la universidad? —Makoto suspiró y se sentó a su lado.

 

—Pues… Va bien, es algo complicado, pero nada que no pueda hacer. ¿Qué tal te va a ti?

 

—Bueno, desde que Rin se mudó todo se ha puesto tenso.

 

Un segundo, ¿qué? ¿Qué había dicho Haru? Rin… ¿Rin se había mudado a Japón? ¿Había regresado?

 

Era completamente consciente de que Sousuke charlaba con Rin el último día en que estuvieron juntos, pero ahora todo tenía más sentido… Rin estaba en Japón y eso había causado que Sousuke se rompiera. Porque eran humanos y por más duro que pareciese ser, ese pelirrojo siempre era capaz de doblarlo a su gusto.

 

—Entonces… Sousuke se está quedando en lo de Rin —concluyó, con un tono pesado. Haru sintió su corazón detenerse un segundo, a pesar de que en el fondo lo sabía, escuchar que otra persona también lo pensaba era demasiado. Estaba celoso, innegablemente celoso. Pero Makoto… Makoto no estaba celoso, estaba… Haru podía ver que la decepción era demasiado grande.

 

Rin. Ese era el problema siempre. Él.

 

—Estoy cansado de que todo esté alrededor de Rin —se quejó Makoto, echándose el cabello hacia atrás y soltando un suspiro.

 

—Desde que era un niño siempre vino a molestarnos —corroboró Haruka. El castaño negó, no estaba del todo seguro de eso.

 

—Rin no me parece molesto, pero supongo que es bastante… bueno para la vida de algunos. La tuya, por ejemplo. Y la de Sousuke. Le da una razón para esforzarse.

 

— Pero siempre causa problemas.

 

—Eso no lo voy a negar, pero aún así sigue siendo nuestro amigo. Antes que todo, ¿no? —Haruka lo miró por algunos segundos, luego se mostró frustrado.

 

— ¿Por qué dices eso tú? No te veo siendo amigo de Sousuke.

 

—No puedo ser amigo de Sousuke sobre todas las cosas porque, para empezar, nunca fuimos amigos. No tenemos un pasado juntos, a diferencia de nuestro pasado con Rin.

 

—No entiendo a qué viene eso, ¿quieres que lo perdone?

 

—No, no quiero que lo perdones. Lo que hizo no estuvo bien. Pero también hay que considerar que su relación está rompiendo la amistad entre todos nosotros y él.

 

—Hoy le dije que me ignorara —comentó Haru, echando la cabeza hacia atrás y suspirando mientras cerraba los ojos, Makoto lo miró atentamente—. Me besó… Y yo le volví a decir que me ignorara. No sé si piense seguir con esto.

 

“No sé si puedo seguir intentando olvidar a Rin.”

Notas finales:

Aclaración: A pesar de que Sou se quedaba con Makoto, él no mencionó que Rin había regresado for evah dado a los asuntos que todos conocemos~.

 

¡Perdón! Nah, no lo lamento. Sé que he tardado mucho y vengo escribiendo poco, pero realmente necesitaba un respiro, pues estuve a nada de cancelar todas mis historias. Hasta había hecho la nota de aviso. Pero no voy a rendirme, no me gusta dejar las cosas a medias. ¡Y aquí estoy! Recuperada de mi pequeño estancamiento de mini depresión. Algunas de las lectoras conocen a la persona que causó eso (la culpo abiertamente, sí) y agradecería que no le mencionaran el estado en el que entré porque acabo de salir;3

 

En fin… ¡Gracias por sus comentarios alentadores y por seguirme leyendo! En verdad, yo no sería nada sin ustedes, solo un simple humano inútil. Espero que les haya agradado y, aunque no lo crean (pero deberían esperárselo viniendo de mí),  ¡Cómo evitar que se roben a tu seme está llegando a su final! Sí, solo había planeado quince capítulos pero esto se… se descontroló, literalmente. Así que… ¿Tienen dudas? ¡Díganmelas y yo las aclararé en los últimos cinco capítulos!

 

Las adoro, muchísimas gracias.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).