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Cómo evitar que se roben a tu Seme por MikaShier

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Notas del capitulo:

ATENCIÓN.

Lo que está en cursiva mientras los personajes dialogan, es porque supuestamente están hablando en inglés.

─ ¡Rin Matsuoka!

 

El grito recorrió cada espacio de la casa. El mencionado chistó levemente y cerró la puerta de su habitación con cuidado, para fingir que no había escuchado a Lori. Se dejó caer nuevamente en la cama, mirándose en el espejo desde ahí.

 

¿Qué debía hacer?

 

Seducir a Haru a kilómetros de distancia sería difícil. Al pelirrojo no se le ocurría nada más que desvestirse lentamente frente a la cámara, con el pelinegro ahí. Claro, eso atentaba contra su dignidad, pero...

 

No, si desvestirse atraía a Haru, entonces era solo su cuerpo lo que le gustaba. Y no quería averiguarlo. Y es que... ¿De verdad Haru le olvidaba tan fácilmente? La puerta se abrió fuertemente, chocando contra la pared. Rin apretó los ojos, dejando de mirar su propio cuerpo.

 

─Apúrate a vestirte y vete a la universidad, Rin ─masculló Lori, empujándolo─. No pensé que fueras a ponerte caprichoso.

 

─Ya, ya. Me visto y me largo. No te pongas histérica, ¿sí? ─aunque sonó irritado, Rin tenía en su voz la depresión, esa que le había hecho llorar la noche entera.

 

─Vale. Tu almuerzo está en la mesa. Yo iré con Russel a comprar algunas cosas, quizá no regresemos hasta después de las seis ─el pelirrojo asintió, quitándose la camisa y cambiándola por otra.

 

─Gracias, Lori... Me sacaré el pantalón, ¿puedes salir?

 

Media hora más tarde, Rin arrastraba los pies en dirección a la universidad. La instalación era enorme, había que admitir, y bastante bonita. Al pelirrojo le agradaba asistir ahí, aunque odiaba levantarse muy temprano cada mañana para alcanzar a ir a correr. Claro, no tenía por qué hacerlo, pero ejercitarse si que le gustaba.

 

Los mellizos esperaban en la entrada de la institución, listos para colgarse de ambos brazos de Rin, quien, exasperado, los sacudió en un intento de sacarlos de encima.

 

─ ¿Hablaste con tu novio "no tan novio"? ─cuestionó Hannah. Su hermano asintió, de acuerdo.

 

─ ¿Hicieron las paces?

 

─No. No volví a conectarme. Me jode.

 

─Dios, tan bonita cara que tienes y la arruinas con tu lenguaje ─Hannah se tapó la boca con burla─. Ya sabemos muy bien que él te jode, no tienes que explicárnoslo ─Rin rotó los ojos.

 

─Sí, Rinrin, qué descarado ─se mofó el chico a su lado con voz indignada─. Solo queríamos saber que tal la llevabas y sales con tu posición en la cama. Mal, mal, mal.

 

─Si no dejan de molestar, par de inútiles, voy a matarlos ─La chica sonrió con inocencia.

 

─Oh, pero si nosotros solo queremos ayudar.

 

─Déjalo, Hanny, el amargado necesita una buena...

 

Rin apretó los dientes. El par de amigos que tenía lanzaban bromas bastante pesadas. Ignorando las idioteces que musitaban, Rin se adentró en los pasillos para asistir a la primera clase del día.

 

El primer periodo transcurrió lentamente bajo los chistes malos de los mellizos, aunque para ellos eran graciosos. Rin comenzó a preguntarse si las cosas serían diferentes de haberse ido a Tokio y no a Sídney, aunque pensar en ello no ayudaba en su situación.

 

La primera regla de su lista debía cambiar. No había perdido a Haru aún, eso estaba seguro. El pelinegro no podía olvidarle tan rápido, ¿cierto? Lo que sucedía era que la tal "Aki-chan" estaba robándoselo. Así que debía aplazar aquella primera regla.

 

La goma de su borrador fue mordisqueada mientras Rin acallaba sus nervios. Debía pensar en algo que le ayudase a evitar que le robasen a su Haru, pero, ¿cómo empezar?

 

¡Ah, claro! Primero debía asegurar las cosas. Fijar el puesto que tenía en la partida antes de atacar. Así que abrió la libreta y apuntó en japonés.

 

"Primera regla para evitar que roben a mi Haru: Averiguar sobre la posible amenaza".

 

Sí, un nombre no era suficiente. Debía averiguar el rol que ella tenía y cómo afectaba a su posición. Sí, sí, sí. Era perfecto.

 

Que Haru se preparaba, porque su querido Rin no iba a dejar que lo sacasen del juego.

 

SSSSS

 

Era el segundo receso que tenían. Andrew lanzaba una manzana al aire, atrapándola mientras caía. Hannah jugaba con la pajilla de su jugo mientras golpeaba a Rin con las piernas, que mantenía en el regazo del mismo. El pelirrojo, por su parte, llevaba un buen rato con la mirada en el cielo. Estaban sentados en el patio interno, bajo la sombra de un gran árbol.

 

─Llámale ─dijo Hannah, Rin chistó y se recargó sobre el tronco, quitó la manzana a Andrew y le dio una mordida.

 

─Estoy comiendo ─balbuceó. Su amigo le quitó la fruta, rodando los ojos.

 

─Cobarde.

 

─Anda, Rin. Debes hablar un poco con él, quizá así te explique eso de la Aki-chan, ¿no, Andrew?

 

─Ajá.

 

─La primera regla básica de una chica es dejar que él llame primero ─comentó sonriendo─. Pero tú no eres chica y él está fallando a su promesa si dejó de amarte, ¿no? Así que llámalo.

 

Rin tragó la comida y observó los grandes ojos de su amiga, llenos de honestidad. Asintió y, tras morder la manzana de Andrew nuevamente, sacó el teléfono. El tono se escuchó tres veces antes de que Haru tomara la llamada. Solo que no era Haru.

 

Una dulce voz femenina invadió la bocinita del celular, provocando que Rin casi lanzara el teléfono, poniéndole los nervios de punta.

 

─ ¿Diga?

 

─Ha... Haru... Tú... ─quiso golpearse la cara contra el tronco por su estupidez. La suave risa de la chica inundó sus oídos. A Rin le pareció que se reía como una foca en efecto retardado.

 

─Oh, por los dioses, ¿Rin Matsuoka? Es decir... La pantalla decía claramente Rin, pero ya sabes. Tu nombre... Haru está bañándose.

 

Zorra, zorra, zorra.

 

─ ¿Quieres que le pase el teléfono, le diga que te llame o prefieres dejar un recado?

 

"¡Que te vayas al diablo! Eso prefiero"

 

─No... No es prudente interrumpir el baño de otros, ve... ¿verdad? ─dijo a pesar de las groserías que ansiaba soltarle. Aki rió. A Rin le entraron ganas de llorar.

 

─Cierto. Entonces... ¿Le digo que llamaste o...?

 

─Eh... Sí... Dile que le llamé, pero que no es necesario que devuelva la llamada ─Hannah se preocupó por el tono que Rin empleaba, parecía a punto de llorar. Además, podía jurar que el celular estaba a punto de ser aplastado por su puño─. Gracias...

 

─Espera, ya salió... Haru, te llaman por... ─colgó.

 

No Rin, Haru colgó.

 

─Ha sido una mala idea ─Andrew dejó de mordisquear la manzana tras escuchar la voz temblorosa de su amigo.

 

─Lo lamento, no creí que te pondría mal hablar con él...

 

─No... Es que ni siquiera... Bueno... Ella contestó ─Hannah se tapó la boca con ambas manos.

 

─Eso es... Lo siento, no debí insistir.

 

─Está bien, ¿vale? ─sonrió apenas.

 

─ ¿Quieres la manzana? ─Andrew no sabía qué hacer, era igual de torpe que su hermana en eso de dar su apoyo. Rin negó suavemente antes de levantarse.

 

─Me adelantaré. Nos vemos luego.

 

Tomó sus cosas y atravesó el campo rápidamente. Esa tal Aki... ¿Le conocía? Sacudió la cabeza varias veces, alejando la idea de su cabeza. No, nadie que le conociera como para actuar emocionado lo odiaba tanto. Se encerró en un cubículo, ignorando las preguntas de algunos chicos que estaban en su clase y se encontraban en los baños. Respiró hondo, cuidándose de emitir ruido alguno. Se sintió traicionado por sí mismo cuando una lágrima bajó por su mejilla, seguido de otras más. Se mordió el labio para ahogar su hipeo  y miró el techo.

 

Apenas había entrado al partido y ya estaba perdiendo.

 

SSSSS

 

El sábado por la tarde, Rin reconectó su aparatos al internet. Lori le había levantado el castigo después de obligar a Russell a hablar de las relaciones sexuales con él, en donde el hombre, tras reñirlo, había llegado a la conclusión de que no era necesario hablarle de sexo a alguien que era todo menos virgen, dando por zanjada la situación.

 

Rin se acomodó en la sala, con el corazón latiéndole nervioso en el pecho. Respiró profundamente y se conectó. El servidor decía que Haru también estaba conectado, así que esperó a que le enviara una llamada, un mensaje, cual fuese. Aún si solo escribía un estúpido punto, que le hablase.

 

Puede decirse que el pelirrojo pasó una hora frente al ordenador, con los ojos picándole y su corazón rompiéndose mientras veía algunos videos en el navegador o leía la actualización de su manga shoujo en línea favorito. Haru nunca llamó, ni siquiera mandó un estúpido mensaje. Rin, en medio de su desesperación, se conectó y desconectó varias veces, consciente de que la aplicación enviaba notificaciones a cualquiera que le hubiese agregado. Recibió un mensaje.

 

"Pingüino69.

Heey, Rin-chan, ¿te falla el internet?" El aludido frunció el ceño, sintiéndose patético.

 

"SharkRin0202.

No exactamente." Lo que le fallaba, era el corazón. En un ámbito figurativo, por supuesto.

 

"Pingüino69.

Los chicos y yo estamos en casa de Mako-chan. Ésta vez hemos venido de visita. A mis padres no les importa, pero a los de Rei-chan está comenzando a molestarles, el otro día me dijo... ¡Oye, rubito, deja de llevarte lejos a mi niño todo el tiempo! Así que ahora solo salimos cinco de siete días, qué estricto, ¿verdad? Gou-chan es libre, ella siempre que la invitamos viene y ya". Rin se secó las lágrimas que de pronto habían salido. Claro que, aunque él estuviese estancado, todos los demás seguirían con su vida.

 

"SharkRin0202.

 

Ah, que bien. Mis amigos vendrían hace veinte minutos, pero no han llegado. Me alegra que por fin alguien te ponga un alto, terminarás con la vida del pobre Rei si sigues pegándotele...

 

Bromeo".

 

"Pingüino69.

 

Rin-chan, ¡malvado! Oye, oye... ¿Hacemos video llamada? Los chicos están de acuerdo, queremos conocer a tus amigos, te tenemos una sorpresa ¿Qué opinas? ¿Sí o sí? ¡Buena idea!"

 

Apenas terminó de leer el mensaje, una llamada apareció en la pantalla. Rin esperó que la cámara no mostrase sus ojeras y aceptó de inmediato. La imagen de Makoto, Rei, Nagisa y Gou apareció en pantalla.

 

─ ¡Hola! ─gritaron al unísono. Rin sonrió de lado y se acomodó sobre la cama, acostándose boca bajo.

 

─Hola, ¿qué tal les va?

 

─ ¡Bien! Hermano, casi no hemos hablado y… Adivina qué... ─Rin rotó los ojos, Makoto lo observó, divertido.

 

─ ¿Qué?

 

─ ¡A Gou-chan la aceptaron como jueza en el concurso de músculos del festival de otoño! ─Interrumpió Nagisa. Gou hizo un puchero, empujándolo.

 

─ ¡Nagisa-kun!

 

─Nagisa-kun, Gou-san quería contarlo ─riñó Rei. El rubio se encogió de hombros─ ¿Cómo le ha ido a usted, Rin-san? ¿Tiene exámenes últimamente?

 

─No, ¿por qué? ─el peliazul se acomodó las gafas.

 

─Parece bastante cansado ─Eso era cierto, Rin se estaba cansando de su propia cobardía, más quizá Rei no quería decir aquello.

 

─No. Estoy perfectamente... ¿Y cómo te va a ti, Makoto?

 

─Bien. Conseguí un trabajo de medio tiempo en una sucursal de WcDonald's, empiezo el lunes.

 

─ ¿Con quién hablan? ─El corazón de Rin dio un vuelco cuando Haru apareció en pantalla. Todo el mal se apretujó en su pecho, haciéndolo sentir débil, tomó una almohada y apoyó la barbilla en ella, hundiéndose lo suficiente como para tapar su sonrojo─ Ah, Rin ─el aludido quiso ignorar el cambio de tono que distinguió en su voz, pero no lo logró.

 

─Me alegra que te vaya tan bien ─murmuró. Rei notó el repentino tono apagado de su voz, aún así, calló. Ya intentaría saber que pasaba después─. Hola, Haru ─el pelinegro desvió la mirada, incómodo, y movió los labios. Rin entendió que le devolvía el saludo. Soltó una risa nerviosa, entonces un peso le cayó en la espalda.

 

¡Rin, Rin, Rin! ─Hannah se acomodó encima, mientras el pelirrojo se quejaba─ Lori nos dio comida deliciosa, por eso tardamos ¿Sabes? Te pierdes mucho encerrándote en tu cuarto. Definitivamente eres un cerebrito, tu mami australiana me contó que les tiraste el internet por dos días enteros.

 

¿Estaban aquí y no me llamó? ─murmuró. Andrew apareció, acostándose a su lado y acercándole una manzana a la boca. Rin la mordió.

 

Bah. Oye, ¿ellos son tus novios japoneses? ─Hannah dejó de revolcarse en la espalda de Rin y observó la pantalla.

 

No son mis novios ─masculló. Andrew alcanzó a morder la manzana antes de que Rin se la quitara─. Ellos son Hannah y Andrew, los mellizos ─presentó mirando a sus amigos en Tokio. Haru parecía molesto. Rin suspiró. Quizá sabría quitarle el mal humor si supiera de qué iba.

 

─Eh... ¿Hola? ─murmuró la chica, antes de observar atentamente a Gou─ Dios... ¡Es tu versión femenina! ¡Es más fácil imaginarte como una niña ahora!

 

─Rin-chan, preséntanos también ─pidió Nagisa. El aludido asintió, ignorando a Hannah, quien restregaba la mejilla contra la suya.

 

Bien, él es Nagisa ─comenzó─. El del cabello rubio falso de ahí.

 

─Rin-chan... Antes de que continúes, queremos decirte que Rei-chan, Gou-chan y yo estamos asistiendo a cursos especiales de inglés y Haru-chan y Mako-chan van a una escuela especializada de inglés desde hace meses... ¡Sorpresa! ─Rin parpadeó varias veces y sonrió. Nagisa había sonado serio por un momento, pero la sonrisa boba que le había dedicado después le quitaba dicha seriedad. El pelirrojo se disponía a probarlos─ Mi cabello es así naturalmente.

 

Me alegra. En fin, el de lentes es Rei ─el chico saludó cortésmente─. Ella es mi hermana, Gou.

 

¡Hola! Gracias por ser amigos de mi hermano.

 

─ ¡Oh, no te preocupes! Gracias a tu hermano por aceptarnos ─dijo Hannah.

 

Sí, cualquier otro nos hubiera mandado a la mierda ─Rin negó varias veces.

 

Yo los mandé a la mierda, pero son unas jodidas pulgas.

 

Nos conocimos en las prácticas. Hannah lo vio y se enamoró de él. Lo invitamos a comer, se declaró, Rin dijo que era gay y luego fuimos de compras ─contó. Gou sonrió.

 

¿Te gusta ir de compras?

 

Tengo el mismo gusto que mi hermana ─explicó. Haru arrugó el gesto. Rin... ¿entendía esa insinuación? Al parecer no, porque mordió la manzana de Andrew, de nuevo.

 

Sigamos... El castaño grandote es Makoto.

 

Un gusto, chicos ─sonrió amable, aunque avergonzado por la descripción de Rin. Hannah pateó a su hermano.

 

¿También eres gay? Porque si no es así, mi hermanita estaría encantada de salir contigo.

 

¡No te pateé por eso! ─se quejó la melliza─ Quería manzana... ─dirigió la vista a Makoto, quien reía suavemente─ Perdona, no es personal. Me gustan más los gatitos, como Rin ─el aludido abrió la boca, dispuesto a insultarla, más Andrew le pellizcó la mejilla.

 

¿Le han escuchado ronronear? ─se burló─ Hace como si gruñera pero en realidad...

 

Yo soy Haru ─interrumpió el pelinegro. Los mellizos detuvieron el hostigamiento a Rin y observaron al ojiazul en la pantalla.

 

El ex de Rin ─dijo Andrew. El pelirrojo desvió la mirada. Hannah le susurró algo al oído.

 

Como sea ─masculló Haru─. No es un gato. Y deberían dejarle en paz.

 

¿Nosotros? ¿No deberías apartarte tú?

 

Andrew, Haru y yo somos amigos, deja de molestar ─el aludido se acercó al oído de Rin.

 

¿Cómo quieres que seamos buenos con el que te tiene así? ─susurró acariciándole las ojeras. Rin apretó los ojos, Haru pensó que lo disfrutaba y ese pensamiento le hizo ignorar los murmullos de sus propios amigos, quienes sabían que a Haru le faltaba el derecho para tratar a Rin como suyo. Aunque quizá malinterpretaban su intención. El pelirrojo atrapó la mano de Andrew.

 

Déjalo y ya, ¿vale? ─el chico asintió, tras pegarle en la sien con la frente.

 

Si lo haces llorar de nuevo, iré a Japón y te cortaré los ─Hannah abrió los ojos ampliamente y pasó de la espalda de Rin a la de Andrew con rapidez suficiente como para taparle la boca. El chico se libró─. Iba a decir mechones, mechones, de verdad.

 

El rostro de Haru mostraba que no había comprendido, pero el de Gou, Nagisa, Rei y Makoto decían lo contrario. Rin arrugó el gesto, desviando la mirada. Que inoportuno era todo aquello.

 

Sus amigos siempre eran impertinentes, siendo Rei y Makoto los únicos que sabían cundo callar. Se talló el rostro y continuó charlando, pronunciando lentamente para que los japoneses entendiesen. Andrew y Haru se fulminaban con la mirada.

 

No había que malentenderlo, Rin era para Andrew como su hermano menor, quería protegerlo tanto como a Hannah y le jodía la insensibilidad aparente del ojiazul ex novio de Rin, aunque sabía -por el pelirrojo- que Haru tenía un lado romántico, tierno.

 

Aunque claro, el chico no era su hermano realmente.

 

Hannah lo observó con incruelidad cuando su hermano se pegó más a Rin, rozando su brazo de una manera insinuante. La mirada de Haruka agravió. No tardó en comprender que ese era el objetivo y se acomodó a un lado de Rin, sonriéndole cerca del rostro mientras éste reía por algo que el tal Nagisa contaba.

 

El público comenzaba a perderse en la cámara de Japón mientras los integrantes del grupo de amigos recibían cosas nuevas que hacer. Makoto había terminado por alejarse para pedir una pizza y Gou debía ir a comprar un vestido digno de una jueza antes de que cerrasen su tienda favorita. Así que solo Rei, Haru y Nagisa continuaban hablando. Bueno, el rubio y el peliazul sí charlaban. Haru se limitaba a fulminarlos con la mirada mientras Andrew le provocaba, acariciándole el brazo a Rin, quien estaba acostumbrado a los empalagosos que podían llegar a ser los mellizos. Pero, cuando el mellizo tomó la mano de Rin y comenzó a hablar con su hermana sobre ellas, Haru se crispó.

 

¿No están tocándolo demasiado? ─La chica recargó la cabeza en el hombro del pelirrojo y esbozó una sonrisa.

 

¿A quién estás diciéndole eso? ─musitó con amabilidad. Nagisa observó al pelinegro a su lado con curiosidad y extrañeza mientras Rei quería que la tierra lo tragase -a Haru- por ser tan inoportuno. Porque… Bueno, no tenía derecho a estar celoso, salía con Yazaki, ¿no? Además, él podía notar que el tal Andrew estaba restringiendo el toque en la piel de Rin. Pero bien, Haruka siempre había sido muy celoso. Había que recordar el día en que le molestó que Rin tuviese fotos de su hermana en la habitación -que en realidad resultó ser la de Mikoshiba Seijuurou- y no de él.*

 

A ambos ─Rin frunció el ceño. Fue a contestar, pero Andrew se adelantó.

 

¿Con qué motivo? Es decir, ¿quién demonios te crees? ¿Qué no tienes a alguien más que te caliente la cama? ─Haru arrugó el entrecejo mientras Nagisa abría los ojos ampliamente y Rei adquiría un tenue sonrojo.

 

─ ¿Qué ha dicho? ─preguntó al rubio, quien negó rápidamente, indispuesto a serle de traductor.

 

Vete a la mierda ─gruñó Rin, tirando al mellizo de su cama y lanzándose sobre él, dispuesto a golpearlo─ ¡Yo no le caliento la cama a nadie, imbécil! ─gritó. Hannah tomó la computadora y la dejó en el escritorio rápidamente, pensando primero en el bienestar del objeto de valor monetario antes de la pelea de su hermano y su mejor amigo. Obviamente, no tardarían en parar.

 

¡Solo lo decía para joderle un poco! ¡Quítate de encima!

 

¡No tienes que molestarlo! ─intentó golpearlo, mas el chico bajo él desvió su puño. Hannah se acostó en la cama e intentó separarlos desde ahí con el pie. No dio resultado, claramente.

 

¡¿Por qué te dejas tratar así, eh?! ¡Se merece su… su merecido! ¡Deja de intentar golpearme! ─pidió molesto, intentando sacarse a Rin de encima, quien solo seguía apretando el agarre─ No tienes que desquitarte conmigo.

 

─Rin, ya basta ─pidió Hannah. Nagisa gritaba que se detuvieran, sintiéndose realmente impotente al decirle aquello a una pantalla. Haru había sido quitado de escena por Makoto, quien hablaba seriamente con él fuera del departamento. La chica se quitó el zapato y lo alzó. Entrecerró un ojo y, segura de que le daría a Andrew en la cara, lo lanzó. Rin recibió el golpe, sorprendiéndose. La chica saltó en su lugar y le dedicó una sonrisa inocente─. Era para mi hermano, perdón.

 

Andrew fue el primero que se rió. Las leves sacudidas de su pecho se contagiaron a Rin, quien, sobándose la cabeza, sonrió y le ayudó a levantarse. El mellizo se quejó de la mala puntería de su hermano mientras el pelirrojo se disculpaba.

 

Haru cerró la portátil con algo de fuerza, sorprendiendo a Nagisa y recibiendo otra mirada de reproche por parte de Makoto, a quien le había dicho que no estaba celoso ni nada parecido en cuanto éste le había guiado fuera. Apretó los ojos y dejó salir el aire.

 

Las manos le cosquilleaban y los celos quemaban su pecho. Pero no podía hacer nada, debía aguantar. Se lo había prometido a Aki.

 

Rei quiso bufar un par de groserías mientras observaba el mal humor de Haruka. Sentía pena por él y por sus notables celos, pero al mismo tiempo le enojaba demasiado. Y es que Haru no tenía derecho a tratar a Rin como si aún fuesen pareja, ni mucho menos, porque él estaba saliendo con Yazaki Aki.

 

¿No?

Notas finales:

**La información sobre Haru ligeramente molesto (para mí bastante celoso) cuando cree que Rin no mantiene fotos suyas es oficial. Se encuentra en el Free! CD Drama 2 Track 09.

Shippeo todos esos discos donde sale Rin, ¿ustedes no? Q(o , o)

¡Hola! Tardé bastantito en actualizar, pero bueno. De todas formas, este cap es más largo de lo usual, aunque eso no me quite de culpa alguna.

 

Espero esté gustándoles. Gracias por leer!


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