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Cómo evitar que se roben a tu Seme por MikaShier

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Notas del capitulo:

En este cap, lo que dicen en japonés estará en cursiva. Debo añadir que, como esto está narrado en tercera persona, pero centrado en Rin, lo que sucede a su al rededor es lo principal. Esto no quiere decir que Makoto, Haru, Aki, Nagisa, Rei y Gou se queden como estatuas ante la otra pantalla, espero me explique.

─Yazaki Aki… Le gusta leer, está en el club de natación femenino de Tokio, ama comer pescado, es amigable, social… Tiene muy buenas fotos, enserio le favorece… ─sacudió la cabeza─ Bien, bien… Nacida en Iwatobi, Japón. Actual residencia ubicada en el edificio departamental quinientos veintitrés, en Tokio, Japón. Estudia en la universidad…

 

─ ¡Es el mismo edificio en el que vive Haru! ─Saltó Rin. Andrew se tapó los oídos mientras su hermana rotaba los ojos y volvía a concentrarse en la página de perfil de Aki.

 

─Una chica cuyo seudónimo es “Aki-chan” no puede ganarte a Bakanase… ─ musitó Andrew, observando la pantalla del portátil de su hermana, luego se alejó. El pelirrojo frunció el ceño.

 

─Perdón, ¿qué has dicho? ─El mellizo sonrió, revisándose en el espejo.

 

─Bakanase. Ya sabes, investigué un poco y sé que “Baka” es idiota, imbécil, cosas así, en japonés. Decidí mezclarlo con el idiota de tu novio. La traducción sería… Idiotanase.

 

─Hannah, ¿segura que tu hermano está bien de la cabeza? ─La chica negó.

 

─No, mamá intentó mandarlo a un especialista, pero el idiota no se dejó… Aunque tiene razón, alguien con el seudónimo de Aki-chan en una red social no puede ganarte al galán. Aunque ella es bastante linda… ¡Oh! ¡Definitivamente no te lo ganará tan fácil! ─Rin dejó de molestar a Andrew y se acercó a la chica.

 

─ ¿Por qué? ¿Qué encontraste? ─Hannah se arregló el cabello y sonrió egocéntrica.

 

─Tiene diecinueve años, los cumplió en mayo ─comentó satisfecha. Rin apretó los labios.

 

─No seas estúpida.

 

─Cuidado con como llamas a la estúpida de mi hermana, Matsuoka ─Hannah bufó.

 

─No soy estúpida… ¿No lo entiendes? Rin… ¿Cuándo cumples años?

 

─Dos de febrero. Y en mi semana de cumpleaños, serán mis sirvientes.

 

─Sí, sí. Pero ahora tienes dieciocho años, ¿no? O sea… Eres menor que Haru por… cinco meses, ¿cierto, cierto?

 

─Estás yendo por un camino lleno de estupidez… Hannah, ¿cuándo quito el aluminio de mi cabeza? ─La chica agitó la mano.

 

─Cinco minutos más, Andrew. El punto es que tú eres cinco meses menor y ella dos o tres mayor… ¡Tienes ventaja! Los chicos adoran saber que su pareja es menor. Eres perfecto para él…

 

─Haru no le lleva cinco meses a Rin… Durante cinco meses, ellos tienen la misma edad.

 

─Cierto… Entonces… ─Hannah abrió el calendario en la computadora. Rin apretaba los puños, intentando calmarse─ ¡Siete meses de diferencia! Eres siete meses menor que Haru.

 

─Bakanase.

 

─ ¡Bakanase!

 

─Sigo sin entender por qué eso sería importante.

 

─ ¡Es importante! Eres el pasivo perfecto para él. No puede cambiarte por alguien mayor cuando ya probó la ternura e inocencia de alguien menor.

 

─Eso es estúpido, hermana ─Andrew se quitó el aluminio de la cabeza, volteando de inmediato y abriendo ambos brazos, sonriendo─ ¡Saluden al nuevo rubio! ─Rin amplió los ojos antes de soltar una carcajada.

 

─Vale, toma, Hannah ─Rin sacó diez dólares de su bolsillo, entregándoselos a la chica, quien los contó y sonrió satisfecha. Andrew frunció el ceño.

 

─ ¿Por qué le pagas?

 

─Rin dijo que no me atrevería a pintar tu cabello de verde, yo dije que me diera diez dólares si lo hacía.

 

Andrew gritó hasta que su madre subió a la habitación de Hannah y lo riñó, para después echarles el sermón a ella y a Rin. El ahora peliverde decidió que el color no le quedaba tan mal y se calmó por el resto de la tarde, aunque cobró venganza, haciendo que Hannah peinara a Rin con trencitas y Rin maquillara a Hannah -aunque no lo hizo tan mal- mientras esperaban a que dieran las ocho, para comer algo.

 

Hannah fue la primera en regresar a la habitación, prendiendo la computadora y conectándose para seguir investigando a Yazaki. Había algo que no encajaba del todo, porque parecía como si la chica tuviera a alguien que no era Haruka. Sin embargo, ese pensamiento quedó en el olvido cuando la página se actualizó con una foto nueva. Una donde salía la chica a lado del dichoso pelinegro, quien mantenía en su rostro una leve sonrisa mientras veía a la pelinegra de reojo.

 

─Enserio, no se te ve tan mal, Andrew ─Hannah sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar la voz de Rin en la puerta. Sus nervios hicieron que tirase el ratón de la computadora al suelo antes de que cerrara la página con la foto de Haru y Aki.

 

─ ¿Qué pasa, Hannah? ─cuestionó Andrew cuando esta se apuró a recoger el objeto, causando que cayera su polvera. La chica iba a contestar cuando el computador emitió una suave melodía.

 

─Nada ─cerró la página y suspiró con alivio, observando a Rin echarse a la cama con desinterés en lo que ella estaba haciendo─ ¿Por qué no te quedas a dormir? ─cuestionó. El pelirrojo dejó que el aire saliera por su boca.

 

─ ¿No le molestará a tu madre? ─Andrew negó.

 

─Sabe que eres gay. Quizá te diga que duermas con Hannah ─musitó Andrew, observándose en el espejo─. El cabello verde me va bien. Digo, parece natural.

 

─ ¿Y si se entera que soy bisexual? ─Hannah lo observó de inmediato.

 

─Te violo.

 

Andrew volteó de inmediato, clavando la mirada en su hermana por un tiempo indeterminado mientras Rin se alejaba con lentitud. El silencio hizo que el sonido que su computador emitía se hiciese más notable. Hannah aceptó la video llamada, carraspeando suavemente.

 

─ ¡Un rubio! ─musitó viendo la pantalla.

 

─Rin, por el bien de tu virginidad, sal de aquí ─gritó Andrew, empujándolo. Rin frunció el ceño, ignorando la voz de Hannah.

 

─ ¡Pero no soy virgen! ─el peliverde se golpeó la frente con la mano.

 

─Tu culo no es virgen, la otra parte sí. Anda, corre lejos de esta pervertida y llama a la policía.

 

─ ¡No soy una pervertida, estúpido brócoli! ─Se quejó Hannah, luego le dedicó una sonrisa cordial a la pantalla─ ¿Cómo dieron con mi nombre de usuario? ─musitó en japonés. Rin frunció el ceño de inmediato, se quitó del agarre de Andrew, haciéndolo caer al suelo.

 

─ ¿Por qué hablas japonés? Ensucias mi idioma con tu pésima pronunciación ─se burló. Observó la pantalla para después sonreír y hacer a la chica a un lado─. Hola, Nagisa.

 

¡Rin-chan! Estoy en casa de Rei-chan en este momento. Mako-chan y Haru-chan han venido de visita y creímos que estarías con tus amigos, ya que no contestas el móvil. Así que decidí acosarte un poco y encontré el nombre de Hannah-chan en tu perfil.

 

─ ¡Eres tan lindo! Anda, di Hannah-chan de nuevo ─pidió la castaña, ruborizada. Rin la observó con irritación.

 

¿Hannah-chan? ─repitió Nagisa. Makoto, a su lado, sonrió suavemente.

 

Hola, Rin. Hannah-kun.

 

─ ¡Hannah-kun! Pero sí que son tiernos allá… Y proporcionados ─le acarició el brazo a Rin con una sonrisita. Andrew atrapó su mano y la torció suavemente─ ¡Oye! ¿Qué haces?

 

─ ¿Era enserio lo de violarlo? Porque se lo diré a mamá.

 

¿Ha dicho violación? ─cuestionó Makoto. Nagisa asintió.

 

Están de joda ­─murmuró Rin, terminando de empujar a la castaña y haciendo que cayera al piso─ ¿Por qué están en Iwatobi? ¿Sucedió algo?

 

No. Mis hermanos querían que los visitase en cuanto terminara la semana de exámenes, así que vine. Aki-chan quería venir a Iwatobi para recordar viejos tiempos, así que vino Haru ─Hannah observó a Rin tras la mención de la chica. Su semblante parecía abatido. Podía deducir lo sucedido tras recordar la foto que había visto minutos atrás.

 

Aki-chan y Haru-chan están ayudando a Rei-chan a hacer limonada.

 

─ ¿Pueden hablar en inglés? Creí que sabían lo básico. Nosotros no sabemos japonés, solo groserías ─se quejó Andrew. Hannah asintió. Nagisa se encogió de hombros, de acuerdo.

 

─Decía que Aki-chan quería venir a Iwatobi y Haru-chan la trajo.

 

─No tenías que repetirlo ─Nagisa vio al mellizo abrazar a Rin y escuchó a éste chistar.

 

─Oh…

 

Rin, no te desanimes, Haru no tiene nada con Aki-chan ─comentó Makoto, con una sonrisa sincera. Los ojos carmesí se clavaron en la cámara. Bien, eso era perturbador.

 

─ ¿Cómo lo sabes? ¿Te lo ha dicho?

 

No realmente… Solo es creencia mía, lo siento…

 

­─No importa. Yo lo dejé, tiene derecho a rehacer su vida.

 

¡Inglés! ─Nagisa rió suavemente.

 

─ ¿Por qué tu cabello es verde, An-chan? ─El aludido abrió los ojos con sorpresa.

 

─ ¿An?

 

─Andrew es muy largo y suena muy extraño con el “chan” ─explicó Nagisa. El chico agitó la cabeza.

 

─Solo dime Andrew, rubiecito.

 

─ ¡Rin-san! ─La voz de Rei provocó que el pelirrojo sonriera. El peliazul se acomodó los lentes y dejó la bandeja con bebidas en la mesita─ ¿Cómo está? Traté de localizarlo, pero…

 

─Un imbécil apagó mi celular, diciendo que era tarde de chicos ─contestó. Andrew chistó y movió a Rin por medio de golpes, haciéndose un espacio en la silla. Hannah chistó, enojada.

 

─ ¿Dónde está el jodido caballerismo? Déjame sentarme sobre ti, Rin ─pidió. El pelirrojo negó.

 

─Estás demente.

 

─Prometo que soy lesbiana y no te violaré. Andrew, díselo ─el  chico suspiró.

 

─A Hannah le gusta alguien que se parece a tu hermana ─murmuró. La chica asintió.

 

─Vale ─el pelirrojo abrió los brazos y Hannah se acomodó en su regazo con una sonrisa espeluznante.

 

─Ustedes, chicos, son divertidos ─musitó Nagisa con una sonrisa de oreja a oreja. Una pelinegra entró en el campo de visión de la cámara en Japón. Hannah sonrió con cinismo.

 

─Pero que fea.

 

─Sí, que asco ─corroboró Andrew, recargando la cabeza en el hombro de Rin, quien se quejó sobre su falta de educación. Rei observó con incomodidad el como la chica parecía no haber entendido lo que decían los australianos.

 

─Ella no tiene la culpa ─había susurrado mientras la castaña acomodaba las piernas sobre las de su hermano y frotaba su mejilla contra la de Rin.

 

─Mi lindo, lindo, e inocente tiburoncito ─Nagisa soltó una carcajada, viendo al pelirrojo ruborizarse.

 

─ ¡Eh, tiburoncín! ─Rei ahogó una risa y se acomodó los lentes.

 

─A Rin-san no le gusta que le llamen así, Nagisa-kun ─musitó. El pelirrojo hizo un mohín.

 

¿¡Eres Rin!? ─cuestionó Aki, con una sonrisa de oreja a oreja. El aludido miró el teclado de la computadora.

 

Eres Aki.

 

¿Cómo lo sabes? ¿Te acuerdas de mí? ─decía la chica, acomodándose el cabello que había caído sobre su rostro. Rin frunció el ceño.

 

No, solo lo sé.

 

Ah… Bueno… ¡Tienes que decirme tantas cosas! ¿Cómo te ha ido? ¿Qué fue de ti cuando…?

 

Aki, deja de gritar ─la voz de Haru heló cada músculo del cuerpo de Rin. Hannah lo abrazó con más fuerza.

 

¡Rin no iba a echarse a llorar solo por oír a Haru! Pero los mellizos lo creían un bebé llorón. Y, aunque toda su vida había sido clasificado de esa manera, él no era así. No solo podía llorar de tristeza y felicidad. Enojo, impotencia, desesperación… ¡Rin tenía muchos sentimientos! Que lo dejasen de consolar como si fuese a romperse solo por suponer que Haru sabía que él estaba ahí. Demonios.

 

Pero abrazó la cintura de Hannah.

 

Perdón, Haru ─el sonrojo en las mejillas de la chica perturbó a Rin. Se retractaba, ella tenía la culpa. Hannah se acercó al oído de Rin.

 

─Quizá se te beso él entre en razón, ¿no crees? ─Andrew se levantó de inmediato y la empujó del regazo de Rin.

 

─ ¡Sucia! ¡Pervertida! ─siseó el de cabello verde. Makoto alzó ambas manos antes de bajarlas con impotencia y rapidez. Ojalá pudiera detenerlos. Rin miró a sus amigos con seriedad.

 

Rin, ¿por qué pelean? ─preguntó Aki, tomando de su limonada. Nagisa sonrió.

 

Es porque Rin-chan es todo un conquistador.

 

No es así. Es que Hannah dijo que iba a besarme y Andrew la ha dicho sucia pervertida, nada fuera de lo normal ─explicó. Para su sorpresa, el odio no había manchado el tono de voz que usaba. Al final de cuentas, si alguien era culpable del dolor de su corazón, era él mismo. Ella solo era una inocente en el juego.

 

¿Besarte? ─Rei apretó los labios suavemente. Quizá era porque Rin era más abierto y entendía mejor los sentimientos del pelirrojo que los de Haru que apoyaba al ojicarmín. Rin le había hablado de lo sucedido y Haru no. Quizá por eso era que se encontraba del lado del pelirrojo y le molestaba que Haru siguiera mostrando interés─ ¿Es normal que ella quiera besarte?

 

Bueno… No… ─Rin suspiró. No quería que tacharan a su amiga de una mala manera, como si fuera una chica muy… fácil de tratar. Prefería echarse de cabeza él. Se talló la nuca con la palma de la mano mientras desviaba la mirada a los gemelos, que se insultaban mientras peleaban en el piso como un par de críos. Sus amigos en Japón no conocían a los amigos de Australia, era obvio que no los entendiesen. Sonrió suavemente, adquiriendo un pequeño sonrojo─ Nuestra relación es bastante extraña…

 

El corazón de Haru dio un vuelco mientras observaba las mejillas sonrosadas de Rin en la pantalla mientras éste mantenía los ojos clavados en donde sabía estarían los mellizos. ¿Una relación bastante extraña? Echó una mirada de soslayo a Aki. No estaba funcionando. Rin estaba rehaciendo su vida sin él. Apretó los puños. ¿Qué estaba haciendo, demonios? ¿Por qué creía que Aki había tenido razón? ¿Cómo se había convencido?

 

Tú… ¿Estás saliendo con Aki? ─La nombrada se sonrojó, llevándose ambas manos a la boca.

 

─Oh, eso… ─Haru calló a la chica, poniendo una mano en su hombro.

 

¿Te molestaría que fuese así?

 

SSSSSSSSS

 

No sabía qué hacer. Daba vueltas en la habitación, recordando la cercanía que habían tenido Aki y Haru, de las miradas de tristeza que le habían enviado Makoto y Nagisa. De la mirada decepcionada de Rei clavada en el pelinegro. El sonrojo de esa pelinegra. La mirada azul de Haru. Había dicho que actuaría, pero no había hecho nada aún. No podía seguir así… Pero… Andrew pareció leerle la mente y, soltando un suspiro detuvo la caminata que Rin hacía por la habitación desde hacía meda hora, cuando habían colgado la llamada, tomándole de los hombros.

 

─No puedes hacer nada desde Australia ─musitó. El pelirrojo asintió. Debía rendirse. Hannah, desde el computador, alzó ambas manos.

 

─ ¡La convocatoria está abierta ahora! ─comentó con una sonrisa maliciosa─ Si pasamos el semestre con un nueve o un diez, podremos participar, Andrew ─el pelirrojo observó a los mellizos con confusión.

 

─No puedes hacer nada en Australia ─continuó el peliverde, sonriendo y guiándolo a la computadora─. Pero si estuviéramos en Japón…

 

─Si estuviéramos en Japón, nada nos detendría para evitar que Aki se robe a Haru ─completó Hannah.

 

Bien, ese sí era un paso… ¿No era que todo se podía en el amor?

Notas finales:

¡Hola! Como saben, esto se actualiza los jueves c: Por cierto, he sacado una nueva historia que se llama La ley de la Atracción, que gira en torno a Rin. Es, pues, un TodosxRin. c:


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