Steve y Peter llegaron al departamento luego de un caminata de al menos media hora. Se habían detenido en el parque a comprar los hot dog´s y a comerlos tranquilamente sentados en una de las banquillas cercanas antes de seguir unas calles mas abajo de la Torre de los Vengadores, con Steve cargando al niño que seguía aun conversando de su programa de televisión favorito, cuando la hilera de departamentos apareció finalmente ante sus ojos. Peter les dio una larga mirada en silencio antes de volver sus ojos castaños al rostro de Steve, acomodándose en su hombro.
El rubio vivía en el piso diez y subieron hasta allí en ascensor no sin antes ser saludados por el portero que parecía más interesado en la novela de las tres de la tarde que en ellos. No que al Capitán le molestara tener poca atención sobre él. Mientras menos personas notaran su presencia y la de su hijo, mejor.
-Recuerda tener cuidado con los escalones- Le dijo a Peter una vez sus pies estuvieron en el piso luego de cerrar la puerta tras ellos, dejando las llaves en la pequeña mesa sobre la que descansaba además una fotografía de Peter cuando tenía dos años de edad y en la que lo habían disfrazado de Hulk. Su nuevo hogar no era tan grande como un piso en la Torre pero tampoco tan pequeño como el que Shield le había proporcionado antes de su caída. Tenía tres habitaciones, dos baños y una cocina independiente y la sala y el comedor eran compartidos, decorados ambos en tonalidades cremas con detalles rojos. A el le parecía acogedor y seguramente Tony, de haber estado allí, lo habría llamado Vintage.
El niño corrió por la sala hasta sentarse en el sillón de cuero negro, levantándose inmediatamente cuando descubrió sus cuadernos y lápices en la mesita de centro. En seguida se acomodo frente a ella, ordenando tranquilamente sus crayones, basándose en su tamaño para hacer una hilera completa. El rubio no pudo evitar notar que eso era precisamente lo que hacia Tony antes de comenzar a trabajar. Si, su taller era un desastre la mayor parte del tiempo, pero justo antes de comenzar todas las piezas debían tener su ubicación.
-¿Le podemos hacer un dibujo a papi?- Steve se sentó tras Peter no sin antes sacarse la chaqueta de cuero, dejándola colgada en el perchero a un lado de la entrada. Acaricio su cabeza suavemente, inclinándose para mirar los otros dibujos de Pet.
-Claro que sí. Si lo terminas pronto quizás podremos mandárselo por mensaje para que lo vea hoy- El niño pareció encantado con la idea y se dedico a dibujar y a pintar mientras el lo observaba.
Luego levanto la mirada hacia la ventana, donde imponente se erguía la Torre de Los Vengadores donde había pasado los últimos cuatro años de su vida.
Cuando le había comunicado a Tony que se marcharía él le había sugerido que se quedara al menos en su piso propio, sin compartir necesariamente el que ellos ya tenían, pero Steve se había negado pese a que para Peter podría haber sido menos agresivo el cambio. Pero él pensaba que de todas maneras no tenia sentido engañar a su hijo cuando su matrimonio estaba prácticamente terminado.
Su matrimonio con Tony....
Para todos fue una sorpresa que una mañana ambos dejaran sus claras diferencia para asumir de una vez por todas lo que había surgido en ellos la primera vez que se vieron. El mismo habia estado reticente a aceptarlo, despertándose de pronto en una época que distaba mucho de la suya, donde pese a los prejuicios la moralidad que le habian enseñado habia pasado casi al olvido. No solo en lo sexual, pero si sobre todo en eso. El acceso a internet le habian enseñado mucho mas que un mes en Shield. Todo cortesía del hombre tras IronMan quien una tarde luego de una broma algo cruel sobre dinosaurios en épocas actuales simplemente se sentó a su lado y le explico lo fácil de manejar su tecnología. Sentados hombro con hombro en la sala compartida de los Vengadores, como dos personas civilizadas, amigos casi, Steve había tenido tiempo de analizar al hijo de uno de sus mejores amigos, reconociendo la misma chispa de interés que nació de el al verlo en los informes.
¿Y podía realmente alguien no sentirse atraído por un hombre como Tony Stark? Steve pensaba que no. El castaño parecía tener un imán en su cuerpo que llamaba todas las miradas de la habitación donde el entraba y si bien en un principio la atracción con el había sido explosiva, yéndose continuamente de los insultos a los gritos, luego había variado en algo mucho mas... Físico.
-Me entretiene mucho este tipo de discusiones Capitán- Le había dicho una noche Tony, pegado a la pared de su taller, con las manos del rubio en su camisa, levantando unos centímetros del piso. Steve no recordaba ya muy bien el origen de su pelea esta vez para ser sincero pero al parecer tenia que ver con Tony y su necesidad de arriesgarse sin ser necesario- Pero mañana tengo una junta importante en Industrias Stark y me gustaría no tener un ojo morado. Ya agote la opción de combinarla con una corbata. -Steve lo soltó al recordar su pelea anterior y lo culpable que se había sentido luego de ver el rostro de Tony y su ojo violáceo. De todas maneras Tony lo había alejado de su cuerpo con ayuda de su armadura y estaban prácticamente a mano.
Se había alejado unos pasos, revolviéndose el cabello.
-Lo siento Stark, es solo que tu... Me exasperas- Se quejó, frustrado. El millonario se rió, acercándose los pasos que el había retrocedido.
-Lamentablemente me dicen eso muchas veces al día.- Pero parecía estar dando las gracias por un cumplido que disculpándose realmente. Steve lo odio aun más que antes.
-¿Quizás deberías hacer algo sobre eso entonces, no crees?- Siseó
-¿Por qué? ¿Por qué tú lo dices?- Había preguntando, mordiéndose el labio inferior. Steve siguió sus dientes y el pequeño pedazo de piel rosa, asintiendo.
-Si, quizás por eso-
-¿Por qué no me obligas entonces?-Desafío y el Capitán le tomo la palabra, decidiendo que su autocontrol ya había tenido suficiente. Atrapó nuevamente el cuerpo de Stark contra la pared pero esta vez con los labios de Tony bajo los suyos, besándolo tentativamente. Sin pensárselo mas el genio había separado los suyos para darle acceso total a su boca mientras sus manos tiraban del cabello rubio, succionando la punta de su lengua lentamente, dejándola salir para volver a tomarla otra vez dentro de su boca, succionándola una y otra vez.
Si, sabia besar y también darle buenas señales al rubio de lo que podía hacer con su lengua en otro lugar de su cuerpo.
-Ya era la maldita hora Steve... -Se quejó, tirándole el labio inferior al pasar sus brazos tras el cuello del capitán.
-Oh solo callate Tony- Había gruñido antes de besarlo de nuevo, levantando sus piernas en torno a sus caderas.
Luego de eso todo había sido más fácil y Steve no temía en llamarlo la mejor época de toda su vida. Tony era entretenido e irritante a partes iguales pero al menos ahora tenía otras formas de controlarle. Seguía metiéndose con él, como era de esperarse, pero Steve aprendió a ver bajo todo eso al hombre que necesitaba algo más que un amante. Y Steve que había luchado por la libertad en todas sus expresiones no temió esta vez arriesgarse con el genio, sin tomar en cuenta si a alguien le gustaba o no su relación
El equipo también pareció tomarlo bien y muchos agradecieron que las discusiones terminaran. Clint hizo algunas bromas pero se detuvieron rápidamente cuando Tony le aseguro que su flechas dejarían de ser mejoradas. Natasha en privado le había felicitado con algo más de entusiasmo, como si ella hubiese sabido desde el principio que las cosas sucederían así.
-Papá…- Peter estaba frente a el, mirándole con la hoja en su mano. El simplemente se había dejado arrastrar por los recuerdos y había ignorado un momento al chico.
-¿Ya terminaste? ¿Quieres que se lo enviemos a papá?- Preguntó mirándolo. El castaño asintió tendiéndole la hoja y el corazón dolió un poco al verse en el dibujo de su hijo de la mano con Tony mientras Peter aparecía en el centro, agarrado al parecer de sus pantalones. Los trazos eran irregulares, típicos de un niño que está aprendiendo a tomar los crayones pero a el le parecieron una obra de arte.
Steve sacó su móvil y tomó una fotografía del dibujo completo, mordiéndose el labio inferior sin saber si era tan buena idea enviarla. Pero Peter se lo llevaría a Tony de todas formas por lo que simplemente busco el número del genio, adjuntado la fotografía con un “Peter te ha hecho un dibujo”
No pasaron más de tres minutos cuando ya había una contestación en su bandeja de entrada.
“Es perfecto. Al parecer ha sacado tus dotes artísticas”
Sonrió sin poder evitarlo, mostrándole el mensaje al niño quien ya sabía leer. Peter pareció por primera vez feliz y Steve se felicitó por no permitir que su hijo tuviera una mala idea de Tony. Peter guardo nuevamente sus lápices y Steve lo levanto en brazos al verlo frotarse los ojos, colgándose el bolso que Tony le había preparado, contestando con su mano libre.
“Pero es inteligente como tú”
Se arrepintió en cuanto lo envió pero afortunadamente Tony no volvió a contestarle. No sabría que decir en el siguiente mensaje de todas formas.
Finalmente entraron en su habitación ya que la que estaba preparando para Peter aun no estaba lista y dejo el móvil a un lado para quitarle la chamarra y las zapatillas al niño, dejando que escogiera el lado que más le gustara. Peter gateo por la cama unos segundos antes de dejarse caer en las almohadas, levantando los brazos cuando Steve lo cubrió con una manta. Pese a tener cinco años aun seguía tomando la siesta y los doctores a los cuales le habían llevado aconsejaban que no se agitara más de la cuenta sino quería sufrir una crisis de asma.
Asma, como él.
-¿Vas a estar aquí cuando despierte?- Quiso saber Peter recibiendo un asentimiento por parte de Steve. El niño cerró los ojos y se acomodó en cuanto el rubio se sentó a su lado, relajándose visiblemente hasta que su respiración se torno lenta y pausada.
Peter también había sido una pequeña sorpresa en su vida. Si se le podía llamar sorpresa a que Tony tomara la decisión de que debían tener un hijo o mejor dicho adoptarlo.
-Tony, ni siquiera estamos casados- Había respondido el con una sonrisa esa mañana con el cuerpo desnudo del ex playboy sobre él. Que no se negara en rotundo a la idea le había dado la respuesta que buscaba Tony. El capitán en realidad nunca se lo había planteado y durante aquellos dos años de relación el genio siempre se lo había preguntado.
-Eso se arregla fácilmente Steve. ¿O es que piensas seguir manteniendo esta relación adúltera por toda tu vida?-
Dios ¿Era posible decirle que no a sus ideas?.
Las manos un poco ásperas se pasearon lentamente por su pecho y jadeó cuando Tony se mordió el labio inferior mientras descendía lentamente por su vientre, mirándolo directo a los ojos, abriendo la boca cuando finalmente iba a atrapar su semi erección. Hizo un movimiento completamente voluntario hacia arriba, deseando todas las atenciones en esa parte de su cuerpo.
-Tony…
-Aun no me has dicho que sí Capitán- Soltó un bufido que hizo reír al hombre sobre el pero que solo consiguió que Steve lo volteara sobre la cama, atrapando sus manos por sobre su cabeza.
-Esto es serio Tony.
-¿Crees que bromearía con algo como esto?- Intentó librarse de las manos del Capitán pero fue imposible. Luego soltó una risa cuando los labios de Steve bajaron por su cuello, acomodando sus piernas para envolver la cadera del otro. Para su sorpresa el rubio volvió a su cuello, abrazándolo suavemente.
-¿Qué hay acerca del compromiso y eso de ser padre? Hace unos meses cuando visitamos a Clint y viste a sus hijos dijiste que Howard había dejado demasiadas huellas en ti como para intentarlo.
-Quizás solo me di cuenta de que tengo más que ofrecerle al mundo que solo cosas que explotan… Y que mi atractivo, obviamente. Ya que ahora solo tú disfrutas de eso…- Los ojos azules se clavaron en los castaños unos segundos antes de ceder por completo.
-De acuerdo. Acepto casarme contigo Anthony Stark-
-¿Qué? ¡Debes proponérmelo tu Steve! ¿Qué clase de macho alfa eres? Porque déjame decirte q-mmmf- El supersoldado lo había callado de una buena vez y Tony se había olvidado de las burlas que tenía preparadas, cediendo lentamente.
Se habían casado tres meses después, seguida de una no muy larga luna de miel. Ambos eran Vengadores y Hydra seguía activa.
Fue en la primavera de ese mismo año que visitaron juntos un hogar. Tony había estado especialmente misterioso con el lugar donde buscarían a su futuro hijo pero confiaba en el castaño y en Pepper quien a fin de cuentas siempre asesoraba al genio.
La limosina les dejo a la entrada del hogar y Steve sintió la mano del castaño tomar la suya.
-Tengo dos motivos por los que quise empezar aquí. –Comenzó Tony sin mirarlo a la cara, con la vista fija en la infraestructura. Sus gafas violetas dándole un aspecto aún mas atractivo- El primero es que Howard fundó este lugar… Aquí es donde yo fui adoptado Steve-Pero antes de que el rubio lo interrumpirá él lo silencio -El ser adoptado... Es normal. Esto le pasa a todo tipo de gente... Y no me siento diferente ni quiero menos a mi madre. Mi relación con Howard tampoco hubiese sido mejor de ser su hijo biológico porque su ausencia no tiene nada que ver con mi procedencia. La segunda razón es que uno de mis empleados, Ben Parker, murió hace un año, él se hacía cargo de su sobrino luego de que los padres desaparecieran. Su esposa tomó la custodia por unos meses pero ella también falleció hace unas semanas y el niño se quedó solo.
-Tony…- El castaño se volteó a mirarlo, dejándose abrazar por Steve otra vez. Él sabía que aquella idea tenía que haber salido de alguna parte y se sintió realmente orgulloso.
-Basta de sentimentalismo, me vas a arrugar el traje- Susurró sin alejarse de él, besándole la mejilla antes de comenzar a caminar hacia la entrada de una vez por todas.
Al entrar Steve estaba decidido por completo a querer a cualquier niño fuera como fuera. No tenía ninguna predilección por el color de ojos o cabello y estaba seguro que como cualquier futuro padre lo único que deseaba es que su hijo estuviera sano.
Pero cuando conoció a Peter Benjamín Parker en aquella Nursery del hogar se dio cuenta que ni siquiera importaba que el niño estuviera conectado a una red de oxígeno y su salud fuera mas bien débil. Sus brillantes ojos castaños estaban fijos en el móvil de animales sobre su cuna y bostezaba cada cierto tiempo. Pero apenas Tony se asomó por sobre su cabeza el niño soltó una risa y balbuceo un montón de palabras que evidentemente nadie comprendió.
La enfermera les dejo a solas, acostumbrada como siempre a la visitas de aquel hombre y Steve se relajó muchísimo más.
-Pet tiene displasia broncopulmonar, nació de muy pocas semanas por lo que desde siempre ha requerido oxígeno. Pero ya pronto no necesitaras nada, ¿Verdad Peter?- Tony no tuvo problemas en cargarlo gracias a que la naricera* conectada al niño era fácil de manejar.
-¿Desde cuándo lo conoces Tony?
-Sabía que me ibas a descubrir Steve. Su tío comenzó a trabajar demasiadas horas extras y aunque el personal es algo de lo que mas bien se encarga Pepper, me llamó la atención que alguien de su edad doblara los turnos. Es por eso que un día tuve una conversación con él y me contó de Peter. Puedes llamarlo filantropía o lo que desees pero finalmente lo apadrine y es así como me entere de su fallecimiento- Peter seguía balbuceando un montón de cosas sin sentido, jugando con la corbata roja de Tony, hasta que se fijó en el hombre rubio.
Y como pasara con Tony, Steve también supo en aquel primer encuentro que esos dos iban a robarse por completo su mundo.
Steve, nuevamente en el presente, suspiró recostándose contra la cabecera de la cama, acariciándole los cabellos castaños a Peter. Mentiría si dijera que no extrañaba a Tony con el pero las cosas se habían torcido de la peor manera hace solo un año y Steve no estaba seguro ya de que hubiese una solución para su relación. No cuando Tony le había recordado de la forma más cruel posible lo que podría ser vivir con un padre alcohólico.
Mas todos los recuerdos fueron interrumpidos por la melodía de su móvil, el que había dejado a un lado en la cama.
Steve se levanto con cuidado para no molestar a su hijo y caminó hacia el pasillo, contestando la llamada.
-¿Señor Rogers? Buenas tardes habla Howard K. Stern , el abogado que lleva el caso de la custodia de su hijo.- Steve puso más atención, perdiendo el poco sueño que había logrado conciliar al estar relajado a un lado de Peter
-Buenas tardes Señor Stern, ¿En que puedo ayudarle?. Pensé que nuestra reunión era hasta el lunes.
-Y lo sigue siendo pero hay una pregunta, una situación más bien dicho que necesito me conteste. Mi trabajo estos días solo se enfocara en su caso y revisando los antecedentes no puedo sino preguntarme... ¿Señor Rogers está usted seguro de que solo desea la custodia compartida de su hijo? Con los antecedentes que el Señor Stark posee y que no son realmente difíciles de comprobar dada su fama... Conseguir la custodia total del niño no sería un problema. Su ex esposo-
-Aun estamos casados- Corrigió tensamente. Al otro lado de la línea hicieron una pausa antes de proseguir.
-Por supuesto. Su esposo no conseguiría bajo ninguna ley de Estados Unidos apelar. Un hombre que ha sido conocido por sus múltiples escándalos sexuales, financiar y crear armamento para terroristas y que tiene serios problemas con el alcohol... En fin. Su fama le precede-
-Tony es un buen padre y ama a Peter por sobre toda las cosas- Defendió Steve sintiéndose de pronto demasiado furioso con ese hombre. -Mi divorcio con el no tiene porque interferir.
-Si usted se separo de el no fue precisamente por ser una buena persona señor Rogers. Menos si recordamos que bajo su tutela y por su negligencia el niño termino hospitalizado una semana… Pero no se preocupe, comprendo la situación. En la reunión del lunes le expondré de mejor manera el caso. Espero que se encuentre bien.
Steve cortó luego de escuchar el tono de finalización de la llamada con el ceño fruncido. No le había gustado nada la forma de exponer el problema de ese abogado. ¿Quizás debería hablar con Pepper y buscar otra persona?
-¿Por que se van a divorciar?-El rubio se volteo para encontrarse a Peter en la puerta de su cuarto con el cabello revuelto. A simple vista solo parecía recién levantado luego de su siesta pero sus ojos… Steve estaba seguro de que nunca lo había visto tan triste.
-Pet... ¿Quién...? ¿Cómo sabes?
-Papi se lo dijo a la tia Pep y yo le pregunte a Jarvis que significaba- El labio inferior le empezó a temblar y Steve se acuclillo frente a el- ¿Ya no lo quieres?
-Peter… Yo nunca voy a dejar de querer a Tony- Respondió y atrajo el cuerpo del niño cuando vio sus ojos llenarse de lagrimas.
-¿Por qué no vives con nosotros entonces, papá?- Y sabia que esa pregunta tendría que ser respondida en algún momento pero deseo con toda su alma que no fuera en esas condiciones. Abrazó el cuerpo mucho más pequeño y a poyo su mejilla, acunándolo lentamente mientras pensaba en la respuesta correcta para Peter.
-A veces… el amor que nos tenemos no es suficiente Pet