Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Unidos por las estrellas por kina_chan

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El despertador sonó y fue solo cuestión de segundos para que se volviese a apagar. Noah abrió sus ojos lentamente, estaba muy cómodo y tan calentito entre sus sabanas que no quería levantarse. Sin embargo, cuando noto como Miguel lo abrazaba y tenía apoyada su mentón sobre su cabeza, se empezó a sentir bastante avergonzado.

- Migue…- Susurro su nombre mientras trataba de quitárselo de encima a pequeños empujes, esperando a que este se despertase.

- ¿Qué? – Pregunto aferrándose más a Noah.

- ¿Podrías moverte? Es hora de levantarnos. – Noah seguía intentando quitárselo de encima, sin logro alguno.

- Otro ratito más, por favor. – Miguel abrazo a Noah con más fuerza, impidiendo que este se dejara de mover. Tener a Miguel tan cerca era algo que lo avergonzaba bastante, más estando en la misma cama y abrazados. “¿Acaso eres un niño?”

- ¿Estas de broma? Tienes que volver a tu casa. Tenemos clases ¿sabes? – Miguel suspiro molesto y soltó a Noah. – Gracias. – Agradeció Noah levantándose de la cama. - ¿Y al final donde se encontraba Joel? –

- ¿No se supone que debes saludar primero a las personas con un “buenos días”? – Pregunto con una sonrisa divertida a lo que Noah simplemente frunció el ceño. - Estaba con Luis. Ya es la segunda vez que le causa problemas. – Noah suspiro aliviado al escuchar esa noticia. Le alegraba saber que estaba bien.

- Muchas gracias Migue. – Le volvió a agradecer, sabía que no estaba mal confiar en él. Al tener la mirada de Miguel fija en él, comenzó a sentirse un poco incómodo. -Bueno, no es como si tu presencia me molestase, pero voy a cambiarme. ¿Te molestaría salir de mi habitación por unos minutos? –

- ¿Por qué? ¿No puedo quedarme a ver cómo te desvistes? No creo que tu cuerpo tenga algo nuevo que no haya visto antes. – El rostro de Noah se enrojeció por completo al escuchar eso. Rápidamente tomo una de las almohadas que estaban en la cama y comenzó a golpear a Miguel con ella.  -Vale, entiendo, entiendo. – Miguel se reía mientras recibía los almohadazos de Noah para luego levantarse de la cama.  -Iré a casa, yo también tengo que cambiarme y buscar mis cosas. –

-Entonces deja que me abrigue un poco y te abra el portón. – Noah volvió a dejar su almohada en la cama y fue hasta su armario para buscar su chaqueta más gruesa para luego colocársela. Cuando ambos salieron de la habitación, Miguel tomo el abrigo que había usado esa noche para ir hasta allí y se lo coloco. Luego de eso fueron hasta la puerta principal, Noah cogió las llaves que estaban allí y acompaño a Miguel hacia el portón.

- Pasa por mi casa luego cuando estés listos para ir juntos ¿sí? – Le sugirió mientras Noah abria el portón, este asintió como respuesta.  -Vale, nos vemos luego. – Se despidió saliendo de allí. Noah entro a la casa nuevamente, dejando las llaves del portón en su debido lugar para luego suspirar. “Ese idiota.” Pensó recordando cómo lo había molestado Miguel hace unos pocos minutos, para luego reírse de ello. Cada vez más seguro estaba de lo que tenía que hacer.

Luego de eso, se dedicó a prepararse para ir a la facultad. Desayuno, se cepillo los dientes y se cambió de ropa, asegurándose de estar bien abrigado. A pesar de que esa noche estuvo tan preocupado por Joel y se sentía tan débil, esa mañana había amanecido de lo más bien. Quería creer que era porque esa vez despertó tranquilo con su despertador normal y no con las risas de un payaso demoniaco que Joel usaba como despertador. Pero la realidad era otra, y es que no quería admitir tan abiertamente que estaba de buen humor por amanecer entre los brazos de Miguel.

“¿Qué pasa contigo Noah? Ya no eres un niño, no debería emocionarme tan fácilmente por cosas como estas” Se decía a si mismo mentalmente, pero no podía negarlo, estaba volviendo a caer en los encantos de aquel rubio teñido como en aquel entonces.

 

Durante el viaje a la facultad, Miguel se la paso hablando con Noah sobre cosas triviales. Era genial que las cosas entre ellos no fueran tan incomodas como antes. Pero justo cuando llegaron a la facultad y vieron a Luis y a Joel hablando, Miguel se acercó lentamente hacia Joel y sin tomarse la molestia de saludarlo o algo, le metió un puñetazo en la nariz.

- ¡Joel! – Se sobresaltaron Noah y Luis al ver como sorpresivamente Miguel le metió un golpe en la cara a Joel, quien llevo su mano a su nariz y se quejaba del dolor.

- ¡¿Qué diablos te pasa Migue?! ¡Casi me rompes la nariz! – Subió el tono de su voz bastante molesto mientras seguía acariciando su nariz. Noah se tranquilizó un poco al ver que no sangraba, tan solo se hincho y fue tomando un color rojizo.

- ¿Por qué lo golpeaste? -  Pregunto molesto Noah acercándose a su primo para verificar mejor el golpe que recibió.

-Porque el muy imbécil se escapó de casa sin decir nada y nos mantuvo preocupados toda la noche. – Respondió Miguel sin sentir culpa alguna por el golpe que le dio a su amigo. “Debí imaginármelo, tenía que haberle pedido de ante mano que no lo golpeara cuando lo viéramos.”

-Aun así, esa no es razón para golpearlo. – Hablo Luis quien también se veía molesto por lo que hizo Miguel. - ¿Te duele mucho? ¿Quieres que te lleve a la enfermería? – Le pregunto con su tono más sereno de voz.

- ¿Qué? ¿Por este golpe? No, gracias. De algún modo me lo merecía. – Respondió Joel quitando su mano de su nariz. - He recibido peores golpes que estos. –  Siguió hablando ya un poco más tranquilo. Justo cuando Miguel iba a abrir la boca, Noah negó con la cabeza. Estaba seguro de que Miguel le seguiría regañando y como Noah sabía que no era el momento ni necesario que lo hiciese, lo impidió. - Como sea, entremos ahora que hace frio. –

- Ten, te traje tu bolso con tus cosas. – Hablo Noah con una sonrisa entregándole sus cosas a Joel.

- Gracias Noah, tu si eres amable, no como él bobo ese que solo sabe responder a los puños. – Hablo claramente refiriéndose a Miguel, quien gruño por lo bajo con molestia.

Una vez que entraron en la facultad, se separaron para que cada quien vaya a sus respectivos salones. Justo al entrar al salón, vio como en el asiento de al lado donde normalmente se sentaba, estaba Nicolás. Joel miro a Noah, y sin siquiera hablar sabía que iba a preguntarle sobre qué hacer con Nicolás. Noah se había olvidado de decirle a Joel que Nicolás ya no lo molestaba como antes, hasta incluso se podía decir que actuaba muy amistosos con él.

- No te preocupes, él ya no es una molestia. – Le hablo, a lo que Joel asintió y se fue hacia el otro asiento libre que estaba un poco lejos de donde se sentaría Noah.

- Buenos días Noah. – Lo saludo Nicolás moviendo de lado a otro su mano relajadamente.

- Buenos días. – Le devolvió el saludo Segundos después, su celular vibro en el bolsillo de su pantalón. Al revisar su celular, vio que era un mensaje de Javier. “Te extraño demasiado, hoy iré a verte en la estación al terminar tus clases.” “¿Qué?” Justo cuando Noah estaba a punto de responder el mensaje, el profesor llego, por lo cual tuvo que guardar su celular.

Saber que ese día vería a Javier, lo hizo sentirse bastante nervioso. No sabía cómo iba decirle la verdad, no sabía cómo iba a poder mirarle siquiera a la cara sin sentirse mal, pero tenía que hacerlo, la culpa era algo que lo estaba carcomiendo. Decidió dejar de pensar eso y dedicarse a estudiar hasta que sea la hora de irse.

*-*-*-*

Estaba enamorado y sentía que cada día que pasaba ese sentimiento se hacía más fuerte. Miguel tenía una regla y eso era matar a cualquiera que lo despertase cuando se encontraba muy cómodo en su cama invernando como oso. Aunque esa noche hizo una excepción y solo porque se trataba de su amado Noah. Es por eso que al final fue Joel con quien descargo su molestia, un poco porque por su culpa lo despertaron y otro poco por hacer llorar a Noah.

- Nuevamente, lamento que hayas tenido que ser niñera de Joel otra vez. – Se disculpó nuevamente con Luis mientras ambos se dirigían hasta su respectivo salón.

- Está bien, no importa, él no es ninguna molestia para mí. – Le respondió con una sonrisa alegre tan típica de él. Miguel sonrió pícaro y comenzó a golpearlo con el codo. - ¿Qué pasa? – Pregunto un tanto incómodo y avergonzado a la vez.

- Eso es porque le tienes ganas ¿verdad? – Le insinuó sin quitarse esa expresión picara de su rostro.

- ¡No! No es verdad. – Respondió al instante. Miguel comenzó a reírse a carcajadas al ver el rostro de Luis. – Ya déjame en paz ¿quieres? –

- No era para que te lo tomaras de en serio Luis, solo te estaba molestando, pero por la forma en la que actúas es como si realmente te gustase. – Luis no dijo nada simplemente aparto la mirada de Miguel y comenzó a caminar un poco más rápido. -Oh… ¿De verdad te gusta Joel? –

- No lo digas en voz alta ¿quieres? – Le hablo ya un poco más serio, suspiro y siguió. -No es divertido que te burles de mi. –

- Así que dé en serio te gusta. No sabía que bateabas para ambos bandos. - Miguel estaba sintiendo un poco de pena por Luis, estar enamorado de una persona como Joel debía ser algo bastante complicado.

- Ni yo hasta hace poco. - Hablar de sus sentimientos por Joel en esos momentos lo estaba incomodando bastante, por lo que decidió cambiar de tema.  -Como sea, dejemos de hablar de mí. ¿Cómo fue eso de que estabas con Noah anoche? -

- Digamos que si no golpe a Joel más fuerte fue porque gracias a su estupidez pude abrazar a mi amorcito. – Tanto Miguel como Luis se rieron tras eso dicho. Una vez que entraron al salón de clases, no volvieron a hablar sobre temas amorosos.

 

Fue una mañana bastante agotadora para Miguel, tan solo en ese día tuvo dos exámenes seguidos y una lección oral, ya hasta sentía que le dolía la cabeza. Envidiaba a Luis por verse tan tranquilo y normal como siempre, mientras que él tenía la frente pegada a la mesa. “Tan solo una semana más y serán vacaciones, resiste.” Se animaba a si mismo mentalmente. Estuvo varios segundos con la cara en pegada a la mesa, hasta que ya fuese hora de irse.

Por poco y sentía que se iba a ir corriendo de allí, tenía tantas ganas de irse y ver la cara de Noah, que no podía ocultar su emoción. Luis caminaba al lado suyo riéndose de lo emocionado que estaba Miguel y después se despidió de este, yéndose a la siguiente aula a la que debería ir para su siguiente clase. “Me sigo preguntando como hace ese chico para sobrevivir teniendo una materia más que yo ¿Es que acaso nunca se cansa?” Se ponía a pensar eso de vez en cuando se despedían. Era una rutina que hacían cada día de semana, ir a buscar a Joel y a Noah para ir juntos a casa. Sin embargo, el saber que su relación con Noah avanzaba le hacía creer que ese día era distinto a los demás.

Sucedió como de costumbre, los encontró y luego fueron caminando hasta la estación mientras hablaban. Por alguna extraña razón, Noah no parecía estar en lo más mínimo concentrado en la conversación, era como si algo le preocupase. Miguel miro a Joel molesto y luego miro a Noah sin que este se diese cuenta, indicándole a Joel que sospechaba que era su culpa la razón por la que se encontraba así, a lo que Joel simplemente lo negó, demostrando que ni el mismo tenía idea de lo que le pasaba a Noah.

Una vez que se encontraron en la estación, los tres pudieron ver a cierta persona que le cambio el estado de animo a Miguel. “¿Qué hace él aquí?” Pensó molesto al ver esa maldita sonrisa en su rostro.

- ¡Noah! -  La voz de Javier llamo a Noah, él se encontraba a tan solo unos seis metros de distancia. Javier se acercó hasta él y lo abrazo. - Cuanto tiempo sin verte mi amor ¿Me extrañaste? – Le pregunto para luego besarlo, y mirar a Miguel con una sonrisa divertida.

- Sí, lamento lo de la semana pasada. – Respondió muy apenado.

- No importa, hoy solo quiero pasar un poco de tiempo contigo, ya no podía contener más las ganas que tenia de verte. – Le hablo mientras acariciaba sus cabellos, para luego dirigir la mirada nuevamente hacia donde estaban Miguel y Joel.  - Oh, lo siento. Hola ¿Cómo están? Discúlpenme, es que me distraje demasiado. –  Se disculpó y se rio mientras lo saludaban.

- Hola. –  Respondieron tanto Joel como Miguel, salvo que uno respondió sin darle mucha importancia y otro intentando ocultar su molestia.

Minutos después de eso, el tren llego y los cuatro entraron allí. Miguel no podía soportarlo, realmente había algo en Javier que no le caía para nada bien. Tenía ganas de golpearlo, pero no podía hacerlo. Una, porque Noah se enojaría con él y dos, porque no tenía derecho a hacerlo. Javier era el novio de Noah, era normal que lo abrazase y lo besase. Aun si sabía eso, Miguel no podía evitar estar molesto, era más que claro que lo había besado en frente suyo solo para molestarlo y era esa la verdadera razón por la que quería golpearlo.

Durante todo ese viaje, lo único que podía hacer Miguel era ignorarlos, porque le molestaba y le dolía verlos juntos. Comenzó a creer, que solo se estaba haciendo ilusiones tontas con eso de conquistar a Noah. Hace unas horas, fue tan feliz tan solo con el recuerdo de dormir con Noah en la misma cama nuevamente, ahora esa emoción fue destrozada por la imagen de Javier besando a Noah.

*-*-*-*

Noah se sentía bastante culpable por cada segundo que estaba a su lado, desde el momento en que lo abrazo y lo beso en la estación. Javier tomo su mano en tren y en ningún momento la soltó, eso de algún modo le parecía tierno, pero realmente se estaba sintiendo terriblemente mal. Quería terminar con todo esto de una vez, pero ver a Javier tan feliz por verlo se le hacía cada vez más y más difícil.

Una vez que llegaron a casa de Javier, este lo llevo hasta el sofá de la casa para comenzar a atacarlo con besos, besos que no tenían nada de cariño, eran besos agresivos y posesivos. Ni siquiera había dejado a Noah que se quitase el bolso de encima que, ya estaba bajándole el cierre de su pantalón.

- Javier, para. – Noah se separó de sus labios para ir empujándolo, colocando sus manos en su pecho y extendiendo los brazos.

- No quiero, llevo mucho tiempo sin verte ni tocarte Noah. – Hablo para luego ir lamiendo el cuello de Noah y mordiéndolo un poco.

- ¡Te dije que pararas! – Noah alzo su voz, esta vez logrando tomar a Javier por desprevenido para quitárselo de encima. - Esto está mal, no podemos hacerlo. -

- ¿Por qué no? –

- Porque yo… hice algo horrible que es imperdonable. – Noah se acomodó mejor en el sofá, tratando de tranquilizarse un poco más para poder hablar.  - Tendrás todo el derecho de odiarme si lo deseas, porque soy de lo peor, aun siendo consciente de que estaba mal yo… - A pesar de que le estaba costando decirlo, tenía que hacerlo, era el momento de decirle la verdad. - Bese a Miguel… - Hubo un gran silencio por varios segundos, Noah tenía los ojos fuertemente cerrados, le daba tanta vergüenza decirle la verdad a Javier. Al no recibir ni una sola palabra de parte de Javier, abrió los ojos lentamente, encontrándose con una mirada terriblemente asesina en los ojos de Javier. - Javi… - Ni siquiera pudo terminar de hablar, justo en ese momento recibió un fuerte puñetazo en el rostro, terminando por caer el suelo.

- Asi que era por eso que me has estado evitando todo este tiempo ¿no? ¿Te estas riendo de mi a mis espaldas ¿eh? – Estaba furioso, se notaba por su tono de voz, por la fuerza de su golpe y por como lo miraba. Noah se sentía adolorido, justo había recibido el puñetazo en su ojo derecho, por lo cual no podía ni abrirlo. - ¡Responde maldita sea! ¿O es que acaso quieres que te siga golpeando? – Javier había agarrado a Noah del cabello y lo estiraba para que este alzase la mirada hacia él, logrando que este se quejase del dolor.

- ¡Suéltame! ¡Duele! – Pidió a gritos que lo soltase, sosteniendo el brazo de Javier con su mano.

- He sido tan bueno y amable contigo durante todo este tiempo ¿Y es así como me las pagas? – Javier estaba loco de eso no cabia duda y Noah sentía mucho miedo, tanto que hasta unas cuantas lagrimas comenzaron a caer de sus ojos. - ¿Por qué lloras? No tienes derecho de hacerlo después de admitir que me engañaste. – Javier llevo su otra mano libre al cuello de Noah y comenzó a apretarlo. Noah soltó el otro brazo de Javier para agarrar con el que lo estaba ahorcando.

Sentía que en cualquier momento se quedaría sin aire, siguió luchando, tratado de hablar pidiéndole que se detuviera, haciendo este caso omiso a lo que decía. Fue hasta que el teléfono de la casa comenzó a sonar. Finalmente, Javier lo soltó y se paró del sofá para ir directo hacia donde estaba el teléfono para contestar. El cuello le dolía y respirar también. No iba a desperdiciar esa oportunidad. Tomo su bolso, su abrigo y las llaves de Javier que se habían caído del sofá. Salió corriendo de allí, hasta que llego al portón, uso la llave de Javier para abrirla y luego la tiro al suelo, escapando de allí de una buena vez.

No quería verlo nunca más, no quería saber absolutamente nada él. Le dolía su ojo derecho, le dolía su cuello, le dolía respirar y hasta le dolía el pecho. Jamás había sido tratado con violencia y nunca pensó que Javier lo trataría de esa forma. “¿Con quién diablos he estado saliendo todo este tiempo?” Pensó, triste y frustrado por terminar una relación que fue muy bonita durante mucho tiempo y que termino terriblemente horrible. Ahora, lo único que quería hacer era no volver a verlo nunca más.

Continuara…

Notas finales:

  Bueno, eso es todo por hoy. Pueden sacar sus conclusiones. Desde ya digo que si Miguel golpeo a Joel, siendo su mejor amigo e hijo adoptivo, solo porque hizo llorar a Noah... Seguro ya saben que vendra despues cuando se entere que alguien golpeo a su amado. 

En fin, pueden dejarme un review con su opinion del capitulo si les gusto :D

Bay nee besos y abrazos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).