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Unidos por las estrellas por kina_chan

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Notas del capitulo:

Hola a todos ^^

Nuevo capitulo. Siento que cada vez hago los capitulos muy cortos pero me gusta mucho esto de contar una historia en pequeñas partes, a parte de que gracias a eso actualizo más seguido ^^

Bueno, este capitulo es la continuacion directa del capitulo pasado, solo que esta vez, los protagonistas son Noah y Luis :D

Sin más que decir, pueden comenzar a leer.

Noah estaba comenzando a sentirse un poco inquieto. Desde el momento en que llego a la estación hasta entonces se sentía de ese modo. Se encontraba tomado de la mano con Javier, recorriendo algunas tiendas de ropa ya que Noah le había dicho que lo ayudaría a escoger su vestimenta. Todo parecía ir bien, Javier le hablaba como siempre y parecía estar bastante tranquilo. Exactamente eso era lo que más lo preocupaba.

A Noah jamás le gusto eso de ocultar cosas y mentirle a su pareja, eso simplemente iba en contra de su ética. Llevaba saliendo con Javier hace más de un año y ambos ya se conocían bastante bien. Y sobre todo, Javier sabía que su ex novio era Miguel. Noah estaría mintiendo si dijese que no le incomodo ver a su ex y a su novio actual presentarse en la estación de tren.

Sería una mala suerte suya o un gusto muy extraño que tenía Noah pero tanto Miguel como Javier tenían sus similitudes y no eran de las buenas por así decirlo. Ambos eran fácil de molestar, llegaban a ser muy temperamentales y no dudaban mucho en empezar una pelea si se encontraban enojados.

Desde el momento en que Javier le había dicho que lo esperaría en la estación que pensó los mil y un escenarios catastróficos en los cuales Miguel y Javier se mataban entre sí. No es como si pensase que Miguel hubiese comenzado una pelea por él o algo por el estilo, más bien pensaba que Javier se pondría celoso y si llegaba a decir algo inadecuado, ambos comenzarían a pelearse. Quizás Noah debería comenzar a pensar sobre no meterse con chicos problemáticos.

-Noah ¿Estas bien? Te veo algo distraído.- Javier apretó un poco la mano de Noah para llamar su atención. Noah despertó de su mundo y miro a su novio. -¿Estas cansando? ¿Dormiste bien?-

-Más o menos, aún tengo un poco de sueño y hambre.-

-Bueno, en ese caso vayamos a mi casa. Creo que con lo que compre me basta y sobra.- Comento señalando las bolsas de compra.

-Está bien.- Noah le sonrió y ambos siguieron caminando hasta llegar a la parada del autobús.

“Debería dejar de preocuparme demasiado.” Se dijo a si mismo mentalmente. El viaje fue tranquilo, Javier le conversaba sobre su trabajo y cosas de su familia mientras que Noah le contaba cómo le iba en la universidad. Una vez que llegaron a la casa de Javier, Noah dejo su mochila sobre uno de los sofás de la sala y luego se quedó observando las noticias en el televisor mientras esperaba a que su novio sirviese la comida.

Tan solo eran ellos dos en la casa. Los padres de Javier estaban divorciados y Javier vivía con su madre, y como a esa hora ella seguía en el trabajo, la casa era solo para ellos dos por unas cuantas horas más. Una vez que Javier lo llamo al comedor, Noah fue de inmediato hasta allí para comer con su novio. Su relación con Javier iba tan bien que no tenía por qué quejarse de nada. Ni bien terminaron de comer, Noah se levantó de su asiento y comenzó a juntar las cosas de la mesa.

-Ah, no te preocupes. Yo me encargo, tú ve a mi habitación, hay un regalo allí esperándote.- 

-Está bien.- Noah asintió y se dirigió hasta la habitación de su novio.

Al entrar prendió las luces y se encontró con una muy bonita sorpresa sobre la cama. Justo en el medio de esta se encontraba un hermoso conejo de peluche con pequeño corazón en su pecho de color rojo que decía “mi amor”. A veces Noah se reía de sí mismo por gustarle cosas tan cursis y estúpidas como esas, pero aun así le parecían muy tiernos y bonitos ese tipo de detalles. Estaba más que seguro que si llevaba ese peluche a casa Joel se burlaría de él a más no poder tratándolo de afeminado. En el momento en que Noah tomo el peluche entre sus manos, se pudo escuchar claramente como Javier abría la puerta.

-¿Te gusto?-

-Claro, es muy lindo. Gracias.- Respondió Noah con una sonrisa. Javier se acercó hacia él, rodeando su cintura entre sus brazos para luego besarlo.

-Es para que duermas con él, sé muy bien que aún no se te ha quitado esa costumbre de dormir abrazando a una almohada.- Javier se rio un poco al ver como Noah fruncía sus labios. -Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos ¿sabes? Te extrañe.- Javier fue empujando lentamente a Noah para que fuera hasta la cama para tumbarlo sobre ella suavemente. Noah soltó una pequeña risita, dejo el peluche a un costado de la cama y rodeo el cuello de su novio entre sus brazos.

-Sí, yo también.- Noah llevo una de sus manos a la nuca de Javier y lo empujó hacia adelante para poder besarlo. Javier saboreaba los labios de Noah mientras acariciaba su espalda.

-Lo he estado pensando un poco. Y quiero salir contigo cada vez que ambos tengamos tiempo libre. ¿Qué tal si el próximo fin de semana salimos a donde tú quieras?- Le pregunto con una sonrisa mientras iba metiendo lentamente sus manos por debajo de la camiseta de Noah, sintiendo con la punta de sus dedos la piel del abdomen de este. Noah hizo un pequeño ruido de queja o más bien duda al escuchar lo que su novio le había dicho. -¿Qué sucede?-

-El fin de semana que viene es el cumpleaños de Joel y ya le había dicho que lo pasaría con él.- Javier comenzó a lamer y besar el cuello de Noah mientras este hablaba, soltó un pequeño suspiro después de hablar cuando sintió como chupaba su piel.  

-Oh, ya veo. ¿Harán algo en especial en familia?- Hablo mientras arrastraba su mano derecha por el brazo de Noah hasta llegar a su mano y entrelazara sus dedos con los de él.

-De hecho será entre amigos, iremos a Puerto Madero, yo me encargare del pastel y…- Javier se detuvo y miro seriamente a los ojos de Noah, ni bien Noah lo noto paro de hablar. -¿Qué sucede?-

-¿Quiénes irán?- Pregunto en un semblante serio y demandante.

-Pues yo, Belén y sus amigos supongo.-

-¿Él también ira?-

-¿Quién?- Noah se encontraba confundido y un poco desconcertado. No podía entender de qué estaba hablando su novio.

-Miguel, tu ex. ¿El también ira?- Noah soltó un quejido de dolor al sentir como Javier apretaba su mano con mucha fuerza y la iba empujando hacia atrás. –El también ira ¿no es así?-

-Javier…- Al escuchar el susurro de Noah, Javier soltó las manos de Noah y se separó un poco. -¿Qué sucede contigo? Hoy saludaste a Miguel de lo más bien y no me dijiste nada al respecto.-

-Lo sé, yo…- Javier soltó un suspiro y miro a Noah directamente a los ojos. –Me molesta saber que lo ves más seguido a él que a mí…-

-Escucha, no tienes por qué estar celoso ¿sí? Lo mío con Miguel termino hace tres años, nosotros dos ya no somos nada, solo simples conocidos y lo sabes.- Noah se acercó más a su novio y lo beso.

-¿Estás seguro de eso? ¿Estás seguro de que entre tú y ese chico no hay más nada?- Noah lo miraba sorprendido, era la primera vez que veía a Javier celoso. Hace mucho tiempo que Noah acepto que lo suyo con Miguel había terminado, ahora ya no eran nada y la única persona que quería en esos momentos era a Javier. Por eso mismo, se veía en la obligación de quitar todas esas inseguridades de encima a su novio.

-Entre él y yo no hay más nada, lo digo en serio. No tienes nada de qué preocuparte.- Noah beso nuevamente a su novio y continuo. –Ahora estoy contigo y eso es lo que importa así que… ¿Por qué no disfrutamos nuestro tiempo a solas?-

Ambos se rieron con un poco de vergüenza y siguieron con lo que estaban haciendo. Después de todo, aun tenían un par de horas antes de que llegara la madre de Javier a casa y que Noah tuviera que irse. Pensando que quizás, todas esas absurdas inseguridades se irán si tan solo se daban un poco de cariño.

*-*-*-*

Estaba cansado, la práctica de vóley de ese día lo había agotado por completo. Estaba todo sudado debido al calor que hacía ese día y por no haber parado de moverse desde que comenzó la práctica. Sin embargo, Luis estaba más que acostumbrado a y eso más allá de eso, estaba muy feliz como para quejarse de su cansancio.

-Bueno, sabía que iba a terminar cansado. Pero no pensé que tanto.- Hablo Joel en un suspiro para luego tomar un trago de su botella de agua.

-Después de un tiempo te acostumbras. Eres muy bueno rematando.-

-Gracias.-

Ni bien cumplieron con el horario, ambos salieron juntos de camino a la estación de tren. Los dos bastante agotados y con mucha sed, por lo cual durante el camino, se dedicaban a terminar hasta la última gota de sus botellas de agua.Caminaron tranquilamente hasta que llegaron a un puesto de diarios donde Joel se quedó observando la parte donde estaban los comics.

-Te gustan mucho los comics ¿ciertos?-

-De niño me la pasaba leyéndolos, viendo las películas y series animadas de mis superhéroes favoritos. Es inevitable que no me sigan gustando.- Respondió sin siquiera mirarlo, seguía manteniendo su mirada en esos comics de superhéroes. “Igual que él…” Luis sonrió con melancolía al recordar los buenos momentos que paso en el pasado al lado de esa persona. -¿De qué te ríes?-

-Nada, es que me hiciste acordar a un viejo amigo mío. Él también solía ser fanático de los comics y le gustaba el vóley, prácticamente gracias a él es que me gusta ese deporte y se algo de comics.- Respondió Luis para luego destapar la tapa de la botella de agua que tenía en su mano izquierda para luego beber de ella.

-En ese caso pregúntale “¿Marvel o D.C?” Depende su respuesta te diré que tan buenos amigos seriamos.- Joel se rio y le contagio un poco de su risa a Luis por eso. Segundos después de esos, Luis puso un semblante un poco más serio.

-Se llamaba Federico, él murió hace cuatro años en la Tragedia de Once*…- Respondió, hubo un minuto de silencio por parte de ambos. Joel no sabía que decir ante esa respuesta, por lo cual Luis le sonrió y siguió. –Y en respuesta a tu pregunta…solía gustarle más D.C que Marvel.-

-No tenías que contestarla…- Susurro Joel. Ninguno de los dos quiso seguir hablando del tema para hablar sobre otras cosas como música o películas. Por cada dato que Luis sabia de Joel, más similitudes encontraba entre él y Federico, algo que de algún modo lo estaba emocionando y a la vez preocupando.

Luego del viaje, ambos se despidieron y se dirigieron a sus respectivos hogares. “Debes dejar de actuar tan extraño Luis.” Estaba muy consciente de lo muy raro que podía actuar cada vez que Joel estaba cerca, pero era algo que difícilmente podía evitar. Era tan idéntico a Federico con respecto a gustos y en su forma de ser que simplemente no podía evitar tratar de acercarse a él.

Aunque, por lo visto, esa manera de acercarse a él era tan sospechosa que podía llegar a malinterpretarse. Se había percatado de ello desde que Miguel le comenzó a insinuar sobre su comportamiento con Joel. Para empezar, no tenía ningún interés amoroso hacia Joel en ningún sentido, al contrario, lo único que quería era hacerse su amigo, nada más que eso.

En aquel entonces, Federico era su mejor amigo desde la infancia, era más que obvio que la perdida de esa persona tan importante para él lo afectaría. Más allá de eso, su muerte no solo le afecto por tan solo el hecho de perder a su amigo de toda la vida, sino más bien por la culpa que sintió al saber que las cosas quedaron tan mal entre ellos cuando eso ocurrió.

“No quiero seguir pensando en eso.” Luis se encontraba en ese momento justo enfrente de la puerta principal de su casa. Busco las llaves en uno de los bolsillos pequeños de su bolso y las saco para luego abrir la puerta. Al entrar se encontraba en el comedor sala, con los platos y cubiertos puestos sobre la mesa.

-Genial ¿Cuándo no mi hijo llegando justo cuando ya casi estoy a punto de terminar la comida?- Escucho la voz de su madre desde la cocina. Fue directamente hacia allá para saludarla. Su madre se encontraba justo en frente de la mesada cortando tomates y lechuga para hacer una ensalada mientras que dentro del horno se horneaba la carne.

-Sabes como soy, siempre tengo buen olfato para la comida.- Luis se acercó a su madre y la saludo con un abrazo. La madre de Luis era una mujer bastante mayor, un poco robusta, ojos pequeños de color marrón oscuro, cabello corto ondulado y castaño, piel blanca y bastante bajita. Ella llevaba puesto una camiseta de color rojo sin mangas, un pantalón azul largo, unas zapatillas de color blanco y sobre su ropa tenia puesto su delantal verde. –Iré a bañarme rápido y luego cenaremos.-

-Apresurare, sino la comida se enfriara y de seguro tu padre vendrá con hambre del trabajo.- Luis asintió y salió de la cocina para dirigirse a su cuarto.

Una vez en su habitación, tiro su bolso sobre la cama y comenzó por quitarse la camiseta para luego tirarla al suelo. Estuvo a punto de hacer lo mismo con sus pantalones hasta que observo por unos instantes la foto que tenía en su mesita de noche. Allí estaba la foto que había enmarcado hace tanto tiempo atrás en su cumpleaños número quince. Estaba él con algunos de sus familiares y Federico sonriendo y rodeando con uno de sus brazos el cuello de Luis. En la foto Federico se veía tan feliz, sus cabellos negros estaban despeinados, sus ojos que eran un poco chicos hacían reflejo de luz en sus orbes de color ámbar, su piel beige estaba un poco quemada debido al sol que habían tomado ese día, tenía puesta una camiseta negra con el logo de Superman en gris y una bermuda de color marrón claro.

Era un poco masoquista de su parte tener esa foto encima de su mesita de noche, ya que cada día al despertar la veía cuando apagaba la alarma de su celular o cada noche cuando dejaba sus cosas sobre la mesita. Ver esa foto era recordar un sinfín de buenos momentos y así como a su vez, le recordaba lo muy idiota que había sido en aquel entonces.

-No importa cuánto tiempo allá pasado… aun lamento el haberme separado de ti por ser tan idiota.- Susurro Luis. Luego de eso siguió desvistiéndose hasta quedar completamente desnudo, tomo la toalla que estaba colgada en uno de los ganchos que estaban clavados en su armario y rodeo su cintura con ella.

A pesar de que tener esa foto le traía viejos recuerdos tanto buenos como malos, la seguía manteniendo en ese lugar. Porque esos mismos recuerdos eran los que le daban fuerzas para seguir adelante.

 

 

Continuara…

Notas finales:

Tragedia de Once: Fue un accidente de tren que ocurrio en 2012 en mi pais. Hubo unos 52 muertos y más de 702 heridos ese dia. (Para más informacion Accidente ferroviario de Once de 2012

Como les dije al principio del fic, nombrare varios acontecimientos y lugares de mi pais. Este es uno de ellos. De igual modo, todos los personajes de mi fic son ficciticios, ninguno esta basado en personas reales ni nada por el estilo.

En fin, en este capitulo conocimos mejor como es la relacion de Noah y Javier, y tambien porque Luis es tan insistente con acercase a Joel. Más adelante explicare con más detalles que fue lo que sucedio exactamente con Luis y su amigo pero por el momento esto es todo. 

Muchas gracias por leer y nos leemos el proximo capitulo <3


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