Por la mañana el gran comedor era un hervidero de alumnos, era difícil identificar a los alumnos de cada casa debido a que todos habían intercambiado lugares para pasar tiempo con sus amigos de diferentes casas. Al terminar de desayunar tomaron sus horarios a la entrada del gran comedor…
- ¿y bien chicos, qué materias tenemos juntos?- Preguntó emocionada Pansy
- Como cada año, pociones…- dijo Theo revisando su pergamino.
- También Cuidado de criaturas mágicas y adivinación… - agregó Harry – pero creo que este año definitivamente no continuaré con adivinación ¿y ustedes?- a lo que todos negaron con la cabeza- ¡eso significa que tenemos una hora libre para estar juntos! – respondió alegre el moreno mientras veía a Draco.
- Te equivocas, Pansy, Blaise y yo tenemos Aritmancia a esa hora- recordó Hermione
- Herbología también la tenemos juntos pero encantamientos no…- dijo Pansy algo decepcionada…
- Los jueves entre la comida y la clase de astronomía que tomamos todas las casas juntos tenemos toda la tarde libre -dijo Ron
- Error… Herms, Theo, Blaise y yo tenemos clase doble de Runas Antiguas después del almuerzo- intervino Draco- pero después nos quedan dos horas para reunirnos antes de ir a astronomía- agregó el rubio ante el ceño fruncido de Harry, el cual suavizó el gesto.
- Bien… pues entonces nosotros vamos a la clase de Defensa contra las artes obscuras – dijo Hermione – y nosotros a historia de la magia- dijo Draco
- ¿¡Quéeeee, siguen tomando esa materia?!- dijeron sorprendidos Harry y Ron al unísono
- jajaja por supuesto, ustedes también deberían seguir tomándola- regañó divertido Draco mientras le guiñaba un ojo a Harry y le enseñaba la lengua.
- ¡Recuerden que nos veremos en el lago!- Gritó el moreno a la espalda de los Sly y mientras veía como se dirigían a la salida del gran comedor.
Las horas se le harían eternas al moreno, no quería esperar ni un momento más para que fuera la hora del almuerzo, pero no era que tuviera hambre, en realidad no quería tener que esperar para poder volver a ver a ese dragón de ojos color plata.
En ese momento apareció Ginny detrás de Harry que se sorprendió cuando la escuchó pues se había quedado mirando la puerta por la que los cuatro Sly habían pasado hace medio minuto.
- Hola Harry, me preguntaba si hoy podemos comer juntos, ya sabes tú y yo… como en los viejos tiempos, había pensado en que pod…
- Lo siento Ginny, no quiero ser grosero pero ya tengo planes
- ¡oh!... y esos planes… ¿son con… alguna chica? – dijo la pelirroja mientras volteaba a la mesa donde estaba Chang, le habían llegado rumores de que la asiática estaba pensando en reconquistar al héroe del mundo mágico.
- No, voy a comer con los chicos, ya sabes Ron, Herms, Blaise, Theo, Draco y Pansy…
- Ah… ya veo, como que últimamente pasan mucho tiempo con los Slytherin, ¿no lo creen? - dijo viendo ahora a Ron y Hermione también – No será… ¿Qué te gusta Parkinson, o sí, Harry?
- ¡¿Estás loca Ginny?!, ya deja de decir tonterías, Pansy y Blaise son novios, ¿no lo sabes?- la regañó Ron ya bastante molesto de la insistencia de su hermana
- Ya Ron, estoy segura que no lo dijo con mala intención, pero ya vámonos o se nos hará tarde para la clase – intervino la castaña antes de que su novio comenzara una pelea el primer día.
Así comenzó en día el trio más conocido de gryffindor, en el aula de defensa contra las artes obscuras se encontraba una auror joven, se presentó como la profesora para ese año, su nombre era Viana Schell, su cabello era rubio casi dorado, sus ojos tenían un color gris muy similar al cielo nublado de octubre, tenía facciones suaves y un semblante sereno a Harry le pareció que era muy atractiva pero no se explicaba por qué, lo que a todos les sorprendía era su juventud, esperaban a alguien mayor pero la recibieron de buena gana.
Básicamente la primer clase se les fue en presentaciones, la nueva profesora les explicó que venía de Alemania donde había trabajado para su ministerio por un par de años luego de salir de la academia, pero que quería conocer el mundo sin dejar de hacer lo que más le gustaba, combatir las artes obscuras, y fue cuando se enteró de la vacante que nadie quería tomar para dar clases, así que ella se ofreció, les pidió que cada uno le dijeran su nombre, cuáles eran sus planes al salir del colegio y el interés de cursar esa materia siendo que eran del curso próximo a salir.
Cuando llegó el turno de Harry ella no mostró la mayor sorpresa pero le dijo – Me da mucho gusto conocerte, he oído mucho de ti y espero podamos ayudarnos mutuamente- Harry no supo a qué se refería pero asintió amablemente, entonces sonó el timbre que anunciaba el cambio de clase, todos tomaron sus cosas y comenzaron a salir, los leones a excepción de unos pocos tenían hora libre, entonces la profesora Schell llamó a Harry.
- Oye Potter, ¿podrías darme unos minutos?, quiero hacerte una propuesta que quizá te interese
Ron y Hermione se mostraron curiosos pero luego de mirar al moreno salieron y se quedaron en el pasillo por el que comenzaban a llegar los slytherin, entre ellos el cuarteto de amigos que se alegraron al ver al pelirrojo y su novia, al tiempo en que cierto rubio buscaba con la mirada ansiosa al ojiverde más cotizado de todo el colegio.
- ¿Oigan y “popotitos”?- preguntó Zabini con un tono alegre
- Está dentro del aula con la nueva profesora- dijo Ron encogiéndose de hombros
- ¡Uy, pillo!, ese chico sí que no pierde el tiempo, llegará lejos, se los digo yo- comentó riendo de nuevo el sly, pero al rubio platinado no le causo ninguna gracia y entonces su novia le dio un codazo a la serpiente bromista cuando notó que Draco se estaba poniendo celoso y estaba pensando que aun no conocía a la dichosa profesora pero si lo que decía su amigo tenía algo de cierto le haría la vida imposible.
Mientras tanto dentro del aula…
- Disculpa que te quite tiempo Potter, pero de buena fuente sé que tienes libre la siguiente hora luego de mi clase ambos días porque no tomas historia de la magia, ¿o me equivoco?
- En efecto así es- respondió el moreno azabache aún sin saber de qué iba todo eso
- También sé que estás muy interesado en ser auror y que eres muy hábil en la materia de defensa contra las artes obscuras
- Sí, eso también es verdad, pero creo que no estoy entendiendo…
- Ahora te explico, la propuesta que quiero hacerte es que seas mi asistente en tu clase y en la siguiente a la de tu grupo, a cambió te prometo prestarte libros avanzados de defensa, compartir parte de mi experiencia y si es necesario entrenamiento personalizado con hechizos avanzados, eso quizá te sirva como preparación a la academia de aurores, ¿qué dices?
- Me parece muy bien – respondió sinceramente el león – sin embargo creo que sigo sin entender, porque me parece que yo soy el que más gana, ¿Cuál es la intención?
- Sólo ayudar a la formación de un prometedor auror, pero no creas que te será fácil ya que te exigiré más que a ninguno de tus compañeros aceptes o no el trato, ¿entonces qué dices?
- ¿Sólo durante mi clase y la que sigue?
- Así es, la razón para pedirte apoyo con el siguiente grupo es porque he escuchado rumores de que eran los alumnos que menos nivel tienen en la materia, no por falta de conocimiento, sino por apatía con los profesores anteriores, así como que era un grupo que participó de parte del señor obscuro, estoy segura de que a muchos de ellos no les quedaba otra elección pero quiero ayudar a quitar ese estigma que muchos alumnos aún tienen sobre ellos, no me respondas ahora, ¿por qué no te quedas para observar la siguiente hora y tú que los conoces mejor podrás decirme si tengo o no la razón? y al terminar me das una respuesta, ¿te parece bien?
- Creo que sí, sólo deme un minuto para avisar a mis amigos que me quedo
- Adelante- respondió la joven profesora con una sonrisa tranquila.
Entonces salió Harry y se encontró con Ron y los sly
- ¿Y Hermione? – preguntó al no ver también a su amiga
- Se fue a historia de la magia, ya sabes que ella decidio seguir tomando esa clase tan aburrida- contestó el pelirrojo - ¿y bien, nos vamos?
- Hammm… no, yo me quedo, luego te cuento
Entonces salió la profesora que para sorpresa y desagrado de Draco era guapísima, ella miro al rubio y le sonrió, pero él no contestó el gesto, había algo en ella que le parecía familiar además de que al igual que él fuera de cabello rubio y ojos grises, y por muy celoso que estuviera también había algo que le decía que no tenía nada que desconfiar, que ella no podría tener nada con Harry.