Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojos brillantes por RyoMoon

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todas, tarde, pero aquí está el capítulo de esta semana, espero que les guste, porque el ritmo se hará más rápido.


Diamond no ace le pertenece a Yuji Terajima

Al día siguiente, los menores se acercaron a ver la práctica de Sawamura, que no sabía cómo lanzar correctamente al guante del cátcher, Miyuki se encontraba entretenido con el menor, su deber era ayudar a que este recuperara su vieja forma de lanzar, con la que los había apoyado hasta ahora.


Pero su mente se encontraba más distraída que la de Sawamura, no podía dejar de pensar en aquella escena, en la cual estaba marcándole a otra persona y diciéndole a otra persona que la amaba, a pesar de que él, ahora lo entendía, estaba celoso y enamorado, no quería que Eijun siguiera pensando en Sanada, pero eso… parecía ser imposible, porque sus ojos guardaban esa tristeza, que se mostraba en pocas ocasiones.


-¡Miyuki!…-


El entrenador notó que no estaba concentrado y le habló para que fuera.


-Sabes que ahora tienes mayor responsabilidad, no espero que hagas todo el trabajo, sólo concéntrate, te tengo en un concepto diferente al de todos, no me falles-


Por fin despejó la mente y se acercó a su lugar para volver a pedir lanzamientos, Furuya estaba con su aura esperando que se desocupara, porque tal parecía que no sería pronto, estaba entrenándolo mejor que de costumbre, y daba mejores consejos de los que él había podido recibir.


-Sawamura, está noche estaré libre, paso por ti para llevarte al campo techado y seguir entrenando todo lo que quieras-


Furuya respingó, puesto que ahora, se le había ido la oportunidad de ir con él a entrenar por la noche, y todo, porque el cátcher se le había adelantado.


Miyuki trató de mostrarle las posturas con las que había lanzado anteriormente, y finalmente lo dejaron y a despejarse bateando, así que el supuesto “ace” se acercó al número dos para decirle algo en el oído.


-Ahora le pone atención ¿Qué diría si supiera que usted fue el primero en rechazarlo?-


-No…-


No pudo contestarle al menor como quería porque este ya no estaba detrás de él, lo sabía, si Sawamura se enteraba de lo que había pasado, su oportunidad de redimirse se extinguiría, sabía que luchaba en contra del reloj, tan sólo llevaba un día, pero era un día para pedir perdón esforzándose por ayudarlo, sobre todo, porque no sabía cuándo recuperaría la memoria el menor, aunque… sentía que si recordaba, tal vez, esos sentimientos que albergaba por Sanada, se podrían morir, lo cual le hacía desear, que recordara todo y se olvidará de amar a otro.


-¿Miyuki-san?-


-Sawamura, ven conmigo, vamos a batear un poco-


-Si…-


Era menos escandaloso que de costumbre, más obediente y mucho más educado; aunque el extrañaba al anterior castaño, aquel del que él se enamoró, no dejaba de pensar en eso, daba vueltas y vueltas en su cabeza.


Desde ese día, y hasta la actualidad trabajaban mucho juntos, siempre recibía palabras duras del no. 1, que le hacían recordar todo el daño que había provocado en su pitcher, pero las dejaba pasar y seguía tratando de proteger al menor.


-Sawamura-sempai-


Asada y los demás se juntaron para verlo jugar un poco, sabían que no jugaría igual, pero sus lanzamientos era bonitos, algo los atraía a verlos, así que fue llamando la atención de los menores.


Su sonrisa llena de vida, esos ojos brillantes, sus rosadas mejillas, hacían que todos le tomaran aprecio, se había ganado el corazón de muchos con tan sólo unos días, y estaban decididos a ser amigos de una persona como esa, tan pura que no podían imaginársela haciéndole daño a alguien a propósito.


Una vez que esto se fue dando, Koushuu se agregó a la lista de cátcheres que deseaban atrapar para él, aunque Miyuki trataba de monopolizarlo, una que otra vez conseguía que se le escapara, y esto estaba poniendo nervioso al capitán.


-Sawamura es un caso especial, no quiero que juegue con otros por ahora, porque aún no está del todo bien, sus lanzamientos son diferentes y no quiero que entrene con otra persona por el momento-


-¿Por qué no lo dice sinceramente?-


-¿Okumura?-


-No soy tonto, me he dado cuenta de la forma en la que lo mira, y el cómo lo trata, no entiendo ¿Cómo fueron capaces de lastimar a una persona así? Es inocente y directo, como un niño pequeño, cierto que es algo escandaloso, pero… no me lo imagino hiriendo a alguien-


Durante otros cuantos días, se entrenó duramente con el menor para lograr que recuperara su postura y lanzamientos normales, además de entrenarlo bien para batear.


Eijun se estaba impacientando porque no recordaba a tan buenas personas, sí que decidió hacer lo que había postergado hasta ahora, ir al doctor para pedirle ayuda, porque deseaba recordarlos, en especial, a Miyuki.


-Sanada… contéstame al menos una vez, déjame escuchar tu voz-


Le llamó antes de ingresar al hospital, con la esperanza de escucharlo y entonces…


-Hola…-


-Shumpei… ¿Por qué no me contestabas? ¿Estaba preocupado por ti?-


-Eijun… no, Sawamura, no debes preocuparte más por mí, tú y yo, ya no somos nada, deja de insistir-


-No digas eso, yo te amo, te extraño-


“Yo igual te extraño” -Lo siento, no puedo corresponderte, hazte a la idea-


-Por favor, dime ¿Por qué terminaste conmigo? Al menos quiero una explicación-


“Porque no quiero ser una distracción para ti, a pesar de que estoy muriendo por verte, no quiero truncarte” –No siento nada por ti-


El castaño soltó algunas lágrimas y mordiéndose el labio le contestó


-Está bien, no quiero estorbarte, no llamaré de nuevo… A… Adiós-


Sanada iba a retractarse, pero… pensaba en que era lo mejor para el contrario, así que colgó antes que el menor, para terminar de romper su corazón.


Sawamura se limpió los ojos y entró al hospital, donde finalmente habló con el doctor.


-¿Quieres recordar?-


-Si-


-No deberías forzarlo, se dará lentamente-


-Doctor, quiero recordar todo ahora mismo, hay algo que me está incomodando de mi pasado, ¿Qué fue lo que pasó para que perdiera la memoria?-


-¿Estás seguro? ¿Y si no te gusta lo que pasó?- “Ellos… te lastimaron según tengo entendido, debo conseguir que te retractes”


-No importa, creo que fue un accidente o algo por el estilo, pero… me siento mal de no poder recordar a esas personas tan buenas, las estoy haciendo sufrir porque no puedo recordarlas y no quiero que lloren más por mi causa, además de que siento que los he traicionado, me fui a otros equipos, dándoles la espalda-


-Está bien, voy a canalizarte con un especialista- “Así no me das oportunidad de negártelo”


-Gracias-


Kazuya habló con Kuramochi de un asunto que al no. 6 le parecía importante hablar.


-¿Qué pasa Mochi?-


-Veo que te has apegado mucho a él-


-Hay algo que quiero decirte, aquella vez no fui capaz de aceptarlo-


-¿Qué?-


-Estoy enamorado de él-


Al de pelo olivo se le abrieron los ojos, no esperaba esa confesión, sobre todo porque lo que le tenía que decirle iba para el mismo camino.


-Miyuki… no creo que…-


-No fui capaz de entenderme, tardé mucho en descubrirlo, tuve que verlo desde lejos, lo que en este momento deseo es que me perdone por lo que le hice, que me dé una oportunidad-


-Un momento Kazuya, no puedes ir tan deprisa, Sawamura… él está enamorado de…-


-No lo digas, por favor, ya lo sé-


-¿Es que tú también lo has visto cuando le llama por teléfono?-


-Estos celos me están matando Kuramochi, no sé qué hacer con él, no quiero que siga mirando a  otra parte, no cuando yo estoy aquí-


-Oí Miyuki, no puedes…-


-No podré contenerme por mucho tiempo, te pido que no me dejes lastimarlo, si vez que lo estoy asustando, detenme, pero no me pidas que niegue por más tiempo mis sentimientos por él-


-Date cuenta de lo que dices, nosotros le hicimos esto, es egoísta querer que te corresponda-


-Lo sé, pero no puedo evitarlo, con él, no quiero dejar de ser egoísta, no quiero volver a perderlo, no quiero que se vaya otra vez-


Miyuki le desvió la mirada, sabía que ni el mismo se perdonaría haberlo lastimado, que no tenía derecho de amarlo, pero su corazón se lo estaba ordenando, retenerlo y hacer que olvidara a esa otra persona que rondaba por la mente de su pitcher.


Pronto las manecillas de reloj del destino sonaron, en él se marcaban las 11:00, a las 00:00 el tiempo vuelve a iniciar, la verdad se aproxima.


El castaño salió del hospital con un sobre en la mano, miró al cielo para toparse con la luz del sol y caminar de frente, ignorando, como de costumbre, su dolor, por ayudar a su equipo.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, hasta pronto


Próximo capítulo


Beso robado


"La sensación de sus labios es lo más exquisito que he probado"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).