La conversación terminó con una frase de Kuramochi que dejó más tranquilo a Miyuki
-Suerte, te estaré apoyando, no lo hagas sufrir-
En la tarde Eijun recordaba lo que el doctor le había dicho, la única forma en la que podría recuperar su memoria era averiguar cómo es que la había perdido y revivir el momento, pero…
-Kawakami-sempai…-
-Dime Sawamura-
-Usted… ¿puede decirme cómo fue que perdí la memoria?-
-Nabe-san me está esperando, me tengo que ir, después hablamos-
Por segunda vez intentó obtener la información que necesitaba y entonces…
-Kanemaru… quiero saber algo…-
-Mientras no sea de Ciencias porque no sé nada-
-No, en realidad quiero saber ¿Cómo perdí la memoria?-
-Hola Kanemaru, ¿puedes ayudarme?-
-Toujo, ya voy, un segundo- volteó a ver a Eijun y le contestó –Lo siento, debo irme, luego hablamos-
Todos y cada uno de los compañeros a los que les preguntó sobre la razón de su lesión y pérdida de la memoria evadieron el tema, parecía que le estaban ocultando la información y que no podían decírsela por alguna extraña razón que él no comprendía.
Por lo menos, fue así con Haruichi, Kuramochi, Maezono, Rei-chan, Kataoka-han, Kanemaru, Toujo, Shirasu, Kawakami, Nabe, Kariba, Ono-san y algunos otros jugadores del campo, no le pasó por la cabeza preguntar a los de primero, porque aseguraba que ellos no lo sabrían.
El único al que aún no le había preguntado era Miyuki, su cátcher, aquel que le había dicho que le preguntara todo lo que quisiera y que le pidiera todos los consejos que necesitara.
Su abuelo y su madre aparecieron en esa mañana, era domingo, y estaban afuera esperando ser atendidos por la escuela, Eijun desconocía lo que estaba a punto de pasar, cuando el entrenador dejó pasar a su familia a su oficina, mientras los jugadores trataban de entretener al castaño para que no se enterara.
-No creo que deban ocultarle que su familia está aquí-
Furuya murmuró desde atrás, porque le causaba molestia que sus compañeros estuvieran sobreprotegiéndolo, y al escuchar esto, Eijun salió corriendo a la oficina del entrenador antes de que alguien pudiera notarlo y detenerlo, sólo Miyuki salió corriendo detrás de él.
Los dos se detuvieron frente a la puerta de la oficina, porque escucharon un grito
-¡No he venido aquí a que usted me diga lo que tengo que hacer con mi nieto!-
-Por favor, le suplico que nos escuche-
-¡Ustedes lo lastimaron!-
El abuelo estaba diciendo esas cosas y Miyuki le cubrió los oídos a Eijun para que no escuchara eso, necesitaba tiempo para recuperarlo, así que no dejaría que se lo llevaran antes de poder pedirle perdón.
-¿Miyuki-san?...-
-Eijun, entremos juntos, yo voy a ayudarte, hablaremos con tu familia-
-De acuerdo-
“Su familia no quiere que se entere de su pasado, así que no hablarán de más frente a él”
-Entrenador…-
-Miyuki… Sawamura…-
El abuelo estaba por ponerle las manos encima de la ropa para llevárselo cuando Miyuki se interpuso y lo jaló a su cuerpo.
-¿Podemos hablar antes de que hagan cualquier cosa?-
Por primera vez mostraba esa faceta frente a su entrenador, jamás se había portado así frente a él, así que fue extraño, pero los dos adultos asintieron.
-Veamos, creo que Sawamura quiere escoger lo que hará de ahora en adelante, como cátcher, mi obligación es aceptar su decisión, como entrenador su obligación es vigilarlo y como familia, su obligación es apoyar a su nieto o hijo-
-Miyuki… yo…-
-Sawamura, tranquilo, déjame terminar…-
-Si…-
-Bien, ahora, llegados a este punto, debemos escuchar lo que él quiere hacer-
-Yo… quiero jugar béisbol en Seido y recuperar la memoria-
-Si esa es tu decisión, yo tengo que ayudarte en ambas cosas, así que…-
Agachando la cabeza frente a su abuelo le pidió
-Por favor, deje que se quede en Seido, denos una oportunidad para ayudarlo-
-No-
El mayor se negó así que Miyuki se arrodilló en el suelo y pidió nuevamente que lo dejara quedarse.
-No Miyuki-san, no tiene que hacer eso por mí, me iré, así que no haga eso-
-Nada de eso, tú no quieres irte, debí hacer esto desde un principio, así que permaneceré aquí hasta que de su autorización-
El entrenador miraba a su estudiante más orgulloso como jugador renunciar y tirar por la borda ese sentimiento para pedir que dejara que el menor se quedara, así que sintió sus entrañas arder, era doloroso ver algo así, pero no lo interrumpió porque sabía que si lo hacía, podría herir más el orgullo de Miyuki.
Una persona más se unió a la reunión
-Buenas tardes… hola hijo-
-Papá…-
-Dime Eijun, ¿Qué es lo que deseas hacer?-
-Quedarme… averiguar todo por mi cuenta…-
-¿Estás seguro?-
-Si…-
-Bien… ahora tú-
El hombre de peinado extraño se acercó a Miyuki y le dijo con una voz firme y agradable
-¿Vas a prometerme que protegerás a mi tesoro está vez?-
-Lo haré, a costa de lo que sea-
-Entonces que se quede-
Dictó firmemente ignorando lo que su padre le decía, y la madre se acercó para darle un beso a su hijo y despedirse de los dos, mirando con una leve suplica a Miyuki, antes de que los tres se fueran, el mayor, muy a su pesar y con enorme furia creciente.
Ninguno de los dos podía oponerse a esa voluntad, debido a que era el jefe de la familia, así que tristemente decidieron dejarlo por la decisión de aquel hombre, que hasta ahora, no había interferido.
-¿Por qué hijo?-
-Papá, Eijun está creciendo, y al ver a alguien que no es un adulto, pedir y decir cuál es nuestra obligación, creo que no debí dejar que se fuera de la escuela, además… a mi hijo, alguien le rompió el corazón en otro lugar, pude ver la tristeza en su rostro-
-Miyuki-san… lo siento-
-No te disculpes, sólo quiero que me dejes cuidarte-
-¿Qué?-
-Quiero que confíes en mí, que si alguna vez te he fallado, en verdad lo siento, pero te prometo algo, algo que no olvidaré y no cambiará jamás-
-Dime… ¿A qué te refieres?-
-Sawamura Eijun, prometo que de ahora en adelante voy a protegerte, como cátcher y como persona, no olvides que soy humano y me puedo equivocar, pero… dame tu permiso para enmendar cualquier daño que te haya podido causar-
-Suena como si me pidieras perdón por algo-
-Creo… que lo hago…-
-Te lo prometeré siempre y cuando tú me prometas algo…-
-¿Qué?-
-¿Me dirás como perdí la memoria?-
Los ojos de Miyuki se abrieron, no esperaba que le atacara por ese lado, de todo lo que podía hacer, eso no estaba en sus planes…
Agachando la mirada y acercándose a él para finalmente colocar sus manos en esas mejillas y decirle de frente, con toda la sinceridad de su alma le dijo
-Te lo diré… seré yo quien te lo diga, es una promesa-
-Te escucho-
-No Sawamura, dame un poco más de tiempo, confía en mí, te lo diré cuando sea el momento oportuno, hasta entonces, no creas nada de lo que los demás te digan con respecto a ese tema, ¿Puedes darme ese tiempo que te pido?-
-¿Por qué no puede ser ahora?-
-Porque no estoy listo para decírtelo, por favor…-
Los ojos suplicantes del de lentes aplacaron la ansiedad de Eijun, que no soportó hacer sufrir a quien lo había protegido tal y como prometió hace unos segundos.
-Está bien, esperaré, lo prometo-
Su celular sonó y el menor se estremeció al leer el nombre en el identificador, estaba a un paso de contestar, cuando Miyuki vio las letras escritas en la pantalla.
-Sanada-sempai, no creo que haya sido lo mejor dejarlo ir-
-Yo tampoco estoy de acuerdo con que terminar su noviazgo haya sido buena idea-
-Se veía que Sawamura lo quería mucho-
-Completamente de acuerdo contigo Raichi-
Tanto Mishima como Todoroki le dijeron muchas cosas a Shumpei que al final terminó dándose cuenta de su error y decidió marcarle a Eijun
-¿Quién es?-
-Es… iré a contestarle-
Sawamura abrió su celular y se preparó para hablar con Sanada cuando escuchó su voz, Miyuki se tensó pensando que eso podría significar una reconciliación y se acercó al menor, mientras del otro lado el pitcher escuchaba como los dos estaban hablando.
-No le contestes-
-Miyuki-san… ¿Qué hace?-
-No le contestes a Sanada… yo no lo soportaría…-
-Pero yo… Él…-
-Sawamura, mírame-
El de lentes pegó a Eijun a la pared y le dio un beso en los labios que se podía escuchar por el teléfono.
Shumpei se puso a llorar y colgó el teléfono, aquello había hecho que su mente volara y ahora mismo, se sentía dolido.
-La sensación de sus labios, es lo más exquisito que he probado, ¡Maldito Miyuki Kazuya!-
Sanada estampó sus puños contra la pared que tenía enfrente mientras seguía llorando
-¡Fui un idiota! ¡Maldición!-