Sus ojos dorados los atraviesan con su inocencia, su mirada dulce y tierna, es la más bella de las cosas, pero eso no quita el problema tan grave que tienen en este momento, pues han perdido un pitcher excepcional e importante.
-Casa de la familia Sawamura, diga-
-Buenas tardes, habla Takashima Rei de parte de Seido, la escuela de su hijo en Tokyo-
-Si diga, ¿Qué pasa con Ei-chan?-
-Bueno… lamentablemente ha tenido un accidente y ha sufrido una lesión, sin embargo se encuentra bien-
-¡¿Cómo esta Ei-chan?!-
-Como le decía, solo ha tenido un golpe en las costillas, pero todo está en orden, quizá en esta semana le den el alta-
-Entiendo, iremos a verlo hoy mismo, salimos enseguida-
-Está dormido por ahora, quizá sea mejor que vengan mañana porque ya es tarde, nosotros nos haremos cargo de todo, incluyendo su venida-
-Gracias, mañana iremos a verlo-
La mujer casi rompía en llanto por el teléfono, de la tristeza y miedo ni podía hablar sobresaltada ni nada, pero sus ojos se arrasaban, más cuando tuvo que decirle a todos lo que pasaba con su hijo.
-Sawamura… deberías dormir-
-Pero no quiero quedarme dormido con unos extraños mirándome-
Los dos jóvenes apretaban las manos mientras le miraban tan indiferente con ellos, y asintiendo los dos se despidieron y salieron de la habitación, de inmediato fueron de regreso a la escuela por órdenes del entrenador, el mismo y Rei-chan se quedaron en el hospital, los otros dos se fueron con el otro asistente a Seido.
Cuando llegaron, todos los chicos esperaban en la sala de reuniones, tratando de hablar sobre lo ocurrido con Maezono, los cuales al verlos entrar, lo primero que hicieron fue extenderles un poco de comida para que comieran mientras hablaban en la reunión.
-¿Cómo esta Sawamura?-
-Bueno… Bakamura…-
-Déjalo Kuramochi, es mi culpa, debí notarlo y debo ser yo quien se los diga-
Todos los presentes se quedaron paralizados al escuchar esas palabras y se asustaron más
-¿Eijun-kun está… bien?-
-Sí, su condición es estable, pero pasará algunos días en el hospital para su recuperación, después irá a rehabilitación y regresará pronto a la escuela-
La cara de muchos mejoró, no obstante su felicidad fue opacada por la siguiente pregunta
-¿Qué fue lo que le pasó?-
-Tiene…-
-Deja que yo lo diga Miyuki, es mucho para ti-
-Como capitán es mi deber decirlo, deja que sea yo quien se los diga-
-Está bien-
-Se le fracturaron algunas costillas, pasará los días en el hospital por eso-
-Pero la recuperación de las costillas no necesita rehabilitación, que yo sepa-
Los ojos de Miyuki evadieron al resto del equipo, su culpa se encontraba en todo, más por no darse cuenta, y lo cierto es que si necesita una rehabilitación para recuperase de eso, pero no es tan pesada como lo que sigue
-Sawamura cargaba con una lesión en la muñeca, yo no me di cuenta, y ahora mismo, no podría usarla para lanzar aunque quisiera-
-¡¿Lesión?! ¡¿Desde cuándo?!-
Todo mundo se exaltó con aquella confesión, ya habían dicho lo más fácil, ahora restaba su peor pesadilla. Kuramochi vio a Miyuki ya demasiado cansado como para decirlo y se encontró incapaz de dejarle todo el paquete.
-En cuanto al golpe en su cabeza…-
-Mochi… yo…-
La mano de su amigo le dijo que necesitaba descansar, así que no pudo objetar
-Np es nada grave, no hay problemas con la vista, ni ninguna reacción perjudicial para su vida diaria, sin embargo, necesitará mucho de todos nosotros y lo más importante, necesitará paciencia, que nadie lo precione ni moleste en absoluto, mucho menos que le den emociones fuertes-
-Vaya, lo tratarán como un invalido, pobre Sawamura, debe odiar su situación-
Las entrañas de Miyuki se revolvieron cuando uno de los del segundo grupo dijo eso y se levantó de su asiento para acercarse a él, le azotó con la pared
-No vuelvas a expresarte de esa forma de Sawamura-
Ni siquiera los demás fueron capaces de salir de su temor por la peculiar terrorífica cara de Miyuki, quien de inmediato lo soltó y les dijo
-Kuramochi, por favor, te encargo de lo demás, me voy a mi habitación, no quiero ver a nadie, nadie se acerque a mi cuarto, no tengo hambre-
Lo último lo recalcó mirando a Furuya y salió azotado la puerta.
-¿Qué le pasa a Miyuki?-
-Zono, ayúdame, necesito que todos se calmen-
-Bien, silencio, Kuramochi va a hablar-
A lo cual, los chicos regresaron la vista al short stop
-Sawamura no está invalido… del todo… tenemos un problema mayor que su lesión en la muñeca y más grave que lo de sus costillas, y eso es que ha… Bakamura ha perdido la memoria, sufre de amnesia y no nos recuerda, según el doctor, se debe al golpe y el detonante fue la culpa a la que lo sometimos, por eso… no estará listo para jugar con nosotros esta temporada, no sé qué decidirá el entrenador con respecto al número, pero debemos ser pacientes con él.
Ahora entendían el extraño comportamiento de su capitán, era lógico que se culpara puesto que era la persona que más tiempo pasaba con él, y por supuesto que le afectaba.
Las palabras de Kuramochi les llegaron directo al corazón, después de la intensa y cansada platica, se fueron todos a sus habitaciones, ¿Cómo iban a enfrentar a Sawamura? Nadie tenía ni la más mínima o remota idea, todos tenían culpa de no haberle creído cuando dijo que no lo hizo a propósito y lo ignoraron, era lógico que el sentimental pitcher se sintiera dolido y triste.
Mientras tanto, otra persona estaba en su cuarto cubriéndose con una almohada los cabellos, mientras suspiraba, estaba a punto de derrumbarse, pero no lo hizo porque sentía que no merecía llorar, ya que también había sido muy cruel con el zurdo y entonces recordó la dolorosa mirada que le dedicó cuando fue a batear, habían ganado por aquel golpe en sus costillas, pero… les había salido muy caro, porque lo habían visto irse en la ambulancia sin siquiera reaccionar y con la respiración lenta y baja.
-¿Podrás perdonarme cuando lo recuerdes todo?-
Al día siguiente, la mamá y el abuelo de Eijun fueron a verlo y se enteraron del problema, la mujer se disculpó con el entrenador por todas las molestias que esto les estaba causando, pero… hubo alguien que no lo soportó y ese alguien les dijo algunas cuantas cosas a la mujer y al entrenador.
-Cuando usted fue y buscó a mi nieto, dijo que lo cuidarían bien, y está lesionado de la muñeca, sufre fracturas en las costillas, si solo hubiese sido eso, no estaría molesto, pero el doctor dijo lo de los problemas emocionales ¿Qué le hicieron a mi nieto para que estuviera triste?-
-En realidad…-
El entrenador no sabía que decir, después de todo, también estaba lo de Furuya, pero ahora sabía que no había sido a propósito, que fue culpa de la lesión que el menor tenía en la muñeca, así que no encontraba forma de disculparse o defenderse.
-No me diga nada, hablaré con mi hijo, me llevaré a mi nieto de su escuela, lo llevaré de vuelta a Nagano-
La mamá no supo que decir, era la primera vez que el abuelo decía cosas como esas, y lo cierto es que a ella eso también le incomodaba, sin embargo, si se lo llevaban, cuando Eijun recuperara su memoria tendría que explicarle todo, y quizá su hijo se disgustaría.
Rei-chan se quedó en el hospital con los dos familiares, tratando de disculparse y pidiendo una segunda oportunidad, sin embargo, en todas recibió negativas de parte del mayor.
Una vez que llegó a la escuela, fue a dirigir el entrenamiento, todo lo tenía cansado, pero ahora había algo que le preocupaba más, y eso era que le daba vueltas, tenía un punto de partida denominado “Quieren llevárselo”.
Después de entrenar, todos notaron la actitud desnivelada del entrenador, por ende Miyuki y sus dos vice capitanes se acercaron a preguntar por la salud de Eijun, a lo cual, el mayo tuvo que hacer una reunión.
-La condición de Sawamura es estable, no hay de que… preocuparse, le darán el alta el fin de semana-
Los del equipo cambiaron la cara, querían recibirlo bien, ya habían hecho planes en el día para cuando el zurdo regresara, sin embargo, sus rostros se opacaron con lo siguiente
-Sin embargo, lo más probable es que no lo volvamos a ver, su abuelo… se niega a dejarlo regresar a Seido y ha dicho que lo trasladarán de vuelta a Nagano, donde terminará sus estudios y llevará su rehabilitación-
La cara de Miyuki no cambió, sus ojos no mostraron nada, pero Mochi lo sabía, que estaba despedazándose por dentro, culpándose y quizá maldiciéndose por lo sucedido.