Mientras lloraba, su corazón se esforzaba por recordar, su madre escuchó un ruido perteneciente a su habitación y lo vio desmayado en el piso, de inmediato habló a su esposo y subió para recostarlo en su cama e intentar hacer que despertara.
Los ojos de los 3 presentes se abrieron por completo cuando el menor menciono
-No me ignoren, no lo hice… a propósito-
Entraron en pánico pensando que Eijun había recuperado la memoria, eso significaría que tendrían que dejarlo volver a Seido si esa era su decisión, y por supuesto, el menor volvería a ser el pitcher escandaloso que era antes de su lesión.
Unos minutos después, sus ojos se abrieron de golpe y los 3 se acercaron más al menor para recibirlo con más ánimo del que se esperaba, por lo que pensaban.
-¿Papá? ¿Mamá? ¿Abuelo? ¿Qué pasa?-
-Te desmayaste y…-
-Ah… recuerdo la discusión que tuvimos, pero… no me acuerdo de nada más-
La realidad es que el papel consiguió que recordara un poco, pero su mente lo bloqueó a causa del desmayo, y esa fue la razón de que realmente no recordara todo con detalle sobre su pasado, sobre Seido, sobre sus amigos.
-Ei-chan… si tu no quieres ir a esa escuela… nosotros…-
-Les daré una oportunidad-
-¡¿Qué?!-
Los mayores gritaron al unísono, y se acercaron para verlo más de cerca
-Han dicho que son buenos, no entiendo porque escogieron una escuela en Tokyo, pero eso no es lo que me importa, me obligaron a escogerla de aquella forma tan ridícula-
Iba saliendo de darme una ducha cuando mi abuelo y mi madre estaban sentados en la mesa leyendo unas cartas, los vi tomar una hoja de papel y uno de ellos escribió algo en la hoja, mientras la partía en dos y me miraban con una enorme sonrisa.
Al acercarse me dieron los trozos de papel y me pidieron que escogiera uno de ellos, entonces estiré mi mano y agarré un papel, en el papel, mi abuelo había escrito “Yakushi”.
Fue así como “seleccioné” la escuela a la que iría.
-¿Eso para qué es?-
-¿No quieres ir a la escuela?-
Mis ojos brillaron, porque pensé que no había tenido la oportunidad de ir a ninguna escuela por estar en coma, según ellos, y lleno de felicidad abracé a mi mamá y le sonreí a mi abuelo.
Mi padre no estaba y cuando llegó me fui a lavar las manos para la hora de la cena, justo cuando bajé los escuché hablando.
-¿Una escuela?-
-Sí, dos de Tokyo lo invitaron, Inashiro y Yakushi-
-¿Y qué dijo Eijun?-
-Escogió Yakushi-
-¿Se dan cuenta de lo que han hecho? ¿Cómo voy a explicarle que tengo que transferirlo de escuela?-
-De todas formas ya habíamos decidido que no regresara a esa escuela-
Cuando escuché esto, entré con la cara de sorpresa y me quedé conmocionado por unos segundos, hasta que pude reaccionar y les dije
-¿Tenía una escuela? ¿Cuánto tiempo estuve en coma?-
-Hijo…-
Mi madre se tapaba la boca y evitaba que viera sus ojos llorosos
Fue entonces que llegamos a aquella parte en la que discutimos, y lamento haber hecho llorar a mi madre y enojar al abuelo, por eso he pensado en darle una oportunidad a esa escuela.
-¿Por qué me invitaron?-
-Béisbol…-
-Entonces quiero ver su poder, si son buenos, entraré-
Hasta ahora, los dos mayores no habían explicado a Yakushi que el menor había perdido su memoria, de hecho, solo en Seido lo sabían, por lo mismo debían explicarles y pedirles que cumplieran con las expectativas de su hijo.
Eitoku salió de la habitación para marcar el número de aquella escuela y pedir una cita para explicar todo lo que acontecía.
A los dos días fueron a reunirse, el menor anduvo dando de vueltas en la escuela para ver cómo era y comprobar las instalaciones, nada, ningún sentimiento en su interior estaba como aquel día.
-Pero miren a quien tenemos aquí-
Mishima que hacía referencia al menor, mientras lo miraba con una sonrisa de envidia y enfado.
-Déjenlo, no ven que pronto va a unírsenos-
Sanada se acercó al menor para mirarlo altivamente, aunque sus palabras no combinaban con su mirada, al menos todas estas palabras habían servido para desconcertar al castaño.
-¿Quiénes son ustedes?-
Los chicos del club se sorprendieron, entreabrieron la boca al ver la mirada inocente y limpia del menor, mientras que en el despacho, los dos visitantes hablaban con el entrenador.
-¿De qué querían hablarme?-
-¿Recuerda el incidente?-
-Sí, lo he tenido en mente ya que fue la causa de que ustedes no quisieran dejarlo volver a Seido-
-No nombre esa escuela, podrían oírlo-
-¿Qué?-
-Verá… mi hijo perdió la memoria a raíz de aquel golpe, sufre de amnesia, y nosotros hemos pensado que dejarlo volver a ese lugar sería peligroso para él, por eso mismo, no le hemos hablado de su antigua escuela, al principio, se encaprichó en volver a ella de forma directa e indirecta, porque “conoció” a sus antiguos compañeros y quería ir con ellos, si no podía volver a la escuela a la que estaba, para el caso, es lo mismo, la misma escuela-
-¿Entonces…?-
-Por alguna extraña razón cambió de opinión y decidió por su voluntad venir y darle una oportunidad a su equipo, lo único que quiere ver es su poder ofensivo, eso es todo lo que necesita para decidirlo-
-Ya veo, hablaré con una escuela para constatar un partido de práctica-
El entrenador levantó el teléfono mientras miraba el calendario, tenían libre el día de hoy, pero pedir uno en ese mismo día era difícil de aceptar, sin embargo se le vino a la mente algo y habló a aquella escuela.
-Si… diga…-
-Hablo de Yakushi para preguntar si tienen tiempo para un partido de práctica hoy mismo-
El que contestaba, abrió un poco la boca con frustración y decidió aceptar
-Entonces ya vamos para su escuela-
Colgaron al mismo tiempo y el entrenador levantó su dedo pulgar para notificar que lo había conseguido, mientras caminaban de vuelta a los campos de entrenamiento, vieron a Mishima sujetando de la camisa a Eijun, que miraba a otro lado.
-Ya te dije que no te conozco, así que suéltame-
Por suerte, ninguno había revelado información al menor, se habían molestado tanto porque no los recordaba a pesar de que les había causado tantos problemas que estaban realmente enojados.
El entrenador les ordeno que lo soltaran y le pidió un poco de tiempo a la familia para explicarles la situación y lo del partido que habían programado, ellos hoy habían tenido un entrenamiento ligero para que descansaran, aunque esto último, no iba a ser posible.
-Vie..jo… dice que… no… nos recuerda…-
-Es normal, les explicaré como se debe-
Los jóvenes se acercaron para escuchar con mayor detalle y encontrar la respuesta a la pregunta, el menor padecía amnesia, y eso significaba para sus corazones que
“No es un traidor”
“Puede ser uno más de Yakushi”
“Podemos devolverle el dolor a Seido”
Las sonrisas maliciosas aumentaron cuando escucharon que tendrían un partido contra esos por arrebatarles algo muy preciado.
Los chicos subieron al autobús de la escuela junto con la familia y se dirigieron a donde los esperaban para aquel partido de práctica.
-Entrenador…-
-Les he pedido que suspendieran el entrenamiento porque tendremos un partido de práctica-
Al escucharlo entraron en pánico y nerviosismo, sobre todo cuando mencionó
-Yakushi y Sawamura vienen en camino-