La cosa que más había deseado Bruce desde que conoció a Steve fue tener la oportunidad de apoderarse del reproductor que compartían y poner cualquier cosa: Mozart, Chaikovski, Vivaldi, Chopin, el radio, la horrible música country que le encantaba a su madre, la tonada del camión de los helados, ¡lo que fuera! Todo menos las electrónicas melodías que le encantaban al rubio ya que parecía que la palabra silencio no existía en su vocabulario. Pero ahora que una extraña falta de comunicación se había apoderado de la parte trasera del convertible de su amigo en donde viajaban los dos atléticos rubios supo que tenía que hacer algo.
Acopló su celular al estéreo y ante la mirada atónita de Tony puso una canción de Dalf Punk, la única que tal vez podría decir que le gusta.
“No quise ser el que se olvidará
Pensé en todo de lo que nunca me arrepentiría
Un poco de tiempo contigo es todo lo que consigo
Eso es todo lo que necesitamos”
Los muchachos sintieron un brinco en su corazón como si esta música los pusiera en sintonía uno con el otro, se miraron de reojo, un pequeño gesto que les hizo sonreír y ponerse nerviosos. Thor puso su mano sobre el asiento para controlar el mareo repentino, Steve la bajó lentamente tratando de ocultar el nervioso temblor que le asaltaba y al llegar al asiento, ¡boom! El universo de sensaciones se abrió ante ellos.
“Porque es todo lo que nos podemos llevar
Una cosa que nunca veo igual cuando estás cerca”
Thor tomó la iniciativa moviendo su mano como el agua, entrelazando sus dedos con los de Steve que le miraba enternecido. ¿Acaso ellos necesitaban palabras para entenderse? Aparentemente no. Steve sonrió con el brillo de mil estrellas consiguiendo que su acompañante se perdiera en la galaxia que le representaba. Jamás se habían sentido así con nadie, jamás imaginaron que este sentimiento pudiera existir y mucho menos pensaron que lo encontrarían así, tan inesperadamente por un encuentro al que ambos fueron obligados a asistir.
“Pero nadie nos da tiempo ya
Me preguntaste una vez, te fuiste, mirando
Estaba oscuro
Hiciste una oferta para ello, entonces te largaste
Tengo esta foto nuestra de niños en la cabeza
Y todo lo que oigo es lo último que tu dijiste”
La brisa del mar les golpeó el rostro calmando un poco del rubor en sus mejillas y los morenos en la parte delantera del auto sonrieron complacidos, todo era una maldita locura pero estaba funcionando.
-Es la canción número dos en mi reproductor – comentó Steve por hacer platica.
- En el mío es la seis – respondió Thor apretando un poco más la mano del contrario.
-¿La seis? – dijo el rubio sinceramente interesado – ¡No te creo! ¿Cuál puede ser mejor?
-“Something about us” (algo sobre nosotros)
Claramente usó el título para dar a entender algo más ante lo que Tony no pudo mantener la boca cerrada.
-Linda jugada, vikingo.
Y el rostro de Steve se encendió, completamente rojo giró la cabeza hacia el mar y Thor no pudo evitar inclinarse sobre él en busca de esas gemas celestes.
-¿Cuál puede ser mejor? – ahora era el quien formulaba la pregunta a Steve quien solo pudo bufar nervioso.
- Digital love – apenas susurró.
“Escuché tus problemas, ahora escucha los míos
No quise hacerlo más, oh oh oh”
-¡Oh, no! – exclamó bruce desde el asiento delantero -Maldita canción del demonio ¡La escucha treinta veces al día!
-Callate, Bruce! Nuestros chicos están llegando a algo.
Y este par de comentarios les recordaron a los rubios que no estaban solos en el auto y por lo visto tampoco tenían privacidad. Ambos volvieron a sentarse bien en el asiento y se dieron un tiempo para calmarse. La vista rocosa y la deliciosa humedad en el aire les permitió darle un descanso a sus respectivos corazones. Por su parte Bruce y Tony comenzaron a hablar de cosas que solo ellos entendían, tal vez debieron empezar por ahí.
-Mi reproductor es algo viejo – Steve apeló nuevamente a las trivialidades, parecía un tema viable – pero como no ha dejado de funcionar no lo he cambiado, no puedo conectarlo a aparatos muy nuevos. Y
Thor supo entonces que Steve era alguien verdaderamente tímido y eso le agradó, la verdad no estaba listo para alguien extrovertido aunque en realidad no se había sentido listo para nadie pero su compañero de asiento era diferente y a la vez muy parecido a él.
-Y regresando a la pregunta anterior – continuó el rubio sonrojándose nuevamente – esta canción es mi favorita solo porque creo que estoy viviendo un “instant crush”.
Y pensó que tal vez de esto podría salir algo muy bueno.
“Y nunca estaremos solos otra vez
Porque no pasa cada día”