Capitulo dos
Dash siempre que llegaba de la escuela, se encargaba de limpiar el desorden que hacia su padre, cuando llegaba este, tenía que estar la casa completamente limpia, si no lo castigaba, pero como mantenerla limpia si casi todas las noches hacia fiestas privadas con cualquier prostituta que encontraba. Para toda la ciudad era bien sabido eso, (aunque los jóvenes lo ignoraban).
Can cariño le dio de comer a la gatita, para después iniciar con sus quehaceres, todo visto por la gatita. Acalia quería saber la vida que llevaba Dash. Termino justo a tiempo, tomo a la gatita en brazos y corrió a su habitación, estaba nervioso de que su padre la descubriera.
- ¿Qué haces ahora? - - pregunto la gatita
- Me preparo para dormir - - contesto Dash sin darse cuenta de que la gata le había hablado.
Se quedó completamente inmóvil, respiró tratándose de relajar, ¡los gatos no hablaban!, se dijo en la mente. Voltio hacia la gata, la cual ante su sorpresa, se transformaba en una joven de unos veinte años, tenía el cabello rubio como el suyo y solo llevaba una pequeña bata blanca.
- Hola, mi nombre es Acalia - - saludo, pero Dash ni se acercó --- Desde ahora hasta lo necesario, yo seré tu compañera - - sonrió feliz
- Eso… jajaja - - rio histérico --- creo que mi padre llegó antes de seguro al no encontrar la casa limpia me golpeo y ahora debo de estar en coma - - llego a sus propias conclusiones, tratando de sobrellevar lo que había visto.
- No joven amo, ahora yo estaré con usted, por haberme rescatado de las calles - - se reverenciaba ante él.
Dash no sabía qué hacer, ahora no iba a lidiar con un gato, sino con un… ¿que era ella?
- ¿Qué eres tú? – - pregunto abiertamente, se estaba recuperando del shock momentáneo.
- Soy un ser mágico - - se volvió a inclinar --- Estaba buscando un amo a quien servir, le doy las gracias de encontrarme.
- ¡ah!, un ser mágico, eso lo resume todo, porque no mejor regresas a ser un gato - - no quería lidiar con lo que era “Acalia”.
- Como ordene - - regreso a ser el gatito blanco.
Durante los siguientes dos días, Dash estuvo ignorando todo lo que podía a la gatita, no quería saber de ella, le daba cierto miedo, después comenzaría a hablar con todos los animales, y esta bes si estaría loco. Pero lo que más le preocupaba, es que su padre no había aparecido por la casa, cosa que lo estaba poniendo cada vez más nervioso.
Acalia por otra parte, había aprendido de las rutinas del joven Dash (ya había averiguado su nombre completo), y barias de sus comidas favoritas, que no se diferenciaban mucho a su otra vida, se le haría más fácil complacerlo. Además de que esta vez expresaba más sus emociones, lo cual a ella le encantaba.
- Amo Dash, ¿no quiere que le conceda un deseo? - - preguntaba Acalia en su forma de gato
- ¡No! - - respondió rápidamente.
- Pero podría limpiar la casa en un santiamén - - decía mientras que perseguía al muchacho por casi toda la casa.
- ¡No! - - exclamo un poco molesto, tomándola por el cuerpo y yendo a su cuarto la encerró allí --- No quiero que salgas de allí - - le advirtió.
Siguiendo con su rutina habitual, pero mientras que pasaba la escoba por el piso la puerta fue abierta bruscamente, por ella entraba el padre de Dash el cual estaba completamente ebrio además de que tenía la ropa empapada en lodo. Asustado dio unos pasos atrás.
- Bi… bien venido - - tartamudeo
Su padre ni lo tomo en cuenta, cerró la puerta fuertemente para después desaparecer por el único baño que había abajo. Dash suspiro un poco aliviado para después comenzar de nuevo a barrer (esta vez mas rápido) para terminar e ir a su cuarto.
Cuando recogía fue empujado al sillón de la sala, su padre ya había salido del baño.
- Estúpido, que te he dicho de que cuando llegue debe de estar completamente limpia la casa - - le grito dándole una cachetada para que respondiera.
- Lo siento, ya casi termino - - bajo un poco el rostro
La respuesta lo molesto, miraba doble, estaba alucinando y era por una nueva droga que un amigo le había proporcionado (completamente gratis), y como Dash se parecía más a su madre (por el cabello), lo beso. Dash se quedó en shock, pero reacciono rápidamente, empujando a su padre, el cual cayó al suelo, Dash se levantó rápidamente comenzando a ir escaleras arriba, quería refugiarse en su cuarto. Pero solo sintió como era empujado al cuarto de su padre, entrando en pánico comenzó a forcejear.
- Padre por favor, suélteme - - fue tirado a la cama bruscamente --- Por favor vasta - - se colocó arriba suyo comenzando a basar su cuello.
Una mordida en su cuello hizo que Dash gritara de dolor, sus manos fueron tomadas fuertemente impidiéndole que se protegiera, pero su padre seguía ignorando las suplicas.
Acalia después de haber sido dejada en el cuarto, se acostó en la cama, estaba un poco frustrada por la actuar del joven, (aunque no lo culpaba), sabía que en ciertas cosas Dash se parecía a Gabriel, pero en otras era completamente diferente, iniciando por lo sobrenatural, mas en lo que era ella. Se quedó dormida pensando en ello.
Fue levantada por un grito, era Dash. Un poco desorientada (por el despertar rápido) se puso de pie, y con suma rapidez llego al cuarto. Lo que vio la dejo helada, Dash trataba de soltarse del agarre de su padre mientras este, trataba de quitarle la ropa. Acalia sin pensarlo se lanzó a la espalda del hombre comenzando a rasguñar con sus garras todo lo que podía.
- Acalia - - se sorprendió Dash alejando de su padre cuando este lo soltó para agarrar a la gata.
Acalia fue tomada por una de sus patas, para luego ser lanzada con mucha fuerza a una de las parecer, Dash salió del cuarto yendo al suyo. El hombre completamente fuera de sí, busco en uno de sus cajones un arma, y fue tras Dash. Acalia viendo lo ocurrido se levantó y se transformó para después llamar a la policía. Se transportó al cuarto de Dash, y cerró la puerta junto con un hechizo. Dash solo la escucho llegar.
- Scutum - - una protección cubrió el cuarto. Solo se escuchaba los golpes y reclamos del hombre.
- Acalia - - se cubrió los oídos.
- Dash, todo estará bien - - trato de tranquilizarlo.
Tres disparos se escucharon desde afuera, para Acalia era increíble la agresividad del hombre. Dash sin proponérselo comienzo a derrabar barias lágrimas, no comprendía el comportamiento de su padre, y lo peor de todo es que lo había intentado violar. Trato de relajarse para después acercarse a la puerta, Acalia no lo detuvo, algo en su miraba le recordaba cómo se comportaba Gabriel ante las situaciones difíciles.
- Papa, por favor, para, no hace falta llegar tan lejos - - su voz salió serenada.
- Por tu culpa mi vida es in infierno - - grito el hombre golpeando la puerta de nueva cuenta.
- Papa, vasta, yo no soy el culpable - - esa confesión le había dolido, desde que su madre los abandonara el trataba de complacer a su padre.
- Por tu culpa se fue, ya no aguantaba tus delirios, ella y yo queríamos un hijo normal, porque tenías que se tu - - grito el hombre disparando a la puerta y acabándose las balas, aun así la puerta no cedió.
Dash bajo la cabeza, entonces era su culpa de que su madre los abandonara, pero después recordó lo pasado unos días atrás de la ida de su madre, estos habían discutido, y por primera vez no lo habían incluido.
- Nos abandonó, porque no pudiste dejar la bebida, se fue porque preferiste el alcohol antes que a ella - - grito un poco molesto tratando de sobrellevar la culpa que también lo carcomía.
- Mentira - - grito el hombre molesto, estaba frustrado por no poder abrir la puerta.
A lo lejos se comienzan a escuchar sirenas, la policía hacia su aparición, y más ya que los vecinos habían escuchado los disparos.
- Dissolvis - - el campo que cubría la habitación de Dash desapareció, Acalia se acercó a Dash abrazándolo --- Lo siento mucho Dash - - se separó un poco mirando la tristeza que se encontraba en la miraba de Dash.
- Está bien… estoy bien - - se trató de convencer el mismo.
Se sentó en la cama, Acalia regreso a ser un gato, colocándose en sus piernas. En ese momento la puerta fue tirada por uno de los policías, se acercó a él, revisando si estaba bien. Dash miro como su padre era esposado y sacado de la casa, después de unos minutos otro oficial se acercó a hacerle preguntas, el las contesto todas omitiendo la parte en que su padre lo había querido violar.
Cuando los oficiales se fueron, Dash se sorprendió que no lo mandaran a un orfanato o algo así, puesto que era menor de edad, pero no se metió mucho en eso, solo quería dormir y no pensar en nada.
Como protección Acalia se acostó a su lado, abrazándolo y agradeciendo de haber llegado a tiempo, Dash se quedó dormido sintiendo el abrazo protector que le daba Acalia.
- No podía dejar que muriera - - Acalia levanto el rostro hacia Clockwork, se encontraba flotando cerca de ellos.
- ¿Por ello me avisaste en este tiempo? - - pregunto Acalia aunque ya sabía la respuesta
- El hombre iba cometer violación y asesinato, necesito a Dash con vida, tiene muchas cosas que hacer todavía - - apareció un portal, Acalia solo miro como el fantasma se retiraba,
Suspiro para después de ello, también tratar de dormir, mañana sería un largo día, arreglando todo para que Dash no sufriera más. Era momento de llamar a Alía.
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