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REPORTERO A DOMICILIO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

¿Acaso esa es forma de agradecer a tu rescatador, perro?—preguntó el CEO con cara aruñada, pero los ojos de Wheeler ya eran otros por lo que comprendió que ya había recordado.

 

45-Tu buen amigo

 

¿Acaso esa es forma de agradecer a tu rescatador, perro?—preguntó el CEO con cara aruñada, pero los ojos de Wheeler ya eran otros por lo que comprendió que ya había recordado.

 

¡Debemos irnos pronto! ¡Yo sé demasiado de Pegasus y vendrá contra nosotros con todo lo que tiene!—advirtió el rubio con prisa.

 

Seto lo sostuvo contra la cama apoyando una mano en su hombro para evitar que se levantara.

 

¿Eres idiota? Aunque eso ya es obvio—dijo el castaño.

 

¡Oye!—reclamó Joey mientras Kaiba proseguía.

 

¿Crees que estaría solo esperando a que despiertes si fuera así?—preguntó el ojos azules sorprendiendo al otro—Ya he firmado una denuncia contra él por dañarme. Si algo me pasa ahora o a ti sería demasiado estúpido de su parte y ambos sabemos es muchas cosas pero estúpido no es—

 

Pero si tu lo denuncias, él…--dijo el rubio preocupado.

 

Si Seto lo denunciaba el otro sacaría la carta del espionaje industrial y ambos lo sabían.

 

¿Así que te preocupas por mí, eh?—preguntó el millonario con una media sonrisa franca que el melado no le conocía.

 

Joseph trató de disimular lo que sentía.

 

¡No me preocupas tú! ¡Si te detienen yo seré el cómplice!—aludió.

 

¡Puedes intentar mentirme esta vez pero no funcionará! Empiezo a entender como funciona tu desviada mentecita—contestó el empresario.

 

¿Acabas de llamarme desviado?—preguntó Wheeler frunciendo el ceño.

 

Seto le sonrió a la manera “Sí y ¿Qué?”

 

Voy a romper todos los huesos de tu culo fresa. Maldito bas-cof-cof—empezó a toser sin poder parar preocupando al ojos azules.

 

¡Llamaré una enfermera!—dijo el castaño volviéndose cuando una mano atrapó la suya desde la cama y escuchó bajito:

 

¡Quédate!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Despertó. Ahora era de noche. Una enfermera colocaba un nuevo suero en su brazo. ¡Joey la miró algo ido! Las medicinas estaban aún funcionando. Después miró en la penumbra de las luces que entraban por la ventana y vio una figura rendida en un sillón más allá de sus pies y esforzando la vista se encontró que era Seto.

 

Enfermera—susurró llamando la atención de esta--¿Qué hace él aquí?—preguntó sorprendido de que aun estuviera ahí.

 

¿El señor Kaiba? No se ha despegado de usted desde que lo trajeron a emergencias. Es un buen amigo. Incluso tuvieron que curarlo mientras lo acompañaba y mientras la policía llegaba no quiso saber de estar en otra habitación—contestó ella.

 

¿La policía?—preguntó extrañado y con la garganta seca el rubio.

 

¡Así es! Vinieron un rato después que llegaran en ese maltrecho auto. La verdad todos pensamos que era un milagro que llegaran vivos. ¡Oh, pero no debería hablar de eso con usted, perdón!—dijo después.

 

No se preocupe. Yo… ejem ejem (carraspeó) …soy reportero—dijo pel.

 

Ah, entonces debe saber de eso. Su compañero lo trajo pero el auto estaba hecho añicos. La policía se lo llevó para la investigación hace rato y dejaron guardia policial—dijo ella, luego miró al durmiente y dijo—Él estaba muy preocupado. No se despegó ni un minuto de su lado aunque estaba herido. ¡Esos son hombres!—dijo antes de suspirar.

 

Joseph se quedó mirando a Seto en silencio luego de que ella se fuera por un rato y luego lo vencieron el sueño y las medicinas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Señor Wheeler? ¿Señor Wheeler?—llamó una voz insistente sacándolo del tranquilo sueño.

 

¿Quién es usted?—preguntó al rostro desconocido.

 

Soy su médico tratante—dijo el hombre con bata blanca y anteojos.

 

Mirando vio que Seto ya no se hallaba allí y para su sorpresa sintió pesar de saber que lo había abandonado.

 

El médico se dio cuenta que lo buscaba con la vista y le dijo—Si lo que busca es a su amigo le diré que tuvo que irse con la policía—

 

¿La policía?—preguntó el paciente.

 

Sí. Vinieron hace rato a buscarlo me parece—contestó el otro dejando con el corazón agitado al melado.

 

La policía.

 

Eso muy bien podía significar que Pegasus había hecho su movimiento y lo había acusado de espionaje. Ahora estaría en medio de un interrogatorio infernal. Su preocupación pudo más que su salud y después de que el médico se fuera con la promesa de volver el ojos mieles se levantó y a tientas se acercó al pequeño mueble donde sabía que deberían estar sus cosas. Tenía que ir con la policía e intentar salvar al idiota ese. Se dijo mientras se dirigía hacia la puerta. Con la mano en el pomo recordó que fuera debía estar la guardia policial. Miró por la rendija de la puerta cuidadosamente abierta. El policía se mantenía firme a un lado de esta.

 

Después se dijo. “¿A que le temo? Necesito que me escuchen. Necesito darles mi declaración” Sin más abrió la puerta y le dijo al policía. Necesito hablar con su jefe.

 

¡Pues que bien porque yo ya llegué!—dijo una voz conocida a sus espaldas.

 

Joseph se volvió para ver de frente los astutos ojos ámbar tras las gafas.

Notas finales:

lo se

lo sé

siempre hago lo mismo

podrán perdonarme?

es mi ansia de sorprender y mis ganas de demostrar mi punto

jejejeje

gracias a los que leen y revian

son mi motor

jejeje

ja ne

n.n


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