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REPORTERO A DOMICILIO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

 

Seto decidió tomar otro campari de la barra dejando a Desire sola que lo miraba desilusionada mientras se alejaba y su padre se entretenía conversando con un político y un empresario cosa que la aburría demasiado.

28-Una fiesta sin gracia.

 

Seto decidió tomar otro campari de la barra dejando a Desire sola que lo miraba desilusionada mientras se alejaba y su padre se entretenía conversando con un político y un empresario cosa que la aburría demasiado.

 

Si me perdonan me llevaré a la cumpleañera para bailar una pieza—dijo de pronto un hombre joven de pelo negro y ojos azules con smoking y todos lo miraron—Con el permiso de Maximillian dono, por supuesto—añadió con una elegante inclinación y el mencionado accedió con un asentimiento de cabeza--¡My lady!—dijo el muchacho a la heredera que francamente no sabía que pensar.

 

Después de un rato de ser conducida por la pista de baile del salón por dicho sujeto, la joven volvió a retomar el control de lo que pasaba--¿Y usted quien es y a que se dedica?—preguntó como para matar el tiempo pero en realidad aunque no quisiera demostrarlo estaba interesada pues el tipo era apuesto y no carecía de carisma, aunque para ella solo Kaiba llenaba sus estándares.

 

¡Oh! ¡Perdone mi rudeza, my lady!—dijo el ojos azules con una sonrisa mientras bailaban el vals “Sangre vienesa”—Es claro que usted no me conoce. Mi nombre es Nobushiro Tadasuki y mi ocupación es reportero—

 

Ella levantó una ceja pues no se había imaginado que un hombre que se veía tan elegante se dedicara a tan vulgar profesión—Pues no le sienta para nada esa profesión tan resbaladiza. Dedicarse a espiar a la gente que se reúne. Lo hacía una persona con más cabeza que un simple reportero de sociales—le dijo.

 

Me halaga—dijo él sonriendo con sus dientes perlados—Pero se equivoca. Yo no me dedico a sociales—

 

¿Ah, no?—preguntó ella sorprendida porque si no era así a qué se dedicaba era algo que le daba curiosidad porque no se imaginaba que otro interés podía tener un reportero en una fiesta.

 

Me dedico a política. Digamos que soy un animal político y muchos de sus invitados son políticos de renombre que habitualmente no son tan accesibles—dijo Nobushiro.

 

Me sorprende que mi padre lo deje estar aquí sabiendo lo que es. ¿O es que ha engañado a la administración?—preguntó Desire de pronto sonriendo ante la oportunidad de estar ante una especie de espía.

 

Él sonrió divertido—Me temo que no my lady. Resulta ser que soy un reportero con muy buena reputación y he sido invitado legalmente—le contestó Tadasuki.

 

¿Ah?—dijo ella.

 

¿No es tan divertido, cierto?—preguntó él con picardía en su oreja.

 

¿Y por que me invitó a bailar? Si cree que le diré datos de mi padre y sus amigos es difícil que…--se atajó ella.

 

No, Pegasus ojou-san—le contestó él—Es solo que se veía tan aburrida que me dio pena de que tuviera que soportar en silencio conversaciones que nada tienen que ver con usted—ella lo miró sorprendida y Nobushiro sonrió.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kaiba volvió al lado de Pegasus después de terminar su campari y observó que su prometida ya no se encontraba ahí y sin pasmo revisó el lugar más que por curiosidad que por interés real pues consideraba refrescante la idea de que la pesada de Desire estuviera lejos de él un rato. Pero de pronto sus ojos captaron algo que lo puso de malhumor de inmediato.

 

Sin esperar se acercó a la pareja que bailaba y los dos se dieron cuenta después de un momento que se hallaba a su lado pues cuando llegó ahí ella lo miraba anonadada y él le sonreía.

 

¿Qué se supone que haces?—preguntó Seto evidentemente furioso.

 

No hay necesidad de enfurecerse Seto—dijo ella—Tadasuki san solo me invitó a bailar una pieza—estaba feliz de ver celos de parte de Kaiba y se sentía importante ya que era disputada por dos hombres apuestos.

 

¡Lárgate de una vez a menos que quieras darme el gusto de mandarte a sacar!—dijo el castaño.

 

El otro le sonrió de medio lado—No hace falta eso, lo que me gustaría es que no necesitara de mi presencia para hacerle caso a su novia aunque todos sabemos la verdad—dijo el pelinegro y el otro ojos azules levantó una ceja mientras la rubia se sorprendió y miró a Seto. ¿A que se refería?—

 

No entiendo a que te refieres pero tampoco me importa lo que piensa alguien como tú—dijo Kaiba.

 

¡A que todos sabemos la razón por la que te casas! ¡Con todos mis respetos a la señorita pero es por su posición y por su apellido! ¡Todos lo saben! Es un movimiento maestro para asegurar el futuro de su empresa. ¿Verdad Kaiba san?—contestó el algo irritado Tadasuki.

 

Ella esperaba que el empresario refutara dichas palabras pero Kaiba solo exhaló y contestó--¿A quien le importa lo que diga bazofia como tu?—luego los ojos de Kaiba se refirieron a un lugar tras el reportero y este y la chica miraron también hacia lo que había captado la atención del millonario y vieron la cara de “la melada” que los observaba con una bandeja en la mano y después de un momento volvió a servir viéndose un poco aturdida.

 

Desire vio como los ojos de Kaiba cambiaron al mirarla y como mujer tuvo sus legítimas sospechas, algo que la puso algo triste y algo enojada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Joseph salió de la dichosa fiesta con aspecto cansado ya que tuvo que traquetear con toda esa gente y con la fastidiosa hija de Pegasus que la miró toda la velada con sonrisa de lagartija. Joey intentó toda la noche de evitarla y a su flamante prometido que lo taladraba con sus ojos azules mientras iba de un lado a otro tratando de evitar su mirada. Suponía que el orgullo de Kaiba había sufrido y esperaba una oportunidad de vengarse pero el momento no llegó.

 

Wheeler salía del edificio después de que los invitados se fueran rato antes, pronto sería de mañana y estaba muerto pero eso no importaba. Tenía que llegar a su apartamento y bañarse para volver salir al trabajo. ¡La vida no era justa!

 

¡Que lástima! Tenía la ilusión de ver de nuevo tu figurita en traje de maid—dijo una voz conocida y el melado levantó los ojos para ver al pelinegro acodado en el techo de un auto con una sonrisa y la moña de su smoking desmañadamente deshecha como el de un chico después de una despedida de soltero o de acabada la fiesta de graduación.

 

El otro reportero solo levantó la mano con solo el dedo corazón alzado.

 

Nobushiro se rió y cabeceando hacia el auto le dijo--¿Te acerco?—

 

El melado bajó los hombros y dejó que el destino decidiera por él.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Por qué le caía tan mal verlo bajar del auto de ese maldito reportero? Pensaba Kaiba mientras observaba desde la oscuridad de su auto como Joseph bajaba y se despedía de Tadasuki frente a su edificio. Ambos sonreían después de alguna broma idiota y luego el otro se fue hacia su morada mientras el auto se perfilaba por las calles.

 

Joseph al otro lado de la calle miró hacia el cielo y bajando los hombros se encaminó a su apartamento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hacían tres minutos que había penetrado en su hogar cuando el timbre sonó. Estaba sin chaqueta pues se preparaba para bañarse. Mientras caminaba hacia la puerta se preguntaba quien podía ser y llegó a la conclusión de que era Tadasuki con alguna estúpida idea. Por eso abrió sin preguntar dispuesto a decirle un par de cosas pues lo había cargado todo el viaje hasta su casa por el disfraz y la foto, incluso por el evidente interés de Kaiba en él. Aunque Nobushiro admitió que ese tipo no le caía para nada y no era extraño después de lo ocurrido en la fiesta. Y también por eso se impactó tanto de tener de pronto a sí al otro ojos azules.

 

¿Que rayos hac…?—trató de preguntar pero de repente se vio a si mismo siendo empujado dentro del apartamento.

 

La cara de Kaiba estaba a milímetros de la suya, sus ojos intensos lo taladraban a tal punto que le daba miedo de molestarlo de pronto.

 

¡Así que si sabías donde esta tu hermana! ¡Me has tomado por iluso toda la semana!—dijo el castaño.

 

Yo no…--trató de defenderse Joey.

 

¿Y que hacías con ese tipo?—preguntó Seto.

 

Somos amigos él era mi sempai…--trató de contestar el rubio antes de sentir su boca sellada con los labios del otro mientras su camisa era abierta a tirones y ambos cuerpos se sentían tan juntos como uno mientras Kaiba de manera enérgica unía sus vientres y agarraba los cabellos de su nuca para asegurarse de que no retirara su boca hasta que él quisiera. Después de unos segundos se separó para respirar y mientras lo hacía le dijo—Me aseguraré de que lamentes tomarme por tonto—su mirada era tan intensa y el calor de su cuerpo tan fuerte que Joey se dijo que lo lamentaría pero por un motivo distinto.

Notas finales:

Lamento tardar pero este cap largo creo que subsanara eso.

Espero les guste y me den su apoyo.

Gracias y mata ne.

n.n


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