CONTIGO HASTA LA ETERNIDAD
Él estaba recargado en la pared mirando la televisión. El cabello le cubría los ojos, pero claramente se apreciaba que sentía dolor.
-Lo que pasó fue una mentira, un sueño... ¿verdad?
Yuki Eiri estaba sentado frente a su computadora escribiendo su próxima novela. En el dormitorio Shuichi se estaba arreglando a toda velocidad porque iba a llegar tarde a NG y K lo mataría, ya que en un par de horas tenían una sesión de fotos junto con Nittle Grasper. El timbre del departamento sonó y sonó y sonó. Y como Yuki tenía el récord mundial de menos horas dormidas, pues su humor no era el mejor que podía tener.
-¡Oye, baka! –gritó un furioso Yuki-, ¿qué no oyes el timbre? ¡Sabes que estoy muy ocupado y no puedes abrir la maldita puerta!
Shuichi, que aún se estaba arreglando, se detuvo de golpe asustado al oír su tono de voz, así que corrió a la puerta, pero antes de llegar ésta se vino abajo de una patada.
-¿Qué demonios...? –se preguntaba Yuki levantándose de su escritorio.
-You are in big problems, bad boy –le decía K al pelirosa, apuntándole con su pistola-. Sabía que no llegarías a tiempo, así que mi mágnum y yo vinimos por ti –y comenzó a reírse de manera histérica.
-Y de paso nos trajo también –dijo tras K un chico de cabello verde
-Ah, Suguru, Hiro, Sakano –dijo Shuichi feliz al ver al resto del grupo
-Ok –dijo K jalándolo-, vamos de una vez.
-¿A dónde van? –preguntó Yuki apareciendo en el lugar- Antes arreglan la puerta.
Sakano sacó su celular y marcó un número.
-Presidente, sí, soy yo. Discúlpeme, pero... creo que llegaremos un poco tarde...
Mientras Sakano hablaba, K, Suguru y Shuichi levantaban la puerta para tratar de salvarla después de la patada de K.
-K –dijo el pelirosa-, esta es la sexta puerta que nos tumbas en menos de dos meses.
-Don’t worry, guy –y comenzó a reírse de nuevo.
-Eh... Yuki-san –dijo Hiroshi-, ¿puedo usar la cocina para preparar un poco de té?
-Espera, Hiro –pidió Shuichi-, yo... -pero Yuki lo interrumpió esta vez.
-Está bien –y ambos se fueron a la cocina.
Tras asegurarse que los otros no podían oírlos, Yuki volteó hacia Hiro.
-¿Y bien?, ¿esta vez qué quieres decirme?
Habían sido tantas las veces que Hiroshi le pedía que hablaran (casi siempre de Shuichi) que Yuki había aprendido a saber cuándo el guitarrista quería decirle algo.
-Sí, bueno –hacía el té mientras buscaba las palabras adecuadas para no enfurecer más al rubio-... Shu me dijo que estás muy ocupado con tu nueva novela, así que supongo que no le estás prestando atención y le gritas por todo.
-<<Vaya, ya hasta me conoce>> -pensaba Yuki, asombrado
-No sé cuántas veces te lo he pedido en más de cuatro años, pero por favor, trátalo bien. Shuichi es mi mejor amigo y sé que no puedo separarlo de ti por más veces que lo hieras, ya que él te ama. Yo sólo quiero verlo feliz –terminó el té y se regresó con sus amigos
Yuki se quedó en la cocina meditando las palabras de Hiro. Cierto, habían pasado casi cuatro años y medio desde que conoció a Shuichi y muchas cosas habían cambiado. Pero de algo no le cabía duda, su amante contaba con un excelente amigo.
-Les traigo el té –dijo Hiroshi-, ¿cómo van?
-Creo que ya casi lo conseguimos –dijo Suguru agarrando la puerta
-¡Cuidado! –gritó Sakano al tiempo que la puerta se vino encima del pelirosa que trataba de atornillarla, pero Yuki llegó corriendo y lo protegió
-Perdón –dijo K-, se me soltó. ¿Estás bien, Shuichi?
-¡Deberías tener más cuidado! –le gritó Yuki al americano- Pudo lastimarse la cabeza.
- Estoy bien, Yuki –decía Shuichi sonrojado porque el rubio no lo soltaba-... Digo...
-Mejor terminen y váyanse de una buena vez –replicó levantándose muy molesto
-Reaccionó muy mal, creo que la presión lo está carcomiendo –dijo Suguru cuando el escritor se fue
-No, es que se enojó porque no lo llamé por su nombre... No sé, no me acostumbro todavía –y forzó una sonrisa.
FLASH BACK DOS MESES ATRÁS
Shuichi estaba recostado en las piernas de Yuki leyendo un libro.
-Por fin terminé –dijo el cantante-. Como estamos preparando la próxima gira me tardé mucho en leer tu más reciente libro, Yuki, pero me gustó mucho.
-Oye, me lo he estado preguntando. Ya llevamos más de cuatro años de pareja y me sigues diciendo Yuki, ¿por qué no me llamas por mi verdadero nombre? Creo que eso sería lo más indicado.
-Mmm no sé, creo que ya me acostumbré a llamarte Yuki.
-Es que –Yuki se sonroja-... yo... quiero escucharte decirme... Eiri...
Shuichi también se sonrojó. Aventó el libro y gritando se abrazó al escritor.
-¡¡Kyyaaa!! Entonces está bien. Te amo, Yu... digo, Eiri.
FIN DEL FLASH BACK
-Bueno, bueno –dijo Sakano-, terminemos porque de por sí ya vamos retrasados.
Yuki estaba en su estudio. Escuchó martillazos, unos chillidos y luego la puerta cerrarse. Salió a ver, pero los miembros de Bad Luck ya no estaban, sólo quedó una nota sobre la mesa junto a las tazas.
Eiri:
Perdona por no despedirme, pero no quería que te enojaras más conmigo. Volveré en la noche.
Te quiere, Shuichi
El escritor volvió a su estudio, pero en lugar de continuar con su trabajo se sumergió en sus pensamientos.
-<<Ese idiota es demasiado inocente y distraído. Dice que yo soy el popular, pero no se da cuenta que muchas personas a su alrededor están a sus pies. Para empezar hizo que me enamorara de él; Nakano-kun me confesó que de la secundaria a la preparatoria él fue su amor platónico (a lo mejor todavía); ese tonto de Tatsuha no lo ha dicho, pero sé que está enamorado de Shu; aunque de todos ellos, al que menos soporto es a ese loco del conejo, entiendo que es su ídolo, pero se ve a kilómetros que ama a Shuichi y él no se da cuenta de sus insinuaciones ni de la pasión con que lo mira. Encima otra vez lo hice sentir triste y todo por mi estúpido orgullo. ¿Por qué no puedo sólo decirle que me preocupo por él?>>
Y por fin el siempre problemático equipo de Bad Luck llegó a la sesión de fotos.
-¡Shu-chan! –gritó un chico de pelo verde al tiempo que lo abrazaba muy fuerte- Kumagoro y yo queríamos verte, qué bueno que por fin llegaste, na no da.
-Ah... lo lamento, Sakuma-san, pero hubo unos cuantos problemas.
-¿Eh? Habíamos quedado en que me llamarías Ryu-chan, no da –y puso cara triste a punto de llorar
-L-Lo siento, se me olvidó... eh... Ryu-chan –y se sonrojó porque su ídolo lo abrazó aún más fuerte hasta tirarlo al suelo
-Guarden las escenitas para después –dijo Noriko jalando a Ryuichi-, hay trabajo.
-¿Por qué tardaron tanto? –preguntó Tohma mientras los otros se preparaban
-K casi destruyó la puerta del departamento y nos quedamos a repararla –respondió Shuichi-. Otra vez.
-Oh, sigues molesto porque es la quinta vez que dejo el departamento casi sin puerta –protestó K.
-Creo que Shuichi dijo que era la sexta vez –corrigió Sakano
-You will kill under my hands.
-¡¡No!!
-Seguro que Eiri-san se molestó –dijo Tohma y sonrió acariciándole la cabeza a Shuichi-. No te preocupes, para cuando vuelvas a casa ya estará de mejor humor.
-Gracias, Seguchi-san.
La sesión se demoró por varios contratiempos, así que duró más de lo previsto. Al terminar, y como todos estaban cansados, K llevó a los chicos a sus casas.
-Y recuerden que los quiero mañana temprano en NG –dijo K mirando al vocalista
Shuichi entró sigilosamente al departamento. Si Yuki seguía trabajando él no quería hacerlo enojar de nuevo. Iba hacia la cocina, pero se detuvo al escuchar una voz proveniente de la oscura sala.
-Llegas un poco tarde, ¿no?
-Ah... Eiri –y a una velocidad sorprendente le dijo-. Penséquestaríastrabajandoo quizádormidoynoqueríamolestarteycomotengounpocodehambreibaacenary...
-Al menos toma aire para respirar –lo interrumpió Yuki-. Pero no me has contestado, ¿por qué llegaste tan tarde? Y dilo lentamente.
-Es que nos atacaron unos fans y luego Ryu-chan perdió a Kumagoro y...
Pero los pensamientos de Yuki ya estaban en otra parte. Acababa de escuchar dos de las cosas que más le molestaban del trabajo de su cantante: ataque de fans y el loco del conejo... Un momento, ¿lo había llamado Ryu-chan?
-Eiri –dijo Shuichi-, ¿me estás escuchando?
Por respuesta, Yuki lo jaló hasta sentarlo en sus piernas y lo abrazó fuertemente, lo que provocó que el pequeño se sonrojara. Yuki lo besó de manera apasionada y posesiva, comenzó a recorrer la espalda de Shuichi con caricias y ya se disponía a llevarlo a la recámara... Y en eso sonó el timbre de la puerta.
-Maldita puerta –dijo furioso-. Creo que esta vez la tiro yo.
-Cálmate, Eiri. Iré a ver quién es.
Antes de llegar a la puerta, ésta se abrió de golpe y una persona de cabello negro se lanzó encima de Shuichi abrazándolo muy “cariñosamente”.
-Cuñadito –gritó el recién llegado-, tenía muchas ganas de verte.
-Hola Tatsuha –saludó el pelirosa-, ¿cómo has estado?
-Muy bien, pero me di una escapada porque quería estar contigo. ¿Qué te parece si esta noche nos vamos tu y yo solitos a divertirnos y a buscar placer?
Antes de recibir una respuesta, una patada lo arrojó lejos del chico.
-¿Hasta cuándo planeabas abrazarlo? –preguntó Yuki más molesto que antes
-Oh, no me había dado cuenta que estabas aquí, hermano. ¿Me prestas a Shu esta noche? Aunque no garantizo que luego quiera volver contigo.
Yuki le pegó en la cabeza a su hermano pequeño. Después los tres se fueron a la sala. Shuichi les sirvió té a los hermanos Uesugui.
-¿Y?, ¿a qué viniste, Tatsuha? –preguntó un Yuki molesto.
-Ya lo dije, a visitar a mi lindo cuñadito y a ver si se deja robar.
-¡Tatsuha! –gritó Shuichi, avergonzado.
-Es broma –y pensó-. <<Bueno, no tanto>> -bebió un poco de té- Y también vine a visitar a una persona. Hace tiempo que no la veo y quiero charlar con ella. Así que esta noche –agarró las manos de Shuichi- trátame bien, por favor.
-¡¿Qué?! –gritaron el rubio y el pelirosa a la vez.
-Era broma. Nunca te robaría estando mi hermano presente, a menos que tú quisieras. Así que cuando mi hermano se vaya de viaje llámame, cuñadito.
Después de la discusión que siguió a ese comentario, todos se fueron a descansar. Tatsuha se quedó a dormir en el sillón soñando embobado con cierto pelirosa (suerte que Yuki no es psíquico, si no Tatsuha ya estaría muerto).
En la recámara Shuichi estaba nervioso. Yuki se había puesto muy serio después de los comentarios de su hermano, así que trató de romper el hielo en el ambiente.
-Ah... veo que Tatsuha sigue con sus bromas de siempre.
-Baka –dijo Yuki enojado-, eres demasiado despistado.
-¿Por qué me dices eso?
-No hiciste el menor intento por soltarte de Tatsuha, a lo mejor querías que lo dejara seguir abrazándote. ¿Harás lo mismo con tus locos amigos?
-Eiri, ¿qué...? -y pensó- <<Está actuando muy extraño>>
-O quizá sólo con el loco del conejo, que se te pega como chicle.
-No hables así de Ryu-chan, ¿y por qué me dices todo eso?
-No quiero hablar contigo –se dio la vuelta y cerró los ojos
-¿Qué te pasa, tonto? –gritó Shuichi con lágrimas en los ojos y salió de la habitación rumbo al baño, donde se encerró toda la noche.
-Rayos –murmuró el rubio-… Volví a arruinarlo.
Al día siguiente, Shuichi ya estaba listo para irse.
-Cuñadito –dijo Tatsuha-, ¿puedo ir contigo? Anda, di que sí.
-Pero... –al ver su cara de cachorro triste a Shuichi no le quedó remedio más que acceder-. Está bien, pero compórtate que la última vez casi nos sacan a patadas.
-Sí, yupi –y se puso a bailar con su cuñado
-¿Y para qué quieres ir con él? –preguntó Yuki molesto desde la puerta del cuarto
-Es un secreto –le sonrió su hermano-. Tranquilo, no le haré nada.
Ya en NG, Shuichi se fue con los miembros de Bad Luck a ensayar. Al llegar Hiroshi lo abrazó. Los otros festejaban junto a un letrero que decía “Felicidades Hiro”.
-¿Qué te pasa, Hiro? –preguntó un Shuichi desconcertado.
-Es que ayer Ayaka me dijo que unos siete meses voy a ser papá.
(Ah, no les había dicho, Hiro y Ayaka llevan tres años de casados)
-¿Eh?, vaya, eso es genial –y muy feliz y emocionado agarró el micrófono y abrazó a Hiroshi-. Muy bien, pensemos en una canción para mi futuro sobrino. Hey, Hiro, si es niño le pondrás mi nombre, ¿verdad?
-Ni que estuviera loco –le respondió, acariciándole la cabeza.
En un pasillo Tatsuha se encontró a Ryuichi que jugaba con Kumagoro. Al verse ambos sonrieron y el vocalista, cambiando a su modo serio, le señaló la puerta de una habitación para que entraran.
-Ha pasado mucho tiempo –dijo Tatsuha, sonriendo
-Sí, me alegra verte bien. Extrañaba platicar contigo.
-Yo también. Recuerdo que al inicio te declaré mis sentimientos y me rechazaste porque querías a alguien más. Y cuando pasó el tiempo yo me fijé también en esa lindura que tengo por cuñado. Cuando nos dimos cuenta que tú y yo teníamos ese amor secreto en común...
-Sí, fue cuando Tat-chan y yo nos hicimos grandes amigos y podíamos desahogarnos mutuamente.
- Era divertido –lo miró fijamente-. Ryuichi... ¿aún no te das por vencido con él?
-No estoy seguro, pero no puedo evitar mis sentimientos. ¿Y tú?
-Tampoco estoy seguro, pero si algo pasa entre ellos, te deseo buena suerte.
-Sí. Si tenemos una oportunidad, sólo uno será el afortunado de tenerlo. Y al menos me reconforta saber que uno de los dos lo podría hacer realmente feliz.
Pasaron varios días después de esa conversación y los problemas y discusiones entre Yuki y Shuichi habían aumentado. Aquella mañana el escritor había vuelto a gritarle por culpa de sus celos hacia la relación de su amante con su ídolo y Shuichi se había ido corriendo y llorando del departamento. Yuki sabía que tenía la culpa y también sabía que le debía una disculpa, así que tragándose parte de su orgullo decidió ir a NG.
Mientras en la disquera, Shuichi estaba cansado después del ensayo y de haber llorado la mitad de la mañana en el hombro de Hiroshi. K le dio permiso para que fuera a descansar. Shuichi estaba durmiendo en un sillón en otro salón de NG. Al poco rato Ryuichi apareció junto a él.
-Ese maldito no sabe lo afortunado que es al tenerte –decía mientras le acariciaba el cabello al pelirosa dormido-. Si estuvieras conmigo te haría muy feliz y nunca te dejaría llorar por mi culpa. ¿Por qué sigues aferrado a él, Shu-chan?
Y sin poder evitarlo más inclinó su cabeza hacia la del otro vocalista y le plantó un dulce y suave beso en los labios. Lentamente Shuichi fue abriendo los ojos y cuando se dio cuenta de lo que sucedía se sonrojó.
-Eh... esto... Ryu-chan, tú...
Pero entonces ambos voltearon hacia la puerta de la habitación y vieron a cierto escritor con la cara llena de ira. Yuki se dio la vuelta y salió de allí. Shuichi inmediatamente se levantó para seguirlo.
-Yo sé que sólo lo amas a él –murmuró Ryuichi, triste-, pero quería sentirte al menos una vez...
-¡Espera Eiri! –gritaba Shuichi corriendo tras él- No es lo... –pero fue interrumpido
-Aunque no lo creas, todavía miro perfectamente –volteó a verlo-. Eres un idiota. Y yo que pensé en disculparme contigo por lo de hoy, pero te atreves a responderme así.
-Es que no es lo que piensas, yo no...
-Ya cállate, idiota. Por un momento pensé que al fin sería feliz con alguien... Pero si tanto querías lanzarte a los brazos de ese loco pues lo hubieras hecho, no me importa. Puedes irte con él, o con Tatsuha, me da igual, pero en mi casa no quiero volver a verte, así que recoges tus cosas y te me largas.
Pasó una semana y nada cambió. Shuichi se había quedado en casa de Suguru para no molestar a Hiroshi y Ayaka. Averiguó, con ayuda de Tohma, que Yuki no estaría en casa ese día, así que fue porque tenía que recoger sus cosas.
Yuki venía caminando del parque. Ryuichi lo había citado y aunque quería matarlo accedió a ir. Y después de que un muy celoso Sakuma le explicó lo que en verdad pasó ese día, regresó a casa sintiéndose el mayor idiota del mundo.
FLASH BACK
Ryuichi esperaba a Yuki sentado en una banca del parque. Apenas llegó el escritor, Ryuichi le dio un puñetazo en la cara.
-¡Eres un idiota! –le gritó- Tienes la fortuna de que Shu-chan sólo piense en ti y te atreves a tratarlo de esa manera. No sé cómo él sigue contigo. Si estuviera conmigo nunca lo haría llorar ni sufrir. Y para tu información, el que besó a Shu-chan mientras dormía fui yo, él nunca te traicionaría. ¡Idiota! –y se fue muy molesto sin haberle dado tiempo de hablar a Yuki.
FIN DEL FLASH BACK
Al llegar al departamento se dio cuenta de en la puerta estaban los zapatos del cantante y entró corriendo hasta la recámara.
-¡Shuichi! –y lo encontró guardando sus cosas en una maleta
-Ah, Eiri. Lo siento, vine a recoger mis cosas.
-Shuichi, yo –y lo abrazó-... Lo lamento. Sakuma-san ya me explicó lo que en realidad pasó, pero es que me sentí tan celoso que no pude pensar en nada más. Por favor, perdóname, no te vayas, quiero que estemos juntos mucho más tiempo.
-Pero Eiri, ¿no recuerdas que día es hoy? –y señaló el calendario: siete de Enero, mañana ocho Bad Luck se iba a su gira de seis meses- Tengo que tener mis cosas listas para mañana, además –le sonrió-... lo estuve pensando, pero creo que es mejor que pasemos un tiempo lejos para poner en orden nuestros sentimientos y para que aprendas a confiar en mí. Si después de los seis meses de la gira nuestros sentimientos siguen iguales, entonces volveremos a estar juntos, ah, y esta vez sin mentiras, si algo te molesta me lo dirás, ¿de acuerdo?
Yuki lo miró. Después de todo aquello era parte del trabajo de su amante y Yuki no quería perderlo (ya le había hecho suficiente daño) ni que se fuera con otro.
-Está bien –y sonrió-. Es una promesa.