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Contigo hasta la eternidad por Higary

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Notas del capitulo:

El final.

Los días comenzaron a transcurrir. Yuki estaba frente a su computadora, pero en vez de escribir miraba un álbum de fotos de él con Shuichi y con la inseparable tropa de Bad Luck, entonces, por primera vez en mucho tiempo, se sintió realmente con una gran inspiración. La novela de Yuki salió y a muchas chicas les encantó por las palabras del autor expresadas al inicio.

PRÓLOGO
“Antes de comenzar con otra novela romántica, quisiera hablar un poco sobre mi propia historia de amor. Les diré que cuando comenzamos no lo tomé muy en serio, era un mocoso irritante, llorón, extraño, escandaloso y me provocó muchos dolores de cabeza. Pero también, poco a poco fue despertando en mí cariño y ternura; deseaba ver su sonrisa y esos ojos siempre acompañados por una mirada de inocencia (sus fans no me dejarán mentir). Cuando el tiempo siguió pasando, conocí otro tipo de sensaciones: preocupación por su bienestar, deseos de protegerlo (admito que a veces demasiado), y celos, muchos celos, sobre todo cuando se iba con ese grupo de locos que tiene por amigos (pido a sus fans que me disculpen). Y a pesar de todo, de cada día amarlo más, mi maldito carácter y orgullo lo alejaron de mí. Pensé que no importaba lo que hiciera, él siempre estaría conmigo, pero nunca me detuve a pensar que él necesitaba mi cariño, y cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde y lo perdí... Me dijiste que si en seis meses nuestros sentimientos seguían intactos volveríamos a estar juntos, pero no necesitas tanto tiempo para saber mi respuesta: TE AMO y eso nunca cambiará. Te ruego me perdones por no decirlo antes, y si no regresas, estará bien, porque sólo deseo que seas tan feliz como te lo mereces, yo siempre te protegeré. Siempre por y para ti, Yuki Eiri.”

Shuichi estaba en un camerino preparándose para una entrevista en televisión.
-It’s show time! –gritó K entrando con su mágnum.
-Oye, K –dijo Shuichi algo distraído- Eh... quisiera pedirte un favor... que me compraras algo, si no es molestia, yo...
-Ok –le acarició la cabeza-. Te traeré la nueva novela de Yuki –sacó una bazuca- Good bye, debo ir a pelear contra un grupo de mujeres locas –y se fue riendo a carcajadas
-Espero que haya sido buena idea pedírselo a él.

Bad Luck siguió cosechando éxitos durante la gira y por fin volvieron a Tokio para el concierto final después de seis meses lejos. Los chicos estaban en los camerinos arreglándose cuando K llegó junto al vocalista.
-Shuichi, creo que debes saber que cierto escritor está entre el público.
-¿Vino Eiri?, ¿en serio?
-Claro –y le acarició la cabeza-. Así que sal y da el mejor concierto de tu carrera.
-Sí. Muchas gracias, K. Andando, Bad Luck. –y salieron al escenario cada uno a tomar sus posiciones

-Buenas noches –saludó Shuichi a sus miles de fans que gritaban-. Me acaban de informar que una persona muy especial está presente hoy. ¿Sabes? Ya leí tu libro y me conmovió mucho. Ahora déjame a mí dedicarte este concierto. Te amo, Eiri.
-Y yo a ti –murmuró Yuki sonriendo desde su asiento junto a su loco hermanito, que pese a todo, sólo deseaba que el frío Yuki y su querido Shuichi fueran felices

El concierto terminó. Bad Luck se hospedaría esa noche en un hotel porque al día siguiente, en el salón que estaba enfrente, sería la conferencia de prensa por el final de la gira. Yuki se encontraba con Shuichi en su habitación.
-Ya pasaron los seis meses –dijo Yuki-, ¿entonces qué hay de nosotros?
Shuichi se acercó y lo besó apasionadamente. Luego sonrió.
-Ahí tienes tu respuesta –y lo abrazó

Y llegó la noche de la ansiada reconciliación, donde los dos amantes, una vez más, se unieron para fundir sus cuerpos y sus corazones hasta hacerlos uno solo de ahí hasta siempre. O eso era lo que creían.

Llegó la mañana. Shuichi se despidió de Yuki con un beso y lo dejó en la cama para ir a la conferencia. Estaba tan feliz por tener a su amado de nuevo a su lado que cuando se dio cuenta la conferencia estaba por terminar y podría volver a la habitación donde cierto rubio apasionado lo esperaba.
-Por último –dijo una reportera-, Shindou-san, después de su declaración en el concierto de anoche, ¿cómo se encuentra sentimentalmente en este momento?
-Soy muy feliz –declaró con una gran sonrisa

PUUUM

Los reporteros se agacharon, Hiroshi y Suguru inmediatamente se inclinaron al suelo porque Shuichi había caído en medio de un charco de sangre. Una bala le había perforado el pecho.
-Shu, aguanta por favor –pedía Hiro a su amigo sujetando sus manos, aunque él mismo apenas si podía mantener la calma
-¡Sakano, llama a una ambulancia! –gritó Suguru al productor
K mandó a los de seguridad y a la policía a buscar al agresor. Sacó su mágnum y ordenó a los reporteros apagar las cámaras y no tomar fotos.

Mientras en el hotel, Yuki estaba en shock. Acababa de ver a su amante tirado en el suelo y gravemente herido. La transmisión se había cortado. Apenas reaccionó, salió corriendo del hotel y llegó al salón de la conferencia. Los de seguridad no lo dejaban pasar, pero K fue por él y le abrió paso hasta donde estaban los miembros de Bad Luck. Se arrodilló junto al pelirosa y le sujetó la mano derecha (Hiro no quiso soltarle la izquierda).
-Hola, Yuki –saludó, sonriendo-... Te ves como si... hubieras corrido desde el hotel...
-No hables, Shuichi –respondió su amante aparentando tranquilidad-. Ahorra energía. No te preocupes, todo estará bien.
-Oye... me prometiste... no más mentiras...
-¡No digas tonterías! –gritó, sin poder contener el llanto- ¡Vas a estar bien!
-Vaya... pero no importa... –y comenzó a sacar sangre por la boca
-Ya viene la ambulancia –dijo Hiroshi-, resiste, Shu.
Los reporteros trataban de acercarse para escuchar.
-Por favor, aléjense –pedía Suguru, deteniéndolos
-¿Sabes... Eiri? –preguntó Shuichi- Muchas gracias... por haberme enseñado que era capaz de amar a alguien así... y que esa persona me amaría con la misma intensidad...
Yuki se inclinó y le besó los labios dulcemente.
-No hables como si fuera una despedida, tonto –y ambos se sonrieron
-Te amo... Eiri...

Tanto Yuki como Hiro, ninguno escuchó que la ambulancia acababa de llegar y que los paramédicos corrían hacia donde estaban. No, lo único de lo que se dieron cuenta fue que las manos de ese cantante los habían soltado y ya nunca los volverían a sujetar.

El sujeto que disparó resultó ser un obsesionado fan de Shuichi, que molesto porque había vuelto con Yuki, declaró que si no era suyo no sería de nadie. Lo capturaron horas después del incidente, pero el daño ya estaba hecho.

Llegó el día del funeral. Primero se veló el cuerpo; muchos artistas, miles de fans y los reporteros que no podían faltar, fueron a despedirse del vocalista de Bad Luck. Sus amigos y su familia le harían guardia todo el día.


Yuki estaba en su departamento. Todo estaba oscuro y descuidado, como si nadie viviera ahí, pero él se encontraba recargado en la pared mirando el televisor con lágrimas rodándole por las mejillas. Los miembros de Bad Luck acababan de bajarse de una camioneta. Todos lucían un traje negro y lentes oscuros.
-Lo que pasó fue una mentira, un sueño... ¿verdad? –murmuró Yuki
-Hermano –dijo Tatsuha, entrando. También vestía de negro y tenía los ojos hinchados por tanto llorar-, si quieres ir hasta más tarde entonces me adelantaré... –pero se detuvo mirando la televisión porque algo acababa de pasar

Ryuichi pidió un micrófono y fue hasta donde lo esperaban Noriko y Tohma con los sintetizadores. El cantante tenía la mirada que adoptaba sólo al cantar.
-Hoy –dijo Ryuichi, completamente serio- venimos a despedirnos de un gran amigo, cantante, la persona más linda que yo he conocido. Y por eso quiero, con las cámaras de testigos, que por favor todos escuchen la canción que le escribí a esta persona a la que tanto quiero: “Nunca te veré otra vez”. Esta canción es sólo para ti, Shuichi.

 

Hoy ya parecen lejanos los días, que aún recuerdo con cariño.
Hoy aquí le estoy cantando a ese ser tan querido.
Jamás olvidaré todos los momentos en los que me hacías reír, en los que me consolabas
y hasta en los que me hiciste llorar.
No importaba cómo, tú siempre... siempre estabas allí.

 

Nunca te veré otra vez. Y hoy te vengo a decir adiós.
Espero no sea una despedida eterna. Sé que juntos un día estaremos los dos.
Nunca te veré otra vez. Y no lo pude evitar.
No importa, siempre te amaré. Espero me creas es la verdad.

Hay un gran vacío en mi interior, aún siento ganas de llorar.
Pero comprendo que debo ser fuerte para que no te debas preocupar.
Iluminabas gran parte de mi vida, me enseñaste muchas cosas y también me diste amor. Creo que nunca pude compensarte, y ahora...

Nunca te veré otra vez. Y hoy te vengo a decir adiós.
Espero no sea una despedida eterna. Sé que juntos un día estaremos los dos.
Nunca te veré otra vez. Y no lo pude evitar.
No importa, siempre te amaré. Espero me creas es la verdad.

Nunca te veré otra vez. Y hoy te vengo a decir adiós.
Espero no sea una despedida eterna. Sé que juntos un día estaremos los dos.
Nunca te veré otra vez. Y no lo pude evitar.
No importa, siempre te amaré. Espero me creas es la verdad.

Y aunque no te vuelva a ver... yo te seguiré amando... y jamás te olvidaré...

 

Cuando terminó de cantar, unas silenciosas lágrimas salían de sus ojos, al igual que los de muchos fans y reporteros. Este era el último regalo de Ryuichi para su querido Shu-chan.

Yuki Eiri llegó hasta muy entrada la noche, cuando sólo quedaban las personas más cercanas a Shuichi. Tatsuha, Ryuichi y Hiroshi lloraban junto al ataúd, pero cuando él se acercó ellos se quitaron. El escritor lucía pálido y sumamente triste. Apenas acercarse se abalanzó sobre donde reposaba su amante y rompió en llanto. El resto de la noche la pasó así, no quiso moverse para nada, hasta que al amanecer fueron para llevar el ataúd al cementerio. Pero durante el entierro, Yuki no se presentó. Mandó con Mika una nota para que Hiro la leyera a su amante antes de que lo sepultaran y el guitarrista así lo hizo.

Y de eso pasaron tres meses. Bad Luck consiguió un nuevo vocalista, Izumi Minato, un chico muy guapo de cabello negro y ojos azules, muy responsable, trabajador, gran admirador de su antecesor, pero casi tan histérico y preocupado como Sakano. Poco a poco estaban conquistando a los fans que aún no se adaptaban a escuchar a Minato en lugar del hiperactivo pelirosa. Yuki, por su parte, había sacado una nueva novela y poco a poco volvía a aparecer en público. Ese día estaba, con un ramo de rosas rojas, enfrente del lugar más colorido del cementerio. Todas las flores estaban alrededor de una tumba que decía:

 

SHINDOU SHUICHI
“Ahora cantarás en el cielo, pero desde allá seguirás iluminando nuestras vidas”

 

-Discúlpame por no haber venido en todo este tiempo –decía dejando las flores encima-, pero necesitaba poner en orden mi mente y calmarla un poco, ya que si venía antes seguro que me suicidaba para reunirme contigo... Tenía miedo de venir porque estos meses he sufrido como nunca antes y para distraerme me puse a escribir. De nuevo discúlpame, mi intención no era olvidarte, ¿cómo podría? Has sido la persona más importante en mi vida. Yo –las lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos-... ¿Por qué tenías que morir tú? Eras un chico tan noble y gentil, mi fuente de apoyo y consuelo, ¿por qué la bala no me dio a mí? Una vez tú me salvaste de la muerte y yo no pude protegerte en ese momento –miró alrededor para calmarse-. Este lugar era muy frío y triste, todo lo contrario a tu carácter, por eso lo mandé arreglar para ti. Bueno... debo irme, prometo que ahora vendré más seguido a visitarte. Tengo que arreglar muchas cosas antes de –sonrió-... Hasta luego, Shuichi.

CUATRO AÑOS DESPUÉS...
Hiroshi (ahora con el cabello más corto y facciones más maduras) se encontraba sentado en una cafetería. Unos minutos después, una persona con traje gris y lentes (traía un ramo de rosas en las manos) se detuvo delante de su mesa.
-Ha pasado tiempo –saludó sonriendo-, Eiri-san.
-Sí –respondió el escritor sentándose y dejando las rosas-. ¿Cómo está tu familia?
-Muy bien... El pequeño Shu-kun es muy inquieto. Ayaka y yo creemos que cuando crezca se parecerá mucho a Shu-chan –y sonrió con nostalgia
-Aún lo echas de menos, ¿verdad?
-Igual que tú. Pero debo seguir adelante como él hubiera querido. Nos estamos preparando para el concierto en homenaje a Shu-chan. Le dije en broma a Minato que si interpretaba mal las canciones de su “senpai”, como le dice, mientras tú estabas escuchándonos, él se sentiría decepcionado, así que nos puso a ensayar como locos. K nos dio el día libre para ver si el pobre se calmaba. Hasta Suguru dijo que estaba exagerando.
-Sigo sin entender cómo ese Izumi-kun se convirtió en el vocalista de Bad Luck si es un histérico, tiene talento, pero es todo lo opuesto a Shuichi.
-Creo que por eso se esfuerza mucho más; lo admiraba bastante. Ah, otra cosa, te advierto que Sakuma-san cantará la canción que compuso para el funeral, lo digo para que no vayas a querer golpearlo, que Tatsuha-san ya me contó que casi lo vas a matar cuando escuchaste la canción por primera vez. Y ten en cuenta que ahora Sakuma-san es tu “cuñado”. A Tatsuha-san no le va gustar que golpees a su actual amante.
Yuki no contestó. Miró su reloj, agarró las flores y volvió a levantarse.
-Lo siento, Hiroshi, pero tengo una cita. Hoy es nuestro aniversario.
-Ya veo –y sonrió-. Entonces te veré en el concierto. Eiri-san, espero que de verdad seas feliz.
-¿Aún tengo ese derecho...? No, aunque así fuera... Bueno, hasta luego, Hiroshi –pero se detuvo-. Lo olvidaba: si ese chiquillo en serio se parecerá a él cuando crezca, te aconsejo que lo cuides o si no te lo robaré.

Yuki manejó durante un rato. Dejó el auto en el estacionamiento y observó los cerezos ya florecidos mientras caminaba hasta llegar a su destino: aquella tumba llena de flores.
-Feliz aniversario, Shuichi –dijo, sonriendo al tiempo que depositaba las flores-. Hoy se cumplen nueve años desde que nos convertimos en amantes. Seguro que te alegra saber que tu querido amigo y yo nos reunimos de vez en cuando, pero sólo hablamos de ti, porque el cariño que te tenemos es lo único en común entre nosotros. Te pido disculpas porque seguro tú querrías que yo continuara... Tohma, Mika, Tatsuha, Hiroshi... todos me dicen que rehaga mi vida, que busque a alguien más, pero no puedo hacerlo. Al único al que amo es a ti, eres el único que deseo en mis brazos. Dudo que encuentre a otra persona. Yo... ya he puesto todas mis cosas en orden, estoy por terminar mi mejor novela de amor, quizá sea la última, ya no me siento con ánimo para continuar escribiendo. Seguro pensarás que me estoy dando por vencido y te enojarás por ello. Aún así no puedo cambiar mis sentimientos, por eso no te sorprendas si un día voy a encontrarme contigo.

Y pasaron seis meses. La nueva novela del rubio escritor salió a la venta bajo el título “Contigo hasta la eternidad” y se convirtió en un éxito sin precedentes, ya que la trama base era su propia historia con la del ex cantante de NG.

Poco tiempo después, y aún con la euforia del éxito del libro junto con el recién salido disco de Bad Luck, apareció una noticia que sacudió a Japón y conmovió a las personas como nunca había pasado: el novelista Yuki Eiri había tomado la decisión de ir a reunirse con su amado Shindou Shuichi, o al menos eso decía en la carta que dejó junto a los frascos de pastillas. Sus seres queridos, conocidos y miles de fans lloraron y otros tantos sólo le desearon lo mejor, ya que comprendían que en realidad él nunca habría podido ser completamente feliz a menos que se reencontrara con su último y verdadero amor, justo como la frase final de su libro:

“Porque no importa dónde sea, yo definitivamente estaré contigo.”

 

FIN

THE END

OWARI

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

BUUUAAAA!!! Sorry, Higary se disculpa por haber matado a Shu, es que esa escena (y todo lo que seguía de ella) no salía de mi cabeza, pero al final de todos modos los dejé juntos. Amo a esa pareja, aunque sea en el más allá, pero van a estar juntitos y felices, snif, pero como leyeron, también dejé a Tatsuha con Ryu (esa pareja también me gusta). Ah, la canción fue escrita por mí mientras estaba en la prepa, espero les haya gustado (a mi profesor de lectura y escritura le gustó). Este fic va dedicado a Eli, mi hermana (que casi me mata por matar a Shu, snif), y a mi amiga Meli, a la que estoy induciendo al mundo del yaoi, je je. Bueno, ya saben, se esperan comentarios. Saludos a todos y bye bye, hasta el siguiente fic.


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