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Aunque eres más de lo que puedo manejar... por Yeta

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Dos semanas, ese era el tiempo que tardó en darse cuenta de que la torre se convirtió en un hogar.

Compartía el cuarto con Steve, aquel nido seguía en el vestidor y lo aprovechaban bastante durante la noche. En su piso estaba el cuarto de Peter y comenzó la remodelación de los cuartos de anidación. En el piso dónde se encontraba Bruce, Clint ocupaba un cuarto, aunque Tony estaba seguro que estuvo durmiendo todas las noches con su amigo. Y los niños pudieron elegir uno para cada uno en aquel piso. Laura se quedó en el departamento de Loki, venía por los niños y algunas noches los llevaba con ella. Loki pasaba por las tardes y algunas noches tomaba uno de los cuartos de invitados sin pedir permiso realmente.

Lo que sí fue un ritual para todos fue desayunar y cenar juntos en su piso. Los niños eran menos revoltosos que Clint peleando con Loki, pero se dio cuenta que no le molestaba el alboroto que causaba tener a muchas personas cerca. En realidad era reconfortante y lo ayudó a irse de su piso dejando a Steve sabiendo que ellos estaban ahí. El lazo era muy resiente y los primeros días solo quería tener a Steve desnudo en su cuarto sin ver la luz del sol, no lo logró. Todavía tenía que cumplir un horario de oficina, seguir las actualizaciones de su trabajo y verificar a Peter.
El lado bueno, los instintos de Steve resintieron el no tenerlo tan cerca durante el día y en la noche se lo demostraba con mucho entusiasmo.

—Firmaste dos veces el mismo papel— Pepper lo sacó de sus pensamientos y lo hizo ver bien qué estaba haciendo. —Te vez diferente.

—Increíblemente más atractivo, viril...

—En realidad estas mas gordo— Pepper lo interrumpió con una gran sonrisa.

—¡¿Disculpa?!— se ofendió y más cuando ella comenzó a reír. Estaba por negar que estaba gordo cuando llegó un mensaje de Steve haciendo que olvidara que se enojó y sonriera.

Lo había convencido de aceptar un celular hecho por él como regalo. Era uno que no había salido al mercado y que sería resistente a cualquier accidente. Cuando su Omega aceptó su regalo se sintió exageradamente feliz, mas que cuando lograba que comiera.

—Ya está la comida, ¿vienes?— se levantó agradeciendo tener su casa y trabajo en el mismo edificio.

—No, Happy quería ir a almorzar cerca de aquí.— Tony levantó las cejas viendo como Potts se encaminaba a la salida de su oficina —Saludos a todos.

—Ustedes salen a cenar y almorzar juntos casi todos los días.— estaba sospechando que algo ocurría entre ese par.

—Tony...— Pepper le sonrió desde la puerta —Hacemos mucho mas que almorzar y cenar.

—¡Pepper!— ni siquiera sabía por qué se impresionaba tanto. Ella solo se rió fuertemente haciendo un gesto con la mano como saludo antes de irse.

No mucho después de ella salió y subió a su piso.
En la cocina se encontraba Steve charlando con Peter. Bruce veía a Clint hacer muecas a sus niños haciendo que se rieran. Hoy fue el día de Bruce de cocinar y al parecer había elegido hacer macarrones con queso.
Steve y Bruce se turnaban para cocinar; mientras que Peter, Clint y él no porque resultaron unos ineptos en esa tarea.

—Hola— dijo acercándose para revolver el cabello del mocoso y luego besar en los labios a su Omega y dejar un beso sobre su marca.

—Niños cerca...— canturreo Clint haciendo que se alejara de Steve.

Cooper los ignoraba y estaba intentando imitar la última mueca de Clint. Lila, al contrario, estaba mirándolo fijamente. La niña hacia eso cada vez que él aparecía.

—Bucky llamó. Él irá en avión con Loki, Laura y los niños. Tardé en convencerlo, pero son menos horas de viaje y no le dolerán tanto los músculos.

Tony asintió sentándose en su sitio. Ese era el tema que ignoró desde que Steve mencionó que se iría con su hermano para ayudarlo a acomodarse, solo eran unos días.

—¿Por qué no va con nosotros?— Cooper preguntó acercando su plato con comida ya servida —¿Tú tampoco vas?

Todas las miradas fueron hacia Bruce, quien no se esperaba que el niño le hablara. Hasta Clint se veía impresionado, Cooper saludaba y era cordial con Bruce, pero luego lo ignoraba.

—Uhm... Tengo trabajo que no puedo descuidar—  contestó un tanto vacilante.

—Yo igual— suspiró recordando la junta inmovible que tenía que asistir si no quería que le hiciera miserable la vida.

—Pero... ¿y después?— ahora fue Lila, ella miraba ceñuda a Bruce y luego a Tony. —¿Tío Steve no se va a casar? ¿Tú tampoco papi?

—¿Yo qué?— sonrió nervioso Clint y Tony no pudo evitar reír. Lo cual fue un error porque la niña lo fulminó con la mirada.

—¡¿No quieres a mi tío?!

—Sí, yo... Lo amo— contestó mirando a Steve en busca de ayuda. Los labios le temblaban por contener una risa, a Tony no le dio gracia. Lila lo miraba como si fuera el peor villano de la historia.

¿Dónde sefuelaniñaadorable?

—Pero no veo un anillo ahí — señaló la mano de Steve y escuchó una risa ahogada de Peter a su lado.

—El abuelo dijo que si tiene buenas intenciones pondrá un anillo en tu dedo, sino no vale la pena.— acotó Cooper encogiéndose de hombros después.

—Wow... Esperen, ¿qué estuvieron hablando con su abuelo?

Tony notó enseguida que, ante la mención del padre de Clint, Steve y Peter perdieron la diversión. Los niños no le dieron importancia al cambio de ánimo.

—Nada. Nos preguntó cómo estaban mamá y tú. También dónde estábamos durmiendo, le contamos que nos quedamos en la casota del novio del tío contigo y en el lindo departamento del tío Lokillo con mamá.

—Oh... ¿algo más?— preguntó Steve queriendo parecer desinteresado. Tony lo conocía mejor y no eran un niño para no notar su interés.

—Que también nos quedamos con... el amigo muy especial de papá.

Tony comenzó a masticar mas rápido para evitar reír cuando Bruce escupió el jugo. No entendió la conversación muda entre Steve y Clint.

—¿Por qué "muy especial? — preguntó ganando un codazo de Steve.

—Porque le da besos en la boca y lo abraza mucho cuando piensa que no miramos.— Cooper actuó como si estuviera hablando del clima.

—¡Sí! Y cuándo preguntamos quién es, dijo que era su amigo. Pero a sus amigos no los besa en la boca o les hace ojitos, así que tiene que ser su amigo muy especial.

—Hay... Niños— Clint cerró los ojos y se mordió el labio un momento —¿Y qué dijo el abuelo?

—Dijo que si el novio del tío no tiene buenas intenciones va a recibir una visita de su amigo el curtidor. Y que si tu amigo muy especial no se convierte en tu novio también tendrá una visita de su amigo. ¿Por qué ellos necesitan cuero para hacer las cosas como Dios manda?

—Oh por... Está hablando igual que mi papá.— Clint se veía miserable.

—¿Su amigo el curtidor? — preguntó a Steve y él le sonrió apretando su rodilla con su mano izquierda. Dándole a entender que no le gustaría la respuesta.

Algo le decía a Tony que ese tal curtidor no se dedicaba a curtir cuero. Al menos no de animales.

—Hablaré con mi papá— Clint dijo mirando a Steve y luego miró a sus hijos —. No hablen de cosas privadas de otros con el abuelo. Pueden llamarlo cuando quieran, pero hablen de... No sé, que comieron o...

—¡La escuela!

Tony frunció el ceño y captó que no fue el único. Tenía entendido que los niños habían perdido clases todo este tiempo que estuvieron aquí.

—Seguro deben extrañar a sus amigos— Peter les sonrió y ellos se encogieron de hombros.

—Mi mejor amigo es Coop.

—Y nos gusta aquí.

—¡Sí! La gente no te saluda, te chocan si no sales de su camino; tampoco saben conducir y se gritan grosería cuando conducen. Y es tan ruidoso y brillante aún de noche. ¡Nos encanta!

Tony se rió agradecido por el cambio de tema. Pero al parecer fue el único porque sintió el aroma agrio de otro Alfa, incómodo. Peter comenzó a hablar sobre un juego que aparentemente los más pequeños conocían.
Siguió comiendo y terminó lo que Steve dejó en su plato.

Meditó las palabras de Lila en silencio. Nunca pensó en formar un lazo de apareamiento, mucho menos casarse. Y aquí estaba unido con Steve, lo cual le gustaba y no lo hizo entrar en pánico después del "bajón hormonal" que pasaba luego de unos días de unirse. Sentía como su cabeza era mas clara a la hora de pensar en cualquier cosa que no fuera Steve.

—Natasha comentó que un amigo podía contratar a Clint cuando su pierna esté curada. Y Laura que haría lo mejor por los niños, así que si él decide quedarse ella buscará empleo por aquí.

Bruce fue a su piso con Clint y Peter fue a mostrar aquel juego a los niños. Y le quedaban unos minutos para volver y encontrar a Pepper con otra pila de documentos atrasados por revisar y firmar.

—Creo que mi Bruci va a abandonarme si tu amigo no vuelve así que, por mi bien, espero que Clint venga con su duo dinámico.

No quería que le robarán a Bruce. Gracias a tener a Steve y a Peter no sintió demaciado el no tener a su amigo cuando se le antojaba, pero que se fuera era otra historia. No iba a aceptarlo.

—No te molesta— comentó Steve y Tony lo miró sin entender a qué se refería —Vivías solo. Según Clint, Bruce pasaba mucho tiempo trabajando y ustedes no compartían este piso por mucho tiempo. Ahora prácticamente estamos conviviendo, todos. ¿De verdad estás cómodo con esto?

—Steve, te dije que sí. Ya lo hablamos— Frunció el ceño al ver la confusión en el rostro de su Omega, hasta que recordó —Oh, espera, no. Esa fue una conversación conmigo mismo.

Steve rodó los ojos y se sentó de nuevo a su lado.

—Tony, si sientes que necesitas tú espacio quiero que me lo digas. Crecí rodeado de mi familia y amigos. Estoy acostumbrado a estar siempre con alguien, pero eso no quiere decir que tengas que acostumbrarte también.

—Lo sé. Pero en realidad me gusta ésta rara dinámica amistosa y familiar que vivo desde que estoy contigo. No me crié así y no sabía qué tan bien se siente el tener personas de confianza a mí alrededor, como una verdadera familia.

Howard fue un desastroso padre y modelo a seguir. Y María, lo intentó, pero no logró alejarse de su devoción por su esposo y ver que tan mal lo estaban haciendo con su hijo. Lo enviaron a un internado a penas tuvo la edad para escolarizarse, dejándolo adelantar de año sin ver cómo eso le impedía conectar con los de su edad y que cada vez fuera más antisocial. Después ingresó al MIT a una edad muy temprana y conoció a Bruce, otro "rarito" en el mundo, y a muchos que le hicieron aprender a la mala que no debía confíar en cualquiera y que las personas pueden ser demasiado interesadas y aprovechadores. Regalos y sexo era lo único que buscaban cuando se le acercaban. Le dolió, pero se adaptó y creció para vivir así sin remordimientos y pena.

Al menos así fue hasta ahora.

El toque de la mano de Steve contra su mejilla lo hizo volver de sus pensamientos. El aroma de su Omega era agradable, siempre lo era, pero ahora le infundia calma.

—Me gusta tenerlos aquí— afirmó y besó su mano. —
Ayudaron a que pudiera dejarte y lograra estar lejos por horas sin enloquecer pensando en tí.

—Te ibas unos pisos hacia abajo de distancia— bufó Steve. Tony sabía que su Omega entendía y no se estaba burlando realmente.

Habían adelantado el formar el lazo y fue en un mal momento. Pudieron estar juntos lo más posible, pero con el vínculo recién formado, si no fuera por la que consideraba familia de Steve, seguramente aunque fuera una separación mínima podría haber deprimido al Omega y en el caso del Alfa despertar un pico de agresión hacia cualquiera.

—Solo serán unos días, ¿verdad?— odiaba el tener que verificar aquello, ya sabía que no volvería a aquella casa para quedarse definitivamente, que volvería. Y aún así no podía evitarlo —Porque puedo trasladar la sede principal de la empresa hacia allá si realmente quieres quedarte...

Era una posibilidad. Trasladar la sede principal tomaría tiempo, pero podía hacerse. Quería que Steve tuviera la opción, podían ir hacia su pequeña ciudad natal y el instalar su empresa cerca.

—Quiero quedarme aquí. Amo la casa en la que crecí y a pesar de las personas de mente cerrada que viven allí también adoro el lugar. Pero no me siento apegado. Puedo construir un hogar contigo aquí o en otro lado.

—Bien— suspiró —¿Solo unos días?

—Una semana máximo. No creo que Bucky soporte mi ayuda por más tiempo.

Tony entendía. El hermano de su Omega estaba en tratamiento y fue dado de baja. Caminar por mucho tiempo lo cansaba, levantar mucho peso le causaba dolor y tenía un carácter especial. Linda forma de decir que su cuñado podía ser un palo en el culo si se lo proponía. Pero entender la situación no era lo mismo que agradarle.

—Voy a intentar ir en unos días y volver juntos después.

—Tony, no tienes que ir. Todo estará bien y estaremos en contacto cada vez que queramos. Son solo cinco o siete días.

—¿Soy el único que siente ansiedad por ésto? Porque si es así entonces ésta unión ya es desigual. Exijo no ser el único en inquietarse por ésto.

—Tambien estoy ansioso, pero tenemos que controlarlo. Esperamos dos semanas luego de unirnos y siento que puedo ayudar a mi hermano sin lastimar nuestro vínculo ahora.— su celular sonó y no hizo falta ver para saber que era Pepper diciendo que era hora de volver al trabajo —Además Clint también necesita ayuda extra, su padre es muy desagradable cuando quiere y sabe qué decir para lastimarlo. Y Barney no se queda atrás.

—Entendí... Pero si me aparezco por ahí no te enojaras.

—No— respondió Steve antes de darle un beso en la frente y levantarse —Tengo que preparar mi bolso y tú tienes que ir con Virginia, no la hagas enojar.

Asintió poniéndose de pie. Decidido a hacer lo necesario para que Steve no se preocupara y hiciera lo que tenía que hacer sin problema.

Él podía hacerlo.

***

—No puedo hacerlo.

Steve frunció el ceño y hizo un intento de recomponer su respiración.

Eran pasada las siete de la tarde y se encontraban solos en la torre. Bucky se había ido hace unas horas junto con Laura y los niños. Clint había salido con Bruce luego de despedirse. Peter volvería un poco más tarde por un proyecto que juró que era escolar, pero Steve no estaba tan seguro. Y de Loki no sabía nada, había cancelado su boleto de avión y solo mandó un mensaje diciéndo que los vería luego.

Por esa razón, en cuanto volvió de despedir a su hermano y sobrinos, se encontró a solas con su Alfa y decidió aprovechar que Potts dijo que era suficiente papeleo por ese día.
Su micro salía a las diez de la noche y estaba seguro que con la actividad que tuvo durante la tarde con Tony estaría lo suficientemente cansado para dormir casi todo el camino.

—¿Qué... Qué no puedes hacer?— logró preguntar cerrando los ojos un momento. Dejando que Tony siguiera besando sus hombros y nuca, luego de unirse el Alfa había tomado esa costumbre luego del sexo.

—Sé que suena horrible, pero sigo sintiendo que debo obligarte a no salir de la torre.

Miró sobre su hombro y luego se giró para quedar frente a frente.

—Suena horrible— Tony hizo una mueca y Steve suspiró acercándose un poco más.

—No lo voy a hacer— aseguró y le creyó, sabía que como su Alfa podía llegar a doblegarlo si quisiera. Una de las razones por la cual siempre temió vincularse de ésta manera, pero creía en que Tony no le haría algo así. —. Pero no puedo evitar inquietarme y querer estar pendiente de qué estás haciendo. Como si entrara en una faceta de Alfa-Stalker.

Steve apretó los labios cuando captó que el aroma de su Alfa era empañado por uno amargo. Sus instintos le decían que debía hacer algo para calmar la angustia del Alfa. Pero no quería adelantarse y decir algo que luego no le gustaría, como desistir de su viaje.

>—...y para tu mala suerte, si me vuelvo un Súper Alfa Stalker, sería muy malo porque sé hakear cámaras, teléfonos, sistemas de seguridad. Una vez me metí en el sistema del pentágono y no me descubrieron. Fue divertido, tenía doce. Pero no creo que sea divertido para ti o cualquiera que acose.

—Tu no vas a acosar a nadie— lo interrumpió antes de que dijera algo más raro —. Recuerda que debes concentrarte en las reuniones y no enojar a Virginia para que ella te dé días libres sin castigo por tomarlos.

El tiempo que Tony pasó en su casa fue sin previo aviso y había causado problemas para Potts. Reuniones, contratos que firmar, pedidos y más cosas de la empresa que le correspondían a Tony hacer y él se había ido dejando todo aquello acumulándose. Steve se preguntaba a veces cómo la empresa seguía en pie y era tan exitosa con un dueño así.

—Vacaciones— sonrió Tony y pudo ver prácticamente la imaginación de su Alfa través de sus ojos marrones.

—Sí, pero para esas lindas vacaciones tienes que hacer todo tu trabajo a la perfección.

—Lo sé— Tony suspiró —. Sí no fuera porque todo ésto costó demasiado trabajo y muchas familias dependen de la empresa dejaría todo. Podría comprar una granjita para nosotros y adiós a lo demás.

—No te veo viviendo en una granjita, Alfa— sonrió pensando en ello, sonaba agradable, pero no quería cambiar a Tony para su comodidad. —Me gusta la ciudad de Nueva York. Y sé que a ti te encanta vivir aquí y tú trabajo.

Tony aún no se veía convencido, pero más relajado. Encendieron el televisor ridículamente gigante e hizo que Tony volviera a besarlo y mimarlo, era agradable y lo relajaba.

—Cuando vuelvas vamos a tener que tratar eso— dijo Tony antes de plantar un beso en su hombro, de mala gana miró hacia la pantalla. Estaba en silencio, pero no hacía falta escuchar para saber que hablaban de su Alfa. —Pepper mantuvo tu identidad en secreto, pero ya todos especulan y pronto la prensa no retendrá más la información.

—No quiero ocultar que estamos juntos, Tony.

—Yo tampoco— su Alfa resopló y lo abrazó haciendo que apartará la vista de la pantalla. —Pero quiero que estés preparado para lo que dirá de tí y de mí, no será agradable.

Sabía qué dirían, un poco. Loki lo preparó duránte la última semana diciendo algunas cosas que, si era sincero, más que hacerlo sentir mal lo hicieron enfurecer. Su amigo se había burlado diciendo que se prepararía para las futuras demandas por romper cámaras o atacar a la prensa. Steve quería asegurar que no haría algo así, pero se mordió la lengua para el gusto del ojiverde sintiendo que tal vez sí sería así.

—Estaremos bien— aseguró girando para abrazar a su Alfa, quería irse sintiendo seguridad. Tony correspondió el abrazo y beso su marca antes de besar sus labios comenzando un beso perezoso y sin intensión de convertirlo en algo sexual. Solo querían sentirse e impregnar sus aromas.

***
Loki tuvo un presentimiento al despertar de que algo  malo sucedería en su día. Pero aún así dejó su mal presentimiento a un lado y siguió con las cosas que tenía planeadas hacer como si nada.

Se arrepintió luego de ir a aquella cafetería con Lorelei en la mañana para desayunar, por segunda vez. La abogada le había dicho que recordaba bien su jugarreta al emborracharla y aprovechar su mente alcoholizada para sacarle información. No estaba enojada, ella había usado artimañas también cuando necesitaba buscar alguna ventaja, pero lo convenció de compensarla con un desayuno en su cafetería favorita.

La primera señal de que el día se convertiría en un fiasco llegó cuando Amora llegó a la cafetería con la mirada asesina e increpo a su hermana culpandola de su noviazgo fallido, diciendo que seguro algo tuvo que ver en qué aquel tonto rubio cortará su relación con ella el día anterior.

Loki dejó a las hermanas pelear a gritos en ese lugar, alejándose sin ser notado.

Sin una pizca de culpa por dejar que esa loca atacará verbalmente a Lorelei, cuando el culpable de aquel rompimiento fue él.

Thor no había dejado de llamarlo y por cansancio acepto la llamada y luego terminó en aquel Bar siendo la fuente de atención del Alfa. Sinceramente, Loki no planeaba volver a verlo jamás, pero con tanta insistencia de aquel pobre bruto qué podía hacer.

Y si era aún más sincero, no odiaba exactamente a ese iluso. Su odio era con su padre, ese vejete que se hacía llamar Odin. Quién antes de que él naciera era uno de los amantes de su madre, teniendo esposa engañaba a esa mujer no solo con su madre sino que con varias y tenía varios hijos extramatrimoniales. Entre ellos él, supuestamente.

Hace unos años había buscado qué era de sus raíces paternas y guiandose por la palabra de su madre encontró todo lo que tenía que saber de Odín. Hasta llegar al punto de comunicarse con él y concretar un encuentro, lo cual fue una mala idea porque el anciano solo dijo que había pagado demaciado dinero a esa mujer (su madre) para que no lo molestará nunca más y que además por lastima había depositado aún más dinero a él para no saber de ellos. El viejo imbécil había estado tan apurado por aclarar aquello que cuando lo dejó olvidó su chaqueta, la cual tenía unos cabellos grises y blancos. Loki lo odió, su mirada y forma de actuar y hablar fue más que suficiente para saber qué aquel imbécil pensaba que era basura de la cual quiso deshacerse en el pasado y que no quería volver a ver nunca.

En ese tiempo, que estaba en los dormitorios de la universidad. Había hecho amistad con Christine, quien comenzó a llamarse Amora porque le gustaba los nombres nórdicos como el suyo.  Amora lo había convencido de hacer un examen de ADN, el resultado negativo que indicaba que no era hijo biológico de Odín lo había sorprendido gratamente.

No había comentado aquello con nadie, ni a su madre que juró que Odín era su padre.

Por esa razón dejó a Thor coquetear con él y que pensara que podían llegar a algo. No eran hermanos por mucho que su madre lo pensara o qué hasta ese vejete lo creyera. Así que no había nada malo en dejarlo seguir con su ilusión.

Solo quería jugar con él, con sus sentimientos, por ser el hijo de aquel que lo despreció. Aunque el rubio jamás se enterara.

Lo malo fue que no pensó que ese tonto llegaría tan lejos como para dejar a su novia y hablar de conocer a sus padres.

Loki no tenía ningún interés de volver a ver a Odin.

Y lo peor, lo realmente grave y terrible de ésta situación... Era que por mucho que renegara y lo tratara con desdén, ese rubio tonto, le agradaba.

—¡Loki!— cerró los ojos gruñendo molesto. Esa estruendoso tono de voz pertenecía a Thor. Muchas personas miraron hacia donde ese rubio Alfa agitaba la mano como si no fuera a ver al tipo gigante que llamaba la atención.

Siguió caminando luego de darle una mirada. Pronto escuchó las bocinas porque el rubio cruzó la calle sin cuidado alguno para seguirlo.

—Loki, ésta aplicación es genial. Me avisa si estás cerca o a unos cuantos metros de distancia— escuchó decir cuando lo tuvo a su lado, agitando su celular para que viera esa aplicación.

—Eso es acoso— lo miró de costado y Thor se encogió de hombros con una gran sonrisa. —Seguro tienes tantas cosas qué hacer en vez de acosarme...

Fue sarcástico, sabía que por esa hora Thor no tenía trabajo del cual preocuparse y usualmente dormía para estar bien despierto durante la noche. La risa estruendosa de Thor lo hizo fruncir el ceño.

—Oh... No te preocupes por mí tiempo. Salí a caminar porque no podía dormir y decidí probar suerte. ¡Y la tuve, porque te encontré!

—Que suerte...— dijo sin ganas y rodando los ojos luego por la sonrisa boba del rubio.

—¡Sí! ¿Quieres desayunar algo?

—No— fue cortante. Había desayunado dos veces y no quería un tercero.

—Los batidos de aquí son muy buenos— Thor lo arrastró a una pequeña tienda y cuando estaba por protestar él habló —Yo sí tengo hambre, vamos.

Obviamente el grandote no pidió solo un batido. Tan pidió dos porciones de pasteles que eran muy generosas en tamaño. Loki había gruñido por dentro preguntándose qué hacía sentado junto al rubio cuando debía estar ya en su departamento.

Cuando hizo un ademán de levantarse un pedazo de pastel apareció frente a sus ojos con un tenedor. Frunció el ceño y miró al duelo de la mano que ponía ese dulce frente a sus ojos, más bien su boca.

—¿Eres así de confiando con cualquiera? No deberías— preguntó sinceramente curioso. Alejando aquel tenedor y acercando el plato con las porciones para comer un poco por su cuenta.

—Tú no eres cualquiera— se rió Thor haciendo que levantará una ceja. Analizando al Alfa a su lado, buscado algún reconocimiento de su procedencia. Pero lo descartó, no habría estado coqueteando si pensara que se tratara de uno de los bastardos de su padre. —¿No te provoca nada cuando sientes mi aroma?

Loki mastico en silencio viendo cómo Thor se retorcía en su asiento. Lo cierto es que no sentía su aroma o el de cualquier otra persona. Había estado tomando un brebaje de hierbas que anulaban su olfato desde lo ocurrido en su departamento, cuando Steve se desmayó. Quería mantener su nariz y mente alejada de las "hormonas de amor" que la pareja recién vinculada dejaba salir de ellos sin control alguno o las feromonas de estrés de Laura y también de las feromonas de Clint y Bruce. Y antes habían demaciados aromas mezclados en aquel Bar para consentirse en uno solo, más porque había bebido.

Aquel brebaje era muy bueno, lo tenía preparado antes de viajar subiendo cómo terminarían las cosas entre Steve y Stark. Quería ahorrarse el percibir las feromonas que sabía que en cierta medida lo afectarían.

—No.

Thor se vio desilusionado, pero se recompuso rápido mientras Loki le quitaba su batido.

Hasta ahí todo bien. Iba a despedirse, sin decirle que se iría por un tiempo. Porque planeaba volver junto con el par de tontos que por azares del destino eran sus amigos, su familia. Algo que no diría en voz alta jamás. Pero notó que Thor saludo a alguien y al girar se encontró con una mujer mayor, muy bonita, acercándose a ellos con una sonrisa en el rostro. Sonrisa que se esfumó cuando lo vió.

Fue un momentito incómodo. Loki sabía quién era, por supuesto. Pero nunca se habían visto en persona. Frigga lo miraba confundida, no había un reconocimiento real.

—¿Se conocen?— escuchó a Thor y negó al tiempo que la mujer salía de su aturdimiento.

—No, lo siento. Es solo que te pareces demasiado a una persona que conocí— ella sonrió un poco y se acercó para que Thor la presentara como su madre. —... Tú padre está en el auto, si sabía que estabas aquí hubiera bajado y tomado algo contigo y tu amigo.

Y ese había sido el aviso para retirarse. Solo se levantó y dijo que debía irse sin esperar respuesta antes de salir sin mirar atrás. No llegó muy lejos de aquella pintoresca tienda cuando se cruzó con aquel vejete, que estaba más panzon de lo que recordaba. Su mala suerte era extraordinaria a veces.

—¿Qué...?— Odín lo miró entre confundido y molesto por verlo. Y Thor eligió ese momento para salir de la tienda y llamarlo. La cara del viejo fue un poema. La ira prácticamente salía por sus ojos. —¡¿Qué diablos estás haciendo con mi hijo?! Te dejé bien claro que no quiero saber nada de ti o tu madre.

—¡Odín!— la mujer se veía sorprendida por el arrebato de su esposo.

Loki sintió la sangre hervir. La mirada y sus palabras, tratandolo como basura. Lo odiaba, nunca nadie lo hizo sentir humillado como él.

—Papá, él es de quién te hablé— y Thor estaba ahí, hablando claramente sin entender porqué Odín lo miraba de ese modo.

Y la mirada de Odín fue sorprendentemente aún más penetrante y sin disimulo alguno de lo que sentía por él. Loki sabía que él no era su padre, pero Odín no y aún así antes y ahora lo veía como si fuera la peor escoria del mundo.

—Eso es imposible, es... Es una aberración— el asco en sus palabras cuando lo miró fue fulminante. Frigga en ese momento lo miró fijamente hasta que el reconocimiento llegó a ella, llevando sus manos a su boca impresionada.

—No entiendo...— escuchó decir a Thor, pero no le dio una mirada. Solo lo miró a Odín, transmitiendo que el odio era mutuo.

—Es el hijo de esa mujer...— Loki rodó los ojos y la miró fastidiado. Eso hizo que ella frunciera el ceño —Definitivamente es hijo de esa víbora.

—Mamá— Thor sonó sorprendido.

—No, hijo, no puedes estar con él. Es incorrecto, está mal.— Loki rió por la mirada cargada de decepción de ella a su esposo, por una vez Odín dejó de verlo para ver a su esposa —¡¿Cómo pudiste dejar que llegara a ésto?!

—Ya debería estar acostumbrada, las decepciones deben ser algo habitual.

—Yo no...— y así de rápido la atención del vejete volvió a él —¡Sabias que era mi hijo, lo sabías y aún así te atreviste a dejar que el se ilusionara contigo!¡Me das asco!

—Es bueno saber que sentimos lo mismo por el otro, por fin tenemos algo en común— sonrió ladino.

—¿Cómo pudiste hacerle eso a tu hermano?— la voz de Frigga lo hizo verla a los ojos, sin inmutarse.

—Señora, yo no tengo hermanos.

—Loki— y ahí fue cuando se dignó a mirar a Thor. Su sonrisa burlona y encantada por el aprieto en que metió a Odín vaciló un poco. Había olvidado que ésto afectaba al grandote. Se veía francamente herido.

—Te dije que no debías ser tan confiando— fue lo único que le dijo diciéndose a si mismo que era suficiente, tenía que irse. Pero Odín no creyó lo mismo porque lo tomó del brazo para evitar que de alejara y levantó su mano derecha con la obvia intensión de golpearlo.

Loki ni se inmutó, su sonrisa siguió en su rostro aún cuando vio aquél puño. Pero el golpe no llegó y fue empujado lejos de Odín. Fue Thor.

—Jamas vuelvas a intentar ponerle una mano encima— Thor no lo miró, solo soltó el brazo de su padre y se giró para irse. Frigga lo siguió murmurando algo.

Observando cómo se alejaba Loki sintió algo que no le gustó para nada, era culpa. No estuvo bien lastimar a Thor solo porque quería dañar a Odín.

Se alejó, no sin antes volver a sonreir a Odín de forma burlona al ver que lo había dañado al hacer que Thor se opusiera a él. Su sonrisa se borró cuando estuvo lo suficientemente lejos, no se sentía bien en absoluto.

***

Notas finales:

Hola, como ya saben (creo) dije en algún momento que la historia contaba solamente con 30 capítulos, obviamente tengo que agrandar el número (solo un poquito) porque éste capítulo me quedó por mucho más largo de lo que planeaba y tuve que dividirlo.


Otra vez no revisé el capítulo, así q espero no tener taaantos errores.


Gracias por leer y comentar! Besos!!????


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