Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aunque eres más de lo que puedo manejar... por Yeta

[Reviews - 202]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo de puro Stony 😘
Pero... Adivinen quién aparece 😅

Sin dramas, capitulo dedicado mayormente al nuevo integrante de la family.

***

Tony se arrepintió de no haber siquiera enviado un mensaje a Steve.

Y no fue por el leve temor de ser disparado por la espalda cuando se encontró en primera instancia a su cuñadito sentado en la entrada, viéndolo con recelo y limpiando una escopeta. James solo le indicó con un movimiento de cabeza que Steve estaba en el granero. Tony caminó hacia ese lugar aliviado a cada paso de no sentir una bala atravesando su espalda.

Ya era de noche cuando llegó a la casa, pero en realidad había llegado a esa pequeña ciudad hace horas y solo había estado dando vueltas, intentando pensar bien en qué diría. Hablando con Pepper y Bruce de forma intercalada para que lo guiarán hacia las palabras correctas y evitara decir algo desafortunado.

El Alfa en él estaba contento y satisfecho por tener a su Omega esperando un hijo suyo. Pero su mente traicionera le hizo rememorar las veces en que las personas que conocieron a Howard dijeron con total seguridad que él era igual a su padre. No quería ser igual a él, pero temía, siempre tuvo ese miedo, en que terminaría con una hermosa mujer y luego tendría un hijo... Y comenzaría a cambiar como lo hizo Howard.

María siempre hablaba de cómo su esposo no era un alcohólico, agresivo e insensible hombre antes de que ella tuviera a Tony. En inteligencia y vicios era irremediablemente parecido, lo primero lo heredó y lo segundo lo arraigó desde los seis años cuando Howard le dió alcohol comenzando su costumbre. En el fondo sabía que él no era completamente como su padre, pero se parecía mucho y no quería lastimar a un niño como Howard hizo con él.

—Steve...— suspiró viéndolo dormir. Había subido las escaleras para encontrar a su Omega durmiendo en su nido. Estaba un poco fresco, pero no creía que por ello estuviera tapado por frazadas hasta tapar su cabeza y solo fuera visible su cabello.

Buscaba protección y contensión al recostarse en el nido. Algo que debía darle su Alfa se reprendió dejando a un lado cualquier pensamiento ajeno a éste momento.

Se quitó la chaqueta y la camisa despacio, dejandolas tiradas sobre sus zapatos. Dejó que sus feromonas se esparcieran por el lugar, calmando cualquier malestar de su Omega. Levantó las mantas y se estremeció cuando sintió el calor corporal de Steve, esperando a que se acercara a él. Sonrió cuando los brazos de su Omega lo rodearon y comenzó a frotar su mejilla contra la suya, marcandolo con su aroma. Cuando Steve se quedó quieto y respirando de forma tranquila se permitió acomodarse y quitar las mantas.

Steve estaba vestido con un pantalón de chándal y una remera celeste. Suspiró e ignoró el temblor de su mano cuando alcanzó el borde de la remera y la levantó para exponer su estómago. Steve estaba recostado contra su costado izquierdo y por su abrazo le costaba ver directamente hacia ese lugar, pero podía tocarlo. Como siempre, admiró cómo la piel de su Omega era tan suave al tacto y lo tensa por los abdominales que se cargaba. Era un poco surrealista que  ahí se encontrara formándose su hijo.

Recordó a las atletas famosas que se embarazaron y pensó que sería algo parecido para Steve. Omitiendo que no le crecerían los senos, porque no tiene. Pero ambos deberían despedirse de sus abdominales pronto.

—Haras que tú mami se vuelva gordo— bufó y luego frunció el ceño. Las primeras palabras dirigidas a su hijo y eran para decirle que haría engordar a Steve.

Se mordió el labio y volvió a acariciar su estómago, haciendo que su Omega se acurrucara más. Esperó por si Steve se despertaba, pero cuando notó que no, besó su frente o al menos intentó hacerlo porque terminó besando el entrecejo. Era difícil moverse con aquel abrazo.

—Seguro no escuchas nada, pero por las dudas, olvida lo que dije antes.— golpeó suavemente con las puntas de sus dedos y dejó a un lado el pensamiento de que era estúpido lo que hacía y debía estar pensando mejor en qué diría cuando Steve despertara. —Hey... No prometo nada. Seguramente voy a equivocarme contigo y tu mami, que estoy seguro no querrá que lo llames"mami" pero te enseñaré cuando no esté atento a que lo nombres así. Pero ese no es el punto ahora, a dónde quiero llegar es a qué haré mi mejor intento para que seas feliz. Steve y Peter seguramente cubrirán mis errores, los demás supongo que también. Pero no quiero que busques una figura paterna en otras personas, porque yo voy a estar para tí. Me imagino que en algún momento me vas a gritar el clásico "te odio" o algo parecido... Pero cuando eso pase espero que sea porque eres un malcriado engendro y no porque lo sientas de verdad. No quiero que sientas que me amas y me odias, repetir mi experiencia... Eso no va a pasarte; haré todo para que estés bien y nuestra familia, porque tendrás una familia grande de gente rara, también lo hará...

Eso era una diferencia notable entre él y el bebé, al contrario de su niñez, habría personas a su alrededor. Personas que consideraría familia. No tendría solo un Jarvis esperándolo durante las vacaciones del internado.

No sentía un amor paternal, no creía experimentar ese sentimiento tan... Pronto. Resopló pensando que seguro Steve ya sentía todo ese amor por el renacuajo y sintió un poco de envidia, pero aunque no sentía ese amor estaba consciente ya de que había un pequeño ser creciendo y que se convertiría en una de las personas que más amaría. Quería protegerlo.

—Steve, haremos ésto juntos— murmuró sin dejar de acariciar su estómago. Bostezó sintiendo el cansancio invadirlo al dar un descanso a su mente que no había dejado de pensar en todo el asunto de ser padre. Su mano no dejó de acariciarlo aún cuando ya estaba dejándose llevar por el sueño, pensado que era una suerte que su Omega no fuera cosquilludo.

***

—Tony...— se removió intentando alejar a su Alfa. Había despertado hace casi una hora, tranquilo y sintiendose muy a gusto por el aroma de su Alfa. Cuando se dió cuenta que el aroma de su Alfa no era parte de su imaginación y que estaba cubierto por un cuerpo tibio no se sobresaltó, aunque sí se sorprendió. No esperó despertar con Tony tendido sobre él y con su cara escondida contra su cuello.

Aprovechó su cercanía y se dejó calmar los nervios por el recuerdo de por qué su Alfa estaba ahí en primer lugar.

Pero ahora quería ir al baño, su vejiga exigía vaciarse como todas las mañanas.

—Tony— suspiró asumiendo que no despertaría. Se giró empujando lentamente su cuerpo, Tony ni se removió. Siguió roncando levemente. Besó su mejilla y sonrió un poco —Ahora vuelvo.

No disimuló que estaba apurado cuando bajó las escaleras y prácticamente corrió hacia la casa. Había un pequeño baño que su abuelo instaló en la parte trasera del granero, pero se sentía más cómodo en el baño de su cuarto.

—Hola tío— escuchó cuando subió la escalera, los niños lo saludaron desde la sala al mismo tiempo. Volvió y les alborotó el cabello a ambos saludando mientras volvía a su camino rápido.

Cuando acabó y mientras se lavaba las manos, para luego mojar su cara y cepillar sus dientes pensó en qué tanto cambiarían las cosas. No era tan raro que después de una vinculación viniera al poco tiempo un bebé. Pero ellos, se suponía al menos, no serían el caso. Y por ello no había pensado en la posibilidad.

Suspiró mirando su reflejo, había llamado a su médico para que hiciera los estudios para confirmar que todo estuviera bien a pesar que tendría que buscar un médico cerca de su hogar. No podía esperar para ver cómo era su bebé. Dedujo que sería muy pequeño y tal vez no tendría "forma de bebé" aún, pero de todas formas sería hermoso o hermosa.

Bajó las escaleras despacio, los niños eran los únicos despiertos dentro de la casa y estaban muy entretenidos aprovechando la nula supervisión, viendo televisión y comiendo dulces sin freno. Por la cantidad de envoltorios habían estado toda la noche o desde la madrugada. Clint estaba dormido en el sofá con la cara llena de dibujos y garabatos.

—Había maratón del planeta de los simios— fue todo lo que dijo Cooper ante la mirada de desaprobación de Steve.

—¿Cuántos bebés tienes en la panza?— interrumpió Lila cuanto estaba por regañar a ambos.

—Supongo que uno— resopló ante las miradas hacia su estómago.

—Yo quería que fueran cuatro— resongó la niña viéndose verdaderamente decepcionada.

—No seas tonta, si fueran muchos, perdería su figura— Steve se rió sin poder evitarlo por el comentario de Cooper.

—¡No soy tonta!— Lila lo empujó y Steve la sujetó cuando vio que cerró uno de sus puños. Clint le había enseñado a golpear y no quería que ella usara de saco de boxeo a su hermano.

—No, no lo eres. Discúlpate, Coop. Y luego limpien éste desorden. Los dos.

Cuando constató que ella no golpearía a Cooper los dejó, ambos juntando los paquetes y migas. Bucky seguramente estaba recorriendo los terrenos, su hermano lo hacía apenas y salía el sol para después repetir su recorrido al atardecer. También lo escuchó revisar cada puerta y ventana al anochecer, dos veces.

Cuando volvió a su nido se encontró con Tony sentado y aparentemente desorientado, pero en cuanto lo vio le sonrió un tanto vacilante, como si no supiera qué esperar.

—Buen día, Tony.— sonrió para tranquilizarlo, estar en calma era necesario.

—Perdón por no llamarte o mandarte un mensaje, una señal de humo...

—¿Estás bien?— cortó lo que iba a ser un balbuceo seguramente. Se sentó frente a su Alfa viendo su expresión confundida.

—¿Sí yo estoy bien? No soy quien está embarazado.

—Sos el padre al igual que yo— se removió apretando sus rodillas. No quería asumir nada sin escuchar lo que verdaderamente quería Tony. —No es un buen momento, parece que tenemos que aprender a planear mejor las cosas.

—Creo que si fuera por mí nunca sería un buen momento para agrandar la familia— apretó los labios esperando no escuchar algo desalentador —. Eso no significa que no lo quiera. No te digo que mágicamente se prendió un interruptor paternal en mí porque sería mentira, pero quiero hacer ésto, contigo.

—¿Enserio?— no pudo evitar preguntar.

—Sí— afirmó Tony y sintió que todos los músculos de su cuerpo se aflojaban, ni siquiera se había dado cuenta que estaba tenso. — Y vas a tener que disculparme, pero lo hablé con el renacuajo antes de tí.

Eso sí lo sorprendió y debió hacer alguna expresión graciosa porque Tony se rió fuerte.

—¿Renacuajo?— levantó una ceja sonriendo un poco. El ambiente estaba más relajado, su Alfa intentaba trasmitir tranquilidad con sus feromonas y lo agradeció en silencio. —Nadie va a llamar a mi bebé renacuajo, Alfa.

—Seguramente tiene esa apariencia, Omega.

Bufó negando con la cabeza. Se dejó jalar para volver a recostarse en el centro de su nido. Su lugar seguro, más ahora que tenía el aroma de su Alfa impregnado.

>—Los médicos no llaman idiotas a la pareja de sus pacientes, ¿verdad?— Tony estaba pasando su mejilla contra la suya, su barba lo raspaba agradablemente. —Estuve leyendo, mucho...

—¿Por qué te llamaría idiota el doctor? ¿Y qué leíste?— Tony se alejó para que se vieran a los ojos. No estaba seguro, pero parecía avergonzado. —¿Tony?

—Se supone que los Alfas pueden saber cuándo un Omega está gestando su cachorro porque luego de los primeros días o un par de semanas hay un aroma particular que solo lo sentirá el Alfa.

—Debió pasar cuando te fuiste y para cuando nos volvimos a ver seguramente ese aroma se fué— sabía de ello y pensó que eso fue lo que sucedió para que Tony no se diera cuenta.

—Bueno... Cuando nos volvimos a ver sí sentí tu aroma diferente. Debió ser el último día en que tu aroma estaba cambiado. Quería lamerte, ¿recuerdas?

Sí, lo hacía. Había notado a Tony más raro de lo normal y los días siguientes también. Cómo más paranoico y sobreprotector. Ahora lo entendía.

Esperaba que ese instinto sobreprotector no se incrementará más.

—Y adiós al nudo. Eso también lo leí, las primeras semanas o hasta casi el segundo mes va a ser casi imposible que el nudo se haga correctamente y después pasaremos meses sin él. Segunda señal que pasé por alto.

—Pasamos por alto— recordó sin mencionar que para empezar, a su parecer, que estén en esta inesperada situación era por su error. Aunque ya no se lo lamentaba.

—Sí, pero se supone que como Alfa... Steve, te uniste a un Alfa medio...— chocó sus labios contra la comisura de los de Tony, haciendo que de callara.

—Nadie va a menospreciar tu casta, eres el mejor Alfa para mí.— y lo dijo en serio, volvió a besarlo, pero ahora en los labios —Y si alguien dice lo contrario le romperé la cara para que quede claro.

Aceptó el beso que Tony inició, uno tranquilo.

—Dices las cosas mas lindas, cariño.

Pasaron el resto de la mañana recostados en su nido, queriendo mantener el momento tranquilo y solo entre ellos dos por el mayor tiempo posible.

Eventualmente salieron para almorzar, se perdieron el desayuno. Y luego escucharon las burlas de Clint y Loki por lo darse cuenta antes de su estado. Aunque le llamó la atención que Loki no fuera tan malo con sus comentarios y por ello preguntó qué andaba mal. Por supuesto que Loki le dijo que se ocupara de su cachorro y Stark, diciendo "cachorro" sabiendo bien que odiaba que llamará así a los bebés y niños.

Estaba ansioso por saber cómo iría la cita con el médico, sabía que Peggy tenía razón y que el doctor ya era demasiado... viejo. Pero no podía aguantar a volver a Nueva York para hacer una cita con un nuevo médico, además que se había atendido siempre con el mismo y le costaría confíar en otro.

Ya en el consultorio, Tony estaba prácticamente saltando y no podía quedarse quieto. Steve solo le sujeto la mano intentando que dejara de moverse.

Cuando su doctor lo llamó sintió que el estómago se le revolvía y apretó la mano de Tony con fuerza antes de encaminarse al pequeño consultorio. Todavía tenía el cabello húmedo por la ducha que se dió antes de salir, pero estaba seguro que comenzó a transpirar durante la espera.

—Nunca ví unos anteojos tan gruesos, ¿seguro que ve algo?— le mormuro Tony cuando el médico fue hacia su silla y ellos se encaminaron a las dos que estaban frente a su escritorio.

Hubo muchas preguntas y sinceramente había esperado ir directamente al estudio. Pero con cada pregunta sus nervios aumentaron a mil a pesar que el médico parecía muy tranquilo.

Si quedó encinta poco después de tener por primera vez relaciones con su Alfa entonces luego de ello bebió hasta emborracharse, tomó las pastillas anticonceptivas todos los días, levantó cosas pesadas, no comió bien y se ejercitó todos los días hasta que sus músculos dijeron basta.

—Primerizos, siempre están aterrados...— se rió su médico cuando Tony preguntó por cuarta vez si de verdad todo estaba bien. Su risa se esfumó cuando Tony le gruñó —Hay que hacer el estudio de sangre y ahora iremos a hacer la ecografía para ver que todo esté bien. Vengan conmigo.

Cuando el médico fue por la enfermera para que lo asistiera Tony lo miró confundido cuando comenzó a quitarse el pantalón y la ropa interior, poniéndose una bata de hospital después.

—Hable por teléfono antes con él, dijo que por el tiempo estimado es muy pequeño para hacer la ecografía eh... común.

No le estusiasmaba el éste método, pero realmente quería constatar que todo estuviera bien. Más ahora que estaba preocupado por el nulo cuidado que tuvo hasta ahora.

Se sentó en la camilla y le sonrió a Tony, nunca vio tan perdido a su Alfa. Estaba por decirle algo para que dejara de ver los estribos como si estuvieran a punto de hacerle alguna operación compleja, pero la puerta siendo abierta lo frenó. Suspiró y comenzó a moverse, pero la persona que entró luego de su doctor lo dejó helado en su sitio.

¿Qué hace aquí?

Ella lo miró igualmente sorprendida y no ocultó su asombro. Tenía el cabello rubio recogido en una coleta alta y llevaba el uniforme de las enfermeras. Peggy no le había dicho nada sobre su prima trabajando en la pequeña clínica.

—La enfermera Carter me ayudará con las notas— fue todo lo que dijo su doctor antes de hacerle un gesto para que se acomodara.

—¿No quieres?— escuchó a Tony haciendo que mirara su rostro y dejara de ver a Sharon, que saliendo de la sorpresade verlo comenzó a hacer lo que él médico le decía.

—Sí, si quiero. Solo me puse nervioso— se acomodó y miró a Tony en todo momento.

***

Tony notó los nervios y sintió las feromonas usualmente dulces de su Omega se empañaron con leve aroma amargo, no como cuando estaba enojado. No lo culpaba y no le extrañaba su actitud, él mismo estaba controlando apenas sus emociones... Las cuales se dispararon en cuando vio al anciano poner un preservativo en una vara que luego lubricó, todo ésto acercándose con una silla para quedar entre las piernas abiertas de su Omega.

¡¿Qué diablos?!

—Hay que hacerlo así porque por el tiempo estimado es muy pequeño y por los abdominales no se verá nada si se hace la ecografía abdominal— dijo Steve llamando su atención —Debe medir solo unos milímetros...

—Ya te lo dije por teléfono, no te asustes si no se ve el embrión. Es más usual que a la secta semana se pueda ver con claridad.— Tony frunció el ceño, Steve se veía nada impresionado. Así que debía ser un procedimiento habitual... Se obligó a relajarse, pero fue cada vez más difícil al ver la incomodidad de Steve. —Es un poco más incómodo para los Omegas masculinos, con ustedes hay que hacer una pequeña... presión.

—¿Te duele?— comenzó a pasar su mano por el brazo de Steve. Aguantando el impulso de querer empujar al viejo entre sus piernas. Lo único "bueno" fue que la mujer estaba dandole la espalda e ignoraba a su Omega.

Volvió su vista al rostro de Steve, quien ahora miraba el techo apretando sus labios, totalmente quieto hasta que pegó un pequeño salto.

—Muy bien, ahí vamos. Enfermera— dijo el viejo y Tony vió de reojo a la mujer hacer algo con la computadora de los picapiedras. La pantalla se perdió.

Por fin... Se dijo Tony, le pareció que tardaba demasiado.

El médico miraba la pantalla junto con la enfermera, mientras movía aparentemente sin mirar la... vara.

La pantalla comenzó a mostrar lentamente algo, se veía todo oscuro pero luego comenzó a mostrar gris o blanco.

Tony no distinguía nada más allá de... Nada.

Se sintió un poco decepcionado, esperaba que automáticamente se viera algo y que distinguir a su hijo fuera automático.

El médico decía cosas que no prestó atención, el anciano parecía complacido así que no se preocupó. Dejó de ver la pantalla para ver el rostro de Steve, su Omega estaba con el ceño fruncido pero no se veía decepcionado, en realidad estaba muy concentrado y, por la leve sonrisa, entusiasmado. La incomodidad y nervios parecieron no haber estado nunca en él. Tony lo observó en silencio hasta que él ceño al ver la sonrisa de su Omega y como sus ojos prácticamente se iluminaron.

Tony volvió a mirar la pantalla y levantó las cejas notando que la imagen cambió. Se veía más claro... O eso supuso.

**Aquí iba una imagen q solo pud subir en Wattpad**

—... diría que estás de cuatro/cinco semanas, puede variar. El tamaño del feto y el saco están perfectos. Todo perfecto señores.


Tony sonrió vacilante, no se dió cuenta de cuándo sujetó la mano de Steve o sí fue su Omega quién lo sujetó a él. El aroma de un Omega felíz inundó cada rincón del cuarto.

***
Steve estaba eufórico, demaciado feliz para constatar si su Alfa estaba de la misma forma o si seguía asustado. Hasta olvidó que estuvo en el mismo cuarto que Sharon y además, de alguna irónica forma, en la misma posición que estuvo la última vez que estuvo en un cuarto con ella.

Se asustó como nunca antes cuando el médico dijo que no podían escuchar sus latidos. Pero se obligó a tranquilizarse cuando dijo que era normal y que en realidad tuvieron suerte de poder ver al embrión y no solo si saco gestacional como usualmente pasaba en las primeras ecografías.

Cuando salió para volver a la oficina del doctor sinceramente había estado completamente pensando en lo que aquella pantallita le mostró. Asintiendo y sin poder controlar sus feromonas o achicar su sonrisa. No creía poder dejar de sonreír por un buen rato.

—¿Entonces está bien?

—Sí, pero no hay que tentar a la suerte. Nada de ejercicios de fuerza, no levantar objetos pesados, evitar situaciones estresantes, no necesitas ninguna dieta pero debes comer las comidas sin saltarte ninguna...— el médico siguió dando algunas indicaciones mientras Steve asentía y aceptaba todo sin queja alguna. Intentando ver qué escribía en las hojas para recetas —Recuerda que nada es seguro hasta pasado el primer trimestre.

 

Aceptó la receta, eran para vitaminas. Vió de reojo a Tony y sintió un poco de lástima por él, veía la pequeña imagen que el médico les dió antes como si debiera decifrar algo realmente difícil.

 

Salió tomando de la mano a su Alfa y agradeciendo al doctor.

 

Su sonrisa vaciló un poco al ver a Sharon pasar por un pasillo. Pensó que no la volvería ver, pero que si lo hacía no sentiría nada. Y estaba seguro que si no fuera porque se concentró en su bebé hubiera... No estaba seguro. Antes de quedar prendado por la vista de su bebé había estado nervioso y más aún ante la fugas idea de que Tony preguntars si la conocía r inevitablemente le contara cómo la conocía. Sabía que su Alfa pensaría y actuaría de la misma forma o peor que su amiga Peggy. Sin importar que hubieran pasado años.

 

Agradeció que ella actuara como si no se conocieran.

 

—Es demaciado pequeño— Tony lo sacó de sus pensamientos, estaban comprando las vitaminas que debía comenzar a tomar.
—En realidad es unos milímetros más grande de lo que esperaba, por eso piensa que estoy de cinco y no cuatro semanas.

 

—Entonces... Te embarace a la primera.

 

—Tony— sonrió apenado a la farmacéutica que le entregó las pastillas. Tomando del brazo a su Alfa luego para salir. —No digas esas cosas en cualquier lado.

 

—Pero es cierto— Tony despegaba la mirada de la fotografía, caminando a ciegas y confiando en que su Omega no lo dejaría chocar con un poste o caer. —Primera vez y ¡Bam! Bebé en camino.

 

Al menos no parece querer huir... Sonrió Steve sintiendo que le costaría ponerse de mal humor por un tiempo.

 

***

 

Hola! Corté el capítulo porque no quería mezclar a los demás o algún drama.

 

Hay un solo baby, para los que querían gemelos/mellizos. Siempre fue uno 😅

 

Gracias por los que siguen ésta historia! Besos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).