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Aunque eres más de lo que puedo manejar... por Yeta

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Hola! Éste capítulo me quedó demasiado largo para mí gusto, pero cómo corté el capítulo anterior y uni con éste lo otro... Quedó así 😅
Lamento los errores, ya estamos llegamos al final. Es un alivio pero también me entristece un poquito jaja... 😖😢

*****

—Voy a irme antes de lo previsto— Era muy tarde y todos se encontraban durmiendo, todos menos Steve y Bucky.

Había sido un día agitado para el Omega y no podía dormir, todavía tenía en mente el primer vistazo de su bebé y parecía que esa euforia no se iría más. Clint había capturado una foto con su celular de la imagen que el médico les dió, alegando que también quería la primera fotografía de su sobrino para él. Ya que Tony se adueñó de la imagen y no pareció querer entregarla a nadie, mirándo por horas con una concentración un tanto extraña, parecía no creer aún que era real. Aunque se distrajo un par de veces para decir cosas inoportunas que dieron pie a que Clint se burlara de él... Juró que si el Beta le hacía alguna broma más sobre el procedimiento de la ecografía lo golpearía.

—Ahora tienes que ocuparte de tu familia, puedo hacerme cargo de mi mismo Steve.

Asintió y se cruzó de brazos, estaba un poco fresca la noche y se preguntó hasta qué hora su hermano se quedaba sentado frente a la casa. No parecía molesto y su tono al hablar no fue tenso.

—...Aún así, el plan era quedarme contigo más tiempo y ayudarte— ya de lo había preguntado y la respuesta fue un rotundo no, pero no podía simplemente volver con Tony sin pensar en que su hermano de quedaría solo. Había visto casos de ex soldados con estrés postraumático perdiendo el control, cayendo en depresión y suicidandose. —Bucky...

—No— lo interrumpió antes de que volviera a pedirle que se fuera con él —. Te prometo llamar diariamente y hablé con Sam, no es un idiota condescendiente y creo que no me cae tan mal. Estaré bien, no te preocupes, eso no te hará bien en tu estado. Dijiste que debías evitar el estrés.

—Solo quería decir que no es necesario que te mudes con nosotros, pero que podrías quedarte en el departamento de Loki o otro que esté cerca si no quieres...

La risa de Bucky lo hizo callar, lo miró confundido, hasta que de levantó y caminó hacia donde estaba él aún cruzado de brazos.

—Serás una buena mummy— frunció el ceño al escuchar eso y sentir como pellizcaba su mejilla haciendo que diera un paso atrás.

—No me dirá mamá o mami— se sobó la mejilla pellizcada —Y no cambies el tema.

—Definitivamente suenas como mamá. "No me cambies del tema jovencito"

Esa fue una mala imitación.

—Por supuesto, no soy como ella.— hizo el intento de pellizcar su otra mejilla pero lo esquivó —Iré a visitarte y cuando ese mini tú nazca prometo estar ahí.

Todavía no le agradaba la idea de su hermano solo en casa y con aquella arma que ayer sacó para limpiar de forma metódica, pero creía que solo lo hizo para molestar a Tony.

—Si te sientes mal...James, hablo encerio, debes llamarme aunque creas que es una tontería.— la única respuesta que recibió fue un asentimiento.

***

Tony no solía soñar o al menos no recordaba si eso pasaba mientras dormía. Las únicas veces que recordó fue cuando sus sueños fueron pesadillas. Cómo en ésta ocasión.

Sinceramente, pensó que debió de esperar terminar su día con algo malo luego de pasar por una racha muy buena de su vida.

Suspiró mirando hacia el techo de la habitación, el silencio que no existía a ninguna hora en la ciudad aquí si lo hacía y lo obligaba a prestar más atención a sus pensamientos. Todo estaba a oscuras y Steve no se encontraba a su lado, no se preocupó ya que su Omega no lo abandonaría en medio de la noche para irse con su hijo a algún lugar remoto. Steve seguramente estaba en el baño o con insomnio junto a su hermano o alguno de sus amigos.

Se levantó incómodo por el sudor, había transpirado en su lucha por despertar. Fue uno de esos sueños donde sabía que se trataba de un sueño pero no podía dejar de seguir el curso de su pesadilla.

Tenía nueve años, lo dedujo al ver aquel jarrón japonés que su madre había comprado aquel año. Acababa de volver del internado por su cumpleaños, Jarvis fue quien lo buscó. Se había dado cuenta que se trataba de un sueño porque en un pestaneo estaba frente a las puertas de la mansión.
Recordó exactamente qué pasaría luego pero aún así entró, sintiendo aquella sorpresa por ver a su madre en casa. Otro cerrar  y abrir de ojos y se encontraba en la mesa de la cocina, sonriendo contento por el pastel que su mayordomo hizo para él. Su madre cantando y sonriendo, él no esperaba ver a ningúno de sus padres en casa así que solo había traído un dibujo para Jarvis. Era algo simple y no muy bueno, pero su mayordomo siempre atesoraba aquellos dibujos y sonreía sinceramente felíz cuando recibía uno. Dejó de regalarle a su madre alguno cuando la vio tirarlos a la basura y a Howard desde que a los tres años le regalara uno y su padre lo regañara por perder el tiempo en aquellas tonterías, rompiendo el papel frente a su rostro.
Pero ese año había hecho uno para Jarvis, dónde estaban juntos  jugando en el jardín. Luego de soplar las velas había entregado el dibujo, no pensando en que eso molestaría a María. Comieron el pastel, abrazó a Jarvis pasando su mejilla contra la suya, no sentía ningún aroma aún pero sabía que él mayordomo era un Beta de rango bajo y sí tenía uno, quería oler como él. En algún momento María desapareció de la escena y quedó a solas con J en la cocina.
Otro pestaneo y Howard estaba en casa, no lo saludó y fue directo a su estudio. Vió a su madre ir hacia ese lugar, cerrando la puerta fuertemente. Jarvis lo llevó al jardín para tomar el té.

Y ahí comenzó a ponerse feo. Los gritos se escucharon aún desde afuera. Algo se rompió y luego escuchó el sonido de un golpe, Jarvis lo alejó más, pero él ya reconocía lo que sucedía y pasaría después; solo que esa vez María salió hacia el jardín, su labio partido y Howard a pocos pasos delante de ella con una mirada furiosa. Instintivamente se había colocado detrás de Jarvis, pero su madre lo jaló del brazo hasta alejarlo y arrastrarlo prácticamente hacia la mansión, viendo hacia atrás vio a Howard hablando con Jarvis. Sí hubiera sabido que esa sería la última vez que lo vería se habría esforzado más para no alejarse de su lado.

Se mojó la cara en el baño y suspiró. Había despertado del sueño justo cuando su madre había comenzado a llorar mientras lo abrazaba con fuerza. Unos años después supo el por qué de toda aquella disputa.

Bajó las escaleras y encontró a su Omega fuera de la casa charlando con su hermano, se veían tranquilos y no quiso interrumpir ya que se iría antes de lo previsto y Steve había estado preocupado por alejarse de su hermano en éste momento. Fue hacia la cocina y aún con la luz apagada buscó un poco de leche, ya que estaba al buscar una taza tomó un paquete de galletas que estaban en un estante.

Se sentó y comenzó a mojar la galleta en la leche, pensando aún en qué sería de Jarvis actualmente. Lo había buscado cuando sus padres fallecieron, pero descubrió que estaba casado y no quiso molestarlo.

—Tío Tony, ¿te comerás todo?

Escupió la leche y un poco se le escapó por la nariz, todo al ponerse de pie rápidamente y casi caer del susto. Todo estaba a oscuras y la luz de fuera era la que iluminaba un poco el lugar. Y en la esquina de la mesa estaba Lila mirándolo con los ojos muy abiertos por su reacción y llevando un dedo hacia los labios en una clara señal para que no haga ruido.

Calmado y con los ojos cerrados volvió a sentarse, ella lo vio como una seña y se acercó para sentarse junto a él. Tony le alcanzó el paquete, dándose cuenta luego de un par de galletas que la niña lo llamó "tío".

La miró de reojo, ella estaba entretenida y vestía un pijama de los Simpson.

—¿Qué haces despierta?— llamó su atención y ella lo miró con aquella miraba que francamente era la de una niña decidiendo entre mentir o decir la verdad.

—A las cuatro dan Star Wars y quiero verla.

—¿De día no la dan?— levantó una ceja cuando vió que rodó los ojos.

—Sí, pero es mejor ver de noche cuando no hay nadie molestando.— asintió porque pensó igual, Lila se vio complacida por ver qué le daba la razón —¿Te vas a casar con mi tío?

Ésta vez no se atragantó y meditó qué contestar para evitar la ira de la niña. Ella era muy dulce, pero muy fácil de hacer enojar.

—No lo sé, tal vez más adelante. Hacemos todo al revés después de todo.

Tuvieron sexo, se conocieron, se hicieron "amigos", rápidamente pasaron a pareja, pero antes de lo último ya estaban esperando un hijo. No pensaba dar detalles a la niña, no era tan inadaptado socialmente con los niños.

—Aquí damos una vaca con el cartel de "te casas conmigo" cuando nos proponemos.— Tony reconocía una mentira cuando se la decían, pero sonrió fingiendo creerle. Y guardando el dato falso para el futuro. —¿Cuándo nazca el bebé tendrán otros más?

Levantó una ceja y la miró de costado. Todavía se estaba acostumbrando a su reciente paternidad.

—Sabes, vamos a concentrarnos en éste bebé primero— le dió la última galleta y la vió encaminarse hacia la salida de la cocina en silencio y sobre las puntas de sus pies, que estaban cubiertos con unas pantuflas.

Negó con la cabeza y llevó la taza para lavar. Preguntándose si Steve terminó de hablar con su hermano.

—>... tío Tony— miró hacia donde estaba todavía Lila, levantó una ceja. Tardaría en acostumbrarse a ser aparentemente un "tío" también —¿Vas a seguir queriendo a mi tío Steve aunque pierda su figura por el bebé?

Tony parpadeó y repitió la pregunta en su mente. Sus labios temblaron un poco sin poder evitarlo, la niña Barton era todo un caso.

—¿A qué te refieres?— preguntó solo para molestarla, ella frunció el ceño y se cruzó de brazos no creyendo que no lo entendió. Se rió lo más bajo posible y se cruzó de brazos al igual que ella —Está bien, no te enojes. Respondiendo a tu pregunta, sí, voy a querer a Steve aunque se ponga pachoncito.

Forma linda de decir gordo.

—¿De verdad?

—Si. No formamos un lazo por el físico.— eso lo atraía, no iba a mentir, pero los buenos sentimientos que se formaron y que siguen creciendo lo hicieron quererlo en un nivel mayor al físico. Además que mientras viajaba y absorbía toda información de embarazos de Omegas masculinos también se imaginó un poco a Steve con unos kilitos de más y no le desagrado —Tendre más de dónde agarrar...

—¿Agarrar qué?

—Su cu... ¿Por qué sigues aquí?— carraspeó caminando hacia la salida para que ella se fuera también.

—Espera— ella le gruñó, fue un gruñido bajo e infantil, pero llamó la atención de Tony.

Recordó que él hacía ese tipo de "gruñidos" cuando tenía un poco más de su edad y que Jarvis había dicho que usualmente los niños con las hormonas Alfas en su sistema hacían esos sonidos.

Sintió pena por Lila, se decía que la presentación de las mujeres Alfa era mucho peor que la de los Omegas masculinos. Pero también podía darse que ella fuera en el futuro una Beta de rango Alto y no sufriera tanto físicamente.

—¿Qué?— suspiró ante la mirada de la mocosa —¿No tenías una película la cual ver?

—Tu amigo... El "amigo especial" de mi papá— ella enfatizó las comillas con los dedos cuando lo dijo —¿Solo va a ser su amigo?

—No lo sé— Bruce había caído por Barton, eso era seguro y obvio para cualquiera con ojos. Pero en cuanto a Clint, Tony no podía estar seguro. El Beta no era tímido ni introvertido, al contrario, y aún así se le hacía muy impredecible. —¿Te molestaría si fueran algo más?

Tony estaba más que incómodo, tratar con niños no era su especialidad ni por casualidad. No entendía cómo o porqué Lila lo eligió para preguntar algo así.

—No sé, me gustaría que papá volviera con mamá— lo cual era lógico para el Alfa —... ellos ya no se reían o hacían ojitos como papá hace con Bruce, me gusta que se vea felíz. También quiero que mamá se vea felíz con otra persona, que no sea Jack, él era malo. Pero me gustaría mucho más que papá y mamá volvieran a ser como antes. ¿Está mal que quiera eso?

—Mmm... No, no lo está. Amas a tus padres, eres una niña muy buena.— le palmeó la cabeza como lo haría con un cachorro. Ella pareció más tranquila y sonrió un poco —Hazme un favor, ve a ver si Steve sigue con Bucky fuera.

—Pero él me mandará a dormir.

—Sí, pero lo pensé mejor y pienso que deberías ir a dormir. Así que...

—Y pensé que eras el divertido— gruñó antes de alejarse sin esforzarse en hacer silencio hacia afuera de la casa.

Tony resopló cuando escuchó a Steve preguntándo qué hacía despierta tan tarde. Se estiró y bostezó pensando en qué pasaría con su amigo y Barton, según tenía entendido el Beta no se quedaría aquí por su padre. Pero tampoco lo haría Laura y ellos tenían hijos, estarían unidos de por vida por ellos.

—Nada de películas, mañana vamos a salir y no quieres parecer un zombie, ¿O sí?— sonrió viendo a su Omega entrar a la casa junto a la niña, detrás de ellos su cuñadito querido.

—¿A dónde iremos?— preguntó sorprendiendo a Steve que no estaba lo suficientemente cerca para captar su aroma.

—A ningún lado si nadie va a la cama ahora— Tony sonrió más ante la mirada severa que Steve hizo hacia Lila, quien resopló y dijo un muy forzado "buenas noches" antes de subir las escaleras. Escondió su sonrisa en cuanto esa misma mirada se dirigió hacia él haciendo que levantara las manos —Vamos. Buenas noches, Bucky.

Tony rodó los ojos ante el cambio de mirada y tono con James. Pero solo tomó de la mano a Steve para subir juntos.

Estaba tentado a contarle su sueño y lo que le dijo Lila, Steve bostezó y casi por inercia él también lo hizo así que decidió mejor dejarlo pasar y dormir de una buena vez. Pero apenas y llegaron a la cama Steve dió un paso atrás y frunció el ceño.

—¿Qué está mal?— preguntó su Omega mirándolo con preocupación. Tony se encogió de hombros restando importancia al asunto, había olvidado que seguramente dormido dejó en evidencia sus emociones.

—Fue solo un mal sueño— quitó las sábanas y la frazada dejandolas en un rincón alejado de la cama. Buscó en ropero un cambio de sábanas, Steve lo apartó y sacó lo que buscaba para reacomodar todo. Había una pregunta silenciosa que hizo rodar los ojos a Tony —Soñé algo que pasó cuando era un niño. No te preocupes. Ya dejé el pasado, pisado y enterrado.

—No lo creo— subió a la cama y se tapó, agradeciendo las feromonas relajantes de su Omega. Se abrazó a él para besar y luego oler su glándula, dónde su marca estaba impresa ya curada y hermosamente permanente. Perfecta. —¿Quieres hablar?

No

Sabía que tendría algunos de estos malos sueños por un tiempo, que todo el asunto de paternidad/unión/crianza de un adolescente estaba removiendo una cosas no resuelta aún en él. Pero no planeaba enloquecer y por experiencias pasadas si lo ignoraba podía seguir sin problema alguno. No quería arrastrar a Steve con sus inseguridades, al menos no más de lo necesario.

Lógicamente sabía que si no quería no sería un imbécil como Howard, que solo porque su padre lo arruinó no significaba que él lo haría. Eso sería decir que Bruce sería un golpeador y el ser más cínico del mundo o que Pepper debía ser una persona intolerante y cruel, y ellos no eran así.

Bueno... Rhodey sí es como su padre.

Rhodey...

—¡Mierda!— gritó levantandose de un salto y alejándose de los brazos de su Omega, buscando su celular

—¡¿Tony?!— paró lo que hacía para mirar a Steve, se veía más que preocupado.

—Lo siento, no quise asustarte. Es que recordé algo, a alguien. ¡Qué idiota!— gruñó para sí mismo y pensó en que seguramente Pepper habló con él contándole todo,  no recordándole sobre su viejo amigo Rhodey para que la burla fuera peor. Miró a Steve que estaba sentado y mirándolo aún con esa expresión, suspiró y se subió a la cama para besarlo en la mejilla. —Tengo que hablar con un amigo, te caerá bien cuando lo conozcas. Eso no será pronto porque siempre tarda meses en tomar un descanso del trabajo, pero te encantará.

—Tony— Steve lo tomó de los hombros cuando hizo el intento de alejarse —¿Es buena idea llamarlo a ésta hora? ¿No se va a asustar?

—Nope— besó sus labios y se alejó —Siempre atiende si ve mi número, teme que me mate o algo así.  Tú duerme, ya vuelvo.

Salió del cuarto y bajó las escaleras para encontrar las luces apagadas, fue hacia la cocina. Pero volvió cuando un resplandor desde la sala llamó su atención. Era Lila y Cooper viendo televisión, ambos lo miraron y resoplaron al mismo tiempo. Les robó el paquete de papas que estaba cerrado y fue hacia la cocina escuchando un "fue justo" del niño Barton.

Marcó el número de Rhodey y luego abrió el paquete. Cómo siempre, él no lo decepcionó al contestar casi de inmediato.

Te tardaste más de lo que esperaba, espero un gran regalo de compensación por el abandono. Y con gran regalo me refiero a una salida entre amigos.

—Pepper te contó todo— sonrió sintiendo un poco de culpa, Rhodes en más de una ocasión fue capaz de pedir una licencia para pasar tiempo con él si estaba tocando fondo. Eso dejó de ser necesario hace años, cuando se encaminó y confió lo suficientemente en Bruce para tomarlo de apoyo.

Por supuesto, ella me envía un informe por semana.

—Suena a algo que ella haría— suspiró y tomó otra papa esperando que Rhodey lo molestará, se preocupara o felicitara —¿No dirás nada? Habrá otro Stark deambulando por el mundo en un tiempo. Mi pareja en un Omega masculino, sí, dije pareja porque me uni. Vamos, tienes material para molestarme por años...

No has enloquecido, estoy orgulloso de ti. Lo digo encerio— Rhodes lo interrumpió con aquel tono de seriedad, pero se cortó cuando resopló —El chico tendrá tu apellido entonces, me parece bien. Y... ¿Steve? Se llama así, ¿verdad? Sé que es bueno para tí si te hizo sentar cabeza, pero quiero escucharlo de tu boca.

—Steve es genial, es muy bueno. El mejor...

Suspiro de colegiala enamorada, sí, te atrapó.

—Sí, pero yo también lo atrapé. Tiene mi marca— maldijo porque sí hizo aquel suspiro estúpido que logró hacer que Rhodey soltara carcajadas —Y también espera un bebé así que definitivamente estamos atrapados.

—¿Qué? Espera...¿Qué? ¿De qué bebé hablas?

—Mi bebé, bueno, Steve tiene al bebé. En lo personal espero que sea niño, el universo no puede ser tan cruel de darme una niña. Y peor, una Omega. Sería una tortura de por vida porque con mis genes y los de Steve seguro será hermosa. Y ya sabes que las niñas se "enamoran" de sus padres y los niños de sus madres, así que traerá a un joven yo a casa y será horrible. No quiero tratar con alguien como yo, en cambio, si es niño se buscará a una buena chica o chico que se parezca a Steve y será maravilloso.

—¿Vas a tener un hijo?

—Sí, increíble pero cierto— resopló ante el silencio de Rhodes —Supongo que eso venía en el siguiente informe de Pepper.

Debe ser. Cuando dijo que estabas revoloteando detrás de un Omega aún luego de acostarte con él me costó creerle. Después me llegó el mensaje de que formaste un lazo y estabas contento con ello y no entrando en pánico. Estoy feliz.

—Yo también— habló con la boca llena de papas y trago dándose un golpecito en el pecho —Y asustado, Rhodes, tengo miedo de arruinar ésto. Ni siquiera puedo decirle a Steve por qué entre en pánico cuando supe del bebé, él tuvo una buena familia. No recuerda a su padre, pero sabe que fue bueno, y su madre fue casi una santa.

Y su ego era golpeado por su propia confesión en voz alta.

No lo conozco, Tony, así que no puedo decir si él entenderá tus inseguridades. Pero te conozco a tí y sé que te cortaras las manos antes de golpear a quienes amas y no eres cruel, ni desconsiderado con quiénes aprecias.

—Puedo ser un imbécil a veces.

Como todo el mundo.

Estaba por negar cuando sintió el aroma de Steve, estaba cerca y dejó que sus feromonas lo alertaran a propósito de que iría hacia él.

Lo vio parado junto al marco de la puerta, le sonrió.

—Te llamaré mañana, osito.

Lo que quiere decir: en una semana con suerte. Adiós, Tony.

Cortó sonriendo y mirando a su Omega que lo miraba indeciso. Se acercó para darle un beso.

—¿Osito?

—Un amigo, ¿celoso?— Steve levantó una ceja y se cruzó de brazos.

—¿Tendría?

—Sí— alcanzó sus brazos y los jaló hasta que dejó de cruzarlos. Se acercó aunque la mirada de Steve lo atravesaba —Bueno, al menos si quieres ocupar el lugar de mi amigo. Sí no quieres ese puesto entonces no, no tienes porqué estar celoso de Rhodes.

Besó a Steve pero su Omega no se movió, tampoco esquivó el rose de sus labios. Lo miró temiendo un poco que bromear con su Omega embarazado fuera una muy mala idea. Lo miró a los ojos y no vio enojo.

—Sabes que puedes decirme lo que quieras.— suspiró entendiendo, Steve lo había escuchado hablar con Rhodes —No quiero que pienses que no puedes decirme algo. Claro que puedes elegir no decirme algunas cosas tuyas, que te sientas más cómodo con tus amigos. Si no me cuentas algo que te moleste porque es más cómodo decirle a ellos está bien, pero si no lo haces porque piensas que yo no te entendería o te juzgaria...

—Steve, para— definitivamente lo escuchó —Confío en tí. Solo no quiero preocuparte, son tonterías mías que llevo conmigo desde siempre y no quiero que te afecten también a tí... Mi familia no fue nada parecida a la tuya.

—Lo sé, un poco al menos y lo que no, lo deduzco.— Steve suspiró y se acercó para juntar sus frentes, era un gesto reconfortante así que Tony se relajó —Si esas tonterías te afectan entonces no son sólo tonterías. Pero si no quieres hablar de ello conmigo está bien, mientras lo hables con alguien. Me preocupas, sé que todo ésto está removiendo muchas cosas en tu cabeza.

—Tardaré en adaptarme, lo que no es malo así que no te asustes. Prometo que mis problemas paternos no afectarán de mala manera al niño, al contrario, tengo una buena base de lo que no debo hacer. Y... y es muy tarde para tener conversaciones medianamente serías.

—Esta bien— soltó un suspiro de verdadero alivio. Incitando a Steve para que volvieran a la cama, vió su mirada hacia el lugar donde estaba el resplandor de la televisión y le dió unos empujoncitos para que subiera las escaleras. Después de todos aceptó el soborno de esos niños para no ser molestados —Mañana iremos al mercado agricultor, quiero que Bucky conosca a las personas con las que va a tratar. Hay algunos juegos y puestos de dulces, así que pensé en llevar a los niños. Loki nos acompañará también, lo veo decaído últimamente. Y Clint quiere un momento a solas con Laura para aclarar bien que harán a partir de ahora.

Tony asintió esperando acostarse por última vez ésta noche y lograr dormir. Steve lo abrazó y apretó entre sus brazos para evitar que volviera a levantarse. Tony se dejó y llevó sus manos hacia su trasero dándole un apretón juguetón, Steve solo resopló y murmuró que ya debían de dormir.

*
*
*

—Éste es el mejor método anticonceptivo— Steve miró a Loki con el ceño fruncido, la mirada de su amigo estaba fija en como Tony peleaba con Lila por una manzana acaramelada mientras Coop aprovechaba la distracción para comer de la bolsa de pelomitas a dos manos, con sus cachetes inflados por la cantidad que se metía a la boca.

—¿Qué está mal?— preguntó ignorando como su pareja intentaba negociar con una niña de siete años por un par de dulces. Y sintiendo que hizo esa pregunta demasiadas veces.

Cuando Loki apretó los labios y se cruzó de brazos supo que definitivamente hizo algo muy malo o alguien le hizo algo que lo afectó de verdad. Su aroma también era un poco agrio.

—¿Cómo la soportas?— Steve no entendió a quién se refería y su falta de respuesta rápida hizo que Loki se pusiera impaciente —A tu estúpida conciencia, Steve, ¿cómo la soportas? No puedo dormir, me duele el estúpido pecho cuando me acuerdo de su patética cara de dolor, y... y me siento mal.

Steve abrió y cerró la boca sabiendo que con Loki ni debía flaquear o dudar con las respuestas, eso lo molestaría solamente.

—Lo que sea que hiciste y sabes que estuvo muy mal ya está hecho, no hay nada que hacer— dijo lentamente, pensando bien sus palabras para ser directo y amable a la vez —Pero lo que sí puedes hacer es reconocer que te equivocaste y pedir perdón. Y antes de que lo digas, nadie murió por disculparse.

—Yo podría— Loki suspiró y Steve se mordió el labio aguantando las ganas de saber qué hizo exactamente. No iba a preguntar, si Loki quisiera que supiera se lo hubiera dicho —Y no creo que así de fácil pueda volver a sentirme bien. Fue consejo mediocre, Steve.

—Entonces vive con la culpa— se encogió de hombros ganando una mala mirada. Era un poco divertido que alguien como Loki tuviera dramas "normales" como cualquier otro. —¿Qué crees que haga Clint?

—Algo estúpido— fue una respuesta automática. Steve lo miró mal por ello.

—Tiene miedo de lastimar a sus hijos, Loki.

—Esos niños están bien, son más maduros que sus padres— Loki rodó los ojos y señaló a los niños que se alejaban con Tony, aparentemente siendo fechados por un puesto de maíz a la parrilla con queso —Se irá de aquí no por su padre, sus hijos o la gente chismosa que los rodean, se irá porque quiere estar cerca de ese Alfa falto de carácter y visión. Pero también es ciego y va a necesitar chocar con la misma pared otra vez para entender que algunas cosas no se arreglan...

Loki siguió su discurso contento de cambiar de tema y concentrarse en un problema ajeno, Steve asentía de vez en cuando pero se había desconectado de la conversación en cuanto vio a cierta rubia pasar entre algunas personas. La buscó con la mirada, no había podido encontrar un momento a solas para llamar a Carter y preguntar por su prima.

Volvió su atención a Loki cuando él lo pellizcó haciéndolo sisear.

—No me ignores, ¿a quién buscas? Tu querido Alfa está por allí peleando por una mazorca.

Miró hacia Tony, no estaba peleando exactamente, pero sí parecía discutir por el tamaño desigual de las mazorcas. Luego volvió a ver hacia su costado y volvió a verla, definitivamente era Sharon Carter con el cabello suelto y pasando su vista por los puestos.

—Peggy no me dijo que Sharon volvió. La ví en el consultorio, ayudó con la ecografía...— se sonrojó un poco y Loki la ubicó con la mirada.

—Se ve bien. Nunca entendí qué le viste, pero ahora que la vuelvo a ver...

—Ella no me gustaba, lo sabes— por supuesto que todo el mundo sabía de su enamoramiento por Peggy —Pero era linda y fue agradable conmigo.

No la había llegado a conocer más allá de la prima de su amiga, pero las pocas interacciones le habían dejado una buena impresión.

—Hasta que se metió entre tus piernas— se burló Loki.

—Estaba ebrio, ambos lo estábamos. Ella dijo que no me escuchó decir que no y tal vez no lo dije. No recuerdo bien, Loki.

Y era verdad. Tenía recuerdos confusos de esa noche, aquellos chicos en la fiesta habían alterado su bebida y por esa razón terminó en la cochera vieja del patio trasero de la familia de Carter, dónde Peggy se había adueñado de ese lugar remodelandolo para tener su propio espacio. No esperó encontrar a Sharon sola y que todo se fuera por el garete después.

—Margaret le dió la paliza de su vida.— hizo una mueca, era cierto.

Peggy había llegado y no preguntó, solo se lanzó contra su prima.

—No debió hacerlo.

—Encontró a su muy inexperto y Omega amigo llorando sobre su cama, desnudo de la cintura para abajo con su muy Alfa prima en el suelo con una tienda de campaña entre las piernas.

—No estaba llorando.

—Sí lo hacías idiota— Loki lo miró fijamente, para que viera que era sincero. Steve negó otra vez. —Y hiciste ese grito que los Omegas hacen cuando están paralizados. Por eso ella reaccionó tan mal.

¿Lo hizo? No lo recordaba y Peggy no dijo nada de ello después. Era desconcertante no recordar algo así.

—Pregúntale, está caminando hacia aquí— Steve reprimió el impulso de volver su mirada para ver si era cierto y no una mala broma de Loki. Cuando sintió un aroma casi parecido al de Peggy supo que se trataba de Sharon.

—Hola, Steve— se giró y sí, estaba parada y guardando una distancia bastante obvia. Ella saludó con un gesto a Loki.

—Sharon— ¿Qué se suponía que debía decir? Era uno de esos momentos que imaginó en su mente y que pensó que sabría cómo actuar y qué decir. Pero no.

—¿Podemos hablar?— y no era el único incómodo. Bien podía decir que no...

—Claro— miró a Loki, quién levantó una ceja ante su mirada —Puedes decirle a Tony que estoy con una... vieja amiga. Ahora los alcanzo.

Loki se encogió de hombros y le dedicó una mirada a Carter antes de ir hacia donde Tony se encontraba con los niños, aún discutiendo con el vendedor.

—Felicidades, me sorprendió verte en el consultorio. Mi primer día y te encuentro a tí.

—Gracias, también me sorprendiste.— miró de reojo encontrándose con la mirada de Tony, estaba con el ceño fruncido. Le sonrió antes de volver su vista a Sharon —No te acercaste para felicitarme.

—No, quería disculparme. Sé qué pasó mucho tiempo, pero no tuve la oportunidad de volver a verte luego de lo que pasó y tal vez lo olvidaste, pero yo no lo hice.— Steve hizo una mueca, sintió el aroma agrio de la angustia. Sharon se mordió el labio y luego exhaló —No pude volver a acercarme a un Omega, no con la intención de coquetear. Cada vez que me gusta alguien me preguntó si estoy haciendo lo correcto, si no estoy leyendo bien las señales y si tal vez me estoy sobrepasando.

Steve sintió que se le revolvió el estómago. Si era sincero después de esa noche tuvo más cuidado al acercarse a Alfas, no recordaba, pero tuvo un zumbido de advertencia que antes no había tenido.

—Éramos jóvenes, inexpertos y estábamos ebrios— puntualizó suspirando después. Se sentía mal por ella, realmente ese suceso la marcó.

—No estaba ebria, había bebido solo una lata de cerveza de la nevera de mi prima. Por eso estaba ahí, sabía que ella no estaba y quería beber algo ya que no conocía a nadie para salir. Mi tío dijo que lo estaba para que tú madre no hiciera una denuncia, ella estaba furiosa.

Parpadeó recordando cómo su madre, los días siguientes a esa noche, no le dirigió la palabra. Hasta que ella arregló todo el asunto con los padres de Peggy.

>—Estaba molesta, no controlaba aún mi temperamento cuando me enojaba y me enojé contigo. Me lance sobre tí y no quise escuchar que te quejabas, luego la nombraste de nuevo y solo volví en si cuando hiciste aquel sonido.

—¿Qué hice?— carraspeó incómodo. No entendía qué hizo para molestarla. —¿Qué te hice? Pensé que solo habías bebido demasiado y por eso...

—Estaba celosa de mi prima, todos siempre me compararon con ella. Por eso mi mamá me envió a vivir con mis tíos, para ver si me convertía en Peggy. Y todos me nombranban como "la prima de Peggy" aquí, todos menos tú. Fuiste siempre amable y pensé que eras lindo, me gustabas. Y esa noche te lo dije y tú te veías sorprendido, lo cual me pareció tonto porque eras hermoso. Te quise besar, caímos sobre la cama, nos tocamos y pensé que estaba bien, pero dijiste que te gustaba Peggy. Fue cuando todo pareció acelerarse para mí, mis feromonas salieron sin control y te marearon. No sé si decías que no, solo seguí. No paré hasta que tú gritaste y fue peor que un golpe, tus feromonas me hicieron caer y después llegó Peggy. Lo lamento, fui inmadura y te lastimé porque quería gustarte, no mi prima.

Steve la miró y se sintió un idiota por no decir nada. Captó el aroma de Tony cerca y no supo qué quería hacer, su mano quería ir hacia su marca pero también quería cubrir su estómago.

—Sharon, lo siento, no sé que decirte.— soltó y se giró para ir hacia Tony, que caminaba sin apurarse, obligadamente por su tensión en sus hombros y su mirada. Solo hizo unos pasos antes de volver a hablar, sabiendo que ella lo escucharía —Y no creo querer hablar contigo de nuevo.


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