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Aunque eres más de lo que puedo manejar... por Yeta

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Hola!
Perdón x los errores!

Nota al final...

***

Bucky se había alejado apenas y se adentraron entre los pasillos que se formaban por los puestos. No perdió de vista a nadie, ni siquiera al idiota que tenía por amigo Steve. Se había sentido observado desde que habían aparcado la camioneta, luego de estar lo suficientemente alejado llamó a Sam para comentarle sobre su paranoia y aunque el hombre hizo su mejor intento de calmarlo y decir que era normal sentir aquello no se calmó. Se mantuvo alejado y teniendo a todos en la mira.

Sintió que su paranoia fue bien infundada al ver a Sharon Carter acercándose a su hermano. Estaba por ir hacia donde estaba Steve cuando Loki se alejó, pero paró sus pasos cuando vió a Stark posar su mirada en Steve cuando notó que solo Loki se encaminaba hacia su lado.

Estaba atento a qué hacía aquel Alfa y a cómo interactuaban Carter y Steve. Todos sus músculos se tensaron ante el anhelo de ir a alejar a su hermano de esa Alfa, recordando todo lo que sintió en aquel entonces cuando Sarah le contó lo que había ocurrido entre ese par.
Aunque no sabía bien si tenía más ganas de alejarla o darle un golpe a Steve por estar hablando con ella en primer lugar.

Se mordió el labio notando todas las emociones que el Omega mostraba abiertamente en sus expresiones. Apretó los puños al ver esa mirada herida en Steve antes de que se alejara para encontrar a Stark a pocos pasos de distancia. Sintió que volvía a respirar cuando Steve prácticamente enterró su rostro contra el cuello de aquel Alfa con el que se unió, Stark siguió con la mirada a Sharon cuando ella se alejó, pero sujetó a Steve pasando una mano por su espalda. Bucky notó como seguramente los instintos de ese tonto Alfa le decían que debía perseguir a quien había perturbado a su Omega y aún así eligió quedarse para consolarlo y darle tranquilidad.

Bucky decidió que Stark ya no era tan imbécil.

También decidió que Steve estaba en buenas manos y dejó de tenerlos en la mira para ir detrás de esa mujer. Y fue entonces cuando sintió que era vigilado nuevamente. Frunció el ceño y miró a su alrededor, estaba atestado de gente. Maldijo el momento en que Steve lo convenció de venir.

No perdió de vista a Sharon, pero se concentró en encontrar a quien le causaba esa molesta sensación de ser observado. Todas sus alarmas se dispararon en su mente, la imagen frente a sus ojos comenzó a distorsionarse y mezcla el panorama actual con el de su última misión. Maldijo y cerró los ojos intentando concentrarse, no podía tener un ataque de pánico en éste lugar, no con Steve deambulando cerca.

Cuando su celular vibró en su bolsillo se sobresaltó y abrió los ojos, había algunas personas que se dieron cuenta de que no estaba muy bien, pero no se acercaron.
Respiró de forma pausada, intentando calmar su ansiedad. Sacó su celular esperando que fuera Sam, él era un buen consejero. Pero se quedó petrificado al ver el nombre de Natalia en vez de Wilson.

Tardó unos segundos antes de desbloquear y abrir el mensaje. Frunció el ceño y volvió a releer.

"Soy yo"

Miró hacia atrás y nuevamente hacia delante. La gente seguía caminando como si nada, entrecerró los ojos y observó detenidamente su alrededor. La cabellera roja de Natalia fue descubierta cuando se quitó la capucha, llevaba anteojos negros y estaba cerca de un árbol, volvió a perderla de vista cuando de ocultó detrás de aquel árbol.

Llegó en tiempo récord hacia ese lugar, se veía relajada y despreocupada. Como si hubiera estado acechando como si fuera una presa.

—Sabes que estoy armado— dijo mirando hacia atrás, no había rastro de Steve y los demás. —¿Por qué me sigues?

Era un tanto espeluznante que tuviera a esa mujer siguiendo sus pasos. Se preguntó desde cuándo Natalia estaba detrás de él. Ella no se inmutó por su tono o se mostró avergonzada por sus actos.

—ty - asobyennyj (eres especial)

—Ya me lo dijiste, te pregunté por qué me estás siguiendo— tardíamente se dió cuenta que desde que descubrió que solo se trataba de ella cualquier rastro de ansiedad se esfumó y eso lo inquietó.

—Quería verte— respondió y la situación era demasiado surrealista para él.

Miró hacia su alrededor, nadie estaba mirando. Su hermano y los demás estaban seguramente demasiado lejos. Volvió a mirar a Natalia, ella seguía apoyada contra el árbol, imperturbable.

Era extraño y seguramente lo más estúpido que haría hasta ahora, pero aún se encontró hablando sin dudarlo.

—¿Quieres caminar conmigo?

***

—¿Recuerdas todo lo malo por lo que pasaste?

Tony observó a Steve en silencio, se encontraban sentados en una banca lejos del tumulto de personas. Loki había alejado a los niños de ellos cuando notó el estado de ánimo de su amigo, Tony lo agradeció ahora al estar sentado junto a su Omega, sintiendo su incertidumbre y malestar.

Se tragó sus preguntas sobre la enfermera. Quería saber qué hablaron y por qué no dijo conocerla. Porque esa mirada familiar que le dedicó esa mujer, una Alfa podía decir por el rastro del aroma no oculto ésta vez, era sin duda alguien a quien conocía de antes.

Y ahora Steve le salía con esa pregunta.

—Sí, creo que sí— respondió recordando cada evento traumante y oscuro en su vida. —¿Por qué preguntas?

Se estaba comenzando a impacientar, el aroma de Steve delataba que algo no estaba bien pero no explicaba nada. Dejó que sus propias feromonas salieran en un intento de calmarlo o consolarlo, no estaba seguro cuál.

—Si olvidaras alguna de aquellas cosas... ¿Querrías recordar?

Esa era una pregunta extraña. Si tuvierala esa posibilidad, olvidar todo lo malo.

—Sí— respondió ganando una mirada de su Omega, se veía confundido —Cada una de esas cosas me hicieron ser el hombre que soy, más bien, conocer a las personas que me ayudaron a ser quien soy. Si olvidara algo, preferiría recordar porque es la verdad y siempre quiero la verdad aunque duela y no una mentira.

Se mordió el labio al ver que Steve bajaba la mirada al suelo, su aroma era aún más agrio. Quería cubrirlo y alejar cualquier inquietud de su mente. Comenzó a creer que su respuesta fue errónea y debió decir que olvidar era lo mejor del mundo o algo así.

—Quiero ir a casa.

—Steve...

—Necesito hablar sobre algo, pero no aquí. Es... Quiero estar en mi nido contigo.

Tony asintió y lo tomó de la mano, frunció el ceño. Era extraño que Steve se dejara llevar. Con su mano libre envió un mensaje a Loki diciendo que Steve se sentía mal, que enviaría la camioneta con Clint para ellos. Necesitaba el espacio para ellos solos.

La bolsa en su muñeca sujetada para que no se cayera parecía pesar una tonelada, todo era comida y frascos con conservas que compró para Steve. Había probado de todo un poco junto con los niños Barton y eligió lo que más le gustó para su Omega.

El viaje fue silencioso. Tony pensó que fue lo mejor porque una alteración al conducir no era buena idea.
Al llegar encontró a Clint sentado fuera de la casa, hablando por teléfono. Steve se bajó apenas y frenó para prácticamente correr hacia el viejo granero. Él por su parte le lanzó las llaves a Barton y le dijo que llamara a Loki.

Se quedó mirando en silencio como Steve acomodaba su viejo nido con precisión, al parecer hacer eso lo calmaba. Steve lo empujó de un rincón a otro como si de tratara de un mueble más en el cobertizo, no se quejó. Cuando todo quedó listo lo vió sentarse en medio y observar su alrededor de forma analítica.

Cuando al fin Steve lo miró a los ojos supo que tenía permiso de entrar. Se sentó frente a él y acarició su pierna tentativamente, cuando Steve pareció aflojar los músculos de su espalda y se acercó un poco más.

—Mi padre...— comenzó y llamó la atención de su Omega. Había querido decir todo lo que pasaba por su cabeza, pero tenía miedo de afectar o hacer que Steve recapacitara de si era buena idea criar un niño con él. Y veía esa misma duda en los ojos de su Omega. Tal vez si el comenzaba haría que hablar fuera más fácil —Él no fue bueno, tampoco con mamá, pero conmigo soltó todas sus frustraciones. Por mucho tiempo pensé que había algo malo conmigo para que papá me usara de saco de boxeo o como blanco para acertar cuando lanzaba alguna botella. María, unos días antes de que murieran, me contó por qué Howard me miraba como si fuera su peor error. Mamá nunca suavizó las cosas así que fue bastante directa cuando dijo que él dejó al hombre que amaba de verdad, ese con el cual se sentía perfecto, porque mi abuelo exigía que tuviera un hijo. El hombre que debía ser su todo no podía darle hijos, era un Beta. Se casó con mamá por esa razón y años después llegué yo. Fue distante con ella, pero mantenía sus frustraciones a raya. El Beta no aceptó ser su amante y papá lo aceptó, pero no lo dejó irse. María intentó atraerlo y que la amara a ella luego de dar a luz, tanto que se iba con él a todos lados. Ese Beta me crió y fue básicamente lo único bueno en mi vida durante toda mi niñez. Pero mamá
no soportó que papá no la quisiera más que como un adorno para la sociedad y que yo tratara a Jarvis como si fuera mi padre. Howard decidió dejarlo ir para conservar las apariencias, María lo había amenazado con el divorcio y llevarme. Y desde ese día me trató peor, a mamá la ignoraba cuando estaban a solas o la sometía di ella exigía atención. En cuanto a mí, no podía verme por más de unos minutos sin odiarme y agredirme luego— Se mordió el labio y decidió seguir, contarle lo que ni siquiera le había dicho a sus amigos —El accidente, dónde murieron... No fue un accidente. Encontré una nota de mamá en mi cuarto, ella había estado muy tranquila los días anteriores. Escribió que Howard iba a dejarla, que nos abandonaría por aquel Beta. Ni siquiera sé si eso era cierto, pero fue lo que mi madre pensaba. Era una despedida, lamentaba no ser la madre que merecía y haber fallado como esposa. Las pericias y las cámaras que grabaron el accidente lo confirmaron, ella provocó el accidente. Oculte todo de la prensa, ellos arruinaron sus vidas para mantener las apariencias y pensé que... No sé que pensé en realidad. Solo actué por impulso y todos tienen un gran recuerdo de mis padres, nadie sabe lo mal que estaban. La mayoría dice que soy igual a Howard.

Maldijo moviéndose un tanto incómodo, sintió las manos de su Omega acariciar su rostro hasta hacerlo verlo a los ojos. No lo miraba con lastima.

—Gracias por contarme, sé que es difícil hablar de eso para tí. Pero tú no eres cruel ni amargado, no conocí a tu padre y aún así puedo asegurar que no eres él.

Besó las palmas de sus manos notando que la tensión de Steve era menor y su inquietud estaba menos presente. Lo miró esperando que le dijera qué pasó para que se sintiera lo suficientemente necesitado de protección.

—Pasó algo, fue hace mucho y lo olvidé, pero hice un esfuerzo por recordar y, fue por unos segundos, no recordé exactamente pero sí tuve esas sensaciones. Lo que sentí y estar de esa forma, vulnerable, me asusta. Ella no llegó muy lejos, pero creo que tomó algo de mí que no... No quería dar. Siempre lo ví como "cosas que pasan" y no quise ver que estuvo mal, lo justifique para no pensar en ello. Ahora lo entiendo.

Tony cerró los ojos teniendo un mal sabor en la boca, su estómago parecía estar repleto de piedras. No le gustaba escuchar aquello, la implicación, que alguien dañó a su Omega y además que estuvo con esa persona frente a sus ojos, dos veces además... Quería correr hacia ese lugar, buscarla y...

>—Gracias.

Abrió los ojos y frunció el ceño confundido.

—¿Por qué?

—Sharon se disculpó, eso creo— pareció un poco confundido con esa afirmación y Tony gruñó sin poder evitarlo, le importaba muy poco si ella se disculpó. —Dijo que no pudo controlarse y hasta ahora, siempre que surgía el tema, pensaba que fue algo inevitable. Por las feromonas o el alcohol. Pero cuando entré en celo aquella vez, tú no me hiciste nada. Y mi lado Omega se sintió rechazado, no lo voy a negar, pero que no te aprovecharas de mí cuando estaba así de vulnerable fue algo decisivo. Si hubieras hecho algo, no creo que estaríamos aquí.

Recordó aquellos momentos, realmente había creído que su mente se fundía y había un par de momentos en que juraría que todo se nublo. Suspiró cuando sintió la piel de la mejilla de Steve frotar su propia mejilla, aquel gesto era uno de sus favoritos. Su Omega lo cubría con su aroma.

—Tú me haces sentir seguro— entendió que se refería emocionalmente hablando —Con confianza y amado. Me alegra tenerte en mi vida. Te amo, Tony.

—Nadie va a hacer que te sientas vulnerable de nuevo, Steve. Quisiera haberte conocido hace años, pero te prometo que haré mi mejor esfuerzo de cuidarte a tí y todos.

Ambos tenían trabajo que hacer. Tony sabía que debía tratar aquellos problemas de confianza sobre sí mismo y Steve que debía comenzar a pensar en si mismo, dejar de enmascarar sus complejos y miedos.

—No tienes que hacerlo— resopló ante ese comentario —Pero te dejaré hacerlo.

—Me haces querer ser mejor persona...— murmuró empujando con su cuerpo hasta que lo tuvo tumbado, dejando su peso caer junto a él luego para no aplastarlo. Colocó una mano sobre el estómago de su Omega, sorprendido por ello pero sonriendo al recordar que ahí estaba su hijo presente —Tú también.

—Estaremos bien, haremos lo necesario para ser buenos padres y ser felices— Steve llevó unas de sus manos a su estómago, junto a la suya —Lo haremos juntos.

Asintió en silencio besando su mejilla, el aroma de Steve volvió a ser el habitual. Y había una calma que Tony supo que se debía a su presencia y el estar en la seguridad del nido de su Omega.

***

Steve estaba cruzado de brazos mientras veía a Natasha ayudar a Bucky a bajar las bolsas de alimento de la parte trasera de la camioneta.

En qué momento esa mujer llegó y comenzó a trabajar junto a su hermano, no tenía idea. Ayer fue un día muy emocional para él, todavía se sintió raro por su encuentro con Sharon, pero estar junto a Tony lo hizo concentrarse en lo afortunado que era al estar con el Alfa que él eligió para formar una familia.

Pasaron todo el resto del día anterior en el granero, comiendo lo que Tony trajo de la feria. Su Alfa se animó a contar más de su infancia, las partes buenas y se encontró preguntando si no quería buscar a aquel Beta que lo crió. Por lo relatado podía creer que ese hombre lo amo como a un hijo y por la mirada de Tony supo que la figura paterna real de su Alfa era Jarvis y que seguramente gracias a él no se envenenó con la forma de ser de sus padres.

—No sé si lo que hizo fue romántico o espeluznante— escuchó a Clint decir detrás de él antes de quedar de pie a su lado. Refiriéndose a Natasha.

—No sé que pensar sobre ella— fue sincero y ladeó el rostro observando cómo se alejaban. —Él no está molesto, así que supongo que no tengo nada que decir.

Desvió la vista hacia su amigo, Clint tenía las manos en los bolsillos y se balanceaba un poco. Después del desayuno habían hablado sobre lo sucedido ayer en la feria y en la casa entre los Betas. Laura y Clint acordaron darse otra oportunidad, eso fue todo lo que dijeron la... pareja. Los niños parecían encantados con la noticia, aunque todos notaron un destello de preocupación en ellos.

Loki tuvo la delicadeza de llamarlo idiota apenas y los niños se alejaron.

Y Tony "sutilmente" preguntó si eso convertía a Bruce en su amante. Steve lo había pateado por debajo de la mesa.

—Tony me ofreció un piso en su torre— eso no lo sorprendió, siguió mirándo en silencio. Sabía que lo estaba molestando, pero no podía evitarlo. Odiaba estar de acuerdo con Loki, pero lo que estaba haciendo era un error. —¡Deja de mirarme así! Sabes por qué lo hago.

Suspiró y asintió. Clint había aceptado volver con Laura luego de escuchar una conversación de Lila con Tony. Había estado a medio camino de las escaleras cuando los escuchó hablando.

—¿Y Bruce?— preguntó pensando en el Alfa con anteojos. Inevitablemente ellos se verían a diario.

—¿Qué hay con él?— ésta vez si lo fulminó con la mirada. —Steve, nosotros teníamos en claro que somos solo amigos. Y lo llamé ayer para decirle que Laura me había propuesto empezar de nuevo y el dijo que le parecía lo más sensato. Obvio no vamos a hacer nada ni remotamente alejado de la amistad, estaremos bien.

—Si tú lo dices...— se preguntó cuánto tardaría Clint en chocar con la realidad.

—Mi radar de personas patéticas y estúpidas me indicó que no saliera, ¿Por qué no le hice caso?

Steve cerró los ojos al escuchar aquello.

—¡Vete a la mierda, Loki!

—Lo haré cuando uses las pocas neuronas de tu cabeza, ¡burro!

—No discutan— pidió parándose en medio. Ambos se miraron mal pero cerraron la boca. —Loki, pensé que te habías vuelto más... humano.

Ahora el ojiverde lo fulminó con la mirada a él y Clint levantó una ceja curioso.

—No te aproveches por estar embarazado.— sonrió un poco porque era claro que Loki sería menos duro con él por esa razón y lo iba a aprovechar. —Además, decidí enviar mis... disculpas y razones por las que actué de esa forma por mensaje de texto. Tuve que enviar dos por la cantidad palabras.

—¿Y qué contestó?— no sabía a quién le envió esa aparente carta de disculpas. Pero tenía mucha curiosidad.

—No contestó el muy imbécil.

Oh... Seguro eso era lo que mantenía de especial mal humor a Loki.

—¿Estamos hablando del Dios nórdico?

La cabeza de Steve giró tan rápido que juró que escuchó que tronó. Clint sonreía como el gato Chester.

—¿Thor? Era a Thor a quien le hiciste algo malo— no pudo evitar sonar sorprendido. Había creído que ese Alfa era una presa perfecta para Loki, pero nunca creyó que a su amigo le importara.

—Ya no importa— gruñó dando fin al tema y Steve evitó darle una palmadita en hombro como consuelo —Stark me ofreció vivir con ustedes y seguro le ofreció lo mismo a éste tarado. No es de sorprender que esté buscando mantener a las personas de confianza y que sin importantes para tí o él. Típico de Alfas sin manada y que están formando lazos, más con un hijo en camino.

—¿Y aceptaste?— Clint omitió que lo llamara tarado y Steve lo agradeció.

—Sí, quiero ahorrarnos el dolor de cabeza de Stark entrando en pánico por tener que dejar a su Omega embarazado solo y haciendo que Steve de estrese. Además dejo mi departamento en manos de tu ex esposa y actual novia.

Steve quiso negar que eso sucedería, pero estaría mintiendo. Hasta él sabía que los Alfas eran extremadamente paranoicos cuando estaban en la situación en la que ellos estaban. Y los Omegas no se quedaban atrás, Steve esperaba pasar toda ésta etapa con la frente en alto.

—Haremos piyamadas, señores— Clint apretó su hombro con una sonrisa.

—También tengo una reunión con Lorelei, planeamos trabajar juntos.

—¿Ella está molesta conmigo?— recordó como la engañó en el bar y que ella lo sabía.

—No, pero igual quiere una indemnización. Un gran regalo, zapatos.

—Bien...— asintió encogiéndose de hombros.
No tenía idea de qué zapatos les gustaban a ella o cualquier mujer, todos eran parecidos a sus ojos.

—Hablando en serio, quiero que no digan nada sobre mi relación con Laura. Chicos, se que lo les gusta, pero es mi decisión. Apoyenme.

—Yo no apoyo estupideces a menos que me paguen. Pero voy a mantener mis comentarios para mí.

—Vas a estar viviendo bajo el mismo techo que Bruce— le recordó Steve.

—Eso ya lo sé, por eso lo llamé. Quería saber si él tenía algún problema sobre mi viviendo en la torre y dijo que no.

—Será tan difícil tener la boca cerrada cuando dices cosas como esas.

—Has el esfuerzo— Steve negó con la cabeza y sintió el aroma de Tony cerca, se giró para encontrarlo en la estrada de la casa con el ceño fruncido. —¿Tony?

—Steve, creo que es mala idea vivir en la torre.

—¿Por qué?— lo vio acercarse y aceptó el abrazo, sonriendo cuando lo besó en la mejilla antes de alejarse unos pasos.

—Los niños necesitan sol y estar al aire libre, como las plantas. ¿Verdad?— comparar a los niños con plantas no le convencía pero asintió de todas formas —Y no puedes salir al parque con ellos o con el bebé porque siempre hay alguien de la prensa molestando. Así que necesitamos un lugar con jardín para hacer un parque propio y mantenerlos a salvó del mundo exterior.

—No estoy de muy acuerdo, pero entiendo tu punto.

—... Así que estuve pensando y creo que lo mejor es que nos mudemos a una de las casas. Cerca de la ciudad y aún así con gran espacio.

Tendría que acostumbrarse a que Tony tuviera dinero para hacer parecer a personas como ellos pobres. Seguro y habría propiedades para elegir.

—Podemos ver alguna cuando volvamos.

*
*
*

Una semana después y se encontraba junto con su Omega revisando cada rincón de la mansión donde creció. El lugar seguía siendo tan inmenso como recordaba.

Peter estaba en algún cuarto, lo habían perdido hace menos de una hora. Para sorpresa de ambos el adolescente les confesó que había notado el estado de Steve hace tiempo.

Los niños Barton estaban en el jardín buscando algún fantasma. Clint estaba en el medico revisando su pierna enyesada y Laura en una entrevista de trabajo en una escuela. Así que los niños estaban bajo su cuidado ya que Loki estaba con Lorelei tratando un asunto de trabajo.

—Creo que el sótano será un buen lugar para instalar una enfermería— Bruce estaba lejos de ellos, mirando con interés algunos cuartos.

Tony había estado preocupado cuando supo lo de Clint volviendo con Laura. No quería que su Bruci Bear tuviera el corazón roto y necesitaba tenerlo cerca, así que fue un alivio cuando Bruce dijo que viviría con ellos. Qué él también quería estar cerca para monitorear el embarazo de Steve, junto con un "médico de verdad" ya que les recordó que el no era ese tipo de médico. Bruce pidió que no se preocupara por él, que siempre supo que debía mantener cualquier sentimiento alejado de su amistad con Barton.

—¿Por qué queremos una enfermería?— Saludó por la ventana a Lila.

—Para hacer los controles y por si algo se complica durante el parto.

—Para eso está la clínica, no será un parto en casa— miró confundido a Bruce, quien lo miró igual de confundido. Porque al parecer su amigo sabía más que él, el padre y pareja del Omega embarazado.

—No quiero ir a la clínica— Steve llamó si atención y lo miró como si hubiera enloquecido.

—Tony, ¿a cuántos Omegas viste ir a parir al hospital?

—A ninguno, el primer Omega embarazado con el que tengo contacto es Steve. Pero no estamos en la edad de piedra.

Antes de que Bruce pudiera decir algo Steve volvió a hablar. Su Omega se veía decidido.

—Tony, cariño, yo soy el que va a entrar en labor y tendrá los dolores. Así que voy a elegir donde y con quién voy a pasar por todo aquello.

—Será más fácil para él si lo hace en su nido, los Omegas solo van al hospital si el embarazo es de alto riesgo o si planean una cesárea.

No estaba convencido, pero asintió porque tenían unos meses para convencerlo o acostumbrarse a la idea.

Se acercó de nuevo a su Omega sujetando su cintura. Steve le sonrió y siguió observando el lugar. Sabía que elegirían éste, que llevarían de recuerdos nuevos y agradables remplazando los viejos que estaban en su memoria.

Había hablado por teléfono con Jarvis y fue algo especial, no parecía que no hubiera hablado con el Beta hace años. Le contó que había era viudo hace un año y que no tuvo hijos biológicos con su esposa. Él quería verlo en persona así que acordó una visita a su casa a solas, para hablar y terminar de entender el pasado.

—¡Éste lugar es enorme! ¿Puedo invitar a Ned?— Peter gritó desde uno de los cuartos y poco después lo vieron salir para ir hacia ellos. Tenía telaraña por todo el cabello.

—Pregunta si quiere ayudar a limpiar— Steve resopló cuando el adolescente se alejó corriendo en busca de su celular, que había quedado en su chaqueta olvidada en uno de los cuartos. —Ya tengo un sistema para mantener el lugar limpio.

—Sabes que podemos contratar a alguien para que limpie por nosotros— rodó los ojos ante la mirada de Steve.

—No quiero extraños en nuestra casa— sentenció y Tony asintió dándose cuenta que estaba sediendo demaciado últimamente. —Pero puedes traer a tus juguetes para ayudarnos.

—Son robots de limpieza— corrigió recordando traer a todos esos pequeños para que ayudaran. —Tu puedes traer a tus juguetes, los tuyos son más divertidos.

Recordó la cara de Steve cuando su hermano envió su baúl con todos lo que había en su nido, incluyendo sus antiguos juguetes sexuales. El rostro de su Omega había llegado a un rojo intenso.

—Voy a traer uno nuevo que seguro te va a gustar— escuchó y sonrió escuchando un carraspeo de Bruce, quien les avisaba que todavía andaba rondando cerca. Steve se sonrojó y murmuró lo siguiente —Quiero estrenarlo cuando nos mudemos.

—¡Es oficial, se terminó la búsqueda. Está decidido, nos mudamos!

Lo besó y acarició su estómago sin presionar mucho la palma de su mano. En los últimos días se había dado cuenta que no podía evitar acariciar ese lugar aunque sea una vez por día. Y en la noche debía abrazarlo y mantener una de sus manos en ese lugar.

Pasaron las horas y se encontró limpiando cuarto por cuarto con los amigos de Steve, Pepper y Bruce hasta que oscureció y pidieron Pizza para cenar. Cansados y sentados en la cocina, agradeciendo el siempre enviar a alguien de mantenimiento a comprobar el estado del lugar. Vió a Loki molestar a Clint mientras los niños comían y charlaban con Pepper y Peter. Bruce estaba con su computadora estudiando cada detalle sobre el embarazo de los Omegas masculinos. Cuando Steve se apoyó contra él y suspiró fue que se dió cuenta de lo cómodo y feliz que se sentía.

Comprendió que tiene una gran familia ahora, una no solo compuesta por Steve, Peter y el bebé.

—Hay que levantarnos temprano para ir de compras, no hay nada para el desayuno.

—Como quieras— contestó y sonrió satisfecho cuando Steve aceptó otra rebanada de pizza. Nunca creyó que estaría tan a gusto por cuidar de alguien. Mucho menos formar una manada, una familia.

Pero ahora estuvo completamente seguro de que aunque era más de lo que alguna vez pensó que tendría y podría manejar... Jamás se arrepentiría de haber echo aquel viaje a aquella pequeña ciudad de Texas, donde las personas que se convertirían en las más importantes de su vida se encontraban.

Fin?

***
Sentí que escribí el último párrafo como si relatará una historia de Disney jajaja 😂

Nos queda el epílogo!😘🔚

*


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