Capítulo 9
Al ver que el peli celeste no reaccionaba ante sus palabras, se voltea para volver donde estaba el joven que ayudo a defenderse y tomarlo de la mano para llevárselo a los tirones fuera del salón, dejando a todos con la sorpresa.
El profesor sonríe al ver aquella acción bastante imprudente de parte del joven Diamantidis, se gira para observar a todos los alumnos que parecían estar muy consternados por el show que se montó su compañero – Joven León pase al frente – Aioria levanta su mirada hacia el docente para percatarse de que este parecía estar armando un complot contra él, se agacha en su lugar ya que sus compañeros se le giraron para enfocar todas las miradas en él.
(Opening - Voodoo Doll de VIXX)
Camus no entendía lo que andaba pasando en esos momentos, mira su mano siendo agarrada y sintiendo el tacto de la otra persona que lo estaba arrastrando fuera del salón. Siente un calor extraño frunce su seño para después detenerse bruscamente logrando que Milo se detuviera, pero este no se volteaba sino le estaba dando la espalda.
- ¿Por qué me sacas del salón? – Pregunta en un tono serio y frio, algo que es característico en él.
Milo deja salir un suspiro y se muerde el labio inferior, para posteriormente tironear el brazo de su compañero de clase – Tu sígueme – Le dice, pero nota que el otro joven ponía resistencia a ello y no acataba su orden.
- Quiero regresar a clases – Le pide en un tono lleno de pesadumbre y cansado, Milo se voltea para después toparse con aquellas facciones que tanto odiaba ver, un pequeño flash cruzo en su cabeza, donde la imagen de su difunto amado se unía con la de aquel muchacho.
No debía estar pensando en eso, lo medita varios segundos y llegar a la conclusión de que una buena sacudida de su cabeza lograría sacarlo de ese trance – Vamos al baño y no digas nada durante el camino – Dice para esta vez cargar a un Camus en shock por ser cargado, y continua su camino hacia los baños, ambos estando en silencio.
No sabía que decir, estaba muy avergonzado y sobre todo extraño, jamás espero ver aquellos ojos turquesas mirándolo de una manera que no sabría cómo explicar. ¿Acaso recordó algo? Sacude su cabeza muy despacio para después aferrarse al cuello de Milo por temor que este lo soltase de manera repentina.
Al ver como Camus se aferraba a su cuello, siente el contacto de las manos de este con su piel, ese calor, ese calor lo conocía bien, miles de imágenes llegaban a su mente, la dulce y tranquila voz de su difunto prometido. Deja salir un suspiro cansino evitando las ganas de llorar, Camus alza su mirada y Milo la baja, logrando que ambos se miraran en silencio, un silencio que era el más incómodo.
Sé que faltaron razones,
Sé que sobraron motivos,
Contigo porque me matas,
Y ahora sin ti ya no vivo…
Ambos se dejan de mirar para continuar con el camino hacia el baño de hombres que lejos estaba de todos los salones.
Camus no sabía decir o explicar el sentimiento que estaba sintiendo por Milo, era ¿Admiración? es ¿Amor? No le encontraba un esclarecimiento lógico a aquel sentimiento. No obstante, Milo estaba muy nervioso al estar cargando a su compañero, detestaba dar la razón a otros por su manera de actuar, sino estaba comprendiendo la preocupación que sentían sus amigos y familiares.
Tú dices blanco, yo digo negro
Tú dices voy, yo digo vengo
Miro la vida en color y tú en blanco y negro…
Ambos miran al frente y notar que ya habían llegado al baño de hombres, Milo ingresa y deposita a Camus en el suelo con sumo cuidado para así él salir de nuevo del baño e ir hasta la secretaria para pedir un uniforme nuevo.
Camus mira cómo se retiraba Milo, dejándolo a él a solas con las únicas sensaciones que podía explicar, sentía miedo y tristeza.
Dicen que el amor es suficiente,
Pero no tengo el valor de hacerle frente
Tú eres quien me hace llorar,
Pero solo tú me puedes consolar.
Se detiene a unos cuantos pasos para llevar su mano derecha a su corazón y con la otra se sujeta de la pared, aquel dolor, era el mismo que sintió cuando recibió aquella carta cuando su único amor lo había abandonado. No era así, aquello no debía de estar sintiendo, nunca más pensaría en cosas que jamás serán como antes.
- ¿O sí? – Se preguntó para sí mismo, ya estaba dudando de su capacidad lógica y real, siempre se creyó un ser muerto, vacío y solitario – “¿Por qué me haces esto? ¡¿Por qué?! Camus, porque me dejaste, porque” Te extraño amor mío – Lo dice mientras se reincorpora y continuar su camino hacia la secretaria con el dinero necesario para comprar el uniforme limpio.
Te regalo mi amor, te regalo mi vida,
A pesar del dolor eres tu quien me inspira,
No somos perfectos, solo polos opuestos
Te amo con fuerza te odio a momentos…
Te regalo mi amor te regalo mi vida,
Te regalo el sol siempre que me lo pidas,
No somos perfectos solo polos opuestos
Mientras sea junto a ti siempre lo intentaría,
Y que no daría?
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Todos comenzaron hablar entre ellos, el docente parecía estar hablando muy seriamente con el alumno León sobre la carpeta de trabajo y por qué falto él con sus amigos a su clase, una charla muy estresante para Aioria.
Deathmask estaba revisando el trabajo que hizo junto con Kanon, ya que la nota que recibieron no fue la que tanto quería, se levanta y va hasta donde se sienta Camus con aquel joven más hermoso que Albafica.
- ¿Me prestas tu trabajo para compararlo con el mío? – Le pregunta directamente haciendo que Afrodita se volteara y mirarlo con asombro.
- ¿Eh? Sí – Le contesta con timidez mientras tomaba la mochila de su compañero y buscar la carpeta de trabajo – Aquí tienes – Se lo extiende y Deathmask lo toma, pero sus dedos hicieron un contacto con la mano de Afrodita, haciendo que el joven de cabellos y mirada celeste desviara su mirada ya que sus mejillas se tiñeron de color rosa.
Deathmask lo nota, sonríe de costado para después sentarse en el lugar de Camus, pero algo en sus pantalones se había pegado – “Como los detesto” – Pensó tratando de auto controlarse, ya que atrás escuchaba las risas de algunos compañeros, abre su carpeta de trabajo y la de Afrodita, ya que el otro estaba tratando de mirarlo de costado – Su trabajo obtuvo la mejor calificación de todo el curso y del semestre – Hizo un cumplido al trabajo que estaba viendo, Afrodita se voltea por completo al escuchar aquello, se acerca y Deathmask se gira quedando los dos a pocos centímetros del otro – A pesar que en la fiesta de cumpleaños de Radamanthys, tu condición no era la más favorable de todas, pero tu acercamiento de estos momentos era el más hermoso que el amor inconsciente que me confesaste – Afrodita se aleja un poco para mirarlo con asombro y duda, ya que no recordaba nada de lo que estaba diciendo Deathmask - Estabas muy ebrio, no sabía si lo decías en broma o verdad, yo no soy experto en esto pero, tu no parabas de decir lo que tanto odiabas a Albafica -
----- En la fiesta de cumpleaños de Radamanthys -----
- ¡Odio Albafica, lo odio! – Gritaba Afrodita mientras le daba un sorbo a su tequila, que sin más le estaba haciendo efecto y descontrolando sus acciones. – Siempre los chicos lo miran a él, pero pocos me observan – En eso se voltea para mirar a un Deathmask desinteresado ante sus palabras - ¿Sabes porque no me miran? ¿Seré feo? – el joven de cabellos cortos y azules, se gira para mirar al joven que comenzaba a sentir cosas por él.
- Tú no eres feo, eres más lindo que ese montón de paja – Afrodita ríe ante el comentario gracioso de Deathmask, que por su parte se acercó un poco y tomar uno de sus mechones y comenzar a jugar con ellos – Además eres perfecto, tal y como eres, nadie y menos Albafica, se puede comparar contigo – Afrodita se tira encima de Deathmask haciéndolo caer al suelo, pero quedando arriba de él y ambos observarse con ansiedad.
- ¿Tienes novio? – Aquella pregunta le hizo sentir por primera vez mariposas en el estómago, ya que jamás había logrado enamorarse.
- No tengo novio – Respondió Deathmask y la sorpresa que se llevó, era que Afrodita lo estaba besando con mucha ansiedad.
---- End Flashback ----
- La verdad que disfrute ese momento – Afrodita se tapó la cara con sus manos al logran recordar aquello, lo podía recordar muy claro, él había besado a uno de los mejores amigos de Milo.
- “¡Qué vergüenza! ¡Por qué tuve que beber tanto! ¡¿Por qué?! Eres de lo peor” – Se regañaba mentalmente, sabiendo que Deathmask estaba deleitando el momento y de que él tuvo su primer beso con un chico que ni sentía algo.
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Salía de secretaria con el nuevo uniforme, se dirige a los baños para así llevárselo a su compañero de clases.
Camus estaba de la misma forma en la que vio partir a Milo, sus facciones eran el dibujo exacto donde su preocupación era notable. En eso ve al joven de cabellos rubios y mirada turquesa con aquellas prendas, parecía que verlo ingresar al baño era la más lenta de todas, Milo nota aquel semblante y se detuvo quedando los dos observándose.
Me odias, me quieres, siempre contracorriente…
Te llevo en mi mente desesperadamente,
Por más que te busco,
Eres tu quien me encuentra…
- “No entiendo esto, ¿Por qué demonios siento esta opresión en mi pecho con tan solo verlo a él?” – Se pregunta Milo sin dejar de observar el semblante de Camus, se acerca él haciendo que la distancia entre ellos se acortara.
Un silencio que no sabía cómo romperlo, sentía como sus nervios se alojaban en su estómago, un acercamiento y la distancia se acorto entre ambos, lo único que se le ocurrió decir era agradecerle por lo de hace unos momentos - Gracias por… ayudarme – Le dice con vergüenza y timidez, dado que Milo lo estaba mirando con sus facciones frias, algo que ya se conocía.
Milo deja salir un suspiro para así alejarse de él, porque escuchar cómo le agradece le estaba dando nauseas - Sácate los pantalones – Dice Milo mientras se apoya en los casilleros estando de brazos cruzados con su mirada enfocada en la silueta de Camus. No obstante, Camus se sonroja al escuchar aquello sabiendo que le estaba dando mucha vergüenza al realizarlo.
- No lo pienso hacer, sería inapropiado – Dice aquellas palabras, provocando que Milo desviara su mirada en aquellos casilleros que jamás se esperó encontrar y estar apoyado.
- Entonces toma – Se endereza para acercase a Camus y extenderle el uniforme, el joven Afrontes ve como le extiende un uniforme y aquello lo asombro muchísimo.
Lo recibe con timidez, ya que no disponía del dinero suficiente como para comprarse un uniforme nuevo - ¿Me compraste un uniforme nuevo? – Milo abre sus ojos de la sorpresa para después girarse y darle la espalda, ya que sus mejillas se tiñeron de rojo.
- Cámbiate – Le ordena para después ir hasta la salida y esperar a que se cambiara, Camus obedeció se dirigió a uno de los cubículos para así cambiarse de ropa.
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La clase continuo normal, Deathmask había ido a buscar sus cosas para así tomar asiento en el lugar de Camus y estar al lado de Afrodita por demás incómodo que estaba. Aioria ve aquello con odio, ya no sabía que ocurría con Deathmask y saber que Milo no le hablaría por un buen rato a causa del día de ayer.
El docente estaba escribiendo una pregunta en la pizarra, para ver que explicación obtenía por parte de sus alumnos – Muy bien, díganme la respuesta a acerca de esta interrogante – Decía mientras se giraba hacia el frente y caminar hacia su escritorio para tomar asiento.
Un alumno levanta la mano y El Cid lo mira a la espera de obtener una respuesta – Su alumno estrella se fue – Comento logrando que todos rieran, pero Afrodita se gira para fulminar con su mirada de enojo a Fafner logrando que este bajara la mano.
El profesor deja salir un suspiro y negar al escuchar aquel comentario inapropiado – El alumno Afrontes y el joven Diamantidis están fuera del salón con mi aprobación, sin embargo ustedes que no me pueden dar una respuesta correcta y sin rodeos, deberán buscarla en los libros – Respondió logrando obtener un “Oh” colectivo, en eso Shaka alza su mano para así responder a la pregunta que era “¿Qué son los fenómenos naturales?”, el docente ve al alumno y le cede la oportunidad – Díganos joven Dadbin su respuesta – Shaka se puso de pie para responder a la pregunta.
- Se refiere a cambios que se producen en la naturaleza – Al decir la respuesta correcta, el profesor satisfecho se pone de pie para así pararse al frente de la fila donde está sentado Albafica y mirarlo.
- Alumno Kirkpatrick ¿Puede ir a la biblioteca y buscar siete libros? – Albafica asintió a lo que pidió el docente para así ponerse de pie y salir del curso. Tomando el pasillo por donde fueron Camus con Milo.
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Camus sale del cubículo que ingreso con el nuevo uniforme, estaba muy feliz por contar con un uniforme nuevo – Gracias por comprarme un uniforme nuevo – Le dice a Milo mientras alzaba la mirada y admirarse al espejo, en eso el muchacho de cabellos rubios se gira para después toparse con aquella imagen donde Camus Afronte se admiraba y arreglaba ante el espejo del baño.
---- 1879 ----
- ¿Cómo me queda este saco? – Pregunta aquel joven de unos dieciséis años, de cabellos rojos, mirada carmesí, que se estaba mirando en el espejo para saber cómo se le quedaba aquel saco de un color negro con detalles azules.
Milo estaba a unos cuantos pasos del joven, admirándolo en silencio, sabiendo que poco a poco se estaba enamorando de aquel ser importante en su vida – Le está quedando perfecto – le contesta ante la pregunta que realizo el joven Monthay, al escuchar aquel cumplido el hijo de unos hombres más ricos del pueblo se bajó de la tarima e ir hasta donde estaba Milo, parado y algo desconcertado al ver la mirada gélida del muchacho.
- ¿Se puede saber porque me haces ese cumplido? Sabiendo que usted y yo solamente tenemos una relación de conocidos – Le vuelve a preguntar bastante arrogante, causando que Milo sonriera de costado, el joven Diamantidis se gira hacia el sastre y las doncellas que le ayudaban para después pedirle con la mirada que los dejaran a solas.
- Lo hago para que se vea lo arrogante y altanero que es usted, ante uno los socios más importantes para su padre – El joven Monthay golpea su pie derecho al suelo y mostrando sus facciones enojadas al escuchar aquello, se gira logrando que su largo cabello golpeara su rostro y ver como el muchachito que le estaba robando su corazón en pocos segundos.
- Sabe una cosa – Dice mientras se sacaba el saco que llevaba puesto, para así dejarlo sobre la silla que tenía a un costado y tomar el suyo – Usted es la persona más intolerable que un joven como yo haya conocido, después de… - Al girarse se encuentra que estaba a pocos centímetros del muchacho que lo estaba acompañando.
- ¿Después de qué? – Le pregunta esta vez logrando ser testigo del sonrojo que estaba dibujando aquel joven de cabellos lacios y rojizos. Camus Monthay pasa saliva y se le queda mirando bastante sorprendido.
----- En la actualidad -----
- ¿Milo? ¿Te encuentras bien? – Le pregunta Camus Afrontes estando muy cerca de Milo, que se había reintegrado al presente para notar que no le había dado una respuesta ante lo que pregunto anteriormente su compañero de clase.
- Estoy bien y por lo que preguntaste antes, el uniforme te queda bien – Le dijo logrando que Camus frunciera sus hombres para después darle la chaqueta que le había dado para cubrirse Milo.
- Ten – Se lo coloca en el hombro para después pasar al lado de Milo con una sonrisa dibujada en sus labios – Gracias de nuevo y después de… - Con agilidad Milo tomo la mano de Camus, haciendo que el joven Afrontes se asombrara.
- ¿Después de qué? – Le vuelve a preguntar, pero esta vez con un tono lleno de melancolía. Ambos se giran para quedar enfrentados y los dos algo consternados.
Afuera de los baños, Albafica pasa por los baños y se detiene cuando escucha las voces de Milo y Camus, ambos hablando con suma confianza.
- Después de… de… - Milo niega al escuchar como Camus Afrontes tartamudeaba, lo suelta para después tomar la chaqueta revisarla si se manchó con aquel invento infantil hecho por sus compañeros.
- No me tienes que pagar nada, sabiendo que mi hermano y tu primo son pareja, tu y yo solamente somos compañeros de clase – Camus se quedó petrificado por unos segundos, ya que Milo se fue a paso tranquilo a clases, a los pocos segundos Camus lo siguió.
Albafica apresuro su paso para ir a la biblioteca y evitar que Milo lo encontrara allí escuchando su conversación con Camus.
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Las clases continuaron su curso, Milo y Camus regresaron a clases encontrándose que la clase de Geografía había avanzado muchísimo sin ellos, el docente los llamo ambos para platicar lo ocurrido y después pedirle un favor a los dos, que a partir de esos momentos empezarían a trabajar juntos, en los futuros proyectos.
El timbre sonó, todos los estudiantes de Everglades salían al receso, para completar sus horas de estudio o platicar con sus amigos. Minos salió de su salón rumbo a la clase E para hablar muy seriamente con su novio, en eso se lo topa entre el pasillo central.
- Ven aquí – Le dice de manera fría y destellando enojo, para tomarlo del brazo con fuerza y llevárselo a un pasillo no transitado.
- ¿Qué te sucede Minos? – Le pregunta Albafica a su novio mientras recorrían un camino que ya le estaba entrando miedo al ver que lo guiaba hasta un pasillo alejado de todos - ¿Minos? – El susodicho lo estampa contra la pared provocando que su cabeza comenzara a sangrar.
- ¡¿Qué me sucede?! – Hace la misma pregunta en un tono enojado. Albafica levanta su rostro bastante triste y temeroso, ya que su novio siempre reaccionaba así cuando él hizo algo que lo le gusto para nada - ¡¿Por qué demonios andas siguiéndole como un perro a ese desgraciado?! – Señala con su dedo el otro pasillo, haciendo referencia a Milo. Albafica traga con dificultad dado que estaba muy aterrorizado por lo que podría pasar con él - ¡Tú eres mío y solamente mío! – Minos le da una abofeteada a su novio haciendo que este sangrara en la comisura de su boca y golpearse contra el suelo, dejando salir un grito de dolor y comenzar a derramar lágrimas – Te deje bien claro hace dos siglos atrás, que debías matar a ¡Milo! ¡Y estar conmigo para siempre! – Minos toma Albafica de sus cabellos haciendo que este gritara – Te doy dos semanas para que lo mates – Se acerca al oído de su novio para decirle lo que debe saber – Sino lo haces – Albafica trata de deshacer las manos de su novio de sus cabellos y aguantar las ganas de pedir ayuda – Despídete de este miserable mundo – Al escuchar aquello Albafica abre sus ojos del horror, no era la primera vez que lo amenazaba, ya que fue él quien mato al Joven Monthay por petición de Minos, logrando obtener el resultado que ellos tres deseaban para Milo.
---- 1880 ----
Un muchacho de cabellos rojos estaba atado a un árbol, llorando desesperadamente, sentía mucho miedo, terror a que algo malo le suceda a su querida familia, y sobre todo a su amado Milo.
Albafica llegaba al lugar en compañía de los tres primos, Camus Monthay levanta su mirada topándose con aquel joven de cabellos celestes, para posteriormente voltear su mirada para ver aquellas personas que tanto respetaba y admiraba, sabiendo que eran amigos de la infancia de su único amor.
- ¡SUELTENME! – Grito con dolor e intentando zafarse de las ataduras. Radamanthys se acerca a Albafica para así entregarle un arma de fuego.
Se acerca a su oído para decirle algo – Mátalo y tendrás a tu Milo para ti solito – Albafica se llena de valor y asiente a la orden que le dio el primo de su ahora novio, Radamanthys camina unos cuantos pasos quedando a un ángulo que el joven Monthay lo puede apreciar – Es tu fin, mi estimado Camus, trajiste la desgracia para nuestro líder político y tus padres también son la consecuencia de esto – El joven Monthay se queda mirándolo con desprecio, ya que sus condiciones eran deplorables, su cabello mal cortado, sus vestimentas desgarradas y manchadas de fluidos reconocibles, su físico era el peor, estaba por demás demacrado, heridas en su rostro y cuerpo, ensangrentado y lo único que le quedaba era el tesoro que deseaba darle a su amado prometido.
Radamanthys se aleja de allí, para después irse del lugar en compañía de sus parientes. Albafica a punta con el arma al muchacho que tanto respetaba, a pesar que él le había quitado a su único amor.
----- En la actualidad -----
Minos fue detenido por Manigoldo, ya que le estaba por darle otra paliza a su novio. Albafica se había derrumbado al suelo, con su mirada perdida en el pasado, en su cabeza escuchaba los disparos que él había tirado al joven Monthay.
- Ya déjalo en paz, Minos – Le advierte Manigoldo a su compañero de clases, lo toma de la muñeca para después darle un golpe contra un casillero que arranco con su poder y logrando que Minos se desmayara por el golpe. El muchacho de cabellos cortos y azules, se agacha para ver si Albafica necesita ayuda - ¿Estas bien? – Albafica lo mira para después asentir e irse de allí, rumbo a la enfermería. Manigoldo lo ve y aquello le había dejado el corazón destrozado.
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Recorría los pasillos en silencio, agradecía que Milo le haya regalado un nuevo uniforme, esbozaba una sonrisa al recordar aquel gesto tan significativo para él, pero las palabras dichas en la pequeña conversación que sostuvieron ambos.
----- Flashback -----
Ambos tomaron asiento en el banco de Milo, sacaron sus apuntes y tomaron el libro que les dio el docente, para así comenzar a realizar las actividades en grupo.
- Creo que esta pregunta es fácil ¿No crees? – Le pregunto Camus a Milo, y la respuesta que obtuvo era la que siempre le decía.
- Nada es fácil en este plano – Contesto Milo logrando que Camus le prestara atención – tú tienes amigos con quienes confiar, pero llega un cierto momento que te van a traicionar – El joven Afrontes frunce su seño bastante extrañado con aquel comentario - ¿Eres feliz con ellos? – Le pregunto mientras le miraba fijamente, Camus desvía su mirada hacia donde se sentaban sus tres amigos para mirarlos con duda.
- Ellos son lo más, cada uno es especial y los admiro, a Afrodita por ser siempre el que tiene que apoyarme y hacerme sonreír cuando estoy de malas, a Shaka por ser el típico amigo con quien intercambias opiniones y expectativas u observaciones, hasta debatir en temas sociales y políticos – Milo escuchaba aquello, jamás espero recibir aquellos cumplidos indirectos que estaba diciendo su compañero de trabajo – Y de Mu, bueno, es callado y serio, pero su corazón y sabiduría, siempre la voy admirar – Al terminar de contar de cómo eran sus amigos con él, se voltea para mirar a Milo y este no parecía contento.
- Olvídate de ellos, nunca te serán fieles – Al terminar la conversación, el timbre sonó y los dos guardaron sus cosas para después salir del salón.
----- End Flashback -----
Se detiene para después ver como sus tres amigos se aproximaban a él, medito las palabras de Milo, se voltea para después ir hasta la biblioteca y quedarse solo, logrando crear la burbuja que tenía Milo en ese tiempo.
Mu se detiene y los otros dos hacen lo mismo, ya que su sorpresa fue que Camus los había ignorado por completo.
- ¿Qué le sucede? – Pregunta Shaka bastante extrañado por la repentina ignorancia que desprendía Camus.
- Seguro que necesitara espacio – Respondió Mu, ya intuyendo que Milo ha hecho de las suyas. Afrodita lo mira de costado, ya expectante ante las reacciones de su amigo.
(Ending – Apology de IKON)
------- En el próximo capítulo de Orden Vampire -------
Caminaba por los pasillos bastante sumido a sus pensamientos, no pensaba con claridad acerca de sus acciones, le dolía mucho, ya llevaba unos cuantos minutos caminando por un pasillo que no se podría escuchar el timbre. En eso se detiene en unas escaleras para tomar asiento y buscar algo en su mochila.
- ¿Qué es esto? – Ve la nota para después leer un papelito escrito por su primo “¿Podrías entregarle este obsequio a Milo, por mí? Te lo agradecería mucho Camus, ya que es el cumpleaños de Milo” - ¡Hoy es el cumpleaños de Milo! – Grita mientras se golpeaba en la frente por olvidarse de algo importante, se levanta para ir en busca de Milo y entregarle el regalo.
(…)
En la sala de reuniones del centro de estudiantes, las cosas estaban tranquilas hasta que Radamanthys se acordó de algo importante.
- Aioros ¿Cuántos estudiantes se inscribieron a los clubes? – Pregunto el presidente a uno de sus vocales, quien estaba chequeando unos libros del colegio.
(…)
- Parece ser que Saga no cumplió con lo que le pedí a principio de año – Asevero Radamanthys ante su pensamiento en voz alta, por otra parte Aioros ya empezaba a sudar frio con el pensar lo que podría sucederle a su mejor amigo – No importa eso – negó el presidente, se pone de pie y posa su mano en el hombre de Aioros - ¿Te puedes encargar de traerme a Saga y a ese muchachito ante mí? – Aioros traga grueso mientras observaba la mirada inquiriendo aquel pedido.
(…)
Todo parecía estarle dando vueltas, salía del aula donde los alumnos del centro de estudiantes se reunía. Camus no sabía que escoger, jamás había participado en actividades extracurriculares, pero debía de hacerlo, por obligación.
Sacude su cabeza para continuar su camino y su misión de encontrar a Milo. En eso se lo topa en su camino, logrando apreciar la discusión que se estaba dando entre Aioria, Deathmask y Milo, se esconde tras los casilleros para así evitar que lo vean.