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Desordenando a Acuario por kailu

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Notas del capitulo:

Ya no tengo cara ni para pedir perdón por la espera. 

Saludos. 

Estaba en tan mal estado que la única razón para seguir consiente era el lugar en que se encontraba, su cuerpo dolía por completo, había estado doliendo desde hace tanto. Siempre escuchó aquellas frases como algo normal, nunca se imagino que sería una exageración tan grande…

Dolía todo. Y ni siquiera era su cuerpo real, un cuerpo humano no habría sido capaz de soportar aquello… Al principio habían intentado permanecer fuertes, desafiaban a los espectros, se negaban a bajar la vista y a identificarse con el resto de almas en pena de aquel lugar… No eran como ellos y en la medida de lo posible intentaban darse animo. No podía ser tan malo… No podía durar para siempre.

Poco a poco su resistencia había disminuido, no la de sus supuestos cuerpos, esa no había existido en ningún momento pero sus almas comenzaban a estremecerse de miedo. ¿Realmente aquello podía durar para siempre? ¿Athena no iba a interceder por ellos? ¿Ninguna buena acción de sus vidas los ayudaría a aplacar el dolor y el miedo? ¿Qué podía ser peor que seguir así por siempre?

— No entiendo que es lo que quieres hacer Aiacos. — Minos estaba de pie con los brazos cruzados, observaba a su medio hermano como quien mira a un niño que esta a punto de hacer alguna travesura, Minos llevaba sus ropas de juez mientras que sus hermanos llevaban puestas sus Armaduras.

Aiacos sonrió viéndole. —  Claro que lo entiendes, siempre me has entendido bien. — Minos entrecerró los ojos y lo observo, la sonrisa de Garuda no cambió en lo más mínimo pero ninguno de sus hermanos se atrevió a hablar. — ¿Qué podría tener de malo que intervengamos? … —

— Esto es un castigo. Lo sabes… —

— Lo que se es que no es justo… No han hecho algo tan grave… bueno tal vez un par de ellos se portaron algo locos en su momento pero si esto es justo… entonces hay muchas almas aquí que podrían considerarse en el purgatorio en lugar de estar en el mismo infierno…

— ¿Y qué sugieres? … Ya están muertos, el propio Hades los ha condenado, y aunque su irá parece haberse aplacado no ha levantado el castigo, no ha dicho nada al respecto. Así que ¿qué se supone que debemos hacer? … ¿curarles las heridas para que al instante vuelvan a sangrar? ¿Darles unas palmaditas y decirles que todo esta bien? … Aiacos en el estado en que están solamente sería agregarles más dolor… Seguramente ni siquiera nos han reconocido, dudo mucho que entiendan nuestra conversación… y si lo hicieran tan solo estarían sufriendo ante la idea de las falsas esperanzas…  Mientras estén aquí no hay solución alguna. —

Aiacos sonrió — Justamente, mientras estén en esta prisión no hay solución. — Minos suspiró pesadamente y observo como su medio hermano entraba en ese desastre de deshechos, Garuda se inclino y con cuidado alzó en brazos a uno de los caballeros … Minos observo la escena y tuvo que admitir para sus adentros que aquello había sido excesivo.  

— ¿Te harás cargo de él como si fuera tu mascota? —

Aiacos bajo las cejas y torció levemente los labios. Luego de un momento en silencio cerró los ojos y sonrió — Si quieres verlo de ese modo, tal vez no sea mala idea ponerle una correa para jugar. —  Minos rodó los ojos y murmuro la palabra "pervertido" Radamanthys avanzó y puso su mano sobre la cabeza de Aiacos como si acariciara a un perrito…

—Son demasiados para nosotros tres.…— El rubio se inclino tal cómo había hecho su medio hermano y tomo en brazos a uno de aquellos bultos que continuaban emitiendo alaridos de dolor… Si se habían dado cuenta de lo que pasaba, ninguno de los tres jueces lo tenía claro.

Minos suspiro pesadamente y cuando abrió los ojos se había rendido, la realidad es que tampoco le gustaba todo esto. Miró de nuevo los bultos que se encontraban alrededor de ellos — Estos dos deben estar juntos, de otro modo no se calmarán nunca… — Sus hermanos asintieron, Aiacos sonrió notando que finalmente Minos se pondría manos a la obra, finalmente decidió que llevarían a los Santos con ellos, sus sirvientes podrían ayudarles a atender tantas heridas, tal vez incluso estarían interesados en tomar a alguno de ellos consigo. Después de todo… No era el primer caso y probablemente no sería el último.

Bajo las instrucciones de Minos el resto de los Espectros ayudo a llevar a los Santos a sus nuevas habitaciones, muchos de ellos parecían inconformes ante la amabilidad de los jueces pero ninguno se animo a emitir una sola queja, encambio por la mirada de algunos de ellos Aiacos adivinó que los imaginaban como un trío de pervertidos buscando su propio harem… después de todo los Santos de Atena eran apuestos cuando estaban en mejores condiciones.

Aiacos sonrió ignorando todo aquello, él mismo dejo a Camus en aquella habitación, un poco frustrado porque sin importar que tanto cuidado tuviera, era imposible no lastimar al caballero de Acuario, por suerte al estar fuera de la prisión no había razón para que las heridas siguieran apareciendo, con algo de descanso, estaba seguro de que lograría recuperarse, con el tiempo.

Una vez que terminara de revisar sus heridas iría a asegurarse de que sus compañeros estaban siendo tratados. No morirían de nuevo, pero tampoco tenía intención de alargarles más el sufrimiento… Con suerte cuando Hades se enterará tan solo pensaría que sus sobrinos tenían ganas de juguetes nuevos y no habría necesidad de devolverlos a esa prisión o a ninguna otra.

Notas finales:

Para Cid que ya no me tenía fé. 


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