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Desordenando a Acuario por kailu

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No era su intención encontrarse con ellos, pero ocasionalmente no podía evitarles. Había salido de la habitación y había avanzado por los pasillos, ya era tarde para volver cuando reconoció las voces de aquellos que hablaban con Aiacos.

—  Considerando que ni siquiera hemos recibido un solo "Gracias" de estos niños… — había un claro tono despectivo en el tono de voz de Paraoh que le irritó, la voz de Minos fue más amable a pesar de su risa.

— No podemos esperar más de ellos, pero tampoco pienso seguir perdiendo el tiempo con este tema… he conseguido un arreglo prometedor para todos, volverán a la vida y a su Santuario a morirse de aburrimiento con la chiquilla de Athena…  me parece suficiente castigo para todos, volver a repetir los mismos errores. —

En ese momento los vio, la cara de Aiacos dejaba clara su incomodidad ante las palabras de su hermano, parecía que le estuvieran regañando por algo, pero Garuda termino sonriendo de nuevo y pellizco la mejilla del albino. — Entiendo, pues a trabajar entonces… Avísame con tiempo por favor. —

Minos asintió y se despidió, Paraoh le acompaño a la salida pero se encargo de lanzarle una mirada reprobatoria al recién llegado. — ¡Ah, Camus! ¿Descansaste? —  asintió con la cabeza y el espectro sonrió viéndole. — ¿Has escuchado algo? … Es probable que vuelvan a la vida, es un grandísimo favor que se hace pocas veces, así que procura divertirte más allá arriba… —  Asintió con la cabeza y se acerco, Aiacos tomo una hoja de papel, seguramente más trabajo que le habían traído y se sentó en la sala a leer…

Acuario se acerco despacio y pensando en lo que había oído, sentía curiosidad por el tono de reproche que habían usado con Garuda, pero antes de que pudiera preguntar nada Paraoh volvió a la habitación. — … No pensé que a los Santos de oro les gustara escuchar a escondidas… vaya manera de agradecer la hospitalidad. ¿No le parece, Señor Aiacos? —

or: cursivas son para Camus hablando francés xD
— ¿¡quieres callarte por una vez!?— —  Los espectros le miraron asombrados, en realidad incluso el se asombro de haber hablado en voz alta y en francés… Paraoh parpadeo desconcertado y su vista se fue lentamente hacia el juez. Aiacos sonrió y contestó tranquilamente.

— A mí no me mires, si no quieres que te maldigan en otros idiomas pues no pelees con extranjeros, debo tener un par de diccionarios por si quieres ir a buscar lo que sea que te haya dicho. —  Paraoh torció los labios y devolvió la vista al caballero de Acuario que seguía su conversación "Como si me interesara lo que los perros malagradecidos de Atena pudieran decir."  Aiacos sonrió a su comentario — deja de provocarlo, mejor ve a trabajar. —

Paraoh se fue hacia el despacho del juez, Camus siguió con la mirada al espectro hasta que dejo de ver su silueta, entonces volteo de nuevo a ver al Garuda que ya tenía de nuevo la vista puesta en sus papeles, Aiacos sonrió — No le hagas caso, Paraoh solo está celoso… —

Acuario tardo un momento en tragar aquellas palabras, "celoso" era una palabra que no había pasado por su mente hasta ahora, pero de cierto modo explicaba bastante bien porque no era capaz de soportar la presencia de aquel Espectro, no es que Minos o el resto le cayeran bien, pero entre Paraoh y él había siempre una hostilidad demasiado personal.

— … —  Camus abrió los labios  pero al final no logro decirlo, aveces agradecer costaba demasiado trabajo, y el haber escuchado a Paraoh llamarles mal agradecidos tantas veces… en realidad, no estaba seguro de haberle dado las gracias a Aiacos por …

Suspiro pesadamente y Aiacos alzó la vista de nuevo para verle. —Cuando llegue al Santuario era solo un niño, no tenía idea de como hablar el idioma así que quede aislado del resto… — Aiacos le observo con una ceja alzada sin entender porque de pronto aquella confesión pero Acuario lo tomo como una confirmación de que  su anfitrión no podía entender cuando hablaba en su idioma natal. — Tan solo Aioros hablaba conmigo, pero siempre estaba ocupado entrenando y cuidando de todos… para cuando aprendí un par de palabras griegas todo mundo pensaba que yo no tenía intención de hablar con otros, yo… solo no tenía idea de como hablar. —

El espectro parpadeo un par de veces, comenzaba a sospechar que Camus hablaba para desahogarse y no para conseguir una respuesta así que se quedo en silencio observándole. — … Yo… —Trago saliva y miró al Espectro que sonrió de lado y le hizo un gesto para que se acercara… miró alrededor, estaban solos y no se oían los pasos de ningún sirviente, se acerco a Aiacos y se sentó a su lado como le indicaban, el espectro le despeino el cabello y sonrió.

— De verdad que Paraoh te ha sacado de tus casillas —  besó su frente y volvió a acariciar su cabello.

Por un momento se sintió más tranquilo, pero escuchar de nuevo el nombre de Paraoh le molestó tanto que termino enterrando el rostro en el hombro del Espectro, quien siguió acariciando su cabello y leyendo sus documentos como si no pasara nada, mirándole de reojo cada que volvía a pronunciar alguna frase en francés.

— No lo soporto, no soporto verle…—se mordió los labios  pensando que aunque Aiacos no supiera francés seguramente reconocería las palabras más comunes como muchas personas, un "gracias", un "adiós" o un "te amo" … debía evitar esas palabras… mientras menos simple fuera su discurso menos probable que le entendiera.

— pero tiene razón, no te he agradecido por salvarme, por cuidar de mi todo este tiempo.  Por haberme hecho sentir a salvo, y espantar mis pesadillas… ¿De verdad tendré que dejarte y soportar que te quedes con él a tu lado?…   — Camus se estrechó al juez y este le acarició el cabello de nuevo, sintió un beso en la mejilla y se mordió los labios.

—Una parte de mi quiere quedarse, y no solo por tu biblioteca que aun no me dejas recorrer… quiero asegurarme de que descansas, que comes bien, quiero seguir viéndote en tu ropa de juez y pensar que te hace ver más apuesto…  quiero despertar en medio de la noche y ver que no te has apartado de mi lado. —  

Aiacos dejo sus papeles sobre la mesa y lo estrecho con fuerza, sintió un beso en la frente y observo al espectro sonreír. — ¿Alguien se levanto por el lado equivocado de la cama verdad? — no contestó y sintió que Aiacos le besaba de nuevo el rostro. —  tengo hambre, pero con esos rezos tuyos tengo miedo de que maldigas la comida… — Garuda se rió de su expresión y se puso de pie. — ven.… — siguió al espectro por el templo y sintió como tomaba de nuevo su mano para besarla, Aiacos abrió la puerta de su biblioteca y lo atrajo para besar su rostro. — diviértete aquí mientras yo cocino. —

Parpadeo extrañado, miró a Garuda quien sonrió levemente y le hizo un gesto para que entrara — ten cuidado con el estante del fondo, son libros forrados de piel humana, no creo que quieras tocarlos… puedes ver y tomar cualquier libro. — Camus le miraba extrañado con los ojos muy abiertos como si no pudiera creer lo que oía.

— Iré a cocinar. — Acuario asintió con la cabeza lentamente pero detuvo a Aiacos antes de que se alejara, le beso los labios levemente y se aparto. — … De saber que así me ganaba un beso, hace tiempo que te hubiera dejado entrar… — el juez sonrió y le beso de nuevo la mano. — basta de hechizos, por favor.  — con esas palabras el juez abandono la biblioteca para dirigirse a la cocina, a pesar de decir que tenía hambre se tomo su tiempo para cocinar, dejándole disfrutar de la biblioteca y olvidar por lo menos por un momento el hecho de que pronto se separarían. Y Camus olvidaría todo lo vivido en el Inframundo.


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