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Experiencias Adultas por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Tatarara~ ya esta Mid por aqui!! Me costó trabajo darle forma pero quedó xD (sigo sin saber porque me cuesta tanto el Drarry... >3< pero eeeen fin~)

Mil gracias por comentar PipeMalikMalfoy, Kritto Droopye, LRMV, Innaluu, Kaorugloomy, Lilyth369 y Dreem!!~ les mando saludines especiales!! <33

A leer se ha dicho~

Llevaba aproximadamente 2 meses con su actual situación a la que se podría decir que se había acostumbrado. Ron aún no se tomaba muy bien que estuviese saliendo con Draco, claro, si se le podía decir “salir” a irse franeleando con alguien sin remordimiento y declararse abiertamente “víctima de la lujuria”. Pero su amigo del alma declaró sin mucho ánimo que era mejor pare él verle salir con su enemigo jurado antes que a su hermana.


-Me encanta como huele…- suspiró Harry –aunque Draco se quejó de que me la paso oliendo su cabello… pero no puedo evitarlo, huele a coco… es tan sutil y suave pero está presente, también su piel huele así-


Hermione ahogó una risa por el embelesamiento de su amigo que casi podía tocar a un Draco imaginario.


-Creo que tienes un fetiche por el aroma Harry… y tal vez por la piel- el moreno soltó un chillido nada masculino cuando se rompió su burbuja de ensoñación con aquellas atroces palabras que se repetían en su cabeza en forma de eco. Se sintió súbitamente desmoralizado. “¿Cómo de impotente paso a ser un fetichista del olor?”


-Aunque me da asco preguntar porque jodidas te involucraste con Draco Maldito Malfoy, creo que el oler a la persona que te gusta no está mal, incluso se podría decir que es algo natural- dijo Ron muy orgulloso de sí mismo. Hermione arqueó una ceja incrédula –Lav siempre usa ese delicioso perfume de fresas que me enloquece y no puedo evitar querer hacerle cientos de cosas…-


-¡Iugh!- Hermione hizo una mueca ante la cara absorta del pecoso como si pudiese ver a su novia en ese momento -Eso era algo que no quería escuchar Ronald- la castaña agitaba las manos para alejar la imagen mental de su amigo con su novia haciendo “cientos de cosas”, antes de dirigirse al moreno -pero Ron el asunto no es sobre ti, es sobre Harry así que guárdate tus cosas para después-


-Vale…- murmuró rascando su nuca -Pues bueno camarada quisiera ser de más ayuda pero me tengo que ir, quedé de verme con Lav en la tarde- se despidió tomando sus cosas regadas en el escritorio- buena suerte con eso de olfatear a Malfoy- Harry se sonrojó.


-No se te olvide enviarme tu parte del proyecto Ronald Weasley que no quieres conocerme cuando me enojó- un escalofrío trepó por la espalda del pelirrojo porque ya conocía más que bien a Hermione modo reina sádica de los demonios y no quería volverlo a experimentar, muchas gracias –y nada de poner a Lavander como escusa- amenazó.


-Eres peor que el profe Mione…- se quejó amargamente mientras Hermione sonrió con suficiencia y cuando la puerta se cerró, volvió su entera atención a su amigo.


-Bien Harry regresando con tu problemática, creo que eso podría ser la solución a tus plegarias-


-Pero yo no soy gay… digo, no es que tenga algo en contra pues Moony y Sirius son las mejores personas que conozco, pero no creo que eso vaya conmigo, siempre me imaginé sentando cabeza con una linda chica y tener hijos… aunque se siente tan bien estar con él…- dijo bajando la mirada recordando las insistentes manos de Draco por su cuerpo que le hizo estremecer.


Hermione rodó los ojos. No comprendía porque su amigo seguía negado lo obvio pero decidió que lo mejor en el caso era ir con cautela y desentenderse del asunto en lo que Harry se acostumbraba a hacerse la idea de que realmente quería con Draco Malfoy.


-Y a eso iba cuando dije que podría solucionar tus problemas, probablemente el aroma a coco del jabón, champú o crema para el cuerpo de Draco sea tu detonador sexual, puedo apostar que si encuentras a alguien que le fije la esencia similar a él…-


-¡Pero esa es una posibilidad ínfima Herms!- chilló abatido dejándose caer dramáticamente sobre la mesa. “Aparte, creo que me asesinaría si me acerco a alguien más de esta forma…” pensó respirando con dificultad.


-Pues bueno, siempre está el plan B… tener que apañártelas con Draco Malfoy-


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


Recluidos en un estrecho cubículo de las duchas, hacían lo que mejor hacían juntos, aquello de lo que nunca se cansaba Harry y era del placer de un encuentro sexual.


Realmente adoraba el aroma de Draco, era tan llenar como embriagante que le sumía en una fina capa de éxtasis instándolo a seguir oliendo ese fascinante aroma. Su cuerpo se calentaba y sentía un rico hormigueo en su interior mientras Draco movía su mano con ahínco sobre su miembro, repartiendo dulces besos en su cuello. Sus dedos no se cansaban de acariciar los suaves cabellos rubios y dejarse llevar por todo lo que representaba ese chico.


-¿Podrías dejar de apretarme que me sofocas?- Demandó en voz baja Draco con ese peculiar arrastre de palabras. Harry se sonrojó ante la campante sonrisa que se instó en el rostro pálido y con dificultad se desembarazó de él. De tan absorto que estaba ni cuenta se había dado que lo estaba apresando en sus brazos.


-Lo siento…-


-¿Tanto te gusta cómo huelo?- el ojiverde desvió la vista. Le daba vergüenza admitirlo a viva voz.  Sin esperar respuesta pues no lo no necesitaba, sus simples gestos sonrojados eran más que suficiente que decidiendo recompensarlo, tomó sus labios con desesperación, continuando con su labor hasta que Harry llegó a su clímax.


Sintiéndose exultante, se quedó quieto dejando que su corazón se normalizara bebiéndose el cálido aliento de Draco que mordisqueaba sus labios tiernamente.


Con cuidado se acomodó el pantalón mientras el chico echaba hacia atrás su cabello que previamente le había alborotado. Se veía tan elegante aún de esa forma con su ropa arrugada, su prístina piel salpicada de sudor, con los labios inflamados por tantos besos dados y un brillo juguetón en sus ojos grises que calentaba su pecho.


Carraspeó cuando notó que se le quedaba viendo y lavando sus manos habló.


-Oye Draco… creo que sería bueno que… bueno… que tuviéramos algo así como una cita, ¿no lo crees?- el rubio puso los ojos como plato.


-¿Una cita?-


-Si… creo que sería bueno para nosotros salir…- “ya que ya hicimos todo lo demás antes de eso…” pensó con angustia. Aun no estaba seguro si le gustaba o no, pero decidió que lo más sano para su vida era darle una oportunidad… “ya su supongo que si experimento lo que me dijo Hermione seguro me irá doblemente mal…” pensó con un escalofrío.


-Suena bien- Draco sonrió radiantemente que Harry sintió a su corazón dar un brinco antes de comenzar a acelerarse.


“¿Qué es esto?” se preguntó tocando su pecho.


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


Llegando el domingo, que era cuando ambos tenían tiempo libre y que acordaron llevar a cabo su cita; decidieron reunirse en una plaza para comprar, ya que después de todo la curiosidad de Harry no podía acallarse y quería saber si en efecto lo que decía Hermione era cierto y tenía un extraño gusto por la esencia que Draco usaba en su piel.


“Creo que me he convertido en una especie de depravado” pensó apretando los ojos mientras Draco tan cerca de él buscaba entre las diferentes botellas de productos limpieza personal el ideal; Harry atrapaba entre tanto y tanto las deliciosas moléculas del peculiar olor a coco.


-Estoy seguro que este queda mejor con tu pelo y tiene el mismo aroma- dijo el rubio pasándole la botella que olía tal cual el cabello del rubio y asintió.


Se sentía extraño estar así los dos solos como si nada, como conocidos de toda la vida hablando de trivialidades y paseando, sin embargo no era como la comodidad pacífica y dulce que tenía con Ginny cuando salía con ella, temblores y sonrisas tímidas entre cada lapso de cercanía; sino todo lo contrario. Cada que la mano pálida de Draco se posaba en su hombro o rozaban sus dedos sobre su muñeca se ponía nervioso y se tensaba al instante sintiendo toda la sangre acumularse en puntos estratégicos de su cuerpo que ni quería pensar en ello.


Intentó calmarse y pensar en otra cosa pues su libido más que acelerado apenas y podía soportar estoicamente sin excitarse por tan embriagadora presencia. “Contrólate” se dijo yendo de la mano del rubio a la caja a pagar.


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


Fueron al parque a jugar un partido de vóleibol pues Draco aseguraba que era mucho mejor que él y Harry se sintió al instante aliviado por tan magnifico plan, ¿Qué mejor para distraerse que el ejercicio?


Empero solo con un aguerrido primer set que iba en aumento de dos en dos y ninguno quería ser derrotado por el otro. Harry jamás se enfrentó a alguien tan decidido a dar lo mejor de sí que no cabía en su divertimiento. Ron jamás duraba tanto y era una oportunidad de explotar sus mejores técnicas para no perder.


Después de un gran rato jugando aún no se declaraba un vencedor así que decidieron dejarlo por el momento como un empate de 31 a 31 pues ya estaban exhaustos, con los brazos adoloridos y comenzaba a sentir hambre.


-¿Posponemos la revancha?- preguntó Harry agitando su camisa para echarse aire. Sus piernas punzaban de tanto correr y Draco extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse asintió.


-Claro, aunque estoy seguro que si hubiéramos seguido a 33, seguro y te ganaba- aseguró Draco con una brillante sonrisa y Harry rio.


-Quisieras…-


Optaron comer en una pequeña fuente de sodas que no estaba lejos de ahí. Ordenaron una pizza para recuperar energía y comenzaron a charlar a insistencias de Harry pues después de semejante emoción por el juego, se habían sumido en un estático silencio que comenzaba a pesar tanto que Harry ya no lo soportaba, pero para su mala suerte el rubio no parecía querer animarse a hablar, solo a observarle con detenimiento de tanto en tanto y eso lo estaba poniendo nervioso.


No tardaron mucho en esa forzada convivencia puesto que una fuerte lluvia se dejó caer sobre ellos de imprevisto, tal cual aquellas lluvias de verano que son tan impredecibles e implacables. Ninguno de los dos tenía paraguas consigo y aunque corrieron a resguardarse bajo un tejado, ya estaban empapados de pies a cabeza.


Las gotas de lluvia goteaban del rubio cabello y el esbelto cuerpo frente así comenzaba a tiritar por el fuerte aire que corría. Mordiendo su labio dijo lo primero que le vino a la mente.


-¿Quieres ir a mi casa a secar tu ropa? –


-¿Estás seguro que quieres moverte de aquí?- preguntó Draco viendo que una buena pulmonía si les daba, aunque la idea que planteaba Harry le parecía como un pedazo de cielo despejado.


-Esta bástate cerca, como a una cuadra- el rubio tras pensársela un poco asintió y comenzaron a correr en  la dirección que marcaba Harry.


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


Dejando un camino de gotas sobre el suelo, Harry notó que ni Remus ni Sirius se encontraban en casa y suspiró. Decidiendo que lo mejor era secar sus ropas con la secadora, guio a Draco al cuarto de lavado. Cuanto agradecía que fuera el lugar más apartado y cálido de la casa porque la lluvia de verano si estaba fría por las fuertes corrientes de aire.


-¿Crees que se enojen mucho tus padres porque mojamos su piso de madera?-


-No si lo limpiamos antes de que se seque- dijo Harry con media sonrisa. Draco sin mucha ceremonia comenzó a desabotonarse los botones del pantalón al igual que los de su camisa. Cuando la camisa húmeda fue desprendida, Harry no pudo evitar tragar saliva con dificultad. Se veía tan exquisito con su piel pálida mojada que sus ojos exploraban cada parte centímetro a centímetro.


-¿Te gusta lo que ves?- Harry desvió la mirada con las mejillas enrojecidas negando con efusividad y Draco rio –vamos, ven, no te pongas todo abochornado- le ayudó a desprenderse de sus prendas bañadas por la lluvia para depositarlos en la secadora y Harry sin poder acallar los golpeteos de su corazón, atrapó los labios de rubio con los suyos en un beso que sorprendió al chico rubio de manera placentera.


Un beso ardiente le siguió a otro y a otro más en medio de una lucha de lenguas y dientes explorando ávidamente cada parte del otro como si ansiaran devorarse el uno al otro. Harry ya no sentía el frío en su cuerpo, si no que el calor comenzaba a acrecentar con rapidez y quería un poco más de ese fuego prohibido que le estaba obsequiando.


Tal vez no estaba bien pues seguro Sirius y Remus no tardaban en volver y sorprenderlos en pleno acto, pero no podía evitarlo. Tras quitarle los lentes del rotro, Draco delineaba su piel con ambas manos con devoción, deslizando sus suaves dedos por su cuerpo de manera descendente volviéndolo un manojo de tremores y jadeos. Apresó sin pudor sus nalgas haciéndole jadear.


Piel con piel se frotaban y Draco sabía exactamente qué hacer, aquello que rogaba porque le hiciera.


-Por favor Draco…- murmuró contra su oído en trémula voz.


El rubio besó su cuello marcando sus dientes en él y sonrió por la impaciencia de Harry. Con una sardónica sonrisa llevó su mano a la más que palpitante erección del moreno y comenzó a masajearlo.


Su rostro era una oda y poesía al éxtasis, sus mejillas arreboladas y sus labios entreabiertos jadeaban incoherencias mientras sus manos se aferraban con desesperación de la pared.


-Vamos tócame a mí también…- susurró con necesidad, pero Harry hizo una mueca.


-¡No qué asco!- Draco arrugó el ceño y con temor Harry notó como la vena de su frente se marcaba por la creciente irritación.


-¿Me dices eso cuando yo siempre te lo hago?- Harry se avergonzó tragando con dificultad. Estaba tan caliente como el sol y aunque le aterrara tocar si quiera el pene de otra persona, le aterraba más que Draco se irritara mucho más de lo que estaba y lo dejara así de necesitado.


Así que haciendo uso de todo su control y valentía, llevó su mano al falo que se alzaba orgulloso y comenzó a tocarlo con temor. Draco dejó escapar un siseó entre sus labios y notando el cambio abrupto de expresión en el rubio, Harry comenzó a tranquilizar su nerviosismo para tratar de emular lo que el rubio siempre hacía. Se sentían tan duro que sus manos apenas y podía sostenerle.


-Buen chico…-  murmuró Draco acercando el cuerpo de Harry hacia si como si fuera posible y tomando su mano, aprisionó ambos miembros. Harry se sentía avergonzado pero tan excitado que con asistencia de Draco comenzó a bombear ambas erecciones.


La fricción de las pieles, el calor se expandía haciéndoles jadear. Cuanto agradecía que solo estuviesen los dos en la casa y poder ser libre de suspirar y gemir como le viniera en gana. Los labios del rubio vagaban desde su cuello su torso desnudo, mordisqueando sus pezones tiernamente mientras Harry apenas y podía darse acopio con la intoxicante esencia de Draco que explotaba en sus fosas nasales.


Ambos explotaron al con un mudo grito que fue acallado por los intensos besos que no podían dejar de darse.


-Lo siento…- murmuró Draco limpiando la abundante corrida del vientre y pecho del moreno que seguía agitado pero con tremenda sonrisa por el tan abrazador orgasmo que acababa de experimentar.


-No hay problema… yo… C-Creo que paró de llover…- fue lo único coherente que podía decir Harry. Draco echó un vistazo por la ventana para comprobar que lo que decía era cierto y con una sonrisa  volvió a besarlo lentamente pasándole la lengua por los enrojecidos labios hasta que su corazón estuviese enteramente contento.


Poniéndose de pie para acomodarse su ropa ahora seca, ayudó a Harry a hacer lo mismo.


Cuando salieron del cuarto de servicio, tanto Sirius como Remus estaban en la sala sacándose sus chamarras mojadas y charlando sin caer en cuenta de nada. Para Harry cualquier placer metafísico que sintiera hace escasos segundos terminó por desvanecerse por completo. Ni siquiera escuchó a qué hora llegaron y comenzaba a temer que hubiesen escuchado cualquier gimoteo pre-orgásmico de su parte.


-Así que los pescó la lluvia- exclamó Remus señalando las gotas de lluvia en el suelo que Harry casi se da patadas mentales por olvidarse completamente de limpiar –un placer conocerte- ahora se dirigió a un estoico y pulcramente vestido Draco Malfoy que dio un asentimiento de cabeza.


Harry no comprendía como podía verse inmaculadamente perfecto como si acabara de ir a la iglesia, mientras él se veía tan desaliñado con su cabello más revuelto que de costumbre y tremenda expresión bobalicona. Simplemente no era justo.


-Sí, lo siento por mi impertinencia, mi nombre es Draco Malfoy, mucho gusto- dijo saludando a ambos adultos con un apretón en la mano –bueno, como no quiero abusar más de su hospitalidad y la lluvia ya cesó, me paso a retirar, nos vemos mañana en la escuela Harry- dijo dándole una cargada mirada en su dirección.


Cuando Draco se fue, ambos adultos se le quedaron viendo a su ahijado que traía las mejillas enrojecidas y no precisamente del calor.


-Vaya que ese chico Malfoy es ardiente- expresó Sirius sin perder de vista al chico rubio que se alejaba. Remus le dio un codazo amistoso –lo dije de la manera más inocente Moony, no es para que te ofusques- dijo  alzando las manos –Venga Harry que nunca lo habías traído, lo querías tener todo para ti ¿eh?- Harry jugueteó con sus pulgares.


-¿Estas saliendo con él cachorro?- Remus en definitiva era suspicaz y siempre parecía ver a través de él como si fuera cristal.


-Algo así…- dijo no muy bien que decir pues Draco le había asegurado que lo quería y aunque no estaba muy seguro de sus propios  sentimientos, al parecer lo que albergaba en su interior era algo un poco más fuerte de lo que quería admitir. “Creo que soy adicto a él…”


 

Notas finales:

pues bueno, probablemente solo falten 1 o 2 capis porque estaba planeando que fuera un fic corto jiji así que a ver como resulta~

Nos leemos prontito!! Besos:3


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