Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Experiencias Adultas por MidNightFlower

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y asi queridos mios, llegamos al fin de esta historia!! Gracias por aquellos que comentaron y siguieron esta historia!! 

A leer se ha dicho~

El sonido de violines y flautas provenientes del salón de música, se colaba en ese pequeño espacio que tan bien los conocía pues siempre era su lugar de reunión. El sonido de goteo de la llave apenas y competía con sus contenidos gimoteos en ese baño del segundo piso.


-Draco… por favor…- musitó con voz entrecortada. Se sentía endemoniadamente bien como esos largos dedos se movían ansiosos sobre su miembro subiendo y bajando rítmicamente. Los labios fríos de Draco rozaban su cuello tornándolo en fuego llameante que creía que lo derretiría con su placer.


-Me tengo que ir…- murmuró el aristocrático chico, echándole un vistazo al reloj en su mano izquierda -tengo clase y no puedo llegar tarde- dijo deteniendo abruptamente su mano. Harry rechistó con un pujido molesto apretando sus ojos.


-No…- se aferró a él. Esperaba que sus ojitos de borrego a medio morir lo convencieran. Estaba ansioso, necesitado por un bien merecido final y muy caliente, pero el rubio ya estaba con otra clase de menesteres como abrochar apropiadamente su camisa y acomodar su cinturón torcido. Con una descarada sonrisa relamió sus dedos manchados de preseminal que erizó de pies a cabeza al moreno y chasqueó la lengua.


-Ya terminaremos después- dijo besando su frente con delicadeza, dejando aun Harry sintiéndose al límite, molesto y sexualmente frustrado.


“Pensé que me besaría más abajo…” se dijo regresando a ver su parte inferior que reclamaba atención.


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


Todos los alumnos estaban preparándose para el festival de primavera y Harry caminaba por el pasillo mientras hacía tiempo para la llegada de las 4 que era la salida de Draco debido a que en su salón, era el encargado de organizar una puesta en escena; pero si miraba el reloj de su celular, ya demoraba más tiempo del que Harry podía soportar sin aburrirse.


Draco era el que insistió en caminar juntos al salir de la escuela con una severa mirada casi amenazándole en el acto de no irse sin él “como si fuéramos algo más” se dijo frunciendo el ceño, pero extrañamente ruborizado que tuvo que echarse aire para apagar ese calor.  


Aun no llegaba a comprender con entereza que era lo que significaba el rubio para él “Además de compañeros de franelones…” se dijo muy sonrojado.; este nunca le dijo que lo amaba, solo que le quería, pero no estaba seguro si eso era suficiente para una relación seria… aunque siendo honesto consigo mismo, temía preguntar ya que el rubio se ofuscaba con rapidez y probablemente le diría que lo suyo era tan profundo como un lago; simplemnte no estaba listo para ser rechazado por segunda vez.


-¿Por qué demora tanto?- preguntó en voz baja al aire y  decidido se volvió a asomar por tercera vez para cerciorarse si ya habían terminado con los preparativos.


Esperaba verle con un ceño fruncido pues siempre se jactaba que sus compañeros de clase eran unos tontos, pero con lo que se encontró fue una linda escena donde Draco sonreía quitado de la pena, trabajando con sus colegas, todos pidiendo su opinión y guía. “Se ve tan bien…” pensó tristemente porque últimamente este insistía en no mostrarse de esa forma natural con él.


Draco al notar su insistente mirada, le lanzó una mirada furiosa de “te dije que me esperaras en la entrada” que hizo que Harry sudara frio evadiéndole la mirada y se sintiera aún más frustrado. No entendía porque siempre que estaba con él se comportaba de una forma muy distinta.


Antes de poder alejarse, fue abordado repentinamente con un brazo que lo ciñó al punto de casi hacerle caer. Era Pansy Parkinson quien había sido la novia de Draco y Harry por instinto retrocedió.


-¡Ah Draco, cariño, no sabía lo bien que te llevabas con Potter! ¿Por qué no nos presentas?- Estaba solo a un palmo de su rostro la chica de cabello lacio y negro, con suaves facciones refinadas y ojos verdes centellantes que parecían capturar la mirada de cualquiera con solo regresar a ver.


-Vete a volar Pansy- exclamó Draco interponiéndose entre ellos, la chica hizo un mohín como niña chiquita y se le colgó del brazo exigiéndole no ser cruel con una voz chillona claramente alterada. Aunque Draco fruncía el ceño, no se veía molesto por su cercanía y aquello hizo rabiar a Harry.


-Eres un egoísta, yo también me quiero llevar bien con él ¿Te puedo llamar Harry?- sus ojos resplandecieron y Harry solo se alzó de hombros pues ¿qué podía decir de aquello? si era más que nada una afirmación que una pregunta.


-No, no puedes, ahora déjanos en paz que nos tenemos que ir- dijo Draco con un siseo amenazante apartándola gentilmente antes de tirar del brazo de Harry.


-¡Que cruel eres!-  bramó la chica no dejándose amilanar por sus palabras y decidió seguirlos.


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


A esa escena, le siguieron aproximadamente unas quince similares, donde Pansy se interponía en los escasos momentos que tenían para estar juntos sin la interrupción de nadie. No es que le molestara la chica pues podía ser encantadora con su coqueta sonrisa y guiños provocativos, pero lo que si le hacía rabiar era con la familiaridad con la que se trataba con Draco, esas cercanías y roces intencionales marcados con tintes de inocencia de parte de una y agrado del parte del otro.


No lo toleraba, pero no se atrevía a decir nada. ¿Cómo hacerlo si no tenían una relación como tal? Apretó los dientes de impotencia y no sabía si se molestaba más con Draco por dejarse querer o consigo mismo por no aceptar aquellos sentimientos que en su interior crecían cada día.


-Hey Harry- murmuró la atractiva voz arrastrando las letras deliciosamente, ocasionando estragos que su cuerpo más que listo respondió erizándose -¿vamos a cenar? Hay un nuevo restaurante que dicen que la comida esta para morirse-


-¿El que está en la esquina de la calle de la escuela? ¡Yo también quiero ir!- interrumpió Pansy echándole su peso sobre ambos. El rubor en sus propias mejillas le dio paso a la palidez “¿Qué acaso no tiene nada más que hacer que seguirnos?” se preguntó acongojado queriendo desembarazarse de ella y su opresión que laceraba como lija.


-¿A ti quien te está invitando?- intervino Draco cruzandose de brazos.


-¡Que malo eres Draqui! Seguro a Harry no le molesta que vayamos los tres o solo los dos- canturreó abanicando sus pestañas; el rubio un tanto afectado por su insistencia exhaló un suspiro poniendo sus ojos en blanco.


-Vale, pero solo si a Harry le parece- para el ojiverde era clara la insinuación, Pansy quería estar nuevamente con Draco, era lógico. Ambos formaban una pareja perfecta, ambos guapos y arrebatadoramente fascinantes, eso no era algo con lo que podía competir y era desesperante.


-Está bien, vayan ustedes dos… tengo que regresar a mi casa…- si eso era lo que querían, los dejaría solos, ignorando los propios latidos dolidos de su corazón.


Dándose media vuelta comenzó a correr por la avenida apenas notando la gente y los autos a su alrededor. No quería mostrarse débil o afectado con su relación tan clara que le asustaba. No podía reprocharle nada y lo entendía. Escuchó voces llamándolo, pero eran tan lejanas que solo pudo seguir huyendo.


¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨*¨¨


La casa estaba vacía cuando llegó, solo su propio sonido hacía eco por las fragiles paredes viejas y suelo de duela. Con interés notó una nota en color fluorescente de Remus sobre el frigorífico que decía en letra rápida “Hay comida sobre la estufa, regresamos en la noche" Ni apetencia tenía del vacío que habitaba en la boca de su estómago que arrastrando los pies, subió a su cuarto.


Su mochila descansó al lado de su cama y él mismo se dejó caer contra el suelo.


El aroma de coco, sal y la piel de Draco era apenas perceptible en la camisa doblada que reposaba en su cama, le generó un nudo en la garganta apenas soportable. ¿Por qué tuvo que tener celos para notar que tan profundo se clavó el rubio engreído en su mente y corazón cuando no le quedó de otra más que perderlo?


Apretó sus rodillas contra su pecho, enterrando su rostro en la camisa esperando que pudiera reconfortarlo de alguna manera. Si que era un tonto como generalmente le decía Hermione. No solo estaba ciego de la vista de lo tangible, si no de cualquier cosa impalpable.


-¡Maldita sea, Harry! ¡¿Por qué corres tan rápido?!-


-¡DRACO!- chilló el moreno parándose al instante del ovillo que formo en el suelo. No podía creer que el rubio tan acalorado, con el cabello platinado revuelto tan ajeno a su usual peinado firme y sus mejillas generalmente pálidas, teñidas de un color rosado por la carrera que emprendió hasta su casa -¿Qué haces aquí? ¿Como entraste?-


-Dejaste la puerta abierta- Harry se dijo un golpe en la frente con la palma de su mano por tal descuido. Si Remus y Sirius se llegaran a enterar seguro y no lo dejan salir hasta el siguiente siglo –debes de tener más cuidado- Draco se acercó peligrosamente hacia él, que en un intento por retroceder, topó con pared antes de poder escapar nuevamente. Estaba tan cerca que podía sentir su respiración contra su rostro.


-¿Qué pasó co-con Pansy?- cuestionó desviando la mirada –seguro espera por ti- el rubio bufó cansado apretando con sus dedos el puente de su nariz.


-Esa tonta lo único que quería era acercase a ti a través de mi ¿Quién se cree? Como si yo estuviera pintado y no fuera a hacer algo al respecto-


-¿De que estas hablando?-


-De que no le interesó la salida cuando saliste corriendo. Esa chica sí que es pesada cuando le echa el ojo a alguien, pero descuida, no dejaré que te ponga la mano encima- acarició su mejilla provocando que el calor nuevamente se expandiera.


-¿Ella estaba interesada en mí?-


-Claro, era mas que obvio- dijo con sorna. "Asi que no quería volver a ser novia de Draco" se dijo con tal alivio que finalmente pudo respirar con normalidad -pero no te hagas ilusiones que no la dejaré tenerte. Eres mío y por lo que veo, tú también sientes algo por mí- señaló la camisa que tomó del suelo haciendo que Harry se avergonzara por lo que había hecho antes con ella.


-¿Entonces me amas?- Harry le miró ilusionado, queriendo desentrañar la verdad arrancandola de sus labios. El chico bajó la mirada clavando sus orbes de mercurio en los suyos haciéndole estremecer.


-Te quiero más de lo que creí- sonrió con suficiencia para molestia de Harry.


-Tacaño…-  rechistó por tan pobre respuesta que solo hizo reír abiertamente a Draco quien tomando su barbilla, se inclinó para robarle un dulce beso. No pudo evitar echarle los brazos al cuello, afianzándose de él por temor a que sus piernas fallaran por su profundidad. Estaba alividado y tan seguro que aquello que sentía iba más allá de un simple placer fisico; lo mejor de todo era que Draco pudo ver a traves de él antes de que el mismo pudiera verlo. 


La intensidad subió junto con la temperatura y se fundieron con fuerza en un beso más intenso. Sus labios probaban deslizantes entre sí, disfrutándose entre caricias de sus lenguas danzantes. El aroma exquisito inundaba sus fosas nasales quemándole a flor de piel.


-Dios, Draco…- murmuró al sentir sus húmedos labios en su cuello, las pálidas manos dejando caer su playera junto con sus pantalones ya en el suelo. No sabía a qué hora pasó aquello, pero no le importaba, solo quería seguir sintiendo más de Draco y lo que le estaba ofreciendo.


Estaba tan listo y Draco no era la excepción. Su grueso miembro ya ergido se mostraba orgulloso que le hizo temblar y más como en acompañamiento de su seductora voz en su oído.


-Tócame Harry…- siseó mordiendo el lóbulo de su oreja. No reconocía sus propias manos que tomaban acción. Piel con piel junto con sus manos se friccionaban de arriba abajo en forma acompasada y rítmica.


La frente de Draco se posicionó sobre la suya y su perlado sudor se entremezclaba con el suyo. Murmuraba entre dientes apretando los labios de vez en vez. Solo verlo era una bomba que detonaba su libido y llevaba hasta la cima su éxtasis.


-¡Harry, ya llegamos!- exclamó jovial Sirius en la planta baja, tan fuerte que los dos chicos al instante se estremecieron deteniendo todo lo que estaban haciendo pues estaban en pleno crimen con las manos en la masa.


El moreno sudó frio y regresó a ver con creciente temor como su propio miembro súbitamente estaba flácido entre sus manos y la mirada interrogante de Draco iba de él a Harry Jr.


-!No Draco! pe-pero… ¿Por qué? ¿Qué me pasa? Si estoy contigo y…- estaba al borde de las lágrimas. ¿Nuevamente era impotente? No quería que Draco le dejara por eso al igual que Ginny lo había hecho de buenas a primeras, mucho menos cuando tenía sentimientos tan intensos por el ojigris, ya que abrió nuevamente su corazón.


Draco como leyéndole el pensamiento, besó su boca tratando con ello de tranquilizarle.


-Descuida, ya lo solucionaremos- el moreno asintió tratando de controlar su desesperación. Asintió con su cabeza. Si alguien podía solucionar eso, era Draco –aunque si no tiene solución, de todas maneras tú vas a ir abajo; así que no abría tanto problema- el tono de insinuación hizo que le saliera humo de las orejas.


-¡Draco!- chilló ocultando su rostro entre sus manos. De modo conciliador el rubio rio besando su coronilla.


-Era broma, una broma- calmó su risa quitando sus manos de su rostro para encararlo -seguro es algo pasajero- “O eso espero” pensó tratando de calmar su propía histeria. Ya después averiguaría como solucionar el nuevo problema de Harry.


 


 


 


 


¿Fin?

Notas finales:

¡Nos leemos en una nueva historia! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).