-Buenos días General Steven Rogers- le saludo el IA qué Stark había instalado en el edificio para controlar la información y la seguridad de este.
-Buenos días- respondió al entrar a la recepción adornada con las fotografías de todos los presidentes que EUA había tenido hasta el momento, banderas por aquí por allá.
Todo mundo lo saludo al entrar a la base del ejercito aunque una que otra mirada no se hizo esperar, se sonrojo pero omitió el bullicio de la gente; aun no se acostumbraba o hacia a la idea de que su nuevo cargo en el ejercito le traería toda esta atención tan repentina y menos la gran cantidad de insinuaciones por parte de los betas y omegas.
Camino hasta el elevador del primero piso, el edificio era de diez pisos, saludo a los guardias que custodiaban los pares de elevadores, presiono le botón para subir y espero atento, mirando como bajaba desde el piso siete hasta el Lobby. Un “Tin” se escuchó y las puertas se abrieron de par en par, bajaron varios soldados y científicos.
Estaban en la Unidad de Investigación Avanzada de Armamento o la UIAA como le decían. Donde con el liderazgo e inteligencia de Stark desarrollaban, innovaban, creaban e investigaban armas.
Sólo subió él, selecciono el último piso, las puertas se cerraron y una música de fondo lo acompañaba, movía sus dedos nervioso, los cuales tenía frente de su cuerpo, entrelazados, una postura de un soldado primerizo. Sintió un nudo en la boca del estomago de repente para cuando se dio cuenta ya estaba en el piso que había seleccionado de nuevo las puertas se abrieron pero esta vez para dejarlo salir. Camino por un pasillo largo, el edificio en esa área era de un blanco con paredes y puertas de cristal donde se podían a ver a grupos trabajando en el desarrollo de armas como físicas y nucleares, laboratorios de química, de prueba y control.
Se detuvo en uno de los rincones más lejanos del lugar donde Tony y Banner trabajaban en investigaciones clasificadas y restringidas de las cuales solo algunos tienen conocimiento, firmando un contrato de confidencialidad y casi de muerte. Tocó con suavidad el cristal, Banner estaba soldando unas piezas, vio a Rogers y se detuvo, levanto su careta para soldar y se la quitó, al dejo a un lado y se dirigió a abrirle a su superior.
-Oh, buenos días general Rogers pase por favor- le vio ahí, alto, con su uniforme de color verde, sus medallas de condecoraciones y su peinado perfecto, sus uñas cortas, su piel bronceada y esos magníficos ojos azules.
-Buenos días, Banner. Por favor deja las formalidades cuando estemos solos- le sonrió con sus perfectos dientes blancos, el otro asintió- vengo a buscar a Tony ¿está aquí?- la cara del cuatro ojos se contrajo en una mueca de desasosiego, agacho la mirada, tratando de evitar contacto con su superior pero Rogers lo notó, arqueo una ceja y dio un paso hacia él.
-Uh, yo….eh, Tony…él- Rogers se cruzo de brazos y se puso firme.
-Está aquí ¿sí o no?- gruño por el balbuceo del otro
-S…si, si esta. Esta atrás en su laboratorio pero tiene días ahí, llegamos el lunes y ya estaba ahí, encerrado y no ha querido salir- Rogers sintió que le estrujaban el pecho- hemos tratado de que Jarvis- así se llamaba el IA- nos de acceso pero tiene el comando de voz restringido…solo el Dr. Stark puede…- el rubio gruño.
-JARVIS, código: comando de autoridad nivel 7- pero nada paso- actívalo manualmente Banner ¿cómo es que el IA no sirve si me dio lo buenos días?- la desesperación se hacía notar en su voz
-No…no, es que, yo…aquí es donde Stark lo tiene restringido para entrar a su laboratorio- el rubio le lanzo una mirada asesina
-¡Es una orden! Activarlo manualmente no funcionaria sin un comando de autoridad nivel 7- gritó y el cuerpo de Bruce tembló, corrió hasta la computadora e ingreso un código alfanumérico.
-Listo, general-
- ¿Dé que me sirve un maldito acceso nivel 7 si una máquina no seguirá mis órdenes?- un pitido se emitió y JARVIS se activo
-Buenos días General Rogers- saludo cortésmente
-Malditos buenos días, máquina, abre la puerta del laboratorio 00- ordenó- comando de autoridad nivel 7- los candados de la puerta se abrieron ahora podían entrar- ¿por qué demonios no me hablaron antes?- Bruce seguía nervioso
-Bueno, es que no es la primera vez que lo hace y a la semana sale…- camino y lo miro sobre su hombro.
-Llamen a los paramédicos- el cuatro ojo asintió
-¡Cielos Stark!- gritó cuando las puerta se cerraron detrás del general.
Rogers camino un pasillo más y ahí lo vio, detrás de esos grandes cristales que dividían el pasillo con el laboratorio. El lugar estaba tan desordenado y las ventanas traslucidas estaban rayadas por marcador negro, sabía que estaba investigando algo. Lo miro, perdido en su mundo, hablando solo, escribiendo y borrando las ecuaciones una y otra vez.
-Stark- entró y el castaño dejo de escribir, le miro por encima de su hombro
- Oh, el general Rogers- el mencionado camino hasta él
-¿Qué haces aquí? ¿Cuánto tiempo llevas aquí?-
-Desde el domingo a medio día-
-¡Cielos! Si es miércoles Stark- el otro chasqueo la lengua
-Estoy trabajando en nuestro proyecto ¿recuerdas? Y esto nunca tiene descanso- el rubio miro a todos lados y busco comida y una cama.
-¿Haz comido algo? ¿Dónde duermes?-
-Sí- señalo el café, la comida instantánea y dulces como donas, bebidas energéticas y unas colillas.
-¿Fumas? Stark por Dios esto no es bueno para tu salud-
-Vayas, Rogers se preocupa por mí-
-¡Claro que lo hago!- el rubio se sonrojo al darse cuenta de sus palabra- eres mi amigo.
-Pues deberías preocuparte más por tu noviecita- escupió.
-¿Qué? ¿Cómo…?-
-Nunca veo la maldita televisión y cuando lo hago eres el titular de la sección de chismes ¡qué va! Eras la noticia del día en todos los noticieros, revistas y hasta el maldito periódico- Rogers desvió la mirada y apretó sus labios en una fina línea- y me dejaste ahí esperándote como estúpido mientras tú te ibas con ella.
Rogers había dejado la fiesta después de media noche con la Capitana Sharon Carter, habían conversado pero el ambiente del bar era vibrante y tomaron hasta el amanecer, al salir los flashes los dejaron ciegos, así ocasionando que fueran la noticia del domingo y la semana restante. Presumían que era su nueva pareja.
“Su novia Sharon Carter. Ha roto el corazón de cientos de pretendientes, buena suerte para la próxima” – dijo el presentador de televisión. Esa frase había resonado en su cabeza los siguientes días.
-Lo viste…- susurró Rogers- bien, no sabía que todo esto pasaría, mi vida se ha descontrolado en menos de una semana, venía a disculparme-
-¿Ahora me crees a mi? Te lo dije, ahora tu vida tiene que ser discreta, ya no es privada y existe algo llamado paparazzi- Stark se quito sus lentes de seguridad y sus guantes de caucho , no llevaba bata de laboratorio más que un par de pantalones de mezclilla y una camisa de ¾ de AC/DC.
-Por favor discúlpame, no te quise dejar plantado pero no me dejaban ni respirar- Tony se bufó.
-No, vete, quiero estar solo-
-Tony…-dijo casi en una súplica- no me quiero ir enojado-
-¿Irte?- el rubio asintió
-Iremos de misión a África por el vibranium que ocupas para este proyecto y serán unos meses-
-Sí, el cual estamos a cargo ambos, firmamos. Vete, no te quiero ver- Rogers se acercó a él y logro intimidarlo- contrólate Rogers, no hagas una tontería…- tartamudeo. Rogers sentía el impulso de besarlo, de someterlo…y Tony sentía el impulso de ser besado y sometido…mierda.
-¿Por qué estás tan molesto? Ya te pedio disculpas por lo de la fiesta a menos que tú… ¿estás celoso de Sharon? – Tony se volvió rojo de coraje.
-¡LARGO DE MI LABORATORIO ROGERS!- le grito, Steve retrocedió al no esperar esa reacción de otro, sintió algo de miedo. El castaño comenzó a lanzarle cosas.
-¡STARK!-
Bruce solo escuchaba a aterrorizado desde el pasillo del laboratorio de Stark.
-Cielos…cielos…- decidió esperar, casi huir y esconderse.
- Como quieras Tony, hasta luego- Rogers se dio la media vuelta y salió de ahí balbuceando cosas que solo él entendía- hasta pronto Banner, cuídalo por favor- y así Rogers se dirigía al aeropuerto para salir a la misión. Abajo lo esperaban con su equipaje.
-S…sí- tartamudeo el cuatro ojos.