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La sombra del Amante por Silvia_Riffie

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Naruto se estiró, desperezando su cuerpo después de estar tanto tiempo en la misma posición, movió su cuello que se sentía un poco agarrotado. Suspiró  y se levantó de su escritorio diseñado por el mismo para dibujar planos, podría hacerlo en autocad en un computador, pero le gustaba hacer trazados y líneas sobre hojas. Era su manera de distraerse, ya luego escaneaba su plano en una gran máquina de escáner que tenia para planos, un pequeño lujo que se dio.


Caminó hacia una esquina de su oficina en donde había un sector que fungía de cafetería, tomó el hervidor y le colocó agua del galón de agua purificada, para después conectarlo. Buscó una taza y un tarro que contenía té matcha. No debería beber té verde en la noche porque éste era un agente energético. Pero no quería irse aún de su estudio, acarició su vientre gordito de seis meses.


Tomó su taza con el té ya preparado, salió al balcón de su estudio para que el viento de noche despabilara un poco sus deseos de dormir, creía que debía ser por la anemia que estaba presentando por su embarazo. La música de su sistema de audio se filtraba de su oficina al balcón y se mezclaba con el sonido de los coches al pasar, las bocinas.


Ya eran más de las ocho de la noche, muchos volvían a su casa, en donde una mascota, hijos, pareja los esperaba. A él en su casa no lo esperaba nadie. Izuna estaba con Sasuke y Bo-Chan, el perrito que ahora ya era todo perrote, en casi un año ya había crecido un montón. Naru estaba en el hospital, estuvo con él casi todo el día, pero en su condición de gravidez Orochimaru no lo dejaba pasar la noche en el hospital. Así que ese día le tocaba a Mikoto quedarse con su nieto.


El sonido del teléfono lo sacó de su trance, entró para ir en busca del móvil,  miró quién lo llamaba pero decidió no contestar, no tenía interés en escuchar lo que tenía que decir.


Ni siquiera sabía porque Menma lo llamaba tan insistentemente, tanto que tenía que bloquear cada número no identificado, desde hacía unos tres meses lo llamaba y lo llamaba. La primera vez que recibió el llamado, contestó al no conocer el numero pensó que podría ser del hospital…


“ – Hola – Dijo como ido, estaba durmiendo.


- Naruto – Solo con escuchar su voz supo perfectamente quién era.


El rubio prendió la luz de su mesita de noche y puso el alta voz, ya completamente despierto.


- Menma – Pronunció el nombre de su hermano como si fuese ácido saliendo de su boca. Se hizo un silencio pesado entre ambos hermanos. – Dame una buena razón para no cortar el teléfono – Solo podía escuchar la pesada respiración de su gemelo al otro lado de la línea – Voy a cortar – Advirtió cansado.


- Cómo pudiste poner una denuncia contra mí – Al parecer Menma tenía problemas para hablar por la furia que sentía.


-Oh veo que alguno de tus vasallos te dio la noticia – Naruto soltó una risita irónica – No puedo creer la desfachatez de preguntarme, Cómo pude denunciarte – Gritó furioso – Hiciste un complot en mi contra, secuestraste a mis hijos, te hiciste pasar por mí, me arrebataste a mis hijos, eres un maldito psicópata-


- Me vienes a gritar, cuándo tú fuiste el primero en arrebatarme a mi hijo – Chilló Menma.


Naruto enarcó una ceja furioso – De qué mierdas me hablas, cuándo has tenido un hijo tú –


- Gaara y yo te seguimos en unas de tus escapadas de viernes, te vimos todo embracilado como perra en celo con Sasuke. Mi Gaara se emborrachó y nos acostamos, quedé gravidez del amor de mi vida – Reveló – Pero cómo siempre el hijo de puta de mi hermano gemelo poniéndose en medio de todo lo que amo, me pegó con la esquina de la mesa en mi vientre, me produjo un aborto. Así que si yo no podía tener un hijo del amor de mi vida tú tampoco – Menma se sinceró agradecido que Sasori no estuviese en casa.


-…- Naruto se quedó en callado, sin poder procesar lo que su hermano le había revelado, le era imposible de concebir que Gaara y él se hubieran acostado. Su mejor amigo nunca se lo dijo.


- Sabes, te iba a dejar feliz con tu maldito Uchiha, porque al fin yo tendría al amor de mi vida, sé que Gaara se hubiera quedado conmigo si hubiera sabido que sería padre. Pero tenía que ir tú con tu maldita torpeza y cagarlo todo – Dijo amargadamente – Así que no me culpes, tus acciones me llevaron a arrebatarte al amor de tu vida y tus hijos. Tú me quitaste a Gaara y a mi hijo, estamos a mano –


- Estás demente, completamente enfermo – Siseó furioso – Te voy a encontrar y te voy a destruir – Juró.


- Al fin te quitas la puta careta de angelito, que le vendes a todos – Fue el turno de Menma de reír – Tú ya estás destruido, tu mocoso tiene leucemia, puede que el otro también, ojala se mueran y sientas doblemente lo que yo he sentido. Ya ni siquiera estás con Sasuke a causas de sus mentiras. Estás completamente solo y roto Naruto – La risa de Menma destrozó los nervios de Menma – Te hice nada, y seguirás siendo nada, pensé que al  saber la verdad te ibas a tratar de matar otra vez, pero no lo hiciste que decepción. En cambio yo estoy feliz en donde jamás me encontrarás, con alguien que amo y cargando en mi vientre un hijo, que está vez nacerá porque tú no estás en medio –


- Porque odias tanto – Naruto quiso saber lleno de dolor que calaba todo su cuerpo al sentir como el otro se regocijaba en su dolor.


- Siempre tan estúpido – Menma soltó un suspiro – Me quitaste todo, desde el amor de mis hermanos, padres, amigos, todo. Allá donde yo iba, tú me seguías para cerciorarte que no te quitara tu posición de florero de mesa. Arruinaste mi vida desde que éramos niños. Tu maldita presencia no me permitió ser feliz, si yo no lo era, por qué tú sí. Te odio y de lo único que me arrepiento es no haberte matado como a tu estúpido zorro –


Naruto tragó el nudo doloroso que se formó en su manzana de Adán – La policía te encontrara y te encerrará para toda la vida, sabes lo que haré hermanito – Dijo en un arrebato.


- No qué – Dijo burlón – Acéptalo Naruto no eres nada contra de mí –


- Espera y verás, cuando te encuentre, porque lo haré, te quitaré a tu hijo ese que cargas, y lo criaré como mío y jamás sabrá que eres su padre. Te lo juro por la memoria de nuestra madre, que seré tu peor pesadilla, que te encontraré y te haré pagar cada llanto, cada dolor que me diste, espera y verás cómo se siente que te quiten a tus hijos al nacer, eso haré contigo – Sin más cortó. Dio un gritó de furia, agradeció estar solo en su departamento.


Volvió a vivir en su antiguo departamento de soltero, claro que había hecho algunas modificaciones en él, una construcción completa agradeciendo que tuviera techos tan altos, pudo hacer la mitad de segundo piso, en donde ahora estaba la habitación de sus hijos con un baño para ellos.


El sonido del teléfono le hizo saber que Menma no estaba dispuesto acabar con la conversación, pero él no quería seguir escuchando cosas horribles de parte de su gemelo, así que apagó el teléfono por esa noche.


Al otro día fue directamente a la policía con la llamada grabada y el numero del cual lo llamo su hermano…”


Desde ese momento Menma estaba en la cruzada de llamarlo y llamarlo pero Naruto no estaba dispuesto a volver a tener que cruzar palabra con su maldito hermano.


Aún dolía todo lo que había dicho, porque era verdad, le quitó todo, hasta la maldita ilusión de que tenía una hermosa relación con Sasuke.


Se hizo sonar los dedos de la ansiedad que lo consumía, cada vez que escuchaba su teléfono sonar, eran en momentos así que le gustaría correr a los brazos de Sasuke, pero no podía hacerlo, estaba en gravidez todo en sí era tan visceral y hormonal que cualquier decisión que tomase quizás no sería que la correcta.


El sonido en la puerta lo volvió a distraer, extrañado, no había nadie a esa hora en su estudio, con Shikamaru se había asociado junto a otros para crear una empresa de construcción y remodelación, pero era él el que se quedaba siempre altas horas de la noche, su departamento quedaba a unas cuantas cuadras, por eso insistió en ese lugar.


Abrió pensando que sería la recepcionista o alguien más, pero era su segunda pesadilla después de Menma, Sasuke.


- Qué haces aquí – Dijo a secas.


- Eso debería preguntar yo – Sasuke enarcó una ceja – Estás embarazado de gemelos, creo que es bastante irresponsable estar a solas en este lugar con seis meses de embarazo ¿No lo crees? –


- No estoy solo, hay un guardia en el edificio, y puedo llamar si pasa algo – Refutó.


- Vamos – Lo tomó del brazo con suavidad – Ya es tarde, e Izuna quiere verte – A Sasuke aún le costaba el hecho de estar separados, pero respetaba la decisión de Naruto, aún si no la compartía, creía que era un soberana estupidez estar separados, luego de todo lo que habían pasado.


- Dónde está –


- En el departamento con la niñera, además Itachi y Deidara –


- Bueno vamos – Su tozudez hacia que negara el hecho de estar aliviado de tener a Sasuke cerca. Ni siquiera trató de deshacer el contacto. Pero Sasuke lo hizo para ir a tomar su chaqueta y sus cosas.


El teléfono nuevamente comenzó a sonar incesantemente, haciendo que soltara un taco de furia.


- Naruto quién te llama tanto – No era la primera vez que presenciaba aquello, llamaban  y llamaban tanto que el rubio apagaba el teléfono del asedió. Siempre quería preguntar pero Naruto se podía tan a la defensiva.


- Nadie – Fue tajante, hizo el amago de tomar su teléfono pero Sasuke fue más rápido contestando el teléfono y colocándolo en alta voz para la conmoción del menor.


- Hola, al fin contestas hijo de putas – Chillo Menma – No arruinarás mi vida una vez más Naruto, quita esa maldita denuncia ahora, o me encargaré de que te pase algo peor de lo que le pasó a Sakura –


-…- Sasuke miró a Naruto sorprendido, el rubio no pudo mantener la conexión así que bajó la mirada mordiéndose el labio.


- Ahora no me hablas, no importa Naruto. Escúchame bien maldito capullo, quita tu denuncia aquí en los Estados Unidos, no puedo salir de este maldito país por tu culpa. Te lo dije no me quieres de enemigo, más de lo que ya soy para ti. Te recuerdo que estás solos, te puede pasar cualquier cosa en tu departamento, no me sigas haciendo enojar… -


- O qué Menma – La voz de Sasuke hizo callar al otro – Naruto no está solo, el que lo está eres tú, no vengas a amenazar a mi doncel, porque sé dónde estás parado Menma, sé que te tienen bien tomado de las bolas, cómo una vez lo hiciste conmigo, sé de los anónimos –


Un jadeo llenó el lugar, uno proveniente de Menma – Co…Cóm…Cómo – Dijo tartamudeando, cosa que le pasaba cada vez que estaba muy nervioso.


- No solo a ti te llegan anónimos también a mí – Reveló – Así me enteré que no eras Naruto,  por eso no me importó que te acostaras con Sai o Itachi, nunca fuiste Naruto, caí una vez contigo, y la única razón por la que te soporté era por el bien de mis hijos, porque realmente pensé que eran tuyos –


- Aún si no son míos biológicamente, aún tengo la patria potestad de ellos, son míos legalmente –


- Veamos como te va en una corte, porqué no vienes a Japón y lo vemos en tribunales – Desafió – No vengas con tus putas amenazas, yo no sabré dónde estás, pero seguro esa persona que nos manda anónimos si lo saben, y sabes qué, les diré de tus putas amenazas, veamos como lidias con ellos y la policía – Iba a cortar pero de pronto se acordó – No vuelvas a llamar a Naruto, si lo haces les pediré que no tengan compasión contigo – Advirtió terminando la conversación.


- Qué anónimos –  Fue lo único que Naruto pudo preguntar.


- Vamos a casa primero y te mostraré todo ¿Sí? – Sasuke guardó en su bolsillo el teléfono de Naruto, vio como el amor de su vida asentía con la cabecita.


Pero en el auto Naruto le volvió a preguntar sobre el asunto, a lo que Sasuke le dijo todo lo que sabía, de los anónimos, las fotos, los documentos para divorciarse y tener toda la paternidad de los niños.


-… No sé si son personas peligrosas o qué, pero sí sé que tienen algo contra Menma y que a ti te protegen mucho.


Naruto rasco su frente molesto otra vez, odiaba tener que pasar por eso otra vez, parecía siempre el último en enterarse de cosas como esas, siempre lo mismo, como una escalera sin fin.


- Por qué siempre soy el último enterarme –


- Me pidieron que no te dijera nada, no estaba de acuerdo, pero como te digo no sé sin personas peligrosas o no – Insistió Sasuke – Naruto ya no te puedes quedar solo –


- Qué – El rubio lo miró molesto – A qué viene eso, si es por mi embarazo no hay problema… -


- No escuchaste a Menma, tú viste lo que hizo con Sakura, lo Sai, lo que te ha hecho a ti o a mí, crees que se quedará tranquilo, quién no te dice que no ha estado vigilándote, sabe que estás solo, cómo se enteró. No voy a perderte una vez más, ni a mis hijos. Nadie dice que tenemos que dormir en el mismo lugar, pero si en la misma casa, y contrataré seguridad te guste o no te guste –


Qué podía refutar Naruto a lo dicho por Sasuke, si tenía razón que Menma lo estaba vigilando de alguna manera, y también en lo peligroso que era. – Me duele mucho la cabeza – Declaró sin saber que otra cosa decir.


Al llegar a casa Izuna se lanzó a los brazos de Naruto, que por su estado no podía tomarlo en brazos, pero Sasuke ayudó a su hijo a llegar al cuello de su papito y darle un beso en la mejilla, para luego aspirar el aroma de su papito lindo.


- Qué os pasa – Itachi preguntó al ver la cara de ambos.


- Oh – Naruto soltó un gemido – No traje ropa –


- No hay problema, mañana voy buscarte algo – Sasuke acarició el cabello del rubio.


-Tengo hambre, hay algo para comer – Consultó el rubio, luego de asentir a las palabras del varón.


- No, estábamos esperando a Sasuke – Deidara se levantó del mullido sillón – Quieres algo en especial –


- Sip, Subway – Pidió caminado hacia el baño de la habitación de Sasuke, que alguna vez compartió con él.


Mientras el rubio estaba en la duche, Sasuke puso al corriente a su hermano y cuñado que Menma había llamado a Naruto, aquello preocupó profundamente a Deidara, quién quería ir al baño y darle un coscorrón a su hermano menor por estúpido cómo quedarse callado con algo así.


- No puede estar solo – Itachi señaló.


- No, hablaré con Shikamaru para que ponga un ojo en su trabajo – Deidara tomó tu teléfono para enviar un mensaje al Nara. Después de hacer aquello llevo sus manos a sus ojos para refregarlos – Estoy cansando de todo esto – habló con voz angustiada


Los Uchiha agradecían que Izuna estuviese enfrascado en sus juegos con la niñera, que pronto ya se iría.  Solo esperaba que Naruto saliera del baño. Sasuke entró a la habitación para buscar algo más cómodo de usar, harto del traje de dos piezas. Había vuelto a trabajar para tener la mente en otra parte, para no pensar en que su vida estaba hecha pedazos.


Naruto salió del baño ataviando su cuerpo con una toalla que apenas le cubría por su abultado vientre, otra vez embarazado de gemelos, cuando lo supo estuvo aterrado por semanas, se quedó embalsamado viendo a Sasuke sin camisa y sacándose los pantalones, sintió como su miembro se despertaba, malditas hormonas lo tenían deseoso y ahí estaba su mayo deseó carnal.


Sasuke escuchó el gemido de Naruto, de inmediato su parte baja reaccionó al ver al doncel todo mojado, apenas cubierto por la toalla, lo más hermoso era ese abultado vientre, estaba ya en sexto mes de embarazo. El tocólogo le dijo que era usual que un embarazo de gemelos durara entre treinta y cinco a treinta y siete semanas, entre más tiempo pudiera estar dentro del vientre de la madre, mejor para los bebés.


El Uchiha se acercó a Naruto y sin pensarlo lo atrajo a él para besarlo con un hambre que lo mantenía en una tortura por tantos meses, le había sido extremadamente difícil estar sin Naruto, sin tocarlo, sentir su hostilidad y frialdad. Naruto no le perdonaba no haberle dicho que sabía que se trataba de él y no de Menma.


Naruto jadeo al sentir la lengua de Sasuke dentro de su boca, una parte de él la racional le decía que no se dejará llevar por la placentera sensación, mientras que otra parte le decía que se callará y disfrutara, cuando la mano de Sasuke tocó su nunca simplemente se dejó arrastrar por ese deseó de estar en los brazos del hombre que amaba, y que al menos conocía más ahora.


Todos esos meses de separación al menos habían servido para saber más del otro sin mentiras, ni silencios de por medio, todos los viernes se juntaban a beber café, bueno Sasuke, Naruto bebía té o leche, y se contaban algo de pequeño, siempre era igual un recuerdo triste, uno feliz, y una cosa que no les gustaba y una que amaban.


Naruto aprendió que Sasuke amaba el tomate, a los superhéroes de DC, cosa que los hacía pelear porque el rubio amaba los héroes de Marvel, aunque los dos coincidían que no había mejor héroe que Batman. También que había sido muy acosado en la escuela, Naruto se rió de lindo cuando supo que unas chicas trataron de raptarlo, obviamente no les fue a las chicas como pensaron, pero fue una traumática experiencia para el Uchiha. Según Sasuke uno de sus momentos más felices fue cuando estuvo con Naruto por primera vez, como cuando vio a sus hijos nacidos. Ahora lamentablemente eso fue manchado por las mentiras de Menma, él calculó la fecha exacta para inducir el parto de Naruto justo cuando Sasuke estuviese de viaje.


Por su parte Sasuke supo Naruto era ambidiestro, que gustaba de las bebidas alcohólicas suaves, que tuvo una novia llamada Hinata en la secundaria  y preparatoria, pero que ésta lo había dejado por su primo Neji, ahora eran grandes amigos, que cuando estaba estresado se ponía a ordenar como un desquiciado, también se rió cuando el rubio le dijo que tuvo que disfrazarse de porritas para la semana de actividades de su preparatoria y haciendo un show con sus compañeros de clases pasó se cayó de espalda del escenario al suelo, golpeándose en la cabeza,  y todo el mundo riéndose pensando que era parte del show, pero como salía de ahí,  Minato preocupado fue a verlo mientras que su madre Kushina muerta de la risa, y él todo apachurrado con la cabeza abierta y  los idiotas de Deidara y Yahiko habían gravado la caída y la ponían una y otra vez, Naruto bailando levantando la patita y perdiendo la estabilidad cayendo hacia atrás, se imaginaba a todos riéndose de la caída de su pobre rubio y él viendo triple.


Sasuke y Naruto cayeron a la cama en algún momento, el rubio sentía las manos de Sasuke por todo su cuerpo, una se detuvo en su entrepierna haciéndolo suspirar, luego dejó de ser besado solo para sentir que el moreno le dejaba un caminito de besos por todo el cuerpo, cuando besó su vientre, sintió una descarga eléctrica que hizo que hasta los bebitos que estaban en su vientre me movieran, aquello lo hizo alucinar  y más cuando el Uchiha le hizo una felación., tuvo que morder una almohada para no gritar. Después de venirse el varón lo puso de lado para acostarse detrás de él, para penetrarlo entre medio de sus piernas, mientras la mano de éste volvía a masturbarlo, la otra mano de Sasuke estaba en la boca del rubio. Llegaron al orgasmo casi juntos, primero Sasuke y luego Naruto, el Uchiha ni siquiera lo dejó respirar porque lo volvió a besar con una pasión que lo dejaba nublado de placer.


*


Deidara e Itachi se miraron entre ellos, le dijeron a la niñera que se fuese, porque al parecer esos dos iban a tardar, un alarido ronco había sido escuchado por todos, haciendo que la chica se pusiera de todos colores, le pidieron disculpa y le dieron dinero extra en modo de más disculpas.


- Qué pasa con papito y papi – Preguntó Izuna.


- Bebé tus papis están hablando cosas importantes – Deidara tomó a su sobrino en brazos para llevarlo a su habitación, para que no escuchara más cosas, Itachi los siguió.


- Papi ya no ta enojado con papito – Preguntó inocentemente.


- No, pequeño, creo que ya no está enojado – Le dijo Itachi con cariño.


- No lo sé – Deidara conocía más a su hermano, una cosa era el deseo carnal de querer estar con alguien, pero su hermanito podía ser bastante visceral sobre todo en gravidez.


El sonido del timbre interrumpió la conversación, Itachi fue en busca de la comida, que era mucha, porque todos comían como pozo sin fondos, pagó y sacó uno de los potes de ensaladas y dos emparedados uno de treinta centímetros para él y uno de quince centímetros de pollo y pocos vegetales para Izuna, lo cortó en trocitos y se lo llevó, la ensalada era para Deidara.


Al entrar su novio y sobrino estaban buscando alguna película de princesas en Disney plus, como siempre terminaron viendo Mulán, que no era una princesa en lo absoluto, pero Izuna amaba a Mushu más que cualquier cosa.


Itachi sonrió al verlos interactuar, así le daban ganas de tener familia con Deidara, de hecho quería proponerle matrimonio, pero con todo lo que estaba pasando no podía, amaba a su hermano, pero sentía los problemas de éste y de Naruto arrastraban a todos a ellos. Era algo de lo que tenía que hablar con su hermano, quizás era egoísta de su parte, pero estar pensando en que Menma les hiciera daño a Naruto, o que Naru estuviera enfermo, y demás cosas, su cabeza estaba llena de cosas de Sasuke, y él ya apenas tenía días libres que pudiese estar solamente con Deidara, siempre estaban cuidando a Izuna, o acompañando a Naruto, o estar con toda la familia.


- Dei quieres ir de vacaciones al Caribe, solo sol, mar, mojitos, margaritas y buffet libre – Le guiñó un ojo picaro – Y por supuesto sungas – Se rió al ver el rostro sonrojado de Deidara.


- Qué son las sungas – Izuna preguntó.


- Es traje de baño, pequeño – Deidara le dijo al menor, que luego de saber se metió en la película mientras comía su emparedado. – No lo sé Itachi con todo lo que está pasando –


- No a nosotros Dei – Itachi se arriesgó hablar en susurros para que Izuna no escuchara – A nosotros no nos pasa nada, Menma está quién sabe dónde, Naru está bien solo hay que esperar que los bebes nazcan para el trasplante. A nuestros hermanos les pasan cosas, pero no podemos vivir para ellos siempre, quiero tener mis vacaciones con mi delicioso novio en un clima tropical con mojitos en la mano y solo pensar en nosotros –


Dei medito las palabras de su novio, era verdad, él siempre pensaba en su padre, en sus hermanos, antes que él, y se desvivía por los problemas de los demás. Pero por primera vez en la vida podía y debía pensar en él, era verdad Menma siempre sería un problema y no podían dejar de hacer su vida por miedo a él, Naruto y Sasuke tenían más personas en quienes apoyarse, no era egoísta pensar en ellos ¿verdad?


- Está bien, cuando iríamos y adónde – Bufó al ver la sonrisa de oreja a oreja de Itachi.


- Te parece ir a Punta Cana ocho días siente noche, todo incluido en hard rock hotel cinco estrellas –


- Itachi Uchiha, ya hiciste las reservaciones – Acusó el rubio.


- Aún no, pero tengo todo hablando en la agencia de viajes, podemos ir mañanas a colocar la fecha de viaje, aprovechemos que es baja temporada…


*


Minato tenía los pies en alto, se le hinchaban tantos los pies embarazado, suspiraba quedito al masaje de pies que Madara le daba un masaje en uno de sus pies.


Habían peleado semanas antes sobre todo después que Mikoto atacara a Minato por involucrarse con el hombre que había secuestrado a su hijo, algo descabellado y tonto, eso pensaba la mujer que creía que tenía todo el derecho del mundo de recriminarle a su antiguo amigo de preparatorio, y consuegro o ex, no lo sabía ni ella. 


Minato le dijo que era lógico que ella lo pensara, pero las cosas se habían dado de esa manera, además su hijo en ese momento estaba feliz de tener la familia que solo en sus sueños tenía, además Madara siempre le fue sincero con respecto a todo, aún lo que haría con Menma al encontrarlo. A pesar de defenderlo de Mikoto, el rubio se sintió culpable de estar con el Uchiha y al que Naruto estuvo a punto de dejarlo, pero su hijo menor le dijo que no lo hiciera, Naruto no tenía ningún tipo de resentimiento contra Madara, además cuando éste le dijo que de verdad no tenía idea que Sasuke sabía la verdad y que jamás hubiera hecho nada si su sobrino se hubiera sincerado. Lo cual era completamente real, Madara nunca habría hecho lo que hizo, aunque una parte de él agradecía todo eso porque se pudo reencontrar con Minato y tener una nueva oportunidad en el amor en el amor.


- Aún no se ha sabido de Shin – Preguntó Minato.


- No, aún nada, pero Sai está bastante preocupado, quiere tener el poder de volver a caminar solo en la calle pero teme que Shin aparezca –


- ¿Fue muy malo? –


- Bastante Shin trató de ahorcarlo con sus manos, estuvo días sin querer comer, semanas antes de que volviera hablar –


- Nunca hemos hablado de la madre de Sai – Minato tenía curiosidad.


- Apenas estuve casado con ella, fuimos obligados a casarnos cuando ella apenas estaba saliendo de preparatoria, éramos monedas de cambio para una gran transacción de dinero, Su nombre era Park Shin Joy era coreana, era una chica linda, dulce pero débil, falleció al tener a Sai, no la amaba te soy sincero, pero si la quería mucho, habíamos llegado a ser buenos amigos y amantes. Agradezco que el viejo se haya muerto antes de volverme a obligar a casarme


- Lo siento – Dijo con pesar aún con los ojos cerrados, suspiró cuando dejó de sentir los dedos de Madara sobre su pie.


- Fue hace tanto tiempo, solo dure menos de dos años casado – Le sonrió a su amor – Pero contigo pretendo estar hasta el último de mis días siendo tu marido –


- ¿Me estás proponiendo matrimonio? – Minato abrió los ojos para ver cómo Madara le extendía un caja con un anillo dentro de ella. Un hermoso anillo de platino con un agua marina en medio, era un diseño muy minimalista, de todo el gusto de Minato. Se incorporó con ayuda de su hombre, ya con una pancita de más de siete meses, se llevaban por tres semanas entre el embarazo de Minato y Naruto, el padre iba un poco más adelantado que el hijo.


- Sí, Minato Namikaze, quieres hacerme el maravilloso placer de ser mi doncel por el resto de mis días, te daré mi vida a ti y nuestros hijos – Prometió.


Minato se sintió tocado, lágrimas de felicidad cayeron de sus ojos, una felicidad que jamás pensó volver a experimentar después de perder a su adorada Kushina, pero ahora estaba disfrutando de una nueva vida empareja, cargando un bebito que era el fruto de su amor.


- Sí, sí, claro que sí – Respondió y hasta ese momento se dio cuenta que Madara estaba conteniendo la respiración.


Ambos se besaron con amor, felices de saber que unirían sus vidas para el resto de sus días.


*


Gaara y Shikamaru se miraron entre ambos seriamente, Sai y Temari, la hermana de Gaara y novia de Shikamaru estaban en el salón hablando de arte, y ellos estaban la oficina de Shikamaru, según ellos necesitaban hablar sobre un negocio para un conocido de Gaara, este les daba conexiones de artistas emergentes para comprarles obras a buenos precios y colocarlas en sus construcciones nuevas o remodeladas y de algunas manera el pelirrojo había terminado invirtiendo en la empresa de Shikamaru y Naruto. Así como Sai estaba ocupando el lugar de Naruto en la empresa de eventos de Deidara y Yahiko, también trabajaba Konan en ella mientras sacaba su profesión.


Así Sai nunca estaba solo y podía trabajar en algo que le gustaba que era ornamentar y hacer exhibiciones de arte para bodas y otras fiestas, todos quedaban encantados con los escenarios para fotografía y Sai pintaba en el momento varias escenas del matrimonio, tanto de la boda como la fiesta.


- Qué crees que debemos hacer –


- No lo sé – Gaara suspiró cansando – Menma me agota, pensé que con Sasori en Estados Unidos, dejaría en paz a todos acá –


- También lo creí, pero si está amenazando a Naruto algo está planeando –


- Qué le habrá dicho –


- No sé, mañana hablaré con él –


- Deberíamos hablar los dos con Naruto – Gaara se levantó para tomar un marco de foto en donde estaban Shikamaru, Naruto y él en un concierto de Linkin Park – Nunca pensé que su amor por mí lo volviera tan sicópata –


- A todo esto y el novio sicópata de Sai –  Shikamaru preguntó.


- Los hombres que Kurama contrató le siguen el paso, han evitado varias veces que se acerquen a Sai –


- Tampoco te ha llamado –


- No, pero me habló por una cuenta falsa en Instagram, luego de que subí la selfie besando a Sai –


- Lo incitaste demasiado – Regañó al pelirrojo el Nara.


- Quiere que salga de Nueva York y vuelva a Japón de la manera que sea, para que se apresado –


- No es tan fácil, Kurama te lo dijo, Menma tiene conexiones con la Yakuza, viste a esa pobre chica quedó desfigurada por su capricho – Shikamaru puntualizó – Es hora de pasar  a nuestro último plan Gaara –


- Hablemos con Kurama primero – Pidió – Me gustaría que al menos Naruto y Minato-San pudieran llegar a términos en sus embarazos y luego podríamos atraer a Menma –


- Ya le envié un texto diciéndole que si vuelve a tratar de contactar a Naruto, tú lo vas a pagar –


- No sé cuánto tiempo más vamos a extorsionarlo con eso –


En esa habitación estaban las dos mentes maestras detrás de las extorciones a Menma, Kurama se les unió mucho después, cuando se dieron cuenta que necesitaban más influencias y dinero que ellos aún no tenían, pero con su ayuda, estaban volviendo loco a Menma, y habían enviado al primo de Gaara a vigilar al Namikaze aprovechando el parecido en ambos, éste sin saber que detrás de su patrocinio estaba su propio primo.


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