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La manipulación de la serpiente. por kitsune_nya

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Notas del capitulo:

Hola.... ¿Me recuerdan?......

 

lo se, soy una persona que incumple sus promesa y soy muy mala...... Verán, fui secuestrada :V No Me crean si no quieren, pero seee, unos hombres entraron a mi casa y se llevaron todas nuestras pertenencias, nos mantuvieron cautivos por día y medio (el peor día de mi vida) y se llevaron mi celular, mi laptop  mi pc, tuve muchos problemas por eso mismo, además del echo que tuvimos que mudarnos temporalmente ya que se llevaron todas las llaves y el control de porton (y los airé y en mi casita hace mucho calor), y nuestas cuentas quedaron vacias (si, obligaron a mi madre a retirar nuestro dinero) y se llevaron hasta las cortinas y también todo el papeleo (ir a la policia, incluso uno de mis hermanitos tuvo que hacer un retrato hablado), pero mi papa ya me compro otro tele y ¡e vuelto! Jejejeje 

 

prometo ti actualización semanal de muevo (esta vez si lo cumpliré por qué ando de vacaciones ) jejeje n.n los quiero :3

 

 

Ronald Weasley de 11 años de edad era un niño flacucho pero glotón con un abundante pelo pelirrojo plano y lacio, su rostro pálido estaba invadido completamente por pecas de todos los tamaños que espolvoreaban sus mejillas lozanas, todo eso acompañado de unos ojos azules profundos.

Era un niño de personalidad jovial, impulsiva, imprudente y algo tosca, pero bastante amable y de buenos sentimientos .


Su rostro pecoso se mantenía con el ceño, mientras que con mucho esfuerzo trataba de mover el antiguo y pesado baúl herencia de su bisabuelo que su madre le había regalado. Ronald o Ron era el hijo varón menor de la pintoresca familia Weasley, familia de magos sangre pura pobre, pero joviales y cariñosos.

El pequeño caminaba impaciente por los pasillos del expreso de Hogwarts, en búsqueda de un compartimiento vacío en el cual descansa. Vestido con ropa heredada de sus hermanos, que le quedaba un poco grande haciéndolo verse más pequeño y delgado de lo que realmente era, pero aun así no estaba en mal estado.

Todos los compartimientos estaban complemente abarrotados desde ya hace muchos minutos, de jóvenes que había madrugado para poder reservar un buen lugar no tan alejado de la entrada. Lo gracioso es que ¡el si había encontrado un compartimiento vacío! pero sus hermanos lo habían echado con la excusa de que esperaban a sus amigos de mayor grado y compañeros de clases, y por lo tanto él debía ir a otro compartimiento y estar con gente de su edad . Ron pensó con enojo en sus hermanos gemelos mayores Fred y George, los cuales eran responsables del retraso de esa mañana. Esa misma mañana hacia apenas unas horas el par de gemelos habían llenado el cabello del pequeño tesoro de su madre (la menor de todos los Weasley, la pelirroja Ginny) de un líquido extraño y pegajoso, resultado adjunto de uno de sus experimentos que había salido muy mal.


Su madre había dado prioridad a quitar todo el asqueroso pegoste del cabello rojo y abundante de su hermana antes de llevarlos a la estación de tren, no sin antes reemprender a los gemelos y amenazarlos a todos sus hijos que irían a Hogwarts con no dejarlo ir a la escuela ese año si no se comportaban. Después de una serie de amenazas y gritos por parte de la furiosa matriarca, y claro dejar a Ginny con el cabello tan rojo y suave como de costumbre, habían partido hacia la estación apenas a unos minutos antes de que el expreso partiera.

Sus azules ojos miraban a través del cristal limpio de otro comportamiento lleno, que ya eran unos de los últimos del pasillo. Mientras más compartimiento veía llenos, más desanimado se sentía, pero cuando estaba apunto de rendirse y ir de regreso con su hermano, vio con emoción un compartimiento donde solo había un niño de lentes, totalmente solo.

-Hola- Una suave voz lo sobresalto, ron giró su roja cabeza para ver quién lo llamaba. Frente a él una hermosa rubia de Hufflepuff de quinto junto a otras 3 chicas de su misma casa le sonreían -¿Buscas un lugar? Si quieres puedes ir a nuestro comportamiento — El pelirrojo abrió la boca con sorpresa e incredulidad, él no se esperaba que lo invitaran a ir a su compartimiento unas chicas tan linda, con algo de brusquedad El Niño asintió de inmediato, totalmente enbobado por la belleza de la rubia del centro.

-Adelántense Y muéstrenle el compartimiento a nuestro amigo , iré a buscar al carrito de dulces - Ordenó la bonita rubia que parecía ser la lider del grupo, mientras sonreía de forma falsa y disimulada. Ron fue escoltado por las otras 3 chicas hacía unos 5 compartimiento más, las cuales se veían algo nerviosas, pero eso pasó totalmente desapercibido por el pelirrojo.

-Bien echo Rowall- La sonrisa de la chica murió entre sus labios pintados de rosa, siendo remplazada por una expresión funesta, sus labios carnosos se convirtió de inmediato el una línea recta y tensa. Un niño rubio platinado salió de una de las puertas interminables de ese ahora oscuro pasillo y solitario pasillo, la chica frunció el ceño al notar que un hechizo de silencio había sido aplicado a su alrededor, bloqueándolos del exterior.

El rostro bonito y pálido de Draco mostraba una sonrisa socorrante y fría, mientras aplaudió suavemente en un gesto sarcástica y cínico ante la actuación de la muchacha.

-Malfoy........- Escupió su apellido con desprecio. Draco ignoró ese echo y simplemente se encogió de hombros antes la actitud altanera de la muchacha.


-Muy sorprendente Rowalls, tu actuación a sido perfecta - El cinismo era palpable en su voz, y el veneno escupido y mezclado con el sacarnos atravesaron a la muchacha de forma cruel- Ahora....... -Hizo un corto silencio -Tengo otra misión para ti....... -La muchacha se mordió el labio inferior, mientras asentía a lo dicho por El Niño- Quiero que vigiles que nadie entre a este compartimiento, pero cuando me refiero a nadie, es nadie - Ordeno con simpleza. Draco de entre los pliegues de su túnica un vial el cual extendió en un gestor impaciente.

-Eres un -Draco la callo con el dedo - Malfoy........ -La muchacha se mordió el labio inferior aún más fuerte, y con toda la dignidad que pudo tomo el vial de entre los dedos blancos.

-Puedes irte...... Pero ya sabes lo que tienes que hacer-Draco se regocijo al ver el estremecimiento que danzaba por la ahora recta columna vertebral de la muchacha. Tantos años en ese agujero inmundo llamado azkaban lo había vuelto un ser jodidamente retorcido, con los años había adquirido nuevas forma de manipulación y mentira, que se habían impregnado en su cerebro con los años, después de todo ¿cómo había pasado como un dulce niño delante de todos?. Draco aprecio con sus ojos risueños la desesperación que recorría el cuerpo curvilíneo y femenino de su nueva mandadera.

-Lo sabemos Malfoy- Fue todo lo que dijo antes de dar media vuelta, e irse de la vista del rubio.

 


-------Draco Malfoy---------
Pov. Draco.

Mis ojos casados a causa de la falta de sueño de la noche anterior miraron con odio mal disimulado el papel suavemente doblado entre mis manos, la hermosa caligrafía era difícilmente legible entre la oscuridad del compartimiento de tren, que se era tándem ente iluminado por velas, pero no me había costado mucho descubrir que decía esa desagradable carta.


Habían pasado unos segundos desde que había comenzado mi plan, ya había puesto un hechizo sobre el compartimiento y las jóvenes que había “contratado” habían alejado al chico Weasley del compartimiento de Potter, cosa que me dejaba más tranquilo.

Claro, no sin antes hacer (obligar) que sus nuevas lacayas hicieran un juramento de silencio que las obligaba a mantener la boca cerrada, y ofrecerle algo que deseaba hace mucho tiempo.


Un sonido burbujeante me saco de mi tren de pensamientos sobre el repaso de mi plan. El caldero frente a mi ya burbujeaba con el fuerza, desbordándose un poco por los bordes y ya tenía ese color verde que tanto esperaba.

-Ya casi - Exclamé, mientras dejaba salir un suspiro contenido para tratar de calmar mi nerviosismo, tire la molesta carta aún lado y saque la varita de mi bisabuelo de uno de los bolsillos de mi túnica, la cual crujió entre mis dedos al comenzar a recitar la parte que necesitaba más magia del encantamiento. Rezaba mentalmente para que la varita soportará lo suficiente y no explotara entre mis dedos.

Sentí un desagradable tirón en la boca de mi estómago, todo alrededor pareció desaparecer por instante largos, como si me encontrara en un lugar sin sonidos, sin perturbaciones, solo paz y tranquilidad.

“¡No! ¡No te dejes guiar por la tranquilidad Draco! ” Escuche mi propia voz a la lejanía que me gritaba, pero no podía evitar dejarme guiar por la tranquilidad “¡Levántate, si no lo haces ¿quién ayudará a Harry?!" Al escuchar el nombre de Potter de inmediato abrí los ojos desesperado, pero todo seguía estando oscuro. Podía sentir un desagradable hormigueo burbujeando bajo su piel delgada y como su estómago se contraía de forma violenta causándome una gran molestia.


Cuando abrí los ojos me encontraba tendido en el suelo alfombrado del compartimiento, con las velas ya apagadas, el olor desagradable de la pocion ya consumida completamente había invadido el compartimiento, haciendo llorar a mis fosas nasales por el desagradable y asfixiante hedor.


Me sentía mareado y con ganas de vomitar, pero ignore este echo para convocar en un florido de mi varita un reloj.

—Ya está — Me dije a mi mismo con voz pastosa, la boca me sabía a cobre y estaba bastante seca —Veamos— Saque un ratón de su jaula cerrada herméticamente que había comprado en el callejón cuando sus padres no estaban viendo —Lo siento, pero tengo que probar que funcionó....— Trague duro por qué me daba pena el pobre animal, pero sin más respire hondo y cerre los ojos —¡Avada Kedavra!— Vi el brillo verde salir sin en menor esfuerzo, como si hiciera un simple hechizo para contarme las uñas. Cerré los ojos esperando a los Aurores, pero nada pasó. Sonreí con maldad nada disimulada ¡Mi magia había vuelto! Y ¡ahora era inrastreable!. Deje la varita de lado y apunte con mis dedos hacia mi baúl, el cual comenzó a levitar cuando susurre el hechizo.

—Es hora — Inhalé un pesado aliento con la esperanza de desasearme del desagradable malestar que martillaba mi cabeza. Deje el cadaver tieso del pequeño animal y me deshice de la jaula, el caldero y las botellas sueltas llenas de ingredientes. Pensé en el lugar al cual quería ir, y de inmediato desaparecí del compartimiento.


---


--Despachó del directo Albus dumbledore--
------Hogwarts -------

Draco Malfoy salió de la chimenea sin mucho apuro antigua del despacho del directos. Sus delgados y blancos dedos sacudieron la suciedad de su ropa.

—Estupido viejo, debería limpiar más seguido esta chimenea — Reclamo en voz baja en un tono de total furia —¿Dónde estás? — Miro a ambos lados con aburrimiento.

El Niño camino hacia el librero antiguo de madera llena de libros de todos los colores que estaba en una esquina apartada, no sin antes pasar por el frente de los retratos de los antiguos directores. Claro que ellos no se daban cuenta de la presencia de Draco por el simple echo de que habían sido hechizados por el niño hace apenas unos segundos.

Miro con diversión como un hechizo antiguo lo repelía de ese pequeño librero en particular. Sacó su varita y susurro un hechizo en un siseo apenas audible.

— Libera Deus absconsa — De inmediato el hechizo se abrió para darle paso al jovencito a tomar los libros, Draco miraba todo con expresión concentrada. Levantó su varita de nuevo, la cual crujió entre sus dedos como si tratara de comunicar un mensaje, pero el muchacho solo respiro y con lo movió delicadamente de Varita hacia abajo y luego hacia arriba— interest rebellatis— Susurro en tono frío. 2 libros especialmente gruesos y antiguos aparecieron frente a él en un “pop”, los tomo de inmediato con algo de dificultad por lo grueso que eran, encogiéndolos y guardadolos en su bolsillo.

— Joven Malfoy— Susurro una voz a sus espaldas. Draco se tensó notoriamente al escuchar la extraña voz que lo llamaba por su apellido, por suerte no parecía ser el viejo director. Giró su cabeza suavemente, Draco pudo escuchar a su cuello crujir por la brusquedad del movimiento. Un sombrero viejo estaba sobre uno de los estantes a la izquierda, era el sombrero de seleccionador el que lo había llamado y ahora lo miraba fijamente desde su lugar.

— Tu— Draco se acercó a él para mirarlo más de cerca. El sombrero lo miró fijamente.

—Supongo que eres el hijo de Lucius Malfoy, eres idéntico a tu padre muchacho. Recuerdo perfectamente cuando me puso en su cabeza y supe de inmediato que era parte de Slytherin — Exclamó en un tono cordial el extraño sombrero, el cual parecía bastante tranquilo.

—¿Recuerda a mi padre después de tantos años? — Pregunto en tono curioso, golpeándose mentalmente por la curiosidad infantil que había invadido su mente de repente .

— Yo nunca olvido muchacho, podré ser un sombrero viejo y remendado y quizás necesito un baño, pero soy perfectamente capaz de recordar a cada alumno que a pasado por la selección y en que casa y en que casa lo e puesto....... Recuerdo a ti madre, su cabello era muy suave; a tu abuelo, el cual estaba apunto de desmayarse de nerviosismo —Rio de forma relajada— ¡incluso puedo recordar al abuelo de este! Estaba sumamente feliz y nervioso— Exclamó en tono orgulloso — Incluso puedo recordar ahora mismo a otros Slytherin que se coló aquí y se llevo uno de esos libros hace ya muchos años....... Un chico brillante, un Slytherin por completo...... Su nombre era.......— Draco lo miró pensar, como buscando las palabras para continuar hablando — Cierto, cierto; su nombre era Tom........ Tom Ryddle — Draco se tensó notoriamente, mientras tragaba saliva instintivamente.

— Entiendo........ ¿No quieres saber que hago aquí? Después de todo, estoy robando — Exclamó tratando de sonar lo más tranquilo que pudo a pesar de su nerviosismo. Sacó su varita de entre los pliegues de su túnica con la intención de hechizar al pobre sombrero.

—Ponme en tu cabeza, jovencito y prometo no decir nada sobre tu visita— Exclamó, Draco lo miró totalmente desconcertado —¡vamos! ¡Guarda tu varita pues no puedes hechizarme, tengo protecciones! — Draco se mordió él labios inferior con nerviosismo. Sus manos sudaban —No estés tan nervioso, yo te doy mi palabra de que nadie sabrá que estás aquí—.

—Sombrero— Dijo en tono suave, mientras lo tomaba con delicadeza y lo ponía en su cabeza.

—Interesante........ Con qué vienes de otra época joven Malfoy — El tono del sombrero no era de asombro, cosa que desconcertó al rubio —¿Qué es lo que intenta hacer realmente joven Malfoy? — Pregunto de repente en un tono extraño, como curiosidad pero al mismo tiempo reproche. Draco no contesto, solo se lo quito de la cabeza y lo devolvió a su lugar para mirarlo con determinación.

—Necesito pedirte un favor.......— El sombrero se mostraba curioso.

—Con gusto te haré ese favor que ya e visto en tu cabeza, con la condición de que respondas a mi pregunta — Draco asintió suavemente —¿Piensas arrebatarle su historia al joven Potter?....... Tu mente es muy confusa, hay cosas que no pude leer– Draco volvió a asentir algo ido, pero de repente paso a verlo con más interés .

—¡No pienso arrebatarle su historia a Harry! ¡Aunque no esté de acuerdo con que su vida corra peligros siendo tan joven! — Exclamó con frustración — ¡ aún así se perfectamente que él debe vivir todo eso para poder afrontar lo que le vendrá después!— Apretó los puños con fuerza excesiva, sus uñas se clavaron en sus palmas dolorosamente —Yo solo prepararé su triunfo futuro, y haré la parte de sus amigos tontos..... Él no puede hacerlo solo, con la mayor discreción que pueda le facilitaré algunas cosas y preparar su futura victoria sin que el tenga que morir o que pierda a tanto — El sombrero lo miró con interés.

—Te haré ese favor. Ahora vete el director debe volver en cualquier segundo — Draco caminó hasta la chimenea y desapareció.


----------Harry Potter--------

Harry miraba por la ventana algo pensativo, sus ojos brillaban dulcemente mientras veía en hermoso paisaje frente a el.

—Hola— Giro su cuello rápidamente al escuchar a alguien saludarlo. Draco parado en la puerta del compartimiento le sonreía dulcemente, Harry sonrió al verlo.

—¡Donde estabas! — Exclamó con alivio, El Niño rubio se encogió de hombros, mientras arrastran su baúl dentro de compartimiento.

— En el carrito — Susurro restándole importancia —¿Me ayudas? — Pregunto con una sonrisa dulce, mientras señalaba su baúl. Harry caminó hacia el, y lo ayudó a guardar su baúl.

—Dragón ......¿ dónde estabas? — Pregunto con interés, mientras que tomaba uno de sus mechones desordenados de pelo rubio, acomodándolo atrás de los orejas.

—Con mis padres...... Ellos estaban algo Preocupados, y no querían dejarme ir— Mintió, mientras le pasaba una rana de chocolate de la bolsa de dulces que había traído.

—Entiendo .........— Se hizo un silencio sepulcro de repente, Harry se mordió el labio inferior con nerviosismo.

—¿Quieres jugar ajedrez?— Pregunto Draco en tono tranquilo, Harry asintió con una pequeña sonrisa.

Draco sacó su varita, apareciendo el tablero en un floteo suave.

—Si ganas te dejaré todas mis ranas de chocolate — Pico Draco en un tono jugeton, Harry que estaba tenso, se relajó al escuchar el tono familiar de su amigo.

—Ni sueñes que me ganaras tan facil- Le saco la lengua mientras se acomodaba mejor.


Luego de unos 15 minutos Harry se alzó con la victoria, mientras Draco se sonrojaba por ser vencido por un niño de 11 años.

—¡Eso no vale! ¡ la revancha! — Exclamó el rubio en tono caprichoso, Harry rio enérgicamente al verlo hacer una pataleta.

—Eres un mal perdedor Dragón — Exclamó en tono juguetón, y sin dejar de saltar presumiendo su victoria —Pero ahora son mías — Exclamó tomando las ranas de chocolate que estaban sobre el mueble con una enorme sonrisa, Draco lo miró con un puchero, mientras veía a Harry abrir el paquete de una de las ranas de chocolate que había ganado. La rana aprovechó el descuido del chico; que estaba muy ocupado presumiendo y no le prestaba real atención, para casi escapar de un pequeño salto, pero fue atrapado por los dedos blancos de Draco, el cual lo comió de un bocado —¡Oye! — Draco rio traviesamente.

—¡revancha! — Exclamó con una sonrisa enérgica, Harry asintió mientras las piezas se acomodaron solas en el tablero de nuevo.

Pasaron el resto del trayecto jugando ajedrez y comiendo dulces hasta cansarse. Ahora Harry yacía dormido, con la cabeza apoyada al regazo de Draco, es cual se dedicaba a acariciar los cabellos azabache con una pequeña sonrisa.

—¡Malfoy! — Eline Rowalls la rubia Hufflepuff que había contratado entró en el compartimiento de forma ruidosa. Draco sacó su varita y sello la entrada atrás de ella.

— Guarda silencio — Exclamó en un susurro, sin dejar de acariciar los cabellos de Harry —¿Qué quieres Rowalls? — Pregunto en un tono helado, que hizo estremecer a la joven.

—Estamos apunto de llegar, cámbiate — Se dio media vuelta, saliendo del compartimiento sin decir nada más. Draco suspiró, y movió un poco el hombro de su amigo.

—Potter— Lo llamo, mientras lo movía un poco.

—¿hmn? — Abrió los ojos de forma adormilada. Draco le pasó sus gafas.

—Debemos cambiarnos, ya casi llegamos — Harry se levantó de su regazo aún un poco aturdido.

—Si — Cuando terminaron de ponerse el uniforme del colegio los llamaron para que bajaran. Draco miró con diversión el rostro emocionado de Harry, el cual parecía querer saltar de emoción.

—Calmado— Susurro entre risas, mientras abría el compartimiento para dejarlo pasar.

—¡Los de primero !— Escucharon el grito Hagrid, el cual le sonreía a los niños y les daba la bienvenida con amabilidad. Draco tomó el antebrazo de Harry para no perderlo de vista.

—¡Hola Harry! — Escucho el grito alegre de alguien a sus espaldas. Neville Longbottom vino corriendo con una enorme sonrisa en sus labios, la cual se borro de inmediato cuando vio al niño rubio junto a su nuevo amigo —..... Hola — El Niño dio un paso atrás con nerviosismo.

—Longbottom — Dijo simplemente, en el tono más amigable que se obligó a poner.

—Hola Neville — Lo saludó con una pequeña sonrisa Harry —¿vienes con nosotros? — Pregunto Harry, . Neville lo miró a él en lugar de a Harry, como pidiendo permiso para acompañarlos.

—No quiero molestarlos — Entrelazo sus dedos en un gesto nervioso que a Draco le pareció gracioso.

—No molestas para nada, no te hagas de rogar Longbottom — Le dijo Draco, mientras tomaba su muñeca— Vamos, no dejarán atrás! —Vio a Neville sonrojarse ante el gesto, pero no le presto atención y comenzó a guiar a los otros niños a donde les indicaba el amable semi- gigante.

—¿Draco? — Alguien los intersección en medio de su camino. Pansy Parkinson, junto a los demás chicos Slytherin lo miraron con curiosidad —Te buscamos por todas partes en el tren— Callo de inmediato al ver a los otros niños que venían con Draco, los examinó de arriba a bajo de forma despectiva, haciendo poner incomodo a Harry.

—Parkinson, Crabbe, Goyle..... Zanbini — Saludo en un tono arrogante, Harry lo miró en un gesto interrogante.


—¿Qué haces tomando la mano de Longbottom? — Pregunto la pequeña con el ceño fruncido, Longbottom se sonrojó y quiso soltarse, pero Draco no lo dejo —No me digas que se te a dado por hacer caridad...... ¿Qué haces con los marginados? Déjate de bromas, arruinarás tu reputación si te ven con estos perdedores— Longbottom bajo la cabeza y Harry apretó los puños con enojo. Draco escuchó la risa Sosa de Crabbe y Goyle y sintió de nuevo como Longbottom intentando soltarse y Harry hizo lo mismo, esta vez Draco si los soltó, pero solo para dar un paso hacia adelante con el ceño fruncido y los puños apretados.

—Estoy con ellos por qué son mis amigos, Parkinson — Escupió su apellido con enojo. Neville lo miró con asombro y Harry no pudo evitar sonreír —¿Qué hacen? Crabbe, Goyle — El par de niños más grandes se tensaron al escuchar como los llamaba el rubio más pequeño.

—¡Esto no es gracioso Draco! ¡Si tus padres se enteran! — Draco hizo un gesto con los dedos como pidiendo silencio.

—Mis padres no son asunto tuyo, Parkinson ¡no eres nadie para decirme con quien puedo estar!— Sus ojos centellearon llenos de enojo, la niña dio un paso atrás totalmente intimidada. Zanbini lo miró curioso y divertido, pero no dijo nada. A Draco nunca le había caído bien el chico italiano, pero prefería tener la fiesta en paz con el — Harry, Neville, nos vamos — Los volvió a tomar de las muñecas, mientras daba media vuelta — Crabbe, Goyle, hablaré con ustedes luego — Los niños más grandes se miraron entre sí, y luego asentir sumisamente.

—......Malfoy— La suave voz de Neville llamó su atención — Tu.....— Draco paro en seco y se volteó para mirar a Neville.

—¿todo bien? — Le preguntó, mientras ponía una sonrisa dulce. Neville se sonrojó y solo asintió débilmente.

—Si— Respondió simplemente, Harry los miró a ambos y luego sonrió.

Continuará.....

 

 

 

 

 


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