Los McCarthy y los omegas regresaron al departamento, la cara de miseria de los 4 omegas embarazados era muy obvia, ellos fueron a acostarse sin decir ni una palabra.
-Mamá ¿Por qué nos has ayudado todo este tiempo?- pregunto Regulus a Brenda.
-Bueno, mi bisabuelo era un omega, cuando llego a la isla, estaba huyendo de un matrimonio arreglado, la única persona que lo ayudo fue la solitaria anciana que era dueña de los establos-
-¿Por eso has cuidado de nosotros?-
-Si esa señora no le hubiese dado la mano a mi bisabuelo, creo que yo no estaría aquí-
-¿Cuándo volveremos a la isla?-
-Pasado mañana, mañana será el último día en la ciudad, hay que llevar a los chicos al chequearse-
-Está bien, confió que todo saldrá bien, buenas noches mamá –
-Buenas noches, Reg-
Mientras tanto en la otra habitación, Edmund les había dicho a Arthur y a Frank que tal vez la máquina de ultrasonido seguía dañada, que tal vez ellos no estaban embarazados, no había nada que cambiara aquella cara de tristeza, pero Edmund no era de los que se rendían al primer intento. Tomo otro reproductor de casete estéreo, y coloco un casete de Abba, la primera canción en reproducirse fue “chiquitita”, ya en la quinta canción estaban dormidos.
En su niñez, Frank iba a la casa de campo de sus abuelos a pasar las vacaciones, cerca de la casa había un árbol con un columpio en donde el pequeño se la pasaba jugando horas y horas, por la noches las luciérnagas iluminaban el árbol, haciendo magia sin necesidad de magia. Y ese era el lugar que Frank visitaba en sus sueños, y aquella noche no fue la excepción.
El joven de cabellos rizados, camino hasta el árbol, se subió al columpio, sabía perfectamente que era un sueño, pero no le importaba, de la nada alguien empezó a empujarlo, Frank volteo su cabeza y vio que Edmund estaba empujándolo, se sintió como niño nuevamente, estuvieron así un buen rato hasta que de repente se hizo de noche y las luciérnagas aparecieron.
Frank y Edmund se sentaron debajo del árbol, era una noche rara en sueño, el cielo era azul y negro a la vez. Empezaron a caminar, el vientre de Frank se hincho de gran forma, el joven se tocó el vientre, era como si tuviera una pelota dentro de él.
-¿Frank?- Escucho el mago. El joven volteo solo para darse cuenta que Edmund había desparecido y Rabastan estaba enfrente de el.
-¿Rabastan?-
-Frank- El joven Slytherin corrió hasta donde estaba su pareja, y le dio un fuerte abrazo.
-Rabastan ¿Qué haces aquí?-
-Te extraño tanto, es tan real-
-Es solo un sueño-
Rabastan sintió el bulto contra su estómago -¿Qué te paso? ¿Estás bien?- Rabastan no era tonto, puso su mano en aquel vientre hinchado -¿Estas…?- no termino la frase pues Frank desapareció.
Rabastan se despertó, Lucius estaba al lado de su cama.
-Levante, los Gryffindor nos esperan-
-Buenos días para ti también- dijo Rabastan con sarcasmo.
Los Slytherin fueron al comedor, se sentaron en su mesa, cuando las lechuzas entraron con mensajes y varios periódicos, algunos Alphas, se levantaron gritando ¡Seré Papá! ¡Seré Papá! Lucius le arrebató la página principal del profeta a un Hufflepuff de primer año, la primera plena decía “Bendición en el mundo mágico”, de los 95 omegas de la casa omega, se reportan que 90 de ellos están embarazados, la directora madame pomfrey está más que contenta con esta noticia…, los 4 Alphas se fueron al baño de chicas del segundo piso.
-¿Cuál es su plan? Hay que encontrarlos de una vez Hablen de una vez- dijo Sirius.
-relájate Black, estamos juntos en esto- dijo Rabastan
-¿Por qué no vino Tom?- pregunto James.
-Ese es el punto, creemos que él sabe dónde están los omegas, ¿acaso no lo han notado? Él está relajado, como si nada hubiese pasado, además está todo el tiempo con Lily, ellos tienen algo entre manos- agrego Lucius
-No creo, Lily nunca me traicionaría- dijo James.
-Ella tiene tu capa de invisibilidad- dijo Sirius.
-Además te acusa de violador, hizo una pequeña huelga y acuso al ministro de magia de defensor de violadores, ella no está de tu lado, ella sabe dónde está Severus, solo no quiere decirte, por eso estamos aquí, sugiero que los sigamos hasta descubrir la verdad- dijo Lucius.
James se molestó, Lucius tenía un buen argumento.
Los 4 Alphas aceptaron ayudarse, y darse información en cuanto la tuvieran, también una persona indiscreta se había prestado a ayudarlos.
Mientras tanto Lily y Tom se vieron cerca del lago.
-¡Dime que leíste el profeta!-
-Claro que lo leí, dime que no crees que ellos están embarazados-
-Es una posibilidad muy grande, debemos adelantar nuestro plan-
-Está bien, buscare el espejo, tu busca los ingredientes y el hechizo-
-Nos vemos en el baño de chicas-
Los jóvenes se fueron a sus respectivas clases sin saber que ya estaban siendo vigilados. En Belfast, Sean llevo a los omegas al hospital en donde estaba haciendo sus prácticas profesionales, el Doctor Encargado les hizo los exámenes para saber si estaban embarazado. Unos minutos después, el Doctor les aviso que los cuatro omegas estaban embarazados, a excepción de Regulus.
-¡Demonios! ¡Demonios! No puede ser, no, no, un hijo de Potter – dijo Severus, tirando los exámenes al suelo.
-Al final Walburga tuvo lo que tanto quería- dijo Remus Tocándose el vientre.
-Dos meses, que pequeños que son, ¿cuándo se empezara a notar?- pregunto Arthur.
-A los tres meses, también vendrán muchos síntomas, muchos cambios físicos y emocionales- le contesto Brenda.
-Quiero estar solo- dijo Frank.
Los omegas querían regresar al departamento, pero Los hermanos insistieron en ir al cine. En el cine se presentaba la película Alíen el octavo pasajero, la película era terrorífica, 7 pasajeros en una nave espacial, uno de ellos con un alienígena en el estómago, y la peor parte cuando el alíen salió del estómago del hombre, fue un punto de terror y risa, entre las personas del público, para Arthur fue increíble, la posibilidad de viajar a otros planetas y saber que existen otras especie además que los seres humanos. Al salir del cine los McCarthy se disculparon con los omegas, no querían asustarlos ni nada por el estilo, tampoco habían visto la película.
Esa noche, su última noche en Belfast, Severus veía su vientre.
-Ni que fuera a salir un alíen de ahí- dijo Sean
-Debe ser uno, su padre es un monstruo-
-Mi hijo será un monstruo- dijo Remus
-No digan esas cosas, sé que ellos no nacieron bajo una relación amorosa, pero tampoco es para insultarlos, creo que los Bebés los escuchan o algo así- dijo Sullivan.
-Esos bebés no serán unos monstruos, deben tener mucho de ustedes- dijo Sean
-Eso espero, no quiero que sea un idiota como James- contesto Severus.
-Debe tener algo positivo, estoy seguro que ese chico no era tan malo- dijo Sean
-Era muy sociable, y algo guapo-
-Ves, por algo se comienza- Dijo Sean.
Severus se sonrojo. Remus estaba preocupado, no quería que su futuro hijo o hija fuese un hombre lobo, necesitaba que alguien lo apoyara, y no podía contarle a Sullivan que era un hombre lobo.
En el mundo mágico, Lily había comprado un espejo de cuerpo entero con el dinero que Tom le había dado, Tom había encontrado los ingredientes para hacer la poción, los dos jóvenes dejaron las cosas en el baño de chicas, se fueron acordando que regresarían verse el día de mañana, Rodolphus había estado bajo una costosa capa de invisibilidad durante todo ese tiempo.
Al día siguiente Tom y Lily hicieron la misma poción que los omegas habían hecho para el espejo, al igual que sus predecesores, dejaron reposando la poción al lado del espejo, el único error de los chicos, nunca se imaginaron que un beta los espiaba.
El sábado por la mañana los 4 Alphas se preparaban para ir a la fiesta de Walburga.
-Me las pagaran, me las pagaran, no sé cómo pueden hacerme esto, Frank es mi omega y yo sé que no está muerto o desaparecido-
Rodolphus se acercó a su hermano puso sus manos en sus hombros y dijo –No te preocupes hermano, todo saldrá bien, te lo prometo, encontraremos a Frank-
Al decir estas palabras el joven Lestrange dejo la habitación, dejando extrañado a su hermano. Los cuatro Alphas y sus padres se encontraban en la casa de Walburga, los omegas y betas presentes estaban encantados con los Alphas, ricos, guapos, tenían todo, eran buenos partidos, el problema era que lo omegas no se sentían muy atraído pues al acercase a los Alphas, olían a un Alpha deprimido, lo que hacía que los omegas se alejaran.
Narcissa perseguía a Lucius, mientras Andrómeda perseguía a James. En Hogwarts, Lily paso el paño por el espejo y repitió “Un espejo que sirva de porta, al mundo muggle me llevara, y de ese lugar no voy a regresar” , no funciono a la primera, la segunda vez, Tom y Lily se tomaron de la mano y se concentraron en las imágenes que habían hallado de la isla, repitieron la frases varias veces hasta que el espejo mostro una habitación, ellos cruzaron rápidamente, el espejo exploto y Rodolphus lo había visto todo, y estaba ansioso de contarle a su hermano.
Al otro lado del espejo, Lily y Tom se encontraron en una habitación, muy grande y elegante, al parecer no había nadie en la habitación, pues el sonido del espejo explotando era muy fuerte, Tom busco por la habitación, en la mesita de noche de aquella habitación, había una foto de una mujer con al parecer con sus tres hijos.
La máquina contestadora de la habitación sonó, era una tal Sarah, e invitaba a una tal Brenda y a sus hijos a su cumpleaños, el domingo por la noche. Queria saber si llevarian a los lindos omegas que hospedaba en su casa.