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Dunkelheit por Vientoyhielo

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Notas del capitulo:

Aclaraciones de la ambientación:

• Magnoliceae hematos: También conocida como “La magnolia sangrante”. Creada en laboratorios de la comunidad vampírica con el fin de ayudar a los vampiros a controlar su sed por la sangre, además de brindarle casi todos los mismos beneficios de ésta. Puede prepararse infusiones con ella o comerla directamente.

Hematofagocitos: células que se encargan de degradar las células sanguíneas de la presa, principalmente toma los eritrocitos (glóbulos rojos).

• Vampfragarias: Una fruta también diseñada de manera artificial por la comunidad vampírica con las mismas intenciones previamente mencionadas. Está basada en las fresas y durante años ha sido el bocadillo favorito de muchos vampiros.

Dunkelheit: Del alemán "oscuridad", es también llamada la ciudad de las tinieblas, enterrada en terreno subacuático y cubriendo la periferia de Sina. Se alega que su energía viene del centro de la tierra, pero no sé tiene tanta información sobre ello.

• La identificación o ID en Sina viene clasificada en varios colores; verde, perteneciente al territorio apical de Sina; azul, intermedio de Sina; morado, territorio basal de Sina; rojo, previamente pertenecía a Dunkelheit pero tiene permiso de recorrer el territorio basal y el territorio intermedio, muy rara vez podrá ir a la zona apical; negro, perteneciente únicamente a Dunkelheit, no tiene permitido salir a la superficie.

Capítulo dos: El hombre tras las vendas

Los humanos son unas criaturas que alegan ser los evolucionados entre otros seres vivientes, aquellos que han hecho su entorno más maravilloso con el pasar de los años. Y que gracias al transcurrir del tiempo, la misma sociedad ha avanzado con sus valores para ser cada vez mejores. ¿Quién lo podría negar? Pues alguien que haya vivido lo suficiente para observarlos de cerca y declinar todo lo anterior.

Levi Ackerman era un hematófago con más de tres siglos de edad, y había presenciado las suficientes aberraciones hechas por la humanidad que decía estar alzada en buenos valores, al punto en el que él sería de los primeros en declinar esas ideas que ellos mismos se creaban, en el intento de enterrar sus propios pecados. No podría decir que se quedaba atrás, el entorno que le prestó refugio no era el más correcto, mucho menos el ambiente donde se tuvo que criar en su vida humana. Como humano creció en las partes más bajas de Francia, teniendo las limitadas posibilidades que tendría cualquier hijo de alguna prostituta. Su madre había fallecido cuando él todavía era muy pequeño, de una enfermedad —muy probablemente venérea juzgando su profesión— que nunca pudo descifrar por falta de ayuda médica. No obstante, no andaba llenándose la boca con creencias como esa de que vivía con un historial limpio.

Ahora en esta época más "avanzada", dentro de ese mundo pacífico —para él inestable—, no podía evitar ver de qué manera los acontecimientos iban repitiéndose en un orden casi exacto al historial del pasado, de una forma adaptada a los años actuales.

Se supone que la segregación social se había extinguido hacía más de dos siglos, o eso es lo que muchos alegan, pero sin embargo habían hecho esa ciudad tan por debajo de la otra que parecía una burla a todo aquél que viviera en esos edificios subacuáticos, era sencillo notar la segregación solamente por las condiciones del lugar y por el trato a la gente que intentara subir para recorrer el territorio el distrito Grünland, o el hasta el resto de Sina.

Levi en ese momento alzó la vista a ese infinito oscuro donde unas muy tenues luces podían asomarse cual estrellas en el firmamento. Lo cierto es que eso ni siquiera era el cielo, aquellos que nacían o que de alguna forma acababan en Dunkelheit, no tenían el derecho de ver el cielo, ninguno tenía el privilegio de ver la luz del día o de deleitarse con las estrellas y la luna cada noche. Eran muy pocos los que podían desplazarse hasta arriba, no cualquiera tenía el permiso de entrada a Grünland, donde se comenzaban a alzar aquellos edificios en una ciudad vertical, llena de paredes verdes por el pasto y toda la flora que crecía en sus muros, ellos podían sentir el calor del verano, la gente de Dunkelheit sólo debían vivir y morir en días helados.

El azabache luego de quitar la vista de aquél espacio oscuro que estaba sobre ellos simulándoles el cielo tomó asiento en su vehículo. Le había parecido fascinante primero la idea de una motocicleta, en su vida como humano era la época de usar caballos y carruajes —esto último para los adinerados— como mucho el único automóvil que había eran los trenes a vapor, y ahora, con el tiempo, la ciencia hizo que todo vehículo terrestre volara después de un par de siglos de la era de la gasolina. Se hallaba encendiendo una motocicleta capaz de elevarse por el aire e ir a la velocidad que quisiera. A modo de tecnología, no podía decir que no avanzaran, pues cada vez pareciera que fuesen más rápidos, aunque las actividades tecnológicas y científicas no eran actividades exclusivas de los humanos.

El mundo actual cuenta con una sociedad humana, la que todavía es la regente, y una comunidad vampírica que continúa creciendo entre las sombras. No por sentirse inferiores, ni mucho menos por querer crecer bajo su sombra, sino que, por acuerdo mutuo, posteriormente a la última guerra que perdieron. Pese a la gran fortaleza que los vampiros poseen y sus múltiples ventajas, también tenían sus desventajas, habían logrado resolver una de sus más grandes debilidades como la poca o casi nula tolerancia a los rayos UV; eran fuertes, pero muy frágiles ante esa radiación. Aún con eso resuelto, el avance contra ellos fue insuficiente, ya los humanos habían creado armas contra los vampiros para aquél entonces. Estuvieron en guerra durante años, siglos en una pelea silenciosa para la mayor parte de la comunidad humana, pero ahora tenían un acuerdo de paz.

Nuevamente, para Levi ─e incluso para muchos─ era una paz inestable, o más como una guerra en estado de letargo en espera del más mínimo defecto para su estallido cual olla de presión.

Estaba casi un cien por ciento seguro de que llegaría el día en que tarde o temprano esa paz se acabaría y todo el mundo nuevamente se iría al carajo. Ya había pasado antes, ¿Quién quita la posibilidad de que vuelva a ocurrir teniendo en cuenta aquél trato tan poco equilibrado? Personas sin escrúpulos todavía habían, eso es seguro.

No le tomó tanto tiempo llegar al sitio, no estaba tan lejos de su destino y de todos modos a medida que avanzaba la tecnología los vehículos eran más rápidos y efectivos. No había terminado de aparcar la motocicleta para cuando ya escuchaba los chillidos de Zoe.

─ Enaniiiiiín ─ Chilló la mujer ─. Tienes que probarlo, ¡En serio tienes que probar esto! ─ No pasó ni cinco segundos para ya tener a la mujer de lentes con un frasco a tan sólo pocos centímetros de su boca, amenazando con verter un líquido al rojo vivo.

─ No voy a probar esa mierda ─ Demandó el más pequeño alejando el frasco y la mano de Hanji, con su propia mano-

─ ¿Eh? ¡Vamos, Levi! Te juro que esta vez está delicioso. Yo ya lo probé, y te lo aseguro ─ Le sonrió ─ es casi como una vampfragaria.

─ Olvídalo. Sé muy bien que es un puto engaño.

─ Levi, ¡pensé que querías volverte vegano! Lo cuál te haría mi primer candidato para mi investigación ─ Dijo ahora sonriente y con los ojos destellantes de emoción-

─ ¿Cuándo dije que me volvería vegano? Olvídalo. No volveré a probar uno de tus mierdosos inventos, no soy ningún conejillo de indias ─ Finalizó firme bajando de su motocicleta color plomo, la cual ahora se aparcaba en un estacionamiento vertical y siendo llevado por una polea. Un invento de los humanos también -

─ Sabes bien porque lo digo ─ Le hizo puchero ─ No es secreto para mí que evites la sangre humana. Quizá no sea secreto para nadie, siempre tienes una cara rara cuando la chupas de alguien.

El más bajo chasqueó la lengua.

─ Eso no te da derecho a envenenarme con esa mierda.

─ ¡¿Ah?! ¡No intentaba envenenarte! Estás exagerando ─ Le replicó─, ¡Leviiii! ─ Lo último fue dicho en un quejido, como si se tratara de una niña haciendo berrinche al saberse ignorada por el azabache -

─ No seguiré discutiendo esta estupidez. Un no es un no. Punto ─ Dijo muy cerca de entrar por la puerta trasera del local que se había convertido en su fuente para sustentarse y subsistir-

─ Levi, espera, Erwin te encomendó algo.

─ ¿Qué cosa? ─ Apenas y se giró un poco para, esta vez, darle su atención a Zoe.

─ Bueno, más bien nos encomendó algo, a ambos.

Levi se dio vuelta por completo para esperar a que la mujer continuara.

─ ¿Y bien? ─ Elevó una de sus cejas, sintiendo la paciencia escabullirse de sus manos -

─ Hacen falta más materiales. Necesitamos buscar los ingredientes especiales de los cócteles. Sobre todo porque pronto vendrá alguien importante.

Ackerman bufó alejándose por fin de la puerta de entrada con toda intención de volver a la puerta de aparcamiento en busca de un vehículo de carga.

─ ¿Qué acaso luego de tantos años aún se le olvida usar su jodido teléfono?

En ese momento Levi se preguntó si varios siglos eran insuficientes para que Erwin Smith se acostumbrara mejor a la tecnología.

.

Dunkelheit era apodada "La ciudad de las tinieblas", su nombre se debía a que en un principio había sido creada para todos aquellos que cometían crímenes relativamente graves en Sina, a pesar de estar en el mismo borde territorial, era el lugar de los desterrados, aquellos ladrones de Sina, los asesinos y cada uno de los criminales de guerra eran enviados ─y condenados─ a vivir en la ciudad de las tinieblas.

¿Por qué? ¿Qué tenía de particular esa ciudad además del hecho de que no tenía la mejor infraestructura además de poseer un déficit de avance tecnológico? Pues Dunkelheit era básicamente habitada por la comunidad vampírica de Sina. Era allí donde todo cobraba sentido, ¿Qué peor castigo que lanzarte a una ciudad repleta de vampiros sedientos sin que tuvieses probabilidad de retorno? Era una buena técnica para aplicar terror a los habitantes que quisieran faltarle el respeto al sistema jurídico de Sina. La comunidad vampírica es un secreto celosamente guardado por los gobernantes y líderes mundiales, no obstante, bastaba con saber lo miserable que se vuelve la vida de alguien al ser enviado hasta Dunkelheit para que las personas tomaran conciencia de sus propias acciones.

No era para nada agradable vivir allí, además de los problemas en cosas tan básicas como el servicio de energía eléctrica, sólo había que conformarse con las luces artificiales y una calefacción colectiva, en toda la ciudad. No se vaya a hablar de los índices de delincuencia allí abajo, donde la corrupción es el orden de la ciudad. Por lo tanto, Dunkelheit era mucho más que esas leyendas urbanas de seres que se alimentaban de las personas.

Quienes vivían allí debían aprender a vivir a como dé lugar, era eso o morir siendo tragado por la ciudad, en sentido figurado, la mayoría había aprendido a adaptarse al lugar y sus no tan buenas costumbres, por lo que muchísimos habitantes trataban de tener una vida “normal” tomando las precauciones.

En sí, los que debían cuidarse más eran los humanos que se condenaban a vivir allí, lo cual no significa que los vampiros no debieran ser cautelosos también. Muchos se organizaban en ciertos grupos o bandas, por lo que tenían sus propios territorios como cualquier pandilla o mafia los tiene, territorios que debían ser respetados para evitar cualquier enfrentamiento.

Por supuesto, Dunkelheit tenía sus zonas tranquilas también, sólo había que ser cuidadoso por donde pasear.

Levi y Hanji se trasladaban a una de esas partes un poco más tranquilas, a un territorio agrícola algo alejada de la zona central de Dunkelheit. Tener cultivos era algo relativamente difícil en esas tierras bajo el mar, por lo que todos esos cultivos eran puestos en invernaderos, abastecidos con agua limpia y donde las plantas podían subsistir gracias a unos paneles de rayos UV artificiales. Con eso era suficiente para hacerlas cosechar, claro está que necesitan de sus abonos y otros cuidados, pero cualquier agricultor que sepa bien de su profesión podría tener un buen jardín y cultivos en buen estado con aquellas condiciones.

No fue para nada complicado lo que debían hacer, fue hasta que llegaron al último, donde estaban los cultivos de Vampfragarias y Magnolias sangrantes. Llegaron en un momento donde uno de los agricultores era acorralado por un asaltante armado, después de todo, tanto las vampfragarias como las magnolias sangrantes eran cultivos exóticos, creados por la comunidad vampírica para saciar la sed de sangre, ya que sus componentes imitaban muy bien a la sangre. Cualquier vampiro podría vivir saludable sólo consumiendo aquello, y sin tener que dañar a algún humano o animal.

Pese a cuánto ayudaba, no era tan barato, así que muchos pretendían que robando eso podrían ir a la superficie para vendérselo a los pocos vampiros que no estaban allí abajo.

El azabache bufó al ver la escena donde el asaltante se aprovechaba del anciano que sólo les pedía que se retiraran.

─ En verdad no deberían dejar a un viejo ocupándose de los cultivos, ¿Por qué continúa con eso? ¿No ve acaso cómo lo desprecian? Vamos, ya deje de resistirse y déjenos pasar ─ Decía el tipo con el arma, confiado en salirse con la suya -

─ ¿No entiende lo que intenta hacer? Por favor, esta es mi manera de subsistir ─ Le insistió el anciano ─. Además que esto evita que ellos ataquen a las personas como usted y como yo.

El ladrón se cansó de tanto esperar a que cediera. Intentó golpearlo con el arma, y lo habría hecho, hubiese dejado inconsciente a ese anciano molesto para luego quitarle sus llaves y entrar al invernadero, no obstante, alguien cogió su brazo con fuerza, dejándole inmóvil y sin poder moverse para golpear al agricultor.

─ ¡Hola! Esto es un tanto incómodo ─ Decía animada Hanji luego de quitarle el arma al sujeto mientras que Levi lo sostenía ─. Veníamos justamente a buscar lo mismo que tú, pero llegaste primero. Es una pena… ─ La voz de Hanji inspiraba simpatía, pero aun así el hombre desconfiaba, no era normal ese tipo de reacción en una situación así.

Levi por su parte alejó al ladrón de un jalón, dejándolo en el suelo a un par de metros de distancia.

─ Bueno, también debería contarte que ese señor es amigo mío ─ La muchacha miraba el arma y jugaba con ella mientras que hablaba ─No… me gusta mucho que los molesten, ¿entiendes? Así que te pediré que te retires, ¿sí?

El sujeto temblaba, sabía bien su situación, tenía muy en claro que ese par de personas eran vampiros. Se le veía que quería decir algo, pero los nervios y el susto del momento no le permitían siquiera pronunciar algo.

Levi le quitó el arma a Hanji y se acercó al sujeto que seguía temblando, colocó el arma en su frente y se escuchó claramente el chasquido por quitar el seguro.

─ N-no, por favor… ─ Suplicó -

─ Dame una buena razón.

─ Necesito esos cultivos… ─ Casi lloraba -

─ No estaba enterado de que a los humanos también les gustaba.

El sujeto vio espantado cómo hubo un leve movimiento en el gatillo.

─ No… ¡No! ¡Por favor cúbrete los ojos! ¡CÚBRETE LOS OJOS! ─ Gritó desesperado el hombre.

Aquello había sido suficiente para que Levi se fijara mejor en el panorama, entre los oscuros y distintos edificios, escondido, se asomaba espantado un niño que no paraba de soltar lágrimas de sus ojos inundados de terror. El vampiro separó un poco el arma de la frente sudorosa del hombre, dio unos pasos hacia atrás.

Apuntó bien y disparó.

El hombre chilló de terror al sentir la bala casi rozarle una de sus mejillas empapadas de lágrimas. ¿Le había perdonado la vida? No podía creérselo.

─ No quiero volverte a ver por aquí ni enterarme de que estuviste por esta zona. ¿Quedó claro?

El sujeto asintió efusivamente para levantarse y correr a toda la velocidad que le daban sus piernas.

─ ¡Levi! ¿Es en serio? ¿Qué pasó?

─ Fallé ─ Se excusó.

─ No mientas. ¿Sabes que puede volver?

─ Dudo que lo haga ─ Le dio el arma al agricultor ─ Nunca vuelven.

.

El callejón se había llenado de música y luces violetas, eso significaba que ya habían abierto el local, la jornada había empezado. Se encaminó junto a Hanji por el callejón largo y estrecho que estaba al doblar la calle.

Como siempre, estaba ese montón de gente. Personas que por desgracia habían acabado viviendo en esa enorme y mísera ciudad, convirtiéndose en sus víctimas y de otros vampiros con menos escrúpulos. Ackerman no es que estuviese orgulloso de lo que hacía, él sabía muy bien que no era del todo honesto, no obstante, no los lastimaban como otros que sí lo hacen, sólo toman lo que necesitaban de ellos y adiós. De todos modos, la mayoría estaba muy influenciada por las drogas, nadie se daba cuenta gracias a eso. Prácticamente se aprovechaban de las debilidades en esas personas.

El de cabellos negros entonces se fijó en alguien en específico, una persona que le parecía resaltante entre los demás que festejaban fuera del antro.

─ ¿Levi? ─ Escuchó a Hanji tratando de llamar su atención mientras que llevaba lo solicitado por Smith. No obstante, Levi frunció el ceño sin despegar la vista del joven que estaba allí -

Nunca faltaba algún idiota que entrara cual corderito a una jauría de lobos.

─ Hey, tú ─ Llamó al muchacho que veía embobado el cartel neón de No Name Lounge and Bar ─ ¿Qué crees que haces aquí?

Notó el rostro repleto de pura confusión de parte del muchacho, pero no volteaba a verle, buscaba con los ojos verdosos a alguien que le hablara, pero no lo miró fijamente a él. Por eso volvió a intentar:

─ Te estoy hablando, mocoso.

Ahora el muchacho sí le miró, Levi se le acercó un poco y miró los ojos verdes del chico repletos de confusión, la mirada después cambió a ofensa sin dejar de notarse que el muchacho no entendía. Levi hasta podría pensar que ese mocoso no hablaba el mismo idioma pero a la vez se sintió insultado por la manera en que le habló, pero realmente el de cabellos negros sólo consideró la opción de que el joven sí le entendía, sólo que era un idiota. Se notaba a leguas que no sabía dónde carajos estaba ni en que se estaba tratando de meter.

─ ¿Qué carajos piensas con venir hasta aquí? ─ Escupió buscando una explicación porque ese forastero estaba en esa ciudad, en esa calle, tratando de ir justo a ese bar -

─ ¿Lo conozco? ─ Preguntó el joven de cabellos castaños, elevando una de sus tupidas cejas aprobando su teoría: no sabía en qué carajos se metía.

─ No se trata de eso. Te pregunté qué mierda se te ha pasado por la cabeza para venir hasta un lugar como este.

De nuevo la molestia atravesaron las esmeraldas en los ojos del joven. No debía tener más de 18 años, y era obvio que no vivía en Dunkelheit, sólo debía ser otro estúpido con ganas de curiosear, o se dejó manipular por alguien que le dijo que se trasladara hasta allá. Detalló bien al muchacho; mediría tal vez unos 1,82 o 1,83 metros, su piel era ligeramente tostada, besado por el sol lo que sólo afirmaba que no había nacido en la oscuridad y era poco probable que consiguiera el permiso de salir de allí, sus ojos eran color esmeralda, y el cabello corto de color castaño, nuevamente, afirmaba lo joven que era. No Name Lounge and bar no era un lugar para él.

— ¿Acaso no es un lugar público o es que le pregunta eso a quién sea que se le aparezca? — Respondió firme el joven — Además, puede que haya pensado en algo similar de usted para venir hasta acá, ¿No cree? — El muchacho estaba notablemente ofendido -

— Lo dudo. Reconozco a un forastero cuando lo veo — Dijo el azabache, con la misma antipatía de antes. ¿Pensaba que lo iba a convencer de que había llegado sabiendo los riesgos y consecuencias de ese sitio? Nadie lo hacía, pero los que llegaban eran borrachos, drogadictos o personas que lo habían perdido todo y se empujaban a un sitio donde ahogar sus penas. Ese muchacho no contaba con esa descripción.

— No soy ningún forastero. Nací aquí, en Sina. Métase en sus propios asuntos — Dijo con molestia el castaño sonando despectivo -

Vio cómo se giró y continuó con su camino.

Levi gruñó al ser ignorado, le estaba tratando de salvar el culo a un desconocido, quizá lo mejor que podría hacer era ignorarlo, le advirtió y no le hizo caso, no iba a estar detrás de alguien que ni conoce, no era asunto de él. ¿Por qué lo hacía entonces? Pues porque no estaba dispuesto a aprovecharse de personas que sólo iban por curiosidad a ese lugar, tenía pinta de ser hijito de mamá que quería buscar alguna aventura.

Pero, ya que, le había ignorado.

.

— ¿Puedo ver el menú de aquí?

Levi se giró encontrando al muchacho de antes, lo miró en silencio y frunció un poco el ceño al recordar lo testarudo que fue el joven. Bueno, quizá no le pidió que se fuera de la mejor manera, pero le estaba advirtiendo, joder. En ese mismo instante fue escaneado por el ojiverde, notó cómo era detallado de una manera rápida, y el muchacho lo miraba expectante.

— ¿Mayor de edad? — Levi sólo atacó con otra pregunta.

— ¿Eh? Sí, claro que soy mayor de edad.

Levi esperó algo que se lo demostrara, el castaño no decía nada y tampoco se movía.

Qué mocoso más idiota.

Luego de unos segundos así, el chico parecía percatarse de que él estaba esperando su identificación, lo que indicaría si es verdad o no lo que dice sobre su edad. Entonces sacó su billetera, la abrió y Levi recibió la identificación de color morada en sus manos para examinarla.

ID:818262292367

Nombre: Eren Jaeger

F. Nacimiento: 30/03/2297

Edo. Civil: Soltero

Era suficiente, le devolvió la identificación a Eren y volvió a hablar como si se tratara de un cliente cualquiera de los que terminaban llegando casi diariamente, sólo que dijo algo inusual:

— No tenemos muchas opciones. Al menos no para ti.

— ¿Qué? ¿Por qué? — Eren parecía molesto por ello — No me diga que usted...

Levi le interrumpió colocando una copa donde ofrecía un cóctel, lo había estado preparando desde que se percató que 'Eren' estaba allí. Era un mocoso que seguramente huyó de su casa para experimentar, y lo más seguro es que con un cóctel estuviese satisfecho para marcharse, ni siquiera tenía pinta de ser como esos otros adolescentes y adultos jóvenes que pasaban su vida bebiendo y embriagándose.

— Es el de bienvenida. Cortesía de la casa.

— ¿Es broma?  — El castaño se veía incrédulo

— ¿Parece una broma? A cada cliente le damos uno. Seguramente fue un reto llegar hasta acá  — Esto último lo decía en serio, estaba muy consciente de lo recóndito que se hallaba el bar entre los profundos recovecos de esa porción de la ciudad de las tinieblas.

— Algo así...

— Por eso quien llegue a este sitio merece algún premio. No es precisamente fácil de hallar — Contestó Levi acercando más la copa. Era un cóctel diseñado por él mismo, muchos de sus clientes decían lo bueno que era; una dulce mezcla entre un buen y amargo licor con el sabor de algunas frutas silvestres, nada empalagoso por el sabor cítrico que lo acompañaba —. Una cosa más.

El joven le miró, esperando la respuesta. Levi en cambio se le acercó al oído para que lo que le expresara fuese escuchado muy claramente:

— Sería bueno que te pensaras mejor sobre si venir o no aquí de nuevo.

Podría decir que el castaño lo miró entre extrañado e intimidado, pudo captar un leve temblor en el chico. Luego de alejarse notó que Eren probaba su creación, se veía satisfecho, era la misma reacción de siempre. Sólo hubo algo que no colocó en la mezcla, y era la misma razón; no iba a aprovecharse de un mocoso "limpio". 

Sintió que con eso bastaba, se fue alejando de la barra mientras que el muchacho se tomaba su bebida. A lo lejos volvió a observar, ni siquiera parecía tan interesado en los bares, esto solamente reafirmaba su teoría de que la curiosidad lo llevó hasta allá, mas no la necesidad de dejarse llevar por sustancias estupefacientes. Lo más seguro es que en poco tiempo el muchacho se marcharía. Con esto en mente Levi entró por la puerta donde llevaba por un largo pasillo a los compartimientos de oficina y del almacén.

En su camino se encontró con una chica bajita de cabello rubio, con ojos azules llenos de vida. Levi detuvo su andar cuando estuvieron lo suficientemente cerca. Se miraron por un par de segundos.

─ Luce extraño hoy ─ Fue lo que la jovencita comentó. Levi no le contestó, pero sabía que ella era de las pocas personas que lograba leerlo, entenderlo sin que tuviese que decir alguna palabra ─. ¿Pasó algo?

─ Nada grave, Historia.

Silencio.

El azabache iba a continuar con su camino hasta que Historia le detuvo cogiéndole del antebrazo por unos leves segundos. La muchacha seguía callada mirándole hasta que se animó a hablar.

─ Entiendo, está estresado. Volvió a pasar, ¿no? Un cliente que viene sin saber qué es este lugar.

Aquello era ya un secreto a voces entre el staff de No Name lounge and bar, de hecho, estaba en camino por sí mismo a la oficina de Erwin para recibir otro sermón de parte de este por lo que había hecho.

— ¿Tiene sed?

— Algo —Vio como historia apartaba un poco su cabello rubio colocándolo detrás de su oreja, así mostró su cuello blanco —. ¿Estás segura?

— No es la primera vez, además que hago lo mismo.

Era cierto, sin embargo desde hace un tiempo que intentaba tener el hábito de sólo consumir infusiones o frutas vampíricas. Luego de dudarlo unos segundos se decidió por aceptar la oferta, se acercó a la rubia y clavó sus colmillos en ésta luego de que estos emergieran un poco más de su maxilar, empezó a succionar el líquido carmesí que empezó a brotar.

Estuvieron así durante unos minutos donde no había otro ruido más que el de la música que parecía filtrarse de entre las paredes. Llegó el momento en el que se oían pasos, no por eso había que preocuparse, esa era una zona restringida, sólo para empleados y personal autorizado, por lo tanto, lo más seguro es que fuese un empleado del bar.

Realmente no lo era.

Sólo se separó de la pequeña rubia al momento de que soltó un jadeo de sorpresa, en ese instante el ojigris se giró un poco para ver al muchacho castaño. ¡Al mismo jodido muchacho de antes! Era realmente increíble que alguien fuese tan persistente. Levi miró al castaño, quien lo veía con sus ojos verdes bien abiertos, notó un leve temblor y como se encontraba de tenso. Soltó a la rubia y se limpió el resto de sangre que resbalaba de la comisura de sus labios, acercándose con calma al joven humano que no se movía. Ackerman aprovechó para colocarse erguido frente a Eren, el joven que aún lo veía entre sorprendido y asustado.

— No aprendes, ¿no?

El castaño no respondió, incluso parecía que había dejado de respirar por unos segundos. Ante el silencio, Levi en un movimiento rápido tomó el brazo de Eren y lo torció hasta hacer que el chico se girara quedando ahora dándole la espalda al vampiro. Escuchó su alarido de dolor por la incómoda posición en la que estaba y Levi no dejaba de retorcerle el brazo, sin aplicar tanta fuerza para desprenderlo, pero la suficiente presión como para causarle dolor al chico.

— Eren Jaeger, ¿no? Creo que fui claro con lo que te dije. ¿Te duele? — Aplicó mayor presión y escuchó de nuevo más gritos de parte de Eren.

— ¡Para! ¡BASTA! ¡Te voy a…!— Rugió el ojiverde en cólera.

— ¿Qué cosa? ¿En verdad tienes esa estúpida idea de que me harás algo? Podría romperlo.

— N-no creo que esto sea necesario — Intervino la rubia, mas Levi no le prestó atención.

— Si así lo quisiera, podría arrancártelo con todo y tú sucia carne — Aplicó más presión y llegó otro alarido desgarrador de parte de Eren, cayó de rodillas y se pudo escuchar por debajo de sus gritos como crujían los huesos —. ¿Eso quieres? Sólo quedarán colgajos de piel y músculos, chorreando sangre que con gusto podría beber. ¿Eso es lo que tanto buscas? — Escupió Levi casi con odio impreso en su tono de voz.

— No, por favor — Eren ya se oía menos agresivo, su voz temblaba de dolor, aunque se notaba impotente y enojado.

— Por favor. No es necesario.

— Miró demasiado — Respondió Levi.

— Aun así… — La muchacha rogó sintiéndose asustada por lo que Levi podría llegar a hacer.

De nuevo otro movimiento y el crujir de los huesos que articulaban el brazo con el hombro de Eren, el muchacho volvió a gritar adolorido.

— Anda, suéltate y demuestra qué tanto me puedes hacer. Despréndete el brazo tú mismo y enséñame si debería temerte o no.

Crujido de huesos, gritos y quejidos de dolor de parte del castaño, eso fue todo lo que pudo obtener como respuesta.

— No te quiero volver a ver — Repitió lo mismo que le había dicho al ladrón que había encontrado temprano ese mismo día. Era la frase que utilizaba siempre para alejar a quien quisiera —. ¿Entendido?

No hubo ninguna respuesta verbal, sólo un asentimiento de parte de Jaeger que se tragaba su coraje. Levi por fin le soltó, le indicó donde estaba la salida y le vio partir en poco tiempo sobándose el brazo adolorido, vio al muchacho girarse y mirarlo con rencor, pero aun así Eren se retiró.

Eso había sido suficiente, Ackerman estaba seguro que aquel joven volvería a su morada en la zona basal de Sina, captando muy bien la premisa de no regresar a un lugar tan peligroso como aquél.

Lo que no sabía era cuán equivocado estaba en ese instante.

…Continuará…

.

Próximo capítulo: De nuevo

Notas finales:

N/A: Oh God, cómo costó este capítulo :'D Lo lamento, me tardé mucho...

Well, me siento motivada por la segunda temporada *-* estoy contenta de que al fin se haya estrenado b25;b25;b25; Espero tener material Ereri por montones y que el fandom reviva un poco, pues lo siento un tanto muerto desde hace más de un año :’DDD

En fin, como pudieron ver Levi parece un badass xDD o eso intentaba hacer, ojalá y lo haya logrado reflejar así :’D Igual, él en realidad es una ternurita, créanme, pero todo a su tiempo.

¡Muchas gracias por leer! Si tienes alguna opinión, crítica constructiva o duda, no teman en hacérmela saber.

Por cierto, síganme en Twitter y en Tumblr ya que estaré posteando alguna que otra cosilla por ahí como ciertos adelantos o algún fanart (garabato) que salga de mis manos uvu Mi Twitter y Tumblr están en mi perfil.

PD: No me manden a matar por el RivaHisu :’3


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