Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un diablillo se coló en mi vida. por Fullbuster

[Reviews - 73]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La música se escuchaba por todo el vestuario pero nadie se atrevía a decir nada, hasta que Akashi se acercó a su compañero apartando uno de los cascos del mp3 de su oído para que le escuchase.


- Ey, Aomine – escuchó el moreno al instante en cuanto sintió los ágiles dedos de Akashi rozando su oreja para apartarle el auricular - ¿Estás bien? ¿No te has quedado sordo aún? – preguntó con una sonrisa.


- Estoy bien – dijo sorprendido observando cómo sus compañeros no le perdían ojo de encima.


- ¿Seguro? Sé que ayer te llamaron después del trabajo para no sé qué – comentó Akashi sin mucho ánimo de enterarse.


- Para un caso de menores, no tiene importancia.


- Tiene importancia si va a afectar a este equipo. Ya no estás en el departamento de menores, ahora eres un S.A.T. Ya sabes lo que significa.


- Sí, estar siempre al cien por cien. Tengo la cabeza centrada en esto, Akashi.


- Eso espero. Sabes lo complicado que es entrar en el escuadrón de élite. Hay cientos de hombres en la calle esperando a que uno de nosotros caiga para ocupar el puesto, así que espabila.


Aomine se quedó un segundo paralizado, sabía perfectamente dónde estaba y lo que costaba llegar hasta allí. Las duras horas de entrenamiento, el estudio, los exámenes psicológicos, pero ya tenía su plaza y no dejaría que nada ni nadie le apartase de su vocación. Miró aquellas siglas en la espalda de las chaquetas del uniforme de sus compañeros, “Special Assault Team”. Ahí era donde él pertenecía, al equipo de asalto. ¿Cuántos años había visto películas y documentales americanos sobre los S.W.A.T? Ahora por fin estaba él en las fuerzas especiales japonesas y jamás desperdiciaría esa oportunidad.


Terminó de cambiarse con rapidez pese a que seguía dándole vueltas a las palabras de Akashi. No lo había dicho a malas, estaba preocupado por él pero en el trabajo… nada le afectaba. Borraría momentáneamente todo el tema sobre Tetsu pese a ese cierto cariño que le había cogido durante todo el tiempo que estuvo en el hospital junto a él.


Cuando salía ya vestido y siguiendo a sus compañeros, una de las alarmas sonó. Se quedó estático un segundo mirando y esperando órdenes, pero Akashi al ver que salía otro equipo corriendo hacia el vehículo, se giró con una sonrisa a los suyos.


- El equipo dos se ocupará, nosotros tenemos simulacro, vamos al campo de entrenamiento – aclaró.


Todo aquello era común. Pocas veces tenían que salir y la mayoría de las veces hacían simulacros. En eso funcionaban muy parecido a los bomberos, para algo eran cuerpos especiales de seguridad.


El simulacro con rehenes acabó pronto. No era muy habitual que a él le tocase hacer el descenso en rápel, por lo general estaba de francotirador o en el equipo de asalto, pero quizá por ese mismo motivo, Akashi había preferido que practicase algo que aunque llevaba bien, era su punto más débil dentro del equipo.


Aquel día terminó su turno a las tres de la tarde después de haber estado toda la mañana con simulacros, con las cuatro horas obligatorias de gimnasio con sus compañeros y la hora de despacho poniendo al día los últimos incidentes que tendrían que revisar en tribunales. Ya estaba por irse una vez vestido de paisano cuando su compañero Kise apareció tras él apoyándose en su espalda y pasando el brazo por sus hombros.


- ¿Te apetece que hablemos del tema antes de que te vayas? – le preguntó con una sonrisa.


- Claro, no estaría mal, Kise – le sonrió Aomine.


- Cuéntame… - empezó Kise sacando un par de cafés de la máquina y sentándose en la mesa de la cocina de la base frente a Aomine.


- Es un chico especial – sonrió Aomine – me recuerda mucho a mí a su edad.


- ¿Qué pasará con él?


- Servicios sociales se lo llevará. Tendrán que encontrarle una familia provisional hasta que reconstruyan el orfanato o encuentre una familia de acogida permanente.


- Pobre chico – comentó Kise dejando el vaso de su café encima de la mesa.


- Sí – susurró Aomine dando un sorbo al café.


- ¿Qué vas a hacer? Se nota en tu mirada que este asunto te afecta. Estás dándole vueltas a algo.


- Evidentemente – sonrió Aomine – me gustaría pedir su custodia temporal pero…


- No te la darán – sonrió Kise.


- Ése es el problema. A los cuerpos especiales y más de policía no nos dan esa opción. En cuanto le diga a un juez que me gano la vida disparando a gente a matar para salvar rehenes, me considerará no apto para un niño. Debo aceptar que no soy un policía normal, soy de asalto. Nuestra reputación no es la mejor que digamos.


- Podrías alegar a tus antecedentes en menores, llevaste muchos casos y eras el mejor con niños. Además, eres policía de asalto y eso, aunque te juzguen por lo que haces, también tiene un punto a favor, tu examen psicológico es impecable. Akashi podría firmar una carta de recomendación y el médico que te llamó estoy convencido de que te ayudaría a que te dieran esa custodia. Ese niño se sentía sólo cómodo contigo, ¿no? A ti te habló, algo que no consiguieron los demás. Un juez por muy idiota que fuera, se daría cuenta de que eres su mejor baza en este momento.


- Quiero pedirla pero… los turnos.


- Te ayudaré a buscar a alguien que pueda ayudarte a cuidarle cuando estés trabajando. Además, si tienes un niño, las cuatro horas de deporte en grupo te dejan hacerlas en casa con tu hijo – sonrió Kise – promueven la estabilidad familiar. Algunos del escuadrón tres tienen niños y si hay una emergencia, les llaman al busca para que vayan.


***


Dos semanas pasaron desde que Kagami había salvado a ese crío. Aún no podía quitárselo de la cabeza. Hoy era uno de sus días libres y tras mucho hablarlo con sus compañeros, había decidido tomar la mayor y más importante de las decisiones, pediría la custodia de Tetsu, nadie se opondría en cuanto supieran que era bombero, era un héroe al fin y al cabo.


Pensaba en ese chico cuando otro recuerdo le asaltó, aquel joven de uniforme de las fuerzas especiales que había conseguido que el chico hablase. No pudo quedarse mucho tiempo en la sala con ellos puesto que debía dejar a ese policía hacer su trabajo y evaluar psicológicamente al pequeño, pero estuvo atento desde el pasillo, mirando por la ventana y observando cómo aquellos dos tenían una extraña complicidad. Tetsu reía con él, con los juegos que le hacía sin darse cuenta de que ese chico estaba sacándole toda la información sobre su carácter, sus gustos, su pasado, sus traumas… era increíble.


Lo único que Kagami sabía de los cuerpos de élite de la policía, se basaba en que eran unos egocéntricos que se creían prácticamente perfectos, que resolvían los casos más peligrosos, que era el trabajo más duro y por supuesto… no eran precisamente héroes. Ellos disparaban a matar, mataban personas, ése era su trabajo aunque por otra parte… también salvaban rehenes, era tan contradictorio.


Movió la cabeza sacándose aquel pensamiento, no quería pensar en aquel joven y menos, cuando sintió un par de manos abrazarse a él agarrando su pectoral con cierta firmeza. Escuchó la sonrisa de su pareja y no pudo evitar sonreír también.


- ¿Ya despierto? – preguntó Himuro – Hoy no trabajas, ¿por qué no duermes un rato más?


- Quería prepararte el desayuno y traértelo a la cama.


- ¿En serio? ¿Y a qué debo eso?


- Pues…


- Oh… no me digas que vuelves sobre el tema de ese niño.


- Va a ir a un centro de acogida. ¿No te da pena?


- Encontrará una buena familia, estoy seguro. Tú mismo dijiste que era un buen chico, uno muy especial.


- Y lo es.


- ¿Tan importante es para ti, Kagami? – le preguntó esta vez resignándose.


- Sí. Quiero ser su tutor legal hasta que encuentre una familia o el orfanato sea reconstruido, pero… no quiero ponerte a ti en una situación incómoda.


- Vayamos a ver al juez entonces. Soy abogado, ¿recuerdas? Cogeré tu caso y te daré a ese niño.


- Gracias, amor – fueron las últimas palabras de Kagami antes de besar con pasión a su chico. Por fin había conseguido convencer a su chico de crear una familia, ese chico que se metía demasiado en su trabajo y siempre retrasaba la hora de formarla.


Tras hacer el amor aquella mañana y desayunar juntos, Kagami acompañó a Himuro hasta el departamento de justicia para que revisase el caso de Tetsu, pero cuando salió de la audiencia, no traía buena cara.


- ¿Qué ocurre? – preguntó Kagami preocupado - ¿Le ha pasado algo a Tetsu?


- No, cálmate. Él está bien – le tranquilizó Himuro – pero hace una semana alguien apeló para ser su tutor legal.


- ¿Se lo han dado?


- Todavía no, pero… no te mentiré, lo tienes complicado. Ese chico se llevará su custodia.


- ¿Y qué puedo hacer?


- Creo que le conoces. ¿No me dijiste que fue un policía del cuerpo de asalto para hacerle el examen psicológico?


- Sí.


- Aomine Daiki – le entregó la ficha – un expediente brillante, el juez está muy interesado en su solicitud. Se lo van a dar, sin duda alguna.


- ¿Y qué puedo hacer?


- Yo de ti… hablaría con él y llegaría a un acuerdo. Quizá te deje ir a visitarle o hacer cosas juntos.


- ¿Una custodia compartida?


- Algo así.


- No quiero eso para Tetsu, sería como pasarlo de unos padres a otros, es traumático.


- Habla con este chico… Aomine y dile que fuiste el que le salvaste la vida al niño, que quieres poder tener contacto con él de vez en cuando. Quizá os lo podáis cuidar mutuamente cuando tengáis turnos.


- No es mala idea. Una niñera cuando él esté trabajando.


- Sí, eso estaría bien si él acepta. No creo que tuviera muchos inconvenientes, debe buscar a alguien y tú fuiste el que le salvaste. Seguramente aceptaría.


- Hablaré con él.


 


Tal y como Himuro supuso, pese a ir al juicio donde se decidiría la custodia del pequeño, Aomine fue la mejor opción. Quizá al principio el juez había dudado por su profesión, pero en cuanto Himuro, como abogado respetable propuso la idea de que su novio, bombero de profesión y siendo el héroe que le rescató del incendio, pudiera hacerse cargo del pequeño cuando Aomine estuviera de servicio, el juez aceptó enseguida.


Aomine no pudo evitar mirar hacia ese bombero. Ni siquiera cuando entró en aquella sala del hospital se percató de él. Sabía que estaba allí, pero no le prestó la más mínima atención, tampoco Kagami se había centrado en él, pero ahora, por primera vez, ambos chicos cruzaban su mirada.


La sala fue vaciándose y Himuro, al ver lo tenso que estaba el ambiente, decidió comunicarle a su pareja que le esperaba fuera por si tenía que hablar con el chico con quien compartiría la custodia. Kagami fue el primero en acercarse a ese policía que hoy venía vestido sin uniforme.


- Kagami Taiga – le alargó la mano para que la estrechase.


- Aomine Daiki. Supongo que tendré que compartir la custodia.


-  Sólo cuando tengas turnos.


- Te lo agradezco – comunicó – era un tema que me estaba preocupando.


- Me lo imagino. Yo también quise su custodia y pensé en todos esos detalles – sonrió.


Tetsu que entraba en aquel momento por una de las puertas laterales acompañado por un par de policías, observó la mirada de aquellos dos junto al roce de sus manos. Ninguno se había dado cuenta de que seguían cogidos en aquel saludo. No pudo evitar el pequeño, dejar escapar una sonrisa y salir corriendo en dirección a Aomine. Se lanzó a sus piernas abrazándose a ellas y haciendo sonreír a Aomine.


- Vaya, qué efusividad – soltó consiguiendo que Kagami sonriera también.


- ¿Vas a ser mi tutor? – preguntó Tetsu con una ligera sonrisa.


- Sí, lo seremos los dos. A veces me toca trabajar, así que Kagami cuidará de ti. ¿Te acuerdas de él?


- Es el bombero que me sacó – le sonrió hacia Kagami.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).