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Men Of Passion por Sshh

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Notas del capitulo:

Hola, traje el 2 cap. Espero que les guste. Bye.

Fingers burnt

Dedos quemados


Seunghyun sabía que su atracción hacia Jiyong estaba arraigada en el simple hecho de que a él le gustaba jugar con fuego desde pequeño. Era infantil y en la misma forma infantil odiaba quemarse los dedos.

Debió haberlo visto venir de alguna manera.


Jiyong encarnaba la tentación. Jiyong era audaz. Pero Jiyong le era prohibido y Seunghyun no lo hubiera tocado nunca si el propio Jiyong no hubiera sido lo sufientemente audaz para tentarlo él mismo.

Todo era romance y palabras dulces, (cuando no estaban involucrados en juegos sucios, claro, y las palabras dulces se transformaban en obscenas en tal caso) Era tan liberador sentir tanta dulzura en algo que la sociedad consideraba tan repulsivo.

Jiyong era delitable, adorable, follable y todas las palabras 'able' en las que Seunghyun podía pensar. Él podía moldearse en cualquier forma que Seunghyun lo deseara. Era fantástico y Seunghyun realmente llegó a adorarlo. Especialmente cuando Jiyong estaba tan obviamente enamorado de él.

Cada vez que tenían sexo, Jiyong preguntaba, «¿Se siente bien?» Y Seunghyun le respondía «Mejor que bien. Siempre es maravilloso contigo.» Jiyong sonreía y entonces susurraba en ese espacio cerca de su corazón «Soy tan feliz cuando estoy contigo.» Y no era difícil darse cuenta de eso.

Seunghyun gustaba demasiado de Jiyong como para permanecer en su zona comfort, lo que era aconsejable cuando te involucrabas con alguien como Kwon Jiyong. Después de las mariposas siempre vienen las polillas. Y tienes que lidiar con lo mundano. Con Jiyong, lo mundano era mucho más complejo que con otras personas, especialmente desde que estaba mezclado con drogas regularmente.

Antes de convertirse en amantes, Seunghyun consideraba que lo que Jiyong hiciera con su vida era su problema. Pero entonces sus vidas se entrelazaron y Seunghyun tuvo que reconsiderar su idea inicial. El rostro de Jiyong después de haberse colocado* no era exactamente algo agradable a la vista, tampoco lo eran las marcas rojizas en sus antebrazos. Y Seunghyun realmente odiaba limpiar tras el desastrozo resultado de las sesiones de drogas de su novio. Odiaba pensar en los 'y si...' odiaba el miedo que sentía cuando pensaba en las consecuencias de si él no hubiera recogido y la señora de la limpieza se apareciera ese día en particular.

Decidió que ya era hora de que terminara. Habló con Jiyong, de manera educada, pero Jiyong se enojó. Y no era de sorprenderse, si fuera fácil lidiar con ellas, las adicciones no se llamarian addicciones. Y no conducirían a la muerte, Seunghyun concluyó triste. 


Creía en soluciones simples. Si Jiyong quería que su relación (o algo parecido) continuara, debería renunciar a las drogas. Al comienzo, estaba complacido porque su plan parecía funcionar. Se sentía feliz de que Jiyong lo atesoraba tanto que estaba determinado a tener éxito. Tal fuerza. Tal sacrificio. Todo por él. Seunghyun se sentía ambos, halagado y orgulloso.

Que equivocado estaba. Jiyong sólo quería apaciguarlo... callarlo. Él no cambiaría sus hábitos, era un jugador que sabía toda clase de trucos sucios. Hizo un espectáculo de cuanto sufrimiento estaba soportando, cuanto le demandaba físicamente el dejarlo. Era todo un espectáculo, porque la primera acción que tomó cuando Seunghyun estaba fuera, trabajando, fue volver a caer en viejos hábitos.

Seunghyun se encontraba en las montañas Taebaek para la grabación de una película, que se suponía duraría dos semanas, pero el clima resultó excepcionalmente bueno, así que se las arreglaron para terminar antes de lo previsto.

Por supuesto que principalmente quería sorprender a Jiyong sin decirle nada de su inesperado regreso, pero también había otra razón — quería ver cómo estaba, tomarlo desprevenido. Para probar que Jiyong ya había hecho su elección y que escogió a Seunghyun.

Llegó a Seúl tarde en la noche y trató de ponerse en contacto con Jiyong, pero el hombre nunca cogió ninguna de sus llamadas. Estaba trabajando duro o bien de parranda, ningún daño en ello, pero Seunghyun estaba cabreado. Se sentía de buen humor y quería pasar la noche con Jiyong. Bueno. Siempre podría posponerlo hasta mañana. Si Jiyong estaba ocupado en la noche eso significaba que dormiría hasta tarde el día siguiente, por lo que Seunghyun podía hacer uso de las llaves de repuesto que Jiyong le había dado y prepararle un desayuno sorpresa a su amante.

.

Despertó temprano, como si no pudiera esperar. Se dió cuenta que echaba de menos a Jiyong. Por primera vez en su vida prefería estar con alguien en vez de apreciar los raros momentos de soledad. Nunca había estado locamente enamorado antes y le gustaba la sensación. Era hora de admitir que iba tan en serio con Jiyong como Jiyong con él. Debían dejar de pretender que sólo estaban tonteando por ahí.

Tendría que decírselo. Ser el primero en juntar los cojones y decir; «Te amo y sé que tú me amas a mí. Hagámoslo real. Sin escondernos, lo sabrán tarde o temprano. No importa. Vamos a por ello y tomemos la vida que deseamos.» Sonrió cuando se imaginó diciendo esas palabras a Jiyong en voz alta, mirándolo a los ojos. Casi podía ver como se ampliaban sus ojos de la emoción.

Entró al apartamento de Jiyong con el corazón desbordado de esperanza y bolsas llenas de ingredientes para el desayuno. Oh. Ayer Jiyong tuvo una fiesta aquí. Juzgando por el desastre de botellas y cosas rotas, cuando despertará, él definitivamente tendrá la resaca de su vida. Al menos él no —

Seunghyun tropezó con algo. Una jeringa. Una maldita jeringa. Había unas cuantas más en el sofá. ¿Qué clase de broma cruel era esta? Justo en el momento en el que decidió confesar su amor, Jiyong le hacía eso? Enfureció. Quería arrastrar a Jiyong fuera de la cama, sacudirlo de cualquier estado en el que se encontrara y gritar: «¡Haz destruido todo! ¡¿Me oyes!?»

Decidido, entró en la habitación y se sintió enfermo. El hedor a sudor y sexo era terrible, pero la vista era incluso peor. Jiyong yacía acostado atropelladamente sobre la cama, una sudadera sucia apenas cubría su parte media. Se veía como un cadáver sacado del algua, maltratado por las rocas y los peces. Si su respiración no fuera tan fuerte, Seunghyun podría pensar que estaba muerto.

Se sentó en la cama y notó con disgusto que las sabanas tenían esas inconfundibles manchas pegajosas en ellas. También estaban esos — y Seunghyun se sintió entumecido y caliente por la ira cuando los vió — condones y pañuelos de papel, sólo... ¿Cuantas veces Jiyong — no, él no queria saber la respuesta. 

Jiyong gimió y se volvió hacia un lado. Una mancha marrón–roja se asomaba debajo de uno de sus muslos.

No era sangre. No podía ser sangre, porque de serlo, las implicaciones eran demasiado aterradoras de considerar. Con el corazón irremediablemente roto y el estómago dando vuelcos desagradables Seunghyun echó un vistazo debajo de la sudadera que cubria poco la desnudez de Jiyong.

Dios. Seunghyun no sabia lo qué sería más díficil de aceptar para él — que fue forzado, o que Jiyong estaba tan absorto con alguien que ni se dió cuenta de lo que sucedia. Se odiaba a si mismo por preferir la primera opción. No obstante, culpaba a Jiyong. Si él no se hubiera dejado llevar por la corriente, si hubiera estado en control de las cosas, si hubiera dejado las drogas como le había prometido, las cosas no hubieran llegado a esto.
Jiyong abrió sus ojos vidrosos. Se veían tan vacíos, sin ninguna emoción. Siempre eran así después que se drogaba. Seunghyun odiaba esa expresión.

«¿Qué has hecho?» preguntó, pero la expresión de Jiyong todavía estaba en blanco, así que especificó, «Regreso a casa un par de días antes, te buscó y te encuentro así completamente demacrado. Pensé que me habías prometido algo.»

«Seunghyun yo —» la voz de Jiyong salió quebrada y débil.

«¿Al menos sabes lo qué sucedió? Miráte,»

Jiyong lo hizo. Notó el desastre entre sus muslos, debió sentir la incomodidad. Empezó a llorar mientras rodaba sobre si mismo volviéndose un manojo lamentable de brazos y piernas. Seunghyun ya no tenía la fuerza para seguir enojado, no cuando Jiyong estaba en ese estado tan lamentable, todo lo que sentía ahora era simple resignación. 

«¿Quién te hizo eso? preguntó «¿Te acuerdas?

Jiyong no dijo nada, él simplemente siguió sollozando. Seunghyun sintió miedo. Jiyong había invitado a un desconocido al azar a su casa y el hombre se aprovechó de él, probablemente ofreciéndole algún brebaje de sustancias químicas en intercambio. Seunghyun tenía que saber.

«¿Fue a la fuerza, Jiyong?» Era casi una pregunta esperanzadora, pero no podía evitarlo.
Jiyong lloró más fuerte.

«No... No sé... » dijó finalmente.

«Grandioso. Simplemente grandioso,» Seunghyun negó con la cabeza, como si con ese simple gesto pudiera borrar la noche anterior.

«Debí haberlo supuesto. La primera vez que lo hiciste conmigo fue drogado después de una de tus sesiones, también. Sólo que yo me quedé contigo como un tonto, creyendo que todo iba a mejorar algún día. Pero sólo empeora y se sigue poniendo peor contigo y te digo que no lo soportaré más. Si quieres destruir tu vida, hazlo por tu cuenta. Yo me rindo.»

Jiyong lo miró, al fin sus ojos enfocados. «No hablas en serio. Dime que no lo haces...»

«Sí lo hago, no podria hablar más en serio. He tenido suficiente de todo esto, estar asustado por tu bienestar cuando a ti no te importa en lo más mínimo.»

«Por favor, no... Yo puedo cambiar, yo...»

«No, no puedes. Fui demasiado ingenuo pero ya no. No dejaré que me lastimes.»

Al final Jiyong no lo detuvo, no lo siguió hasta la puerta. Como sea, probablemente estaba demasiado débil para hacerlo. 

Seunghyun no lo vio por los próximos dos días, y cuando se reunieron para los ensayos no hablaron. De hecho, por los siguientes dos meses no se dijeron una palabra. Sabria Dios como se las arreglaron para hacerlo, porqué tenían que trabajar juntos, salir al escenario juntos, pero lo hicieron. De parte de Seunghyun, era un silencio airado, y el de Jiyong probablemente uno de vergüenza.

.

Asi pasó, sin palabras. La pasividad de Jiyong debió haber hecho más fácil para Seunghyun superarlo. No quería seguir sufriendo por causa de alguien tan irresponsable y destructivo para ambos ¿verdad? Se fue y era definitivo. No podía perdonar que Jiyong destruyera todo el mismo día que Seunghyun estuvo listo para decirle que–

Decidió enlistarse medio año antes de lo planeado. Realmente llegó a odiar el rostro de Jiyong.

 

Notas finales:

Wassup? Any comments? 


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