Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Bandida por porfavorviolameShizuma

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

LA BANDIDA

Capítulo 7

 

Una última vez

 

DICIEMBRE 24 DE 2016 (LA CELDA)

 

Recostada en esta pequeña e incómoda cama escuchaba como mi compañera de celda lloraba ante la  imposibilidad de estar junto a sus hijos en un día como este, pero ambas sabíamos que este era el pago de nuestras acciones. Con aquel interminable llanto era imposible conciliar el sueño, de hecho desde que había llegado a este reclusorio era una tarea imposible de cumplir, no solo por la tristeza que se respiraba en cada centímetro del lugar sino por las venganzas, amoríos y negocios que se escondían bajo la oscura noche. A pesar del tiempo que llevaba en este lugar me mantenía alejada de las demás tratando de pasar desapercibida, sumida en los libros, en mis escritos, en los recuerdos de mi amada; pero esto no era suficiente. Aquí era otro mundo, un mundo comandado por mujeres con ideales tontos donde quien tiene más aliados, es el más fuerte. Pero hoy, un día de navidad no era momento para pensar en estas desdichas, en esta noche solo quería recordar la última navidad que pase junto a mi hermana, a la única persona en este mundo que le falle y la única que nunca me ha fallado a mí.

 

NOVIEMBRE DE 2009

SHIZUMA

Las cosas no podían ir mejor, había cometido mi segundo gran robo y todo salía a la perfección. Aunque en las noticias ya empezaban a hablar de mí, aún la policía no tenía ningún indicio de quién se trataba, solo contaban con los vídeos de seguridad de los cajeros antes de ser destruidos y la referencia de la motocicleta, así como un promedio de estatura, peso y un trazado de las rutas de escape que utilizaba. Algo que si advertían era que iban a doblar la vigilancia en los cajeros pues como fuera evitarían un tercer robo capturando al villano, situación que me preocupaba un poco pero igual solo me faltaban dos robos más, por tanto replantearía la estrategia así como las vías de escape . Aparte de eso había otro asunto que me martirizada y era que KAORI le contara a su madre que entre ella y yo había pasado algo, cada sábado cuando le visitaba en el hospital temía que lo primero que me reclamara era él porque le oculte la verdad, pero al recibirme con una sonrisa y unos cálidos besos mis temores se disipaban.

En definitiva todo se desvanecía cuando estaba junto a ella, sus ojos misteriosos me invitaban  a navegar en ellos y su voz mágica y melodiosa me acompañaba a sumergirme en sus historias y luego el deseo nos vencía hasta entregarnos una a la otra. Sin embargo no podía evitar recordar que era una mujer casada, que había alguien que ocupaba el otro lado de su cama. Pero esa mujer era lo que yo más deseaba, con el dinero que estaba obteniendo y que obtendría en mis fechorías podría darle muchos más lujos de lo que tenía ahora, podría hacerla mía para siempre, porque ella era todo lo que yo buscaba; poseía ese lado intelectual, esa parte loca y sensual. Podría quedarme horas, días y semanas hablando con ella y sé que jamás terminarían nuestros temas. Además tenía un lado oscuro, lleno de secretos. Esos secretos que se escondían bajo su mirada y que nadie había descubierto ni tenían el valor de hacerlo. Cómo me hubiese gustado conocerla antes que su esposo y hacerla mía para siempre. Estoy casi segura que nuestras almas han vagado por muchos universos y siempre nos hemos encontrado y nos hemos vuelto a enamorar. Tal vez en esta vida nos tocó así, pero eso no implica que no podamos cambiar el futuro. Lo podemos hacer. Yo estoy dispuesta a darlo todo por ella. En tan poco tiempo KUMA me ha hecho sentir lo que ninguna otra mujer había despertado y no solo esos deseos sexuales incontrolados sino algo más allá.

Cómo anhelo que sea mía, solo mía, mía para siempre.

 

Pero esos solo son deseos efímeros, para ella su familia estaba primero, su matrimonio aunque parecía perfecto sé que no lo era, se había casado con aquel hombre solo porque había quedado embarazada tras una noche de despecho. KUMA había tenido algunos episodios desafortunados en su infancia y por tanto no quería que su hija pasará lo mismo. Sin embargo yo sabía que detrás de esa perfección que mostraba aquel hombre algo escondía. No lo sabía aún, pero tenía una corazonada. Solo tenía que ser una ladrona de secretos y hurtarle a aquel hombre sus más preciados tesoros. Pero todo se iba a dar más rápido de lo que pensaba.

 

KAORI

El investigador privado que había contratado tiempo atrás cuando había regresado de vacaciones dejo de ser tan bueno como lo fue al principio, no me decía nada que yo no supiera, y cuando aquella mujer se escabullía por la ciudad, este le perdía el rastro por completo. Lo único que recordaba era que al principio se pasaba varias noches transitando por la ciudad, pero aquello aun no significaba nada, por tanto decidí terminar con aquel contrato, finalmente lo que me interesaba era saber que estaba pasando entre mi madre y Shizuma y lo iba a averiguar de una vez por todas. Pasaron varios sábados y nunca tuve el valor suficiente para arrollar con la puerta de aquel consultorio y descubrir la verdad, me acerque tanto como pude pero la verdad duele, aunque al saberla podía ser libre pero también iba a ser doloroso.

No podía, no tenía la fuerza suficiente para afrontarla. Y si las encontraba una desnuda junto a la otra que haría al respecto. ¿Golpearlas? ¿Gritarlas? A caso con eso lograría algo, lograría saciar este dolor. No, eso no solucionaría nada, porque así dejarían de verse por un tiempo y volverían a hacerlo. Por tanto me iba a jugar la mejor carta que tenía bajo la manga.

 

DICIEMBRE 2009

KIRIGAYA

Otro mes transcurría y yo aún no había podio cruzar esa línea invisible entre el amor y el deseo, estaba más que convencida que la noche que CHITARU paso en mi casa podríamos entregarnos a la pasión, pero no fue así, por más que tácticas de seducción que utilice el temor que sentía ella por ser descubierta por mi hermana haciendo cosas obscenas tenía más poder, por tanto con la ira a flor de piel decidí dar un paso atrás y tragarme todo ese deseo que sentía por esa mujer.

Para la época de navidad la familia de CHITARU estaba planeando pasar sus vacaciones en una de sus propiedades ubicadas en una ciudad costera, por tanto como mi hermana y yo ya éramos consideradas parte de la familia fuimos invitadas a pasar aquellos días junto a ellas, aunque SHIZUMA no estaba muy convencida al respecto, pero al escuchar que KUMA también iría vi como la mirada le brillaba aceptando aquella invitación. Al día siguiente fuimos a un centro comercial y con dinero de procedencia desconocida y que mejor no quise indagar compramos todo lo que necesitábamos para el viaje, incluyendo un par de trajes de baño muy insinuantes con los que estaba segura que haría perder a CHITARU la cordura.

SHIZUMA

Faltaban pocos días para irnos de viaje con la familia de CHITARU, para ver a KUMA por muchos días, no obstante,  ella estaría acompañada de su querido esposo y de la que más me preocupaba KAORI; por consiguiente tenía que hacer algo al respecto, sabia lo neurótica y de lo que era capaz de hacer, así que debía ser cautelosa para no levantar sospechas de mis sentimientos por su madre, además aunque no lo quisiera admitir el hecho de que el esposo de KUMA estuviese presente, me facilitaría el hecho de que KAORI no me buscaría, pues como lo pude comprobar el tipo era un Homofóbico.

KAORI

Por fin había llegado el día del tan anhelado viaje, tendría a SHIZUMA y a mi madre frente a frente, descubriría y arruinaría de una vez por todas lo que sea que tuvieran, pues el viento soplaba a mi favor. Por algunas ocupaciones de mi madre viajamos un día después, cuando llegamos tanto mi abuela como mi tía, SHIZUMA y su hermana ya se hallaban instaladas, de hecho estas tres últimas se hallaban en la playa por lo cual mi abuela fue quien nos recibió. Al preguntar por mi padre, mi mamá le dijo que estaba detrás del caso del ladrón de los cajeros, por tanto no  podía salir de la ciudad, pues en la temporada de vacaciones la ciudad quedaba desolada y era una oportunidad perfecta para que los villanos arremetieran contra la propiedad ajena, así que solo seriamos las 6 seis.

Una vez nos instalamos y me puse algo de ropa cómoda medite nuevamente en lo que iba a hacer, esta vez iba a dejar mi cobardía a una lado y actuaria. Solo tenía que esperar pacientemente que apareciera SHIZUMA y haría mi actuación. Y así fue, casi dos horas después mi impaciencia llego a su final y SHIZUMA hizo su aparición junto a su hermana y mi tía, como siempre su hermosa sonrisa y sus verdes ojos esmeraldas iluminaban cualquier lugar al que llegaba, ese siempre era el efecto que tenía esa mujer. Pero no podía caer en ese hechizo, tenía un plan y este era el momento perfecto de hacerlo realidad.

Vi como las miradas de esa marginal y mi madre se encontraron sumiéndose una en la otra, así que aproveche ese descuido y sigilosamente me acerque hasta SHIZUMA me colgué de su cuello y le di un beso fugaz en los labios, sin dejarle pronunciar palabra alguna hice una formal presentación  a mi madre.

-Mamá esta es la chica de la cual te había contado hace mucho tiempo que me gustaba, no te lo queríamos decir antes porque ya sabes que a mi padre estos temas le desagradan, pero aprovechando que él no está, SHIZUMA y yo formalizamos nuestra relación y quisimos hacerte conocedora de la misma-

-valla que sorpresa, pues me alegra bienvenida a la familia- dijo mi madre –bueno iré a mi habitación la verdad necesito descansar- disfruten de la playa y nos vemos a la hora de la cena- y sin más se fue

-Me alegro mucho por ustedes dos jovencitas- dijo mi abuela

-Gracias abuela- le conteste entrelazando mis dedos con los de SHIZUMA, sin embargo esta parecía lejana y por algunos segundos sus ojos desesperados seguían aún el rastro de mi madre.

Esta vez me había salido con la mía, me había jugado mi mejor carta y había ganado la partida.

 

SHIZUMA

No podía creer lo que estaba pasando, cuantas ganas tenía por ir tras esa mujer y decirle que todo era mentira, que mi alma y corazón solo le pertenecían a ella. Con cada paso que daba sentía que mi cuerpo se iba desboronando, me sentí tan sola y triste. Las ganas de llorar arribaron a mis ojos, pero no podía hacerlo, tenía que controlarme y actuar normalmente, no tanto por mí sino por ella, por esa mujer que me había tenido entre sus dedos muchas veces, que me había hecho creer que las imposibilidades del amor algún día serían posibles.

Apreté mis dientes conteniendo de esta forma a las lágrimas que aguardaban bajo mis pupilas, con una tensión de mis músculos quizás nos las pararía pero por lo menos me darían el tiempo suficiente para escapar de aquel lugar, de aquella cruel realidad. No obstante y aunque el dolor me hiciera casi desfallecer soportaría este momento y actuaria con cautela, ¿Qué sabia KAORI? Era lo que me preguntaba, quizás solo sospechaba, porque de saber la verdad hubiese actuado diferente. Le conocía era una chica explosiva.

-Gracias por sus buenos deseos, prometo cuidar de su nieta- le conteste a la abuela de KAORI al mismo tiempo que sentí como los dedos de esta arpía se entrelazaban con los míos, fue en ese momento cuando el dolor que sentía se trasformó en ira, las ganas de acabar con este demonio no me faltaron, pero no podía hacerlo y menos siendo la hija de la mujer que amaba. Tenía que salir de este lugar a como diera lugar pues ya no podía controlarme mas, por tanto ofrecí disculpas y con la excusa de querer aprovechar el mar, me zafe de la mano de KAORI y salí a paso ligero de la casa.

Con cada paso que daba mi corazón se agitaba, acérele mi andar atravesando el patio de la entrada y una vez  cruce la reja de la casa corrí y corrí lo más que pude hasta llegar a la playa, seguí corriendo bordeando el mar, llenando mis pulmones de ese aire salado y llorando. Ya no tenía sentido reprimir mis lágrimas, tenía que sacar todo ese dolor que me estaba ahogando,  no sé por cuanto tiempo ni cuantos kilómetros corrí, solo sé que ya el cuerpo no me daba más así que me tire en la arena, sabía que era tarde porque el sol ya no estaba sobre mí, permitiéndome admirar la inmensidad del cielo azul. No obstante el recuerdo de sus ojos desilusionados volvía a mi mente y las lágrimas comenzaban a salir.

Llore hasta que mi cabeza comenzó a doler. Había pasado mucho tiempo, tenía que avisar a mi hermana que estaba bien, así que con algunas monedas que encontré en el short que llevaba puesto me acerque a una pequeña caseta donde vendían minutos para celular y desde allí le llame.

El teléfono de mi hermana no timbro más de dos veces cuando fue contestado, obviamente al otro lado de la línea solo se escuchaba un silencio.

-KIRIGAYA soy yo, estas ahí?

Escuche el sonido de una tecla al ser oprimida sabía que esta era su respuesta a un si

-Estoy bien, no te preocupes solo necesito organizar mis ideas y llegare más tarde. Te quiero y por favor no te preocupes, solo daré un paseo por playa. Recuerda que te quiero-

Un nuevo sonido del teclado se escuchó dándome a entender que mi hermana había entendido mi mensaje.

Una vez colgué el teléfono y pague por la llamada, me fije en una rubia que se me había quedado observando por algunos minutos, una vez nuestras miradas se cruzaron me sonrió, por cortesía yo hice lo mismo, lo que dio oportunidad para que ella se me acercara, hablándome en ingles me dijo que tenía un lindo tatuaje y haciendo uso de mi ingles no tan avanzado logre entablar una conversación con aquella extranjera, después de allí fuimos hasta un bar, bebimos, hablamos, le conté acerca de mi vida amorosa, de que últimamente me habían dado ganas de escribir, le relate algunas de las historias que tenía en mente, y de hecho me hizo una propuesta al respecto, pues me confeso que era editora en los estados unidos y que le gustaría leer mis historias y apoyarlas, sin embargo eso solo fue un coqueteo porque después de ello vinieron más insinuaciones, más acercamientos, pero yo no tenía ganas de estar con ninguna otra mujer que no fuera KUMA. Como a las dos de la mañana cerraron el lugar y Ana como se llamaba la extranjera estaba más que ebria, le sugerí que lo mejor era acompañarla a su hotel para que descansara. 

Caminamos por la paya, descalzas, sintiendo como la arena acariciaba nuestros pies, Ana se pegó más a mí, tomándome por el brazo pues el viento estaba soplando demasiado, así que preferí pasar mi brazo por sus hombros y  protegerla un poco del frio, sin embargo para ella fue como una invitación para que se acercara más a mi cuerpo, amarrando mi cintura con sus brazos continuamos nuestro camino; por algunos momentos me fijaba en su belleza , no podía negarlo era una mujer muy hermosa, pero no era a quien yo amaba.

Llegamos a su hotel y en la entrada del mismo, me despedí. No obstante antes de irme ella se lanzó sobre mi alcanzando mis labios y sin poner mayor problema correspondí a aquel beso, pero cuando sus manos empezaron a acariciarme con deseo lo detuve, no era esto lo que quería, no era esto lo que andaba buscando.

Con resignación Ana entendió mis sentimientos,

-Lo siento, pero eres una mujer hermosa y excitante. Mi propuesta sigue en pie. Espérame un momento por favor- me dijo mientas ingresaba a su hotel y pedía algo al recepcionista. Luego salió y me entrego un papel en el cual había escrito su dirección de correo electrónico.

Y con un último beso nos despedimos.

Retome mi camino hacia la casa de la abuela de CHITARU, aunque pase casi una hora para poder dar con él, cuando llegue reconocí a la persona encargada de la seguridad, se hallaba fumando cerca a la reja, me saludo, la corrió un poco permitiéndome la entrada y continuo disfrutando de su cigarrillo, entre tanto continúe mi camino atravesando el  hermoso jardín hasta quedar a pocos metros de la puerta de aquella lujosa casa, sin embargo algo en el tercer piso llamo mi atención; en el borde del balcón había un vaso de vidrio con un líquido,  sabía que el tercer piso era donde quedaba su habitación y justamente su habitación era la que tenía el inmenso balcón, así que sin pensarlo dos veces me arriesgue, tome impulso, salte y me agarre de la parte inferior del balcón del primer piso, escale como pude quizás ayudada por la adrenalina y por la ganas de verla, aunque sufrí algunas rapaduras y golpes eso no me detuvo para alcanzar mi meta y así fue. Allí estaba ella, absorta en sus pensamientos, con su mirada fija en el horizonte, dándome la espalda, dándole la espalda a la bebida que había visto antes de escalar.

Aunque estaba agitada y nerviosa a la vez trate de controlar mi respiración, con sigilo la alcance y le abrace por la espalda.

KUMA

Un par de brazos me tomaron desprevenida y aunque mi cuerpo reacciono con un respingo rápidamente supe de quien venía aquel abrazo, luego sentí como sus labios besaban mi cuello y hombro, quería detenerla pero esa mujer sabia como encenderme, sus manos fueron subiendo por mi cintura hasta alcanzar mis pechos, para luego colarse debajo de mi pijama y envolver a cada uno con sus suaves manos, todo dentro de mí se estremeció, la deseaba demasiado, como nunca había deseado a alguien, y de hecho la amaba, como me gustaría estar con ella por siempre, despertar cada mañana enredada en sus brazos, pero aquello no podía ser realidad y aunque sus caricias, su olor, su sabor me llevaran a olvidarme de lo que me había ocultado, no podía ceder, tenía que controlarme, pero no en este momento, ahora solo quería entregarme por última vez a esta mujer lasciva que por poco tiempo me hizo sentir viva y amada.

Me gire para hacerle frente a esos ojos esmeraldas que para mi sorpresa estaban opacos, inundados por un mar de lágrimas y esquivos. Dios fue el único testigo de que mi alma se quebró en  mil pedazos al verla de esta forma, estaba sufriendo demasiado, pero mi decisión ya estaba tomando y nada iba a cambiar, solo podía ofrecerle alcanzar el cielo una última vez esta noche y luego dejarla para siempre.

 

SHIZUMA

Sentí los cálidos labios de mi amada besar mis mejillas y luego mis ojos, aunque le tenía enfrente no me sentía capaz de levantar la mirada, me sentí una cobarde al no querer ver ese rostro de decepción que mostro horas atrás,

-No llores más, por favor- me dijo con voz suave casi susurrando

-Perdóname- le conteste -por favor escúchame, déjame explicarte todo, por favor no te vayas a alejar de mi- le suplique

-No es necesario que hables- me dijo mientras me daba un tierno beso en los labios, regalémonos esta noche, te deseo SHIZUMA, te necesito.

-Te amo- le dije tomando su rostro entre mis mano y haciendo frente a sus ojos miel que ahora se tornaban oscuros, deseosos, misteriosos y confusos ante mi declaración.

Sin respuesta alguna me tomo de la mano y me condujo dentro de su habitación, sin prisa me senté al borde a de la cama mientras ella aun de pie pegaba su pecho a mi rostro, sus dedos se sumergieron en mi cabello, invitándome a amarla, lentamente mis manos fueron acariciando sus piernas, subiendo por sus caderas, llegando a su espalda; ella ahogada en deseo apremio mi recorrido deshaciéndose de su blusa y dejando sus pechos al descubierto; firmes, redondos, deliciosos, con los pezones erguidos ansiando ser tocados, ser mordidos y así fue, tome a cada uno con cada mano, acariciando con mis dedos sus pezones. Jugué con ellos algunos instantes estirándolos, moviéndolos de un lado al otro, dominándolos, sabía que esto le encantaba. Pase de los dedos a mis labios, el solo contacto de estos con su pecho hizo que su espalda se arqueara de placer, lo cual me hizo excitar aún más que los lamí con fiereza, los jalaba un poco, luego los mordía suave y a veces un poquito duro, los gemidos no se hicieron esperar, así como los jalones que  daba a mi cabello ante tanto placer.

Sin más espera me levante y en un giro de 360º  la tire a la cama acomodándome sobre ella. Fui devorándola a besos, desentendí sus  pechos para ocuparme del resto de su cuerpo; trace un camino de besos empezando por la mitad de sus pechos, debajo de ellos, pasando por su cintura y finalizando en su abdomen. Quite la única pieza de ropa que aún conservaba y que me obstruía el acceder a su intimidad.

En ese instante levante mi mirada y nuestras ojos se encontraron, y fue en ese preciso momento en que pude ver su alma, sus sentimientos; detuve mi embestida y regrese a sus labios, nos besamos de una forma tan intensa, tan deseosa, pero a la vez tan desesperada como su estuviésemos al borde de la muerte y aquel beso fuese nuestra salvación. Pero el deseo y esas ganas de la una por la otra volvió a encender esa necesidad de entregarnos y en un momento de respiro me dijo, -quiero tu sexo sobre mi boca-.

Yo que aun llevaba ropa fui desnudada con prisa, -acuéstate- ordeno y así lo hice. Sus ojos lascivos me recorrieron de pies a cabeza entre tanto sus labios se saboreaban, gateo por la cama hasta que su sexo quedo cerca de mi rostro, paso una de sus piernas a un lado de mi cabeza, quedado en la mejor posición para sexo oral. Pero esta vez el placer iba a ser mutuo, pues su posición boca abajo le daba acceso a mi intimidad.

Como me encantaba aquel sabor y ese olor en particular que sucumbía ante su excitación, no era necesaria mi saliva para que mi lengua se deslizara con tal facilidad por su zona de placer, porque se hallaba excesivamente mojada y deliciosa, pero el suave roce de su lengua en mi clítoris me hacían desconcentrar, estremecer, temblar. Nadie como ella sabía rozarme de la forma correcta en la cual podía explotar de éxtasis.

Esta pose me hacía padecer un placer infinito. No era necesario un mayor esfuerzo para llegar al orgasmo cuando esta mujer me quemaba con solo mirarme y así fue, alcance el clímax pero sin darme un respiro retome mi embestida y aferrando sus glúteos con mis manos junte su sexo aún más a mi boca y con un movimiento rápido de mi lengua llegó al clímax tras unos gemidos, unas contracciones y algunos movimientos involuntarios.

Mi amada tomo algunos minutos para recomponerse de aquella avalancha de pasión, deshizo aquella pose y se acostó a mi lado,  amabas nos acomodamos una frente a la otra, brindándonos caricias en silencio, contemplándonos, no obstante este momento tenía un sabor agridulce. Dios, no la quería perder, la amaba, era lo único que se me pasaba por la mente. Tenía miedo y en este instante el miedo me estaba consumiendo, creo que KUMA lo pudo sentir y aun sin pronunciar palabra alguna me beso e hicimos el amor hasta que los primero rayos del sol atravesaron las cortinas de su habitación.

 

 

Continuara……

Notas finales:

Continuara……

gracias por leer :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).