Novios y volviéndose asesinos
Se miraban entre ellos de forma que se analizaban unos con otros, sabiendo que los otros dos tenían asesinos a su disposición sin saber que Nagisa ya había prevenido todo aquello.
-Bueno, sabemos lo que estamos pensando ¿Por qué estar aquí de forma tan directa de poder terminar esta apuesta?.-dijo burlón el peli celeste mirando a sus improvisados invitados.-Porque así no tendríamos la diversión de humillar al otro o ¿Me equivoco?
Bufo molesta.-Obvio. Sera encantador verte lamiendo mis finos zapatos Nagisa.
-Eso lo veremos víbora.-le sonrió de lado.-Debo irme, tengo que seguir mi trabajo.
-No podrás escapar de esto pequeño Nagisa.-hablo Takeshi mirándole.
Ríe divertido antes de darse vuelta.-Oh y ¿Quien dijo que escapaba?.-saco rápidamente su pistola apuntando al chico con enojo.-No me provoques Takeshi, se claramente tus intenciones, tanto como Atsuko, no soy estúpido, tengo gente que arruinara cada plan suyo, ¿Sera su subordinado realmente fiel?.
Camino tranquilamente hacia la sala, guardando su sed de sangre, debía tranquilizarse, quería solo tomarle de sus cuello o dispararles hasta que dejaran de respirar, suspiro para sí mismo, teniendo mucha atención a su alrededor hasta sentir presencias que ya conocía, allí vio a sus amigos con algunas manchas con sangre, los observo unos segundos.
-¿Los mataron?.-les pregunto de forma directa.
-....sí. Algunos debían ser matados.-hablo Chiba recordado como le disparo en la cabeza al hombre que iba a atacar a Nakamura.
-Ya veo ¿Cómo se siente?.-preguntó interesado y preocupado, las primeras veces que alguien mataba se volvió diferente en cierto punto.
-Es extraño. Aun cuando hemos vivido con esto del asesinato al sensei, es como que al hacerlo me llenada de adrenalina y excitación al tener mis habilidades más afinadas.-dijo Sugino emocionado limpiándose la mejilla con sangre de su enemigo.
-Lo sentí correcto, también una adrenalina magnifica al ver lo que hacía, quitar una vida que para mí no era importante.-murmuro sonriendo Chiba.
-Se sintió genial. Aquello de luchar con otros y enemigos y sin tener remordimiento de lo que hacía me hace sentir de forma fantástica.-exclamo la chica contenta y limpiando su cuchillo real.
-Me alegra saber que no se lo han tomado tan mal chicos.-les sonrió contento, suspiro para sí mismo antes de darse vuelta.-vayamos a nuestra pequeña piscina improvisada para que se limpien esa sangre, no queremos que los demás hablen o pregunten porque las tienen.
Flasback.
Los chicos al tener un improvisado receso, se reunieron a solas, al leer la nota de Nagisa, se cambiaron a sus uniformes de educación física, estaban ya acostumbrándose a estar equipados con sus trajes, se miraron con seriedad.
-Tengan cuidado chicos.-hablo Nakamura guardando su pistola.
-Tú también.-le dijo Sugino.
Al estar listos los tres, con lo poco que habían aprendido de Nagisa pudieron escaparse de la vista de todos, fueron rápidamente al bosque, el llegar a un punto de vista lejana de su clase, se miraron y se distanciaron un poco para tener mejor vista de las cosas pero también no tan lejos por si uno de ellos necesitaba ayuda, Chiba al ser mas de francotirador, se subió a un árbol con gran altura y se concentró mirando el lugar de mejor manera y tener la vista de sus amigos, Nakamura se encontró rápidamente con un tipo, con determinación empezó a pelear ignorando los gritos del idioma que dijera, en su descuido no se dio cuenta de la segunda persona hasta que escucho que alguien caía, en unos solos momentos de distancia con su enemigo vio la segunda persona muerta, se sorprendió, sabía que había sido Chiba, escucho nuevamente al tipo con quien peleaba y con una nueva adrenalina tomo su cuchillo con firmeza, cuando menos lo espero había sacado su pistola y le disparo siento algo de la sangre en su ropa, miro como caía muerto en sus pies, sonrío leve antes de seguir buscando más gente.
Sugino rápidamente fue atrapado por dos sujetos, rápidamente comenzó a esquivar algunas balas y sin vacilar disparo, le disparo en el hombro a uno de sus víctimas y al otro fallo, aun así sentía cierta diversión, cuando termino miro en el suelo las dos personas que lo habían emboscado, se limpió un poco la sangre de su ropa, distraídamente siguió su camino, algunos muertos y otros inconscientes pero sentía una emocionante sensación, al no encontrar a nadie más se volvieron a juntar.
-¿Cómo están?-pregunto Chiba acomodando sus cabellos.
-Bastante bien, algo cansada pero bien.-dijo la chica suspirando un poco.-Y ¿Ustedes?
-Yo estoy bien, como tu cansado pero por ser primera experiencia fue creo que bien.
-Digo lo mismo que Sugino, pero quizás con el tiempo nos acostumbraremos, como tu has dicho es la primera vez que hacemos con lo poco que hemos practicado nos ha ido bien.
-Tienen razón chicos, es mejor irnos en busca de Nagisa.
-Cierto, me preocupa que esos chicos hagan algo.-hablo serio Sugino teniendo asistimiento de los otros dos.
-Después debemos quitarnos la sangre.-murmuro Chiba.
Sin decir nada más comenzaron a caminar con cautela, teniendo sus pistolas y cuchillos en mano en forma de alerta a su alrededor esperando no encontrarse con más enemigos.
Fin del flashback
Todos asistieron y aun con la emoción reciente sonreían y al llegar se quitaron los trajes de gimnasia, se lavaron las manos y cara; ya más relajados llegaron a la sala, era la hora del receso así que nadie pregunto mucho ante su desaparición de algunos minutos ya que se estaban acostumbrando a la distancia de sus amigos de forma lamentable ya que trataban de hablar con ellos pero sentía la indiferencia o como los ignoraban de forma que terminaron resignados de los hechos, sin saber que había cambiado, pero sabían que había empezado al estar junto a Nagisa, nadie quiso preguntar más al verlo molestos.
Koro-sensei disfrutaba de los nuevos futuros de sus alumnos, aunque no quisieran que fueran por el camino que había ido él, pero los apoyaría y les daría consejos de su propia vida y experiencia. Karma le molestaba las conversaciones de su Nagisa con Asano, su enemigo, se mordió el labio molesto, quería saber que había pasado. Pero las palabras dichas en la pelea días atrás seguían repitiéndose en su cabeza, le dolía haber escuchado la voz tan fría y seria del chico que conocía que era dulce y encantador, suspiro molesto, no podía hacer nada más, aunque le fastidiada la idea, miro la llegada de sus compañeros, que se habían ido en la hora del receso con rapidez, también quería ir a buscar a su Nagisa, después de ver a esos chicos que sabía que estaban metidos en el juego que habían creado esos tres, esperaba que no pasara nada aunque pudo notar que eran observados entre los árboles. Cuando se había decidido aprecio Okuda, la chica desde que se había ido Nagisa estaba tratando de siempre estar a su lado, la chica no le desagradaba tanto, pero sabía que algo trababa, frunció el ceño.
-¿Qué pasa?.
-K..karma-kun ¿Puedo comer contigo?.-le pregunto sonrojándose.
La miro levemente enojado.-No gracias.
Se levantó saliendo del salón con una expresión molesta ignorando como todos lo miraban.
-Tks, no me agrada esto.-murmuro.
-No sabía que salías con Okuda-san.-aquella voz le quito de sus pensamientos, notando como Nagisa volvía con los demás.
-No salgo con ella.
-¿Si? Desde que Nagisa ella ha estado a tu lado, todo pensamos que salías con ella a la segunda semana que Shiota se fue.-le dijo Nakamura.
Frunció mas el ceño.-Jamás hice nada que mostrara que saliera con ella Nakamura-san.
-¿Seguro? Quizás siempre saliste con ella Akabane-san.-le hablo Chiba cruzándose de brazos-Chicos mejor vamos a buscar nuestras cosas.
-Tienes razón Chiba, no hay que perder el tiempo que nos queda.-dijo Sugino, siendo seguido con todos hacia el salón, sabiendo que todos habían escuchado.
Las clases terminaron de forma más tensa entre los alumnos, cuando salieron, vieron que Asano estaba allí esperando a su novio.
-Asano-kun!.-el pequeño Nagisa salto abrazando al llegado que lo recibió contento, le beso la mejilla.
-Hola a ti también Nagisa-kun.-ríe un poco tomándolo de la cintura.-Pensé que venir a buscarse sería bastante bien.
-Me alegra verte.-se acomodó mirándolo de reojo.-¿No te importa que vengan mis amigos?.
-Claro que no amorcito.-le comento haciendo sonrojar al peli celeste.
-Buenas tardes Asano.-hablo Sugino sonriéndole leve, siendo seguido por las leves saludos de los otros dos.
-Buenas chicos, es mejor irnos ya, para llegar a tiempo a la estación de trenes.
-Tienes razón, este día nos dejaron mucha tarea.-suspiro Chiba levemente cansado, los cinco iban bajando ignorando un poco a los demás, no hablan mucho de los temas que sabían que debían hablar, pero ya estaban acostumbrándose a la presencia del hijo del director.
La pareja iba tomados de la mano y uno que otra muestra de cariño, muchos miraban la interacción de ellos aun sorprendidos. Pero al estar lejos de gente que conocían suspiraron al saber que ya nadie los observaba.
-Bien chicos, este fin de semana llegara unos amigos importantes para mí, y me dirán las cosas que supieron de los planes de los otros dos.-le informo serio.
-Entendemos y tener gente con más experiencia nos ayudaran a mejorar.-dijo animado Sugino haciendo sonreír a Chiba que igual estaba contento con la nueva sensación.
-Bien, nos vemos mañana.
Todos se despidiendo deseando que pronto fuera fin de semana. Iban con tranquilidad Asano y Nagisa aun sin soltarse las manos.
-¿Aun lo amas?.-le pregunto con sutileza al menor que lo observo después de la pregunta dada.
-Solo siento odio, pero hay veces que siento ese cariño que antes le tenía.-suspiro siendo sincero con el contrario.
-Nagisa, ¿Me dejarías realmente conquistarte?.-dijo con seriedad y deteniendo su andar y mirarlo fijamente.-Siento una atracción contigo, sabes cómo nos conocimos y nos empezamos a llevar bien después de hablar un poco.
-Eres agradable cuando termino conociéndote.-le sonrió.-No puedo mentirte y ilusionarte diciendo que podría caer profundamente en este amor que me darás, pero quiero intentarlo, realmente quero ser feliz y tratar de quitar a Karma de mi mente y corazón.-apretó un poco la mano de Asano sonriéndole.
Con un leve sonrojo en sus mejillas le beso suavemente, los dos se sonrojaron mas ya que sabían que ahora en adelante todas sus palabras y mimos serian reales y ya no falsos ni actuados, se miraron a los ojos creyendo que no era tan realidad, habían cambiado muchas cosas, pero recordar los tiempos que convivieron meses atrás, les calentaba de forma agradable sus corazones, no sabían muy bien si al final terminarían en una relación seria o solo sería temporal, pero se tenían un aprecio como no lastimar el otro. Ya sin decirse más se fueron en un cómodo silencio hacia la casa del menor, se volvería costumbre y no les importaba, creían que podrían enamorarse pero el tiempo lo diría.