Cuando se despidió del Gryffindor y regreso a su sala común, no pudo evitar notar como las miradas de Avery y Mulciber se posaron sobre él por una fracción de segundo, aquello se le hizo sumamente extraño, ya que, aunque estos eran sus compañeros de cuarto nunca se habían tratado, ellos siempre lo habían ignorado y viceversa.
Así que los miro fríamente, antes de dirigirse a los dormitorios, tomando como nota mental que tenía que tener un poco de cuidado de estos.
Y una vez que se encontró casi listo para dormir, a su memoria vino el recuerdo de la boda de sus rubios amigos a la que asistieron los padres de Mulciber y Avery junto con un extraño sujeto del cual Lucius nunca le menciono su nombre.
No olvidado aquel extraño momento, puesto que recordaba muy bien el inusual compartimiento dócil de su amigo y de la hermana de Narcissa ante aquel hombre; esa escena fue de sobremanera peculiar de ver. Nunca espero ver actuar así a Lucius Malfoy y por lo que vio de la actitud de Bellatrix está también era una bruja sangre pura orgullosa que no inclinaba la cabeza ante nadie o casi nadie. Y durante esas vacaciones la duda de la identidad de aquel misterioso hombre, lo mantuvo intrigado; no obstante, una vez que estuvo de regreso en el castillo, aquella escena solo se quedó en un momento curioso en su memoria ya que en esos momentos su mente estaba muy ocupada en el libro que le regalo Lily y en el amigo anónimo que le había aparecido.
Después con la extorción del Gryffindor, la “bromita de Black”, el lio que James había hecho con sus sentimientos y la situación de Regulus con su tonto hermano, no tuvo la oportunidad de volver a pensar en aquello, hasta ahora.
Y no supo exactamente por qué, pero eso no le dio un buen presentimiento.
*****
Estaba colocando un poco de tocino en su plato, justo cuando entro al gran comedor su hermano junto con sus amigos y no pudo evitar mirarlo brevemente antes de tomar un bollo y disponerse a desayunar.
Habían pasado algunos días desde que hablo con su hermano y de alguna extraña forma estar en paz con la decisión que este había tomado; sin embargo, aun así, una parte de él aún estaba un poco resentida con este y James Potter.
Potter le desagradaba por varias razones: por lo cercano que era con su hermano, por las bromas que le hacía a su amigo y porque en verdad parecía que este tenía algo personal contra él, a simple vista no se veía, pero siempre que se encontraba en el aire montado en su escoba en los partidos de quidditch, la pelea por atrapar la Snitch era más feroz que con cualquier otro buscador de otra casa y este en verdad gozaba cada vez que lo vencía atrapando la Snitch, su arrogante sonrisa se le veía a kilómetros.
No había logrado ganarle al Gryffindor, pero eso no le importaba mucho, lo que si le importaba era el hecho de que este, solo jugaba como buscador en los partidos contra Slytherin, contra las otras casas jugaba de cazador, era como si este buscara enfrentarse a él intencionalmente. En el pasado no le dio mucha importancia a aquello, pero ahora en verdad le intrigaba; el por qué le desagradaba tanto al Gryffindor igual a como este le desagradaba a él.
Pensando en eso, levanto su mirada mirando curioso a la mesa de Gryffindor y por un momento le pareció ver que Potter lo miraba, aunque no tardó mucho en notar que a quien miraba el cuatro ojos era a su amigo, quien se encontraba a su lado.
Creyendo que Potter nuevamente empezaría a gastarle bromas a su amigo soltó—¿Potter ha intentado hacerte una de sus tontas bromas otra vez?
—No… a que viene esa pregunta—dijo Severus curioso, no entendiendo del todo el origen de sus palabras.
Y antes de que le pudiera decir que el Gryffindor lo estaba mirando, con dudosas intenciones, una lechuza lo distrajo ululando escandalosamente.
—¿De quién es? —pregunto el mayor al ver como su ceño se fruncía.
—De Bellatrix—respondió no muy feliz de recibir una carta de su prima.
*****
Acomodaba cuidadosamente la tinta en su escritorio, cuando le pareció sentir que alguien la observaba, así que volteo por reflejo, pero lo único que encontró fue a Potter y Black enfrascados en una aparente muy divertida conversación, así que un poco confundida, volvió su vista al frente en espera de la profesora McGonagall.
—¿Qué paso? —le pregunto Severus por su rápido movimiento.
—Nada Sev—respondió con una ligera sonrisa y empezó a sacar un pergamino.
Un minuto después llego la profesora y comenzó con su clase, sin embargo, durante esta algunas veces volvió a sentir que alguien la observaba.
Una vez que la clase finalizo junto con Severus, fue directo a la biblioteca y en el camino a esta, se cruzaron con el profesor Slughorn el cual los detuvo.
—Lily, Severus. Espero y puedan a acompañarme este viernes en una pequeña cena.
—Claro profesor—contestó con una sonrisa, viendo como su amigo estaba dudoso.
—¿Y tú Severus, puedo contar con tu presencia?
—… Si profesor—respondió finalmente Severus, pero en su rostro aún se veía duda.
—¡Perfecto! —exclamo alegre el profesor y despidiéndose rápidamente, se fue tras Potter y Black, quienes venían también por ese camino.
Ya en la biblioteca noto pensativo a su amigo y dijo—¿Qué sucede Sev, no quieres ir a la cena de Slughorn?
—No es que no quiera, es que no creí que me invitaría.
—¿Por qué no te invitaría? eres el mejor de la clase. Es más ya se estaba tardando en invitarte, que bueno que con ese filtro de muertos en vida que hiciste se dio cuenta de tus increíbles habilidades.
—¿Y qué tal son sus cenas?
—Tranquilas, ya sabes cómo es el profesor, rica comida y una que otra platica estimulante. Principalmente pregunta las cosas por las que tiene curiosidad sobre nosotros o nuestros padres.
—A ya veo—soltó Severus un tanto pensativo, antes de concentrarse en el libro que tenía en frente.
Después de un tiempo a la biblioteca llego Remus arrastrando consigo a Potter y compañía. Y aunque la relación de su amigo de Slytherin y sus compañeros de casa se había vuelto tranquila desde lo de la casa de los gritos, aun así, estos preferían ignorarse, por lo que Severus no tardo mucho tiempo en despedirse.
*****
Remus lo había arrastrado junto con Sirius y Peter a la biblioteca y estaría feliz de estar ahí, si su novio, no se hubiera ido en cuanto llegaron. No esperaba que su Slytherin aceptara rápidamente a sus amigos, pero quería ser positivo y creía que tal vez cuando salieran de Hogwarts, podrían ser todos amigos y anunciar alegremente su relación, además de que también planeaba alejar un poco a su novio de Regulus y el matrimonio Malfoy.
No aguanto mucho tiempo he inventándose una rápida excusa, se fue a buscar a su Slytherin, aunque antes paso rápidamente a su dormitorio por el mapa del merodeador y ansioso busco la ubicación de su novio; frunciendo el ceño, cuando no lo encontró.
Estaba a punto de lanzar un hechizo al mapa, pensado que este podría tener una pequeñísima falla, y esa era la razón por la que a veces no encontraba a su novio, cuando la motita con el nombre de Severus Snape apareció en el séptimo piso, así que rápidamente guardo el mapa y su varita en la túnica y se apresuró a alcanzar a su Slytherin.
Lo encontró aun en el séptimo piso y juntos fueron a un aula vacía.
—Creía que estrías más tiempo en la biblioteca con tus amigos.
—Si te hubieras quedado, aun estaría ahí.
—Me es incómodo estar con ellos, a Lupin lo puedo tolerar, pero Black y Pettigrew son una historia aparte.
—Lo sé—soltó con un suspiro y añadió—crees que podrías intentar un poco ser su amigo a futuro.
—James.
—Está bien, cambiemos de tema. Vi que Slughorn te invito a su cena. ¿aceptaste asistir?
—Si… ¿Tú has ido a sus cenas?
—Me invito una vez el año pasado junto con Sirius, pero no fuimos—dijo, recordando vagamente como no le había dado importancia a la invitación del profesor.
—¿Por qué?
—No había nada que me motivara a ir, hasta ahora.
—¿Vas a ir solo por qué voy?
—Por supuesto ¿qué otra razón tendría?
—¿Black también ira?
—No creo, Slughorn es su profesor menos favorito, aún menos que el fantasma de Binns. Ha estado agradecido de tener una clase menos en la cual dormirse y solo toma pociones porque el Extasis es obligatorio para entrar a la academia de Aurores.
—¿Black quiere ser Auror?
—Todos queremos, ser Auror se me hace sumamente emocionante.
—Y peligroso.
—También, pero eso es parte del encanto de la profesión, además con la noticia de ese asesinato a muggles es claro que se necesitan más Aurores protegiendo a todos.
—Aurores capacitados, no tontos como Black y Pettigrew.
Soltó una pequeña risa y dijo—bueno creo que de Peter podrías tener un poco de razón, pero Sirius sería un gran Auror al igual que Remus.
—De Lupin lo creo, pero con los otros dos, tengo serias dudas.
—¿Y de mí, crees que podría ser buen Auror?
—Tal vez, tienes cara de tonto, aunque tengo que admitir que no lo eres.
—¡Auch! eso me dolió—expreso trágicamente y reponiéndose rápidamente añadió—pero este, cara de tonto en unos años será el jefe de Aurores.
—Si tú lo dices.
—¿Qué no me crees?... porque no quiero sonar engreído, pero siempre consigo lo que me propongo—dijo a la par que se acercaba lentamente hacia su novio.
—¿A sí?
—Si—respondió y atrapo los labios de su Slytherin.
Y una vez que termino su apasionado beso pregunto—¿has pensado en que quieres hacer después de Hogwarts?
—No mucho, en realidad.
—¿Por qué?
—No es algo que me importe ahora, cuando llegue el momento ya veré.
Coloco sus manos en ambas mejillas de su novio y divertido dijo—¿Quién eres y que le hiciste a mi Severus?
El Slytherin hizo una pequeña mueca mientras levantaba la ceja en cuanto dijo mi Severus y soltó—Que tiene de extraño.
—Es que siempre tienes todo tan meticulosamente organizado, que me es difícil creer que tomes eso a la ligera.
—¿Qué, no puedo ser espontaneo algunas veces? —le susurro rozando el lóbulo de la oreja, antes de separase y continuar diciendo—Además, no es como que no tenga opciones.
—Adivino Malfoy.
—Si.
—Sev… ¿no te gustaría ser Auror, junto conmigo?
—Tentador, pero no—respondió su novio casi al instante.
Severus noto como su semblante se ensombreció, por su rápida respuesta negativa, así que acaricio su revoltoso cabello y dijo—No es porque no quiera estar contigo, es solo que no me llama la idea de ser Auror—antes de besarlo como él lo hizo anteriormente.