Una cálida y placentera sensación aunada a una leve brisa lo habían hecho abrir sus ojos, haciendo que se diera cuenta de que se habia quedado dormido, así que rápidamente se levantó y fue en busca de Regulus que muy seguramente todavía seguiría entrenando.
Después de besar a Severus James se saltó su castigo con Hagrid y se fue directo a la torre de Gryffindor, no podia creer lo que acababa de hacer.
Así que en cuanto llego a su habitación se tumbó en su cama de doseles rojos y se durmió para pretender que aquello que habia hecho solo habia sido una pesadilla.
Pero a la mañana siguiente cuando se despertó, lastimosamente para él recordaba muy claramente que habia besado a Severus por voluntad propia, sin embargo se negaba a aceptar que estaba enamorado de Severus.
Así que los siguientes días se concentró en hacerles bromas a otras personas e ignorar a Severus, Sirius le decía que cuando le harían una broma al Slytherin pero él siempre le daba largas, no quería pensar en el Slytherin.
Aunque sus planes de no pensar en el Slytherin no iban como él quería, debido a que cuando se daba cuenta ya se encontraba mirando a Severus.
Severus se encontraba desayunando en el gran comedor con Regulus y Narcissa cuando, las lechuzas aparecieron dejando el correo, dejándoles una carta a cada uno.
Como la carta que habia recibido Regulus era de su madre, la guardo para leerla después, Severus hizo lo mismo con la suya y Narcissa al ver de quien era la suya rápidamente empezó a leerla con una alegre sonrisa. Que habia alegrado también un poco a Severus ya que la Black habia estado triste por no haber recibido carta de Lucius, y ahora con la llegada de dicha carta casi parecía irradiar alegría algo no muy usual en ella.
Cuando termino de desayunar se despidió de los primos Black y dio una rápida mirada a la mesa de Gryffindor, para ver si veía a Lily, y al no verla se apresuró a llegar a su clase de encantamientos, donde muy seguramente Lily ya se encontraba esperándolo.
En cuanto entro al salón vio a su amiga quien se encontraba hablando muy amenamente con Remus, así que espero a que Remus terminara de hablar con Lily, para irse a sentar con ella. No tenía nada en contra de Remus ya que este nunca le habia hecho nada, pero si bien nunca le habia hecho ninguna broma este tampoco evitaba que Potter, Black y Pettigrew se las hicieran.
Poco después de que se sentara junto a su amiga, vio llegar a James con Sirius y no pudo evitar mirarlos a ambos ya que desde que el curso habia empezado estos no le habían hecho ninguna broma y aunque ya habia decidido que se defendería de estas, el que estos le hicieran bromas a otros alumnos y no a él solo lo hacía pensar que los Gryffindors estaban planeando una broma muy grande contra él.
Cuando la noche llego y se encontraba en su habitación de Slytherin, leyó la carta que le habia mandado Lucius, la cual no tenía mucho contenido, solo unas cuantas líneas en donde Lucius le contaba lo bien que le estaba hiendo fuera de Hogwarts.
En la sala común de Gryffindor se encontraban James, Sirius, Remus y Peter listos para recorrer los pasillos de Hogwarts, como usualmente hacían cuando la mayoría de los estudiantes ya se encontraban durmiendo.
Caminaron por un largo rato, dejando bromas o solo memorizando por donde pasaban, hasta que el sueño les entro y volvieron a la torre de Gryffindor.
A la mañana siguiente en la clase de pociones Sirius le pregunto a James— ¿Cunado le haremos una broma a quejicus? —
—Pronto Sirius, ya estos pensando en nuestra siguiente broma a quejicus— le dijo James con una traviesa sonrisa, pero la verdad era que no habia pensado en ninguna broma para Severus, no quería ni ver al Slytherin.
—Deberían de seguir así como hasta ahora y no hacerle ninguna broma a Severus— les dijo Remus con el ceño levemente fruncido.
—Rems, no empieces, hacerle bromas a quejicus es muy divertido o no Peter— dijo Sirius
—Si— exclamo Peter.
—Yo no le veo lo divertido— les dijo Remus un poco molesto.
—Rems no te enojes— dijo Sirius, tocando con su mano el hombro de Remus, al mismo tiempo en el que le dedicaba una cálida sonrisa.
Por la tarde James y Sirius fueron a su entrenamiento de quidditch, el primer partido de la temporada estaba cerca y ambos se esforzaban para deslumbrar en su debut.
Al finalizar el entrenamiento camino a la torre de Gryffindor, James y Sirius se encontraron con Regulus y Narcissa. Regulus los saludo levemente, pero Narcissa los ignoro olímpicamente y ver a eso dos habia puesto de mal humor a James ya que verlos habia hecho que pensara en Severus.
Cuando el día del partido de quidditch llego justo como habían esperado él y Sirius, sobresalieron totalmente de los demás jugadores, ganando fácilmente contra Slytherin.
Ya que James no habia dudado ni un segundo en atrapar la Snitch en cuanto la vio, casi arrebatándosela a Regulus, quien aunque también habia jugado muy bien no jugo tan bien como él.
Justo cuando bajo de su escoba para ponerse a celebrar con el resto del equipo y sus amigos, no pudo evitar ver como Severus iba hacia Regulus y le ponia una mano en el hombro, para después susurrarle algo al oído.
En ese momento James sintió unos celos terribles de ver a Severus tan cerca de Regulus, que no pudo seguir negándose que estaba enamorado de Severus, por eso lo observaba tanto, por eso quería su atención y por eso se enojaba y sentía celos cada vez que veía a Severus con Regulus, Narcissa o Lily. Por Merlín estoy enamorado de Severus se dijo así mismo.